Tras la confirmación de una "nueva visión del futuro de Xbox", intentamos definir las posibilidades.
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Cuando el río suena, agua lleva. Es la frase con la que mejor podemos definir la situación que llevamos viendo prácticamente desde los primeros días del año con Xbox. Pudiera parecer una conspiración para debilitar a la marca, pero esas filtraciones e información que comenzaba con algo, que ahora casi podemos denominar como “inofensivo”, como la llegada de Hi-Fi Rush a Nintendo Switch y PS5, ha terminado por derrumbarse por completo tras el artículo de XboxEra en el que afirmaba que Starfield llegaría a PS5 tras la salida de su primer DLC, Shattered Space.
Desde ese momento, que para nosotros, fue la noche del domingo, hizo que el lunes día 5 de febrero fuera uno de los más extraños y con incertidumbre en los más de 10 años que llevamos aquí. Un silencio sepulcral, casi inexplicable, de todos los habituales de Xbox. Y la comunidad, derrumbándose mientras tanto. Unos tachando la información de simples rumores que quieren dañar a la marca y otros, prácticamente afirmando que sin exclusivos, para qué quieren una consola Xbox. Un desastre, que finalmente paró con el comunicado de Phil Spencer:
We're listening and we hear you. We've been planning a business update event for next week, where we look forward to sharing more details with you about our vision for the future of Xbox. Stay tuned.
— Phil Spencer (@XboxP3) February 5, 2024
Efectivamente, pararon los rumores y la noche ha sido tranquila. Pero en parte, con este mensaje, confirmaron que hay un cambio de estrategia y de exclusividad de muchos de los juegos que hemos denominado hasta ahora como “exclusivos de Xbox”. Habrá un cambio de paradigma en la marca y ese giro para volverse cada vez más una “Third Party” se hace palpable. Pero, ¿Hasta dónde llegará este cambio?
Posibles estrategias de Xbox para el futuro
Para ello, hemos evaluado la situación actual, los rumores vertidos y las posibles consecuencias que se pueden dar de este cambio, desde el más conservador y más probable, hasta el más pesimista de todos (para los fans de Xbox, se entiende).
1º Exclusivos primero en Xbox, consola para Game Pass, multiplataformas caso por caso. Xbox no se va a ningún sitio.
El caso más probable tras toda la inversión realizada en las compras de Activision, Bethesda y la de su propio hardware. Sabemos que Xbox Game Pass sería el centro absoluto de la marca, siendo el principal motivo donde pivotar una estrategia de venta y comunicación para una futura generación de consolas Xbox, que por lo que sabemos, la habrá casi con toda seguridad, con incluso varias proyectadas para 2026 y una portátil rumoreada.
El cambio llegará en que los títulos que tradicionalmente llamamos como exclusivos de Xbox, y lo señalo así, porque realmente ya llevan saliendo simultáneamente en PC desde nada más y nada menos que 2016, también se abrirán a otras plataformas, como PlayStation o Nintendo, pero en condiciones siempre que favorezcan a sus propias consolas, es decir, se usarían exclusividades temporales o simplemente usando el arma del “Day One” en Xbox vs Precio completo en PS5. Los rumores apuntan a pilares de Xbox, como Halo o Gears of War, pero probablemente algunos sigan manteniendo su exclusividad total en consola, al menos, en estos primeros pasos.
Los jugadores que quieran seguir con su dinámica habitual con Xbox, podrán mantenerla, junto a todo lo que tenemos hasta hoy, sin cambios. Simplemente, hay más gente que podrá jugar a estos títulos. Irremediablemente, habrá una pérdida de identidad y de confianza al no ofrecer una “garantía de exclusividad” de nada, y la constante sensación de que “al final todo llegará a PS5”, pero a cambio, la comunidad de sus juegos favoritos aumentará exponencialmente, permitiendo que sobrevivan a futuro. Necesitará que su propia comunidad abra los ojos más allá de la propia consola y piense en que sus juegos favoritos y la experiencia con ellos, trascienda a una máquina concreta.
2º Exclusivos en Xbox Game Pass, consola para Game Pass, todo multi día uno.
Teniendo en cuenta lo descrito en el punto anterior, el tema aquí sería el dejar de contar prácticamente con exclusivas temporales o permanentes de un plumazo. El cambio de estrategia conllevaría el lanzar juegos, tal y como dice Tim Stuart de Xbox: “En todas las plataformas y sistemas posibles”. Así maximizan el beneficio de cada una de sus producciones, mientras siguen alimentando su servicio principal, Xbox Game Pass, que seguiría siendo el motor de Xbox como consola y sistema independiente.
