La fusión entre los juegos MOBA y FPS llega de manos de Gearbox, con un trepidante multijugador con un fantástico lore que nos ha dejado buen sabor de boca.
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Comenzar a hablar de Gearbox Software no es difícil si empezamos con su obra prima moderna, Borderlands, que cautivó a demasiados corazones rebeldes allá por 2009, con un estilo artístico que ha dejado huella en todos sus posteriores lanzamientos, y que sin duda alguna detallan un estilo único de percibir un videojuego. Si con ver el cell-shading se os pone los vellos de punta, es muy probable que estés interesando en jugar a este “MOBA” de los chicos de Gearbox.
Con este juego he aprendido demasiadas cosas, cosas que pensé que realmente tenía claras y que hoy quiero plasmar aquí en nombre del equipo. Esas cosas irán sucediendo mientras recorro en letras este escrito, pero la primera lección no está lejos de ser dicha: No os fiéis de las betas.
Se lanzó con una beta abierta dos fines de semana antes del lanzamiento oficial del juego, y como es de esperar, muchos de los que estaban interesados en comprar el juego, lo probaron. Las impresiones no fueron buenas, no era un MOBA convencional y se había hablado de él como si lo fuera, resultaba banal a la hora de jugarlo y la cabeza ya os decía a gritos que “no era para tanto”. Si pensáis que la primera impresión es lo que cuenta, siempre esperaros a la versión final del juego, porque os aseguro que cambiado radicalmente mí forma de pensar.
Battleborn es el equilibrio entre un juego de multijugador masivo y un juego de acción en primera persona. Tiene los tintes justos para que enganche y nos haga estar comprometidos fielmente desde los primeros momentos del juego. Y es que éste comienza con una cinemática estilo comic híbrido entre americano y japonés que nos pone en situación y nos presenta a cada personaje y a cada facción de los que compondrán los llamados Battleborn.
La esperanza irradia en aquellos que componen las facciones, ya que Solus, es la única manera de llevar a la supervivencia de nuestros Battleborn. Una historia con tacos, humor rebelde, clásica en todos los estilos, pero innovadora en su mezcla, y esto lo convierte en muy atractivo.
Apartado técnico
El título está hecho mediante Unreal Engine 3, pero a decir verdad, los chicos de Gearbox no han podido aprovecharlo al máximo. En un juego de espacios cerrados y de tamaños medianos, vemos problemas de renderizado y alguna textura que tarda algo en cargar. Sabemos, que al ser un juego on-line, la calidad de tu conexión será decisiva a la hora de cargar mapas, pero aún con un PING mínimo, en ciertas zonas del mapa suelen verse estos problemas.
De igual manera, hablaremos de eso dentro de un momento, en cuanto comentemos su excelente apartado artístico. Mientras tanto, os comentaremos que el juego en Xbox One, corre a una resolución de 1080p nativos y bastante acordes al post-procesado de anti-aliasing al que el juego procesa en su versión de consolas. Sí que es verdad que también encontramos en las zonas alejadas algo de popping, que sólo será desagradable si jugáis con un monitor de mediana resolución para arriba, pero que igualmente es visible debido, entre otras cosas, al apartado artístico.
Ya sabéis, GearBox rompe esquemas con el cell-shading en Borderlands, y se convierte prácticamente en la marca de la casa. En Battleborn ocurre lo que le ocurre al hermano pequeño a cierta edad cuando llega a casa, y es que sus padres ya han vivido con el hermano mayor lo que le ocurre a él. Han intentado artísticamente darle ese toque, convirtiéndolo en una estética algo más convencional ligada a los dibujos animados – al menos en cierta manera- y dejar el legado de Borderlands, pero no es lo que ha ocurrido. En sus campañas, cuando nos dan direcciones e interactuamos con el sistema de forma guiada, es cuando más nos recuerda a Borderlands, parece que de un momento a otro vendrá Clap-trap a contarnos su vida en verso, pero qué queréis que os diga, no disgusta esta sensación. Puede parecer que el juego carece de personalidad por esto, pero en ninguna de las maneras lo parece mientras jugamos y explotamos sus mecánicas o probamos personajes con espada, los que se hacen invisibles, etc. Datos que no ocurren en Borderlands.
