Analizamos Monster Hunter World en Xbox One X, la nueva entrega de la longeva saga de Capcom. ¿Será la mejor de todas ellas? Vamos a verlo.
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Muy calladito se lo tenía Capcom antes de que anunciara Monster Hunter World casi por sorpresa durante el pasado E3 de 2017. Pero la realidad era que tras varias primaveras desde su última aparición en una consola de sobremesa, la saga producida por Ryozo Tsujimoto había tenido hasta 700 personas durante 4 años trabajando en la nueva entrega de una franquicia habitualmente portátil, que pretendía dar el salto a las consolas de última generación. Y saltando de alegría estaba la redacción de GX al ver aquél primer gameplay, especialmente sabiendo que llegaría a Xbox One en aproximadamente 6 meses. Ese tiempo ha pasado, y tras un excelente ejercicio de promoción pre-lanzamiento por parte de la compañía, ya tenemos entre nosotros a las criaturas más salvajes y feroces del «nuevo mundo».
La base argumental de Monster Hunter World es tan simple y parecida como a la de anteriores entregas de la saga. En esta ocasión, nos adentraremos en un ecosistema tan inhóspito como inexplorado, donde la comisión de cazadores deberá investigar, cazar o capturar a las bestias que lo habitan para asegurar su supervivencia, eliminar al nuevo dragón anciano llamado Zorah Magdaros como amenaza mayor, y establecerse en paz y para siempre.
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Seguramente para muchos de vosotros todo esto os parezca un nuevo título más, y las imágenes del juego os atraigan como para comprarlo sin pensarlo demasiado, o no, pero Monster Hunter es una serie de videojuegos que no puede tomarse tan a la ligera, pues tiene muchos componentes que la hacen especial y diferente; altamente venerada y disfrutada por los jugadores más constantes y veteranos; y algo incomprendida, abandonada o ignorada por los que se han ido quedando por el camino, o que directamente no se han atrevido a acercarse a ella.
Lo que voy a procurar con este análisis es desgranar los conceptos generales del juego para que los nuevos jugadores puedan hacerse a la idea de lo que es y significa Monster Hunter World, y comentar las novedades que aporta esta nueva entrega para los más profundos conocedores de la saga.
Apartado Técnico
Antes de pasar por una secuencia introductoria en la que se nos presenta la amenaza a la que vamos a hacer frente, deberemos meternos en la piel de nuestro cazador y nuestro camarada gatuno mediante un editor de personajes sorprendentemente completo. Si además jugamos en Xbox One X, que es la plataforma elegida para este análisis, encontramos algo muy de agradecer: tres modos visuales disponibles con los que bajo preferencia, podremos dar prioridad a la resolución, a la estabilidad en la tasa de frames, o al aumento gráfico con más sombras y mejