Fallout 4 es un videojuego de rol y acción basado en un escenario apocalíptico desarrollado por Bethesda Game Studios.
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Seguro que muchas compañías desarrolladoras de videojuegos se preguntan cómo es posible que Bethesda Softworks consiga generar ese hype tan brutal con cada uno de sus lanzamientos. Pues bien, analizando detenidamente cómo han actuado desde el anuncio oficial de Fallout 4 en el E3, las claves parecen ser las siguientes: no obligarse a lanzar una entrega anual (lo que está demostrado que agota las franquicias, véase el caso de Assassin’s Creed como ejemplo representativo) y anunciar los juegos con un lanzamiento fijado a corto plazo y a partir de ahí comenzar con una maratón de información y de material de todo tipo.
Desde entonces hemos ido recibiendo gradualmente nuevos capítulos de la serie de vídeos de las diferentes categorías de S.P.E.C.I.A.L., muy bien elaborados, divertidos y localizados al idioma de cada zona, así como otros vídeos explicativos de algunas de las mecánicas de juego. También nos han mostrado material promocional de todo tipo, diferentes trailers e iniciativas como el canjeo de chapas por un juego, por poner un ejemplo, sin olvidar el lanzamiento del adictivo Fallout Shelter para dispositivos móviles que se podía descargar el mismo día de la presentación de Fallout 4 durante la conferencia de Bethesda en el E3. Esto sí que es promocionar un juego de manera coherente y creando una intensa expectación por la llegada a la nueva generación de un título que lleva cosechando fans desde las primeras entregas isométricas de finales del siglo pasado.
Y bien, ahora de lo que se trata es de analizar el juego y ya de paso ver si el hype generado corresponde con el producto de calidad que los fans esperábamos. Y es que los precedentes dejaron el listón muy alto. Tanto Fallout 3 como Fallout New Vegas consiguieron enamorar a la mayor parte de seguidores de las anteriores entregas e incluso a una buena porción del pastel del resto de jugadores de las diferentes plataformas en las que se lanzaron. Ambos fueron unos juegos magníficos, aunque bien es cierto que Fallout New Vegas fue infravalorado en cierta medida, quizás por no ser una entrega numerada de la saga, por ser demasiado continuista o incluso por haber sido desarrollado por Obsidian Entertainment, un estudio externo.
[quote_right]A pesar de no ser el juego más vistoso de Xbox One, es uno de los más divertidos, carismáticos y duraderos que tiene la consola en estos momentos[/quote_right]Por otra parte, todo no va a ser navegar con el viento a favor para Bethesda, ya que su mayor handicap son sus propios seguidores. Los puristas de Fallout son los críticos más duros y exigentes que pueda tener cualquier franquicia del mundo del videojuego en esta era. De hecho, gran parte de los comentarios negativos que llegaron a verterse en el salto a las tres dimensiones de la franquicia llegaron precisamente de los propios usuarios de los dos primeros Fallout, haciendo hincapié en que habían suavizado en exceso el sentido del humor mucho más negro y ácido que caracterizaba a sus predecesores.
Precisamente son muchos los fans de la saga que han recelado de algunas de las afirmaciones y sentencias que han vertido algunos de los directivos y desarrolladores sobre el juego en los diferentes vídeos en los que hablaban sobre el proceso de desarrollo de la cuarta parte. Muchos de estos jugadores críticos se han basado, en primera instancia, en el modesto aspecto gráfico que se veía en los trailers.
Después de todo, Fallout 4 lleva sonando a GOTY desde el mismo día de su anuncio, y no solo porque encabezaba las listas de deseos de muchos jugadores desde hacía unos años y porque estaba en todas las quinielas pre-E3, sino porque todo lo mostrado hasta el momento pintaba muy bien y se habían anunciado jugosas novedades, tanto en diseño como en mejoras e inclusión de nuevas mecánicas. Pero que nadie se precipite, Fallout 4 no lo va a tener tan fácil. Primero debe superar con buena nota su paso por la crítica especializada y calar tan hondo en el corazón de los jugadores como las secuelas anteriores anteriores, y no olvidemos que hay otros títulos que compiten por alzarse como el juego del año.