Si ya comentamos que se encuentra algún problema de renderizado, esto es cubierto con la estética de colores vivos que nos tienen acostumbrados. Aparte, el juego también tiene ciertos problemas de framerate, que baja de forma ocasional de los 30 a los 20, sobre todo en momentos de mucha marabunta en los mapas de Incursión que posteriormente comentaremos.
Otro punto flojo, y sinceramente, el que más escuece, es un mediocre matchmaking. Ya en la beta observábamos que había este tipo de problemas, no resultaba difícil quedarte 5 minutos o más buscando una partida. Y pensando que esto sería arreglado en su versión final, parece ser que sigue teniendo ciertos problemas. Los jugadores entran en un vestíbulo de partida en una media de 2 -3 minutos encontrando la sala, algo que no importa si no somos del todo impacientes, pero carece de ciertas funciones que debería tener un juego MOBA por niveles. Y es que no está del todo balanceado el matchmaking en niveles de progresión, ya que fácilmente podremos estar luchando contra o con jugadores que te doblen o tripliquen el nivel, algo que desestabiliza muchísimo el ritmo del equipo, lo que suele resultar en partidas poco igualadas en algunas ocasiones. Algo sin duda que deja mucho que desear.
En cuanto al sonido, como siempre, algo que cuidan con mucho mimo. La versión de consolas da hasta la opción de “mono”, “estéreo”, “noche”, etc. además de como colocar la posición de tus altavoces para que el juego se escuche de forma óptima. Los efectos de sonido, muy en la línea de Gearbox, sonidos poco huecos y con tintes animados, además de un excelente doblaje y una localización perfecta. Las voces son una auténtica delicia y mejoran la experiencia exponencialmente, así como los sonidos en los momentos de máxima tensión en los modos de juego.
Jugabilidad
Battleborn es una centelleante mezcla entre géneros del videojuego que parecían que nunca podrían fusionarse, y que lo hacen de una manera tan natural que si no fuese por las arraigadas mecánicas de MOBA, sobre todo en el modo Incursión, sería perfectamente un género total y absolutamente nuevo. Es obvio que estamos jugando a un MOBA y también sabemos que se ha aunado a los FPS, pero la sensación que da es totalmente distinta.
Al comenzar el juego, comienza la sorpresa. El redoble de tambores que hay en nuestra cabeza en ese momento es inmenso, ya que ocurrió lo que cambiaría totalmente la visión del juego desde su prueba en la beta: la narrativa. Una narrativa demasiado explícita, corta y a veces insoluble, pero el mero hecho de que haya una historia detrás de cada personaje, saber el por qué están luchando, donde está ocurriendo, en qué momento de su historia lo hacen y porqué hay minions, qué es cada enemigo, y un largo etcétera, hacen que el juego tenga un por qué y por lo tanto, lo hace realmente atractivo.
Pero este argumento es suficiente para nosotros, ese es el mensaje que queremos dar, ya que en un MOBA de este tipo no nos esperamos que haya nada más allá de una lucha en PvP con otros jugadores. En definitiva, hay un por qué, la lucha no es en vano, y encima tenemos la posibilidad de jugar tanto en modo un jugador como en modo multijugador a las historias de la campaña.
En total, esta historia tiene 8 episodios o mapas que pueden repetirse, y que en todos ellos hay objetivos distintos, también diferentes en su naturaleza: tendremos que sobrevivir a oleadas en unos, en otros capturar puestos, proteger un centinela, rescatar a alguien, etc. pero no explicitamente en una Arena como un MOBA, sino en un mapa como un FPS normal, aunque como objetivos y mecánicas muy ligadas al género MOBA. reAquí comienza lo interesante, el sistema de motivadores y retos. Como muchos habréis experimentado en multitud de juegos, tanto de este tipo como de otro género, hay retos que son capaces de desbloquear objetos, o dan dinero o multitud de premios en el caso de que los superes.
