Muchos sabréis que Windows 10 tiene la característica de V-SYNC activa, es decir, la llamada vertical synchronization, que a grandes rasgos, hace que los juegos que estemos corriendo en nuestro PC Windows 10, estén limitados a una serie de FPS, normalmente, que oscilan entre los 30 o 60 fps, para mantener la tasa de refresco del monitor y que no aparezca tearing.
El problema es que cuando los monitores soportan más frecuencias de refresco, esta capacidad limita la tasa de frames, impidiendo que la verdadera potencia de sus máquinas se hagan patente en los juegos. Pero los chicos de Microsoft han escuchado las plegarias de muchos.
Tras la llegada de títulos como Quantum Break o el recién estrenado en su fase beta, Forza MotorSport 6: Apex, las personas que tienen un PC de última generación, no podían acceder a ese aumento de imágenes por segundo adicional, que normalmente ofrecen los juegos de PC. En un caso concreto, Killer Instinct sufría de un grave problema en el que si el monitor en el que jugábamos tenía la tasa de refresco muy alta, el juego aumentaba ridículamente su velocidad.
Hoy mismo y mediante una actualización, podremos por fin desbloquear esta característica de la Store de Windows 10, con el fin de aprovechar y rendir al máximos nuestros PC. Además, el equipo de Microsoft ha añadido la compatibilidad con Nvidia G-SYNC y AMD FreeSync.
El DirectX 12 sin duda está empezando a coger su forma definitiva, junto con las nuevas actualizaciones que van entorno a las Universal Windows 10 Platform. De aquí a verano, seguiremos viendo este tipo de actualizaciones de forma muy frecuente.
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