Las cartas de Fallout 4 están sobre la mesa: rol, crafteo y supervivencia en un yermo que recrea las calles y alrededores de un Boston postapocalíptico. Ahora puedes visitar la insigne ciudad pero olvídate de las visitas turísticas; para sobrevivir a un apocalipsis nuclear tendrás que sudar, matar o morir, comer cosas que harían vomitar a una cabra y un montón de cosas chungas más, porque como bien nos repiten hasta la saciedad: “la guerra no cambia nunca”.
Apartado Técnico
Una de las bases sobre las que se asientan los Fallout es que son juegos grandes. Muy grandes. Enormes. Así que no esperéis menos en esta cuarta parte, ya que no solo disfrutaremos de una gigantesca porción de Boston para explorarla a lo largo y a lo ancho, sino que también hablamos de mayor amplitud en todos los factores. Fallout 4 nos ofrece más acción, más profundidad, un abanico más amplio de acciones y tareas, más tipologías de enemigos, más armas, más aliados, más facciones y suma y sigue.
Bien es cierto que nadie renegaría de la inclusión de unos gráficos punteros que impusiesen un nuevo benchmark tecnológico, pero si esto implica renunciar a todo lo demás, pues oiga, quizás es mejor no tener como objetivo prioritario la excelencia gráfica, que por cierto nunca ha sido el aspecto distintivo de esta saga.
[quote_left]Fallout 4 lleva sonando a GOTY desde el mismo día de su anuncio[/quote_left]Esto es importante que quede claro, porque desde la redacción no queremos entrar en polémicas sobre este punto, sino que simplemente vamos a valorarlo de manera objetiva. De este modo podemos decir que el apartado visual del juego es bueno y en ocasiones notable, y más aún si tenemos en cuenta la inmensa cantidad de contenido que ofrece además de la ingente cantidad de mejoras respecto a Fallout 3.
Desde la mayor distancia de dibujado, pasando por el mejor nivel de detalle, los mejores y más abundantes efectos de luces y de partículas, como por la paleta de colores más viva e intensa, el paso a la nueva generación de la franquicia le ha sentado muy bien al universo Fallout.
Nuestras Xbox One pueden mover bestias gráficas más potentes, estamos de acuerdo, y está bien aspirar a tener los mejores gráficos que se puedan conseguir, pero hay que ser realistas y reiteramos que si tenemos en cuenta todo el contenido que ofrece el juego no podemos castigar desproporcionadamente a Bethesda por no haber podido dar más de sí. Se nota el esfuerzo que han hecho añadiendo efectos climáticos nuevos como las tormentas de arena y radioactivas, lluvia y niebla, pero algunas texturas lucen a un nivel muy bajo.
En cuanto al rendimiento, Fallout 4 se mueve muy bien. A una resolución de 1080p el juego mantiene una tasa de 30 frames estables y constantes salvo en momentos puntuales en los que, principalmente en escenarios exteriores, aparecen muchos enemigos en pantalla. Sin embargo, al menos en nuestro caso, no nos hemos encontrado con los cacareados parones que reducen la tasa a 3 o incluso a 0 fps. Enfatizamos este punto informando de que no hemos utilizado un disco duro externo, en nuestro caso hemos jugado desde la instalación en el disco duro de la consola y no hemos sufrido bajones tan exagerados en ningún momento.
Si bien, tras realizar algunos guardados manuales y volver al juego, este se ha congelado durante un máximo de cuatro segundos pero en seguida hemos vuelto a la normalidad sin mayor trauma. Otra de las consecuencias de que tengas a tu disposición un mundo abierto tan grande es que los tiempos de carga, cuando sales de una mazmorra al yermo, son más largos de lo que nos gustaría.