Es algo que normalmente está como reto en un comienzo y tienes toda la partida o escaramuza para completarlos. Battleborn, obviamente y como buen juego multijugador, tiene estos retos, pero añade algo más: retos temporales dentro de la campaña. Muchos diréis que puede llegar a ser una tontería, pero el efecto que hacen estos mini-retos temporales en nuestro rendimiento es increíble.
Los retos hacen cumplir placeres que están intrínsecamente ligados a la naturaleza humana, como es el caso de la sociabilidad, la sumisión, el descubrimiento y una radiante lista que cada autor comenta de forma distinta. Los retos temporales, a diferencia de los que están programados durante toda la partida, son un feedback inmediato, por lo tanto, hacen que estemos alerta y rindiendo de manera óptima toda la partida, mientras que los retos establecidos, solo afectarán mediante los efectos de primacía y recencia.
Para que esto no parezca un muermo, os lo explicaré con una pequeña tabla – para comprenderla, lo correcto es leerla de izquierda a derecha por cada fila-.
Retos Fijos
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Efectos de recencia y primacía: Se actúa para conseguir estos retos solo al empezar la partida (ya que tienes reciente el recuerdo de los retos) y al finalizar (ya que tienes como motivador el conseguir algún reto pero durante la partida tenías otras prioridades). | ¿Consecuencias?
Rendimiento sólo al comienzo y final de la partida en pos de los retos |
Retos temporales
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Efectos a corto plazo: las partidas en Battleborn no duran mucho más de 30 minutos, lo que hace que los retos temporales te hagan estar alerta cada minuto mediante los pequeños retos. | ¿Consecuencias?
Rendimiento continuo |
Sin duda, a mi modo de ver, algo motivante para el que desea a jugar a la historia, cuando tenga que repetir los episodios, no se harán repetitivos.
Hablemos entonces de los personajes. En total, hay un número de 25 distintos personajes, que están divididos en las diferentes facciones, a saber: Sociedad de la última luz (SUL), Eldrid, rebeldes, República de Pacificadores Unidos (RPU) y el Imperio Jannerit. Cada facción tenía su destino en este intenso lore de Battleborn, y os invitamos a ir descubriendo a qué se dedican cada una de ellas. Ninguna facción se delimita a un rango de jugador único, por lo tanto, en todas las facciones habrá personajes de tipo: atacante, apoyo y defensor.
En cuanto al competitivo, hay 3 modos de juegos distintos: Captura, Incursión y Fusión, los tres tienen tintes de MOBA pero sin duda, Incursión es la forma más legítima de llamarlo MOBA en toda regla. Los mapas de captura, llamados “Templo” y “Zona Remota” tienen como finalidad, capturar 3 puntos del mapa durante un periodo de media hora, obviamente, antes que los otros equipos, una especie de Dominio de Fortines de Titanfall. Incursión tiene también dos mapas, llamados “Maleza” y “Escalón” y el objetivo del juego es mantener vivo a tu centinela, mientras derrotas al enemigo, lo más parecido a las torres y el núcleo en un League of Legends o unos fénix y el Titán en un Smite, sin duda será el modo de juego que más horas eches. Finalmente, Fusión con los mapas “Paraíso” y “Ola de Frío” donde el objetivo es escoltar a tus esbirros hasta una zona enemiga, quien llegue antes a 500 esbirros salvados, gana la partida.
