Un juego de puzzles tipo conecta 3, ¿qué tal estará?
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Quiero ser honesto desde el comienzo: no soy partidario de que títulos como Azkend 2: The World Beneath, conformen el catálogo de juegos de una máquina como el Xbox One. Es un «conecta 3», en el cual tenemos un tablero con piezas, que deberemos relacionar entre aquellas que sean iguales. Me parece que es demasiado poco para el poder de la consola, pero como parte de mi labor de «reviewer» debí tener la mente abierta y darle una oportunidad.
Honestamente, me sentía pesimista al iniciar este juego, pero puedo decirles que aprendí la lección, y ahora sé que no se puede juzgar nada sin haberlo probado. Si eres de esos que —como yo de vez en cuando— descalifican juegos por su apariencia o primera impresión, te aseguro que a menudo te puedes llevar sorpresas… esto me ocurrió con Azkend 2: The World Beneath.
El gran problema de este tipo de juegos es que no se pueden, ni deben, medir con la misma vara con la que medimos otros títulos más ambiciosos. Si nos ponemos a comparar Azkend 2, con Fallout 4 o The Witcher III, por ejemplo, entonces sobraría decir que el primero sería una decepción total. A esta clase de juegos hay que calificarlos aparte, dentro de los límites que su propia naturaleza permiten.
Es por ello que puedo decir que Azkend 2, en su propio contexto, es uno de los mejores del estilo. Y lo digo tomando en cuenta que a través de internet, podemos encontrar cientos de títulos con la misma mecánica, de tipo Bejeweled o Conecta 3. Pero sin embargo, Azkend 2 tiene algo que lo destaca y, si se le juega de forma moderada, tiene el potencial de volverse adictivo. De entrada ya les digo que, a diferencia de lo que algunos puedan estar pensando ahora, no es uno de esos juegos de «conseguir 1000 G fácilmente»; es desafiante y difícil, se los asegura un servidor. Si pretendes conseguir todos sus logros, te tomará un buen tiempo y muchísimos intentos.
Apartado técnico
Podría decirse que el juego se divide en dos partes visualmente hablando, los niveles en sí, y las escenas entre capítulos:
Con respecto a las partes jugables principales, tenemos coloridos tableros con una variedad aceptable de figuras (que deberemos unir en conjuntos). Dichas figuras van desde bellotas hasta hormigas dentro de trozos de ámbar, que son agradables a la vista. Con una resolución perfecta para el juego, las piezas son muy distinguibles entre sí. Por tratarse del tipo de juego que es, cumple con creces la expectativa visual en los niveles.
Hablando ahora de las escenas entre capítulos, estas son, quizá, la parte que menos me gustó, por lo menos en cuanto a apariencia respecta. Cada ciertos niveles principales, nos tenemos que enfrentar a una mecánica de juego diferente. Y estaremos ante paisajes que, se nota a leguas, intentaban ser épicas escenas, pero que, dado su estilo poco realista, terminan siendo una decepción insulsa. Quizá si hubieran tenido efectos de iluminación unas diez veces mejores, y un nivel de detalle mayor, y una definición mejorada, hubieran podido destacar. Se ven bonitos, sí, pero pasan sin pena ni gloria.
En lo que a música respecta, tenemos un par de melodías interesantes, que gustan durante la primera hora de juego, pero que luego de un tiempo se vuelven repetitivas. Sin embargo, y a favor del juego, puedo decir que, si realmente estás enfocado en terminar los desafiantes niveles, poco o nada te importará la música, en realidad. Podrías memorizarte las melodías en los primeros capítulos, pero conforme el juego avanza, poco a poco irás olvidando todo y estarás 100% concentrado en el nivel.
Quizá huelgue decirlo, pero por si había algunos curiosos, hay poquísimos, o ya de plano, no existen problemas técnicos como tal. Es un título simple, así que difícilmente encontrarás bugs o cualquier otra dificultad que te impida jugar con soltura. No hay bajones de frame rate, ni lag, ni problemas con las cargas de texturas. Sólo eres tú y las piezas.
Jugabilidad
Azkend 2: The World Beneath es, como ya mencioné, un juego de crear conjuntos de figuras iguales. Títulos con la misma mecánica los podemos encontrar en cualquier sitio de minijuegos en internet, pero Azkend 2 introduce un par de características nuevas que lo destacan. Los power-ups que vamos recolectando por cada capítulo realmente son útiles, y la dificultad y distintos modos de juego nos obligan a usarlos con sabiduría, dependiendo de cada objetivo. Porque sí, no en todos los niveles hay que hacer lo mismo.
Crear conjuntos se siente satisfactorio, y es útil; pues mientras más larga sea la cadena que formes, llenarás más puntos de tesla, que te ayudarán de diferentes maneras, en función del objetivo del nivel. Sinceramente me vi obligado a aumentar la sensibilidad del stick, ya que por defecto va demasiado lento a mi parecer, pero tú lo puedes ajustar como quieras, y créeme que hace la diferencia.