Como no podía ser de otro modo, Fallout 4 también se sube al carro de los bugs. Aunque en nuestro caso no hemos vivido ninguna situación estrambótica ni cómica, sí que es cierto que hemos llegado a ver personajes con las piernas hundidas en el suelo hasta las rodillas, objetos que al soltarlos del inventario son absorbidos por el terreno o personajes que se desplazan de un punto a otro por arte de magia. Nos tranquiliza que Bethesda no se caracterice por “abandonar” sus juegos, así que estamos convencidos de que subsanarán la mayor parte de estos errores en futuros parches.
En el lado bueno de la balanza podemos añadir la localización al castellano, de la que otros estudios deberían empezar a tomar ejemplo, ya que juegos como este, con tantísimas líneas de diálogo, son perfectamente traducidos a nuestro idioma de manera íntegra, así que no hay excusa para que otras empresas lo hagan. La música, como ya nos tiene acostumbrado Bethesda, está a un nivel brillante, con melodías de la primera mitad del siglo pasado y temas melancólicos que amenizan de manera peculiar los viajes por el yermo e incluso los tiroteos. Se han incluído emisoras nuevas y siempre podrás ir cambiando de una a otra si te aburres.
A nivel sonoro también cabe destacar los efectos, que se escuchan más espectaculares que nunca, creando una ambientación muy inmersiva y espectacular en los enfrentamientos, los cuales, como comentábamos, han ganado una intensidad épica al haberse mejorado tanto los juegos de luces y otros efectos visuales entre los que destacan las explosiones. Un error que hemos encontrado, y que tiene que ver con la localización, es la descoordinación de los subtítulos (no es obligatorio activarlos), que en ocasiones entran tarde o demasiado pronto o directamente se quedan fijas unas líneas de diálogo en pantalla mientras la conversación sigue su curso.
En cuanto a las animaciones, se percibe también una gran mejora en los movimientos de los personajes. Aquí también ha querido Bethesda dar un paso adelante y, aunque aún les queda margen de mejora, se han puesto manos a la obra para que si optamos por controlar a nuestro personaje en tercera persona, no nos sangren los ojos al ver aquellos movimientos robóticos que literalmente sufríamos con Fallout 3. Ahora los saltos son más dinámicos y creíbles, así como las animaciones de nuestros compañeros y del resto de personajes, ya sean amigos, enemigos, bestias, robots o necrófagos. Destacamos a estos últimos, que han sido remodelados completamente y se mueven ahora de un modo más rápido e impredecible que nunca.
Jugabilidad
Vamos al grano: en Fallout 4 es imposible aburrirse. Siempre hay algo que puedes hacer, nunca te faltarán misiones en tu Pip-Boy por atender y, ahora, tienes a tu disposición más tareas que nunca. Uno de los grandes aciertos de este juego es que puedes crear asentamientos en ciertas zonas. Estos asentamientos se irán poblando y podrás ir generando nuevos recursos, así como podrás convertirlos en fortines inexpugnables, establecer rutas comerciales entre ellos y realizar tareas de artesanía para que la felicidad de sus habitantes sea lo más alta posible. Es muy importante que asignes tareas a los miembros de cada asentamiento, lo que te permitirá despreocuparte de ciertas tareas monótonas como la de cultivar, por ejemplo, y así el poblado será cada vez más autónomo.
[quote_right]Hay que aplaudir que la compañía haya decidido no poner límite de nivel[/quote_right]En los talleres podrás mejorar las armas y los atuendos, que ya no se reparan utilizando otras del mismo tipo desde el Pip-Boy, y podrás también cocinar la carne de las alimañas que hayas matado para que, al comerla, no genere tanta radiación y el factor curativo sea más alto. Por si fuera poco, podrás también mejorar y tunear la servoarmadura (a la que accederás durante una de las primeras misiones) pieza a pieza y podrás dejarla “aparcada” en el asentamiento si prefieres moverte sin ella. Además, puedes abastecer tus bases con generadores, torres de comunicación e incluso te permite crear tu propia casa, estancia por estancia.