Como podéis ver el juego tiene totales tintes MOBA, pero el hecho de que sea también un FPS con toques de acción, lo hace diferente, además que podemos decir que uno de los aspectos de progresión de personaje in-game tiene toques RPG que vamos a comentar. Y es que el sistema de ascenso de niveles, viene dado mediante la adquisición de habilidades – como es habitual en juegos de este tipo-, pero en esta ocasión, cada personaje tiene dos vertientes a las que adquirir habilidades, y mientras subes de nivel, tendrás que ir eligiendo, por lo que te decantarás por un estilo más atacante, o técnico, o de apoyo, etc. en función de las habilidades que vayáis eligiendo. A su vez, cuando lleguemos al nivel 5 tendremos disponible la habilidad Ultimate, obviamente diseñada de manera distinta para cada personaje.
En cuanto vayamos avanzando, podremos comprar con créditos del juego, una especie de equipo que serán mejoras como objetos que podremos llevar a nuestras partidas, pero no siempre estarán disponibles, ya que tendremos que gastar Esquirlas para potenciarlos. Las esquirlas son una especie de puntos que se van recolectando durante cada partida, en cuanto ésta termina, las esquirlas se han fulminado. Estas esquirlas sirven para los objetos que hemos nombrado, así como tener la capacidad de poner torretas en mitad del mapa, estaciones de apoyo, drones de combate, más esbirros, etc.
Duración
Como cualquier juego multijugador, la duración no es estimada en ninguno de los momentos, sólo dependerá de cuanta caña querréis darle al juego, eso sí os advertimos que conseguir todos los personajes es todo un reto.
Como hemos dicho, tendremos a nuestra disposición 25 personajes, pero todos ellos no estarán disponibles desde el comienzo, así que tendremos que ir desbloqueándolos a medida que jugamos: algunos estarán desbloqueados en cuanto nos pasemos alguna misión de la historia, pero otros necesitaremos de nuestras habilidades para conseguirlos porque será mediante retos in-game, otros en cambio, se desbloquearán por nivel alcanzado. El último personaje por nivel para desbloquearlo será del nivel 50.
Además, el juego trae consigo la personalización, iremos ganando medallas a partir de los rangos de cada personaje, o por hacer alguna jugada estratégica. Esas medallas nos las podemos colgar en nuestro perfil y será vista cuando estamos en matchmaking, básicamente será un sello de identidad. A su vez, cada personaje tiene muchísimos aspectos para cambiar de vestuario o color, lo que hace que sean muchas más horas las que tener que jugar para conseguir todos los desbloqueables.
Los objetos que hemos nombrado antes también tienen su aquel, ya que hay una especie de mercado mediante los créditos, donde podremos comprar mejoras y objetos inusuales muy atractivos para las partidas. Además, las habilidades que comentamos también tendrán sus variantes con los llamados “mutágenos” que adquiriremos a medida que jugamos y ganamos experiencia con cada personaje.
En definitiva, completar al 100% Battleborn es todo un reto que estamos dispuestos a asumir.
Conclusión
Battleborn es una mezcla de géneros realmente atractiva, donde perfectamente podríamos aplicar un género nuevo si no fuera por el reciclaje de mecánicas de los MOBA. Igualmente, no deja de ser este género y no defrauda. Es entretenido y engancha hasta las ciernes desde que le coges el gusto a los personajes con los que estás cómodo.
La gran variedad de estos personajes, la personalización, el modo historia y la atractiva estética a manos de Gearbox y 2K son el estandarte de este juego que debe de ser un must para aquellos que han disfrutado de juegos como DOTA o Smite, sin lugar a dudas.
Sus puntos técnicos delicados, el matchmaking defectuoso con desequilibrio y la escasez de mapas en cada modo quizás sean los puntos más flojos del juego, algo que podría arreglarse de alguna manera mediante una actualización, aunque estaremos atentos a que esto ocurra.
El legado de Gearbox está a salvo con Battleborn, aunque el público y su audiencia sea distinta, no será complicado verlo en la cima de los más vendidos durante estos meses.
*Gracias a 2K España por habernos proporcionado el material para la review.