Quizá el único desliz que encontré fue que, cuando creas un conjunto (manteniendo presionando el botón A y arrastrando el cursor), a veces pierdes un poco el control y se crean cadenas hacia figuras que tú no querías. Es reversible, pues lo único que debes hacer es seguir en sentido contrario las flechas que van marcando tu recorrido a través de las figuras para recrear la cadena, pero en casos donde el tiempo se agota, a veces hacer esto es un desperdicio de tiempo que arruina niveles.
Retomando el tema de los power-ups, quiero destacarlos, pues hay una variedad modesta pero suficiente y necesaria. Existen dos tipos, pasivos y activos; los primeros serán figuras conectables que te darán ventajas cuando crees conjuntos con ellos; los segundos, son ayudas o ventajas no tan obvias pero que, tras bambalinas, son muy útiles. De hecho, ambos son indispensables para el correcto desempeño del jugador. Pero dependiendo de qué debas hacer en cada nivel, se volverá totalmente necesario modificarlos. A veces, necesitarás dinamita para explotar casillas cercanas; otras, requerirás congelar el tiempo a los enemigos, etcétera. Se pueden crear combinaciones de power-ups pasivos y activos, para crear destrucción masiva, o simplemente para ayudarte a tener más tiempo para finalizar el nivel, entre muchas otras.
Pero cada uno ayuda a su manera. Por ejemplo, cuando aparecen unos pequeños insectos que debes derrotar antes de que lleguen a la parte superior del tablero, lo que mejores resultados me daba era el poder de congelar a dichos insectos. Sin embargo, cuando todo iba de hacer conjuntos como si no hubiera mañana, la dinamita era más útil. Sin embargo, y como prueba de lo desafiante que es el juego, para el nivel final —que me tomó horas terminar— usé un power-up activo que no había utilizado nunca antes. Lo probé como último recurso dada mi frustración y desesperación, y terminó siendo la única manera en que conseguí finalizar el juego.
La historia es otro de los aspectos menos destacados, aunque es comprensible dada la mecánica de conecta 3. Es más, en realidad es de agradecer que no nos hayan lanzado un montón de niveles sin ninguna justificación narrativa, y que hayan tenido el detalle de darnos una historia que por lo menos nos distraiga un poco de la potencial monotonía de los niveles. Pero claro, dicha historia no iba a tener la profundidad argumental de una de algún buen RPG, eso es muy claro. No esperen ninguna sorpresa en la trama ni mucho menos. La historia es simplemente una manera de darle un poco más de sabor al juego y, como ya mencioné, que no sea sólo un menú con una lista de niveles.
La idea es que formamos parte de un barco llamado Celestia, y éste se pierde en un extraño lugar del océano, hundiéndose. Nuestra misión es volver a la superficie. Quienes hayan leído las obras del maestro Julio Verne, en especial «Viaje al centro de la tierra», notarán que hay muchas similitudes entre ambas historias; son del mismo estilo, e incluso podría decir que los creadores se basaron en dicha novela para su juego.
Duración
El tiempo que te tomará irá en función de tu habilidad en juegos de puzzles. Si eres experimentado en ellos, podrías terminar con su historia principal en unas cinco horas. Sin embargo, si como yo no eres muy experto en este estilo de juegos, podría tomarte más tiempo.
Haz tú mismo el cálculo: Son diecisiete capítulos, y cada uno de ellos se compone de cuatro niveles, además de un breve minijuego por cada capítulo, en el cual deberás encontrar ciertos detalles en escenas de paisajes —sí, esas que no me gustaron—. Personalmente, me demoré diez horas con conjunto en acabar el título. Nada espectacular, pero desafiante. ¿La historia es rejugable? No, principalmente porque puedes jugar a cada capítulo sin necesidad de volver a comenzar la aventura completa, así que, a menos que la historia te parezca muy buena (cosa que dudo que ocurra), no hay razón que justifique volverla a jugar.
Quizá el contador de horas se engrose en tu perfil si quieres desbloquear todos los logros que el juego ofrece. Son pocos, y por lo tanto dan hasta 100 G algunos de ellos. Pero eso sí, no esperes que en dos horas ya tengas todos esos 1000 G en la bolsa. Leí la descripción de cada uno, y te aseguro que ni siquiera quise atreverme a intentar conseguir ninguno de ellos. Así que, sólo por los logros, posiblemente te la pasarás muchas horas ahí frente a la pantalla, juntando conchitas y caracoles.
Conclusiones
Azkend 2: The World Beneath me dio una gran lección, y es que no hay que descartar ningún juego sólo por su primer nivel. Puede no parecer la gran cosa —y de hecho no lo es—, pero sin lugar a dudas es desafiante, puede entretenerte por algunas tardes y ¿por qué no? hacerte enfurecer de vez en cuando como a mí.
Además, con un peso increíblemente pequeño, de apenas poco más de 200 megabytes, aunado a un precio de 8 dólares (que se traduce en unos €7 euros o $140 pesos mexicanos), es un título que puede entrar perfectamente a tu biblioteca de juegos, tanto si no tienes espacio de almacenamiento, como si lo que te hace falta es dinero.
A final de cuentas, es un juego bueno, de poco presupuesto, pero interesante y agradable en todos los sentidos. Un desafío aceptable, que sin ser ninguna maravilla, demuestra que juegos poco reconocidos pueden ser buenos.
*Gracias a 10Tons por habernos proporcionado el material para la review.