Todo esto es posible gracias a que ahora subirás más rápido de nivel, y desde el principio puedes cargar con más peso, lo que te irá permitiendo cargar con más peso progresivamente si añades puntos al perk de Fuerza, algo de vital importancia porque la basura que encuentras es más valiosa que nunca, ya que es necesaria para poder desguazar la chatarra y utilizarla como materia prima que servirá para crear todo tipo de objetos.
La verdad es que es un elemento que le diferencia bastante de la tercera parte y nadie debería preocuparse por este distanciamiento, puesto que el hecho de que existan asentamientos no será problemático en el sentido de que continuamente nos estén llamando y tengamos que interrumpir las misiones o nuestros paseos de exploración cada dos por tres porque estén sufriendo un ataque o necesiten tal o cual cosa. Lo cierto es que se nos reclama lo justo, impidiendo así que se rompa el fluido ritmo de juego.
Uno de los aspectos por los que Fallout 4 está siendo duramente criticado es el de la historia principal, lo que llama poderosamente la atención, debido a que tampoco ha sido nunca uno de los puntos fuertes de las últimas entregas de la franquicia. En Fallout 3 salíamos del refugio y enseguida perdíamos el focus de la misión principal en cuanto empezábamos a hablar con los personajes, a aceptar misiones secundarias o a explorar el yermo. Pues aquí sucede exactamente lo mismo, con la diferencia de que ahora no buscamos a nuestro padre sino a nuestro hijo (tranquilos, esto no es un spoiler, ya que sucede en los primeros minutos de juego).
Solo un detalle: vale que en esta ocasión la historia principal también se diluye en cuanto empiezas a construir asentamientos y a aceptar encargos, pero una cosa es buscar a tu padre y otra muy diferente es buscar a tu hijo desaparecido. Esto lo comprenderán quienes hayan sido padres. Os puedo garantizar que si pierdo a mi hija, no me pongo yo a aceptar trabajos de tres al cuarto o a jugar a la construcción con chatarra. Salgo al yermo aunque sea con un cuchillo en la boca y muevo y cielo y tierra y no paro hasta reencontrarme con ella o morir en el intento.
En referencia al sistema de control, hay que remarcar que se nota a la legua que Bethesda ha sabido aprovechar a algunos de los desarrolladores fichados de otras compañías especializadas en shooters, lo que ha repercutido en que ahora tengamos unos tiroteos a tiempo real mucho más fluidos y divertidos, animándonos así a prescindir del sistema V.A.T.S. en bastantes ocasiones. También se han incluido enemigos “Legendarios”, mucho más difíciles de abatir y que pueden mutar y ofrecernos un reto de o más desafiante.
Por lo tocante al sistema de perks (extras) y de evolución del personaje, al poco tiempo de ponernos a los mandos debemos repartir 28 puntos en diferentes categorías: Fuerza, Percepción, Resistencia, Carisma, Inteligencia, Agilidad y Suerte. Luego, con cada subida de nivel, podrás asignar un punto más a una de estas categorías o a algunas de las habilidades específicas que encontrarás en el póster de mejora de personaje del Pip-Boy.
Cada vez que matas a un enemigo, cuando utilizas el carisma exitosamente en las conversaciones, si hackeas un ordenador, construyes o mejoras objetos o fuerzas una cerradura, conseguirás puntos de experiencia que te permitirán subir de nivel y, a su vez, conseguir un nuevo punto de mejora. Esto invita a luchar en lugar de evitar amenazas o a forzar cerraduras, por ejemplo, aunque no necesites el alijo que haya dentro de una caja fuerte por ir a tope de abastecimientos, porque de este modo irás ascendiendo progresivamente y estarás más cerca del nuevo nivel, lo que se traduce en una fórmula adictiva que consigue que te cueste aparcar el mando y decidas jugar otro ratito hasta subir un nivel más y ya luego te acuestas si eso (mentira cochina, querrás subir otro más después de ese).
