Saints Row está de regreso, pero, ¿sigue el camino original o se desvió de él?
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El año pasado, Saints Row aterrizó de nuevo de la mano de Volition. Un reboot de la franquicia muy esperado, que nos dejó un buen sabor de boca como ya te contamos en nuestro análisis firmado por mi compañero Gabo. Un título que muchos esperábamos y que por fin, entre tanta novedad y juegos que llegan a Xbox Game Pass, he podido disfrutar de principio a fin. Y al hacer, no he podido preguntar evitarme ¿Saints Row sigue siendo Saints Row?
Vaya por delante que he disfrutado mucho del título, me ha dejado momentos memorables y una gran cantidad de risas. Sin duda, es uno de los juegos que más disfruté en 2022. Mi pregunta no va por su calidad, ni mis dudas sobre si es bueno o no. Cada uno tendrá su opinión al respecto, faltaría más, para gustos, colores. Si no que voy a algo más profundo, a la esencia misma de la saga. Porque Saints Row surgió como una respuesta a GTA, una competencia directa con su propio camino y tono, alejado de la seriedad de la franquicia de Rockstar.
Saints Row y su esencia a debate
Y mirando directamente, con perspectiva, creo que la esencia más pura la ha perdido. Ahora, desde la tercera entrega numerada, la narrativa queda más a un lado, dejando todo en pos de la locura, las explosiones y disparar a quemarropa. Hemos sido presidentes de Estados Unidos con prácticamente superpoderes luchando contra una invasión alienígena, hemos tenido cañones que disparan personas, y un sin fin más de locuras. Lo que tenía que haber sido la seña de identidad, un toque de humor, se ha exagerado, dando lugar a juegos de mundo abierto. Sin ir más lejos, en la última entrega lanza (OJO SPOILERS) visitamos el mundo de los muertos, una reminiscencia al mundo astral que recuerda mucho a lo visto en Black Phanther. Por no olvidar las numerosas misiones o sub-misiones en las que debemos destruir todo a golpe de cohetes sin que nadie se inmute. Sí, tenemos facciones que reaccionan cuando las atacamos, e incluso la policía de Santo Ileso, pero termina funcionando prácticamente como una facción más.
¿Es esto lo que queremos ver en un Saint Row? Puede que así sea, pero sin duda, no es el propósito con el que nació la saga. No es ya un juego que busque competir directamente con GTA, llenar el hueco entre entregas y conseguir quitarle jugadores. Algo que quizás es imposible, pero sí que en sus primeras entregas la franquicia de Volition lo consiguió, al menos en parte. Pero en los últimos tiempos se ha desviado, cogiendo la tangente y convirtiéndose en algo diferente. Ya no rivaliza con GTA, sino que juega en otra liga. Tiene elementos en común, faltaría más, como ser un shooter en tercera persona con cierta historia de mafias u organizaciones criminales y evidentemente, ser de mundo abierto.
Pero todo se ha dejado atrás por esa locura. Una locura que se ha llevado a su máximo exponente y que, no lo neguemos, mola. Sí, he disfrutado muchísimo pilotando aviones y destruyendo todo a diestro y siniestro, sin consecuencias. Pero no he sentido que esté jugando un juego original de Saints Row o un GTA. Las comparaciones son odiosas, lo sé, pero mi sensación al final es de estar disfrutando de “otra cosa”.
¿Es malo esto? Para nada, pero sí que hace que me pregunte ¿Saints Row sigue siendo Saints Row? La respuesta, para mí, es quizás muy melodramática: no. Ha evolucionado hacia otra cosa, igual de divertida y más loca. Y es por ello que creo que, quizás, la última entrega no debería haberse titulado así. Una nueva IP, con el mismo concepto, quizás habría conseguido una mejor recepción, porque muchos esperábamos otra cosa. Puede que sea mi visión más añeja o la pura nostalgia al ver un reboot de la franquicia, una vuelta a los orígenes. Algo que no se ha dado y ha continuado, en mi opinión, con esa línea cogida en los últimos títulos de espectacularidad y explosiones, casi como si fuese una película de Michael Bay.
Con todo ello, insisto, el nuevo Saints Row me ha gustado mucho, lo he disfrutado. Al margen de errores técnicos, malas decisiones en el lanzamiento o parches que no llegan a tiempo, el problema viene que no lo he sentido como un Saints Row, sino como otra cosa diferente que, de haber llevado otro título, sí que podría haber marcado la diferencia. No sé, solamente hace falta volver a los propios orígenes. No donde todo se volvió una locura. Quizá haga falta volver a las bandas de a pie de calle, donde una pistola era un tesoro y un lanzallamas algo imposible. El realismo como un auténtico come-back es lo que necesitaría. Realmente no hay nada parecido o con la misma intención. Aunque la propia marca ha quedado tan dañada por las ventas y críticas de esta última entrega, que posiblemente no veamos nada hasta dentro de bastante tiempo.