De nuevo, no perderíamos nada tangible, pero a no ser que Xbox Game Pass suba de una manera exponencial y brutal sus usuarios, queda demostrado, gracias a Steam, que los jugadores son capaces de gastar un precio de juego entero, incluso teniendo la oportunidad de jugarlo con una suscripción por un precio más accesible. Los 12 millones de ventas de Palworld en Steam vs los 7 millones que lo juegan a través de Game Pass, es una señal inequívoca de ello. La comunidad Gaming sigue siendo impredecible en lo relativo al gasto económico que hacen en sus plataformas.
Por supuesto, el deterioro de Xbox como marca y la destrucción de su base de fans sería evidente, disgregándose esta entre los juegos (fans de Halo, fans de Gears, fans de Forza, etc…) y por supuesto, la pérdida de valor de una consola de Xbox, que si reparte sus exclusivos, seguiría quedando en un tercer lugar, y lo que es peor, siendo la que menos juegos recibe efectivamente, pues ni Sony ni Nintendo cederán sus exclusivos, esto no va de eso, ni creemos que esté sobre ninguna mesa algún acuerdo entre marcas.
3º Xbox Game Pass se traslada a otras consolas, no hay exclusividad en una plataforma propia. Se vuelve una Third Party “total”
Es el caso menos probable y por supuesto, el más tremendista de todos. En este supuesto, es donde contemplaríamos incluso que Xbox Game Pass dejara de ofrecer juegos Day One, a excepción de los de Microsoft, es decir, de Xbox Game Studios. Para suplir las pérdidas y aumentar su cuota de usuarios, los juegos saldrían en todas las plataformas, sin restricciones, desde el primer día, alcanzando la máxima cuota de usuarios posible desde el primer minuto en que se lance. A este hecho, se sumaría la posibilidad de que Xbox Game Pass también llegara consecuentemente a otras plataformas, estando ya sus exclusivos proyectados de antemano para ellas.
Esto dinamitaría por completo el concepto de consola Xbox, pues se serviría de otras plataformas dedicadas existentes y los usuarios de la marca acabarían pivotando a un lado o a otro, pero igualmente nutriéndose de esos juegos y servicios, pues la calidad de los mismos, seguiría subiendo, al tener siempre la máxima audiencia disponible para sacar el máximo beneficio económico.
Por supuesto, este caso y situación es tan inverosímil como casi imposible, al menos en estos momentos. Pues choca frontalmente con un concepto con el que Microsoft sí que nunca ha dudado. La experiencia del ecosistema Xbox siempre acompaña a sus títulos como Minecraft e incluso en Nintendo Switch podemos usar nuestra cuenta de Xbox Live para ello. En un momento en el que los servicios mueven a toda la compañía, con el sistema 365, Copilot, IA, Azure, la división Gaming no tomará un camino diferente y, por tanto, no pondrá títulos tradicionalmente ligados a Xbox Live en plataformas que no comulguen con ellos, como PlayStation.
Conclusiones y cambios que se producirán
De una manera o de otra, el principal problema al que se enfrentan los fans y motivo dominante de la crítica es la pérdida de valor de sus consolas. Incluso acérrimos defensores de Xbox Game Pass, rechazan inmediatamente el servicio, si su plataforma no tiene ninguna clase de valor exclusivo respecto a las demás. Se reduce a algo muy simple: ¿Dónde voy a poder jugar a más juegos? La respuesta, si esto sucede, se hace evidente, pues por lo que sabemos, no vamos a ver God of War o Uncharted en Xbox nunca jamás.
Si las ventas ya son más bajas que las de la competencia, si ahora que cuentas con un portfolio de juegos impresionante, de IPs insuperables, de un 2024 potentísimo a nivel de exclusivos, y no lo aprovechas para revertir esa situación, ¿de verdad la solución es llevártelo todo al resto de plataformas? Lamentablemente, hemos de decir, que por mucho que se adorne, esto es una situación a la que nos vamos a tener que enfrentar. Los usuarios tendrán más opciones, los juegos y los estudios sobrevivirán, por supuesto, pero la marca Xbox perderá para siempre su valor. Y por muchas buenas palabras o matices que Phil Spencer ponga sobre la mesa en los próximos días, no tendrá mucho arreglo.
La industria se dirige a un punto de expansión donde se intenta ampliar el espectro de usuarios. Pero todas las plataformas conocidas siguen manteniendo sus atractivos, algo que solo puedes hacer o jugar con ellas. Netflix tiene su “Juego del Calamar” y no lo verás en otro lado. Amazon Prime tendrá la serie de “Fallout” y no la verás en otro lado. HBO Max ganará millones de suscriptores cuando lancen la segunda temporada de “La Casa de los Dragones”, porque no la podrás ver en otro lado. PlayStation 5 sacará el juego de “Lobezno” y no lo verás en otro lado. Y el próximo Halo… bueno, si, en Xbox, o en PS, o en PC, no importa mucho, solo que podrás jugar. Lo que si dejará de importar entonces es la propia marca XBOX. Porque ya no tendrá BOX.