Para los neófitos que se acerquen a Fallout por primera vez, les recomendamos paciencia y que no se agobien con los menús del Pip-Boy y con la gran cantidad de cosas que se pueden hacer. Es cierto que no hay demasiada ayuda y que no existe un tutorial como tal que nos lleve de la mano, pero a base de indagar y experimentar, en un dos o tres de horas cualquier jugador conseguirá hacerse con el control del juego y podrá comenzar a disfrutar la experiencia con plenitud.
Duración
Desde Bethesda aseguran que si quieres ver y explorar cada rincón del mapeado, si haces todas las misiones, recoges todos los cabezones y quieres rellenar el póster de mejoras, tendrás que emplear más de tres centenares de horas, y no nos atrevemos a ponerlos en duda ya que a estas alturas llevamos casi cincuenta horas de juego y echando un vistazo al mapa vemos que nos quedan muchísimas cosas por vivir y descubrir todavía en este Boston postapocalíptico. Hay que aplaudir que la compañía haya decidido no poner límite de nivel, lo que invita a seguir exprimiendo el entorno y buscando gresca para continuar mejorando al personaje aunque no te apetezca o no te queden misiones que retomar.
Completar el 100 % del juego es todo un desafío, sobre todo en la dificultad más alta (que se puede modificar en cualquier momento desde el menú de opciones), y requiere de dedicación y de un montón de horas de disfrute. Simplemente en la parte inicial del juego, cuando creas tu personaje, te puedes pasar perfectamente más de una hora esculpiendo todas las facciones de su rostro y la constitución. Fallout 4 es uno de esos juegos que tu madre o tu pareja odiará a muerte, ya que consume las horas a un ritmo frenético y sin que apenas puedas darte cuenta.
Como era de esperar, no tiene multijugador competitivo ni cooperativo, con lo que no hay vida más allá de la historia principal y las misiones secundarias. Eso sí, es bastante rejugable ya que, como sucedía con la tercera parte, pueden quedarte ganas de hacer una segunda vuelta invirtiendo el karma tomando decisiones completamente opuestas o actuando de un modo más violento o pacífico que cuando jugaste por primera vez, puesto que las decisiones que tomes y tu comportamiento afectará directamente en algunos puntos al desarrollo de la historia e incluso a la actitud de algunos personajes hacia ti.
Conclusión
En conjunto, estamos ante una experiencia 100 % Fallout, y como todo Fallout que se precie no es perfecto. A pesar de sus puntos buenos y sus puntos malos, su premisa principal es la de divertir sin más. Es un juego de rol y de acción con un carisma propio, fácilmente reconocible y que deja un buen poso en la memoria a largo plazo del jugador.
Víctima de su propio hype, los usuarios lo están castigando sin piedad en Metacritic, donde no alcanza en este momento el aprobado, mientras que la nota de los medios especializados está rozando el sobresaliente, con lo que esta diferencia de criterios puede deberse, suponemos, a la decepción que pueda provocar en algunos usuarios que el salto a la nueva generación no haya repercutido en un aspecto gráfico puntero.
Por nuestra parte, creemos que ningún aspecto concreto puede demoler al resto y que Fallout 4, a pesar de no ser el juego más vistoso de Xbox One, es uno de los más divertidos, carismáticos y duraderos que tiene la consola en estos momentos. Por esto y por todas las mejoras y novedades, consideramos que estamos ante un juego sobresaliente y que tiene las suficientes virtudes como para batirse en duelo con otros grandes lanzamientos de este año con el fin de convertirse en el juego del año.
*Gracias a Xbox y Bethesda Studios por habernos proporcionado el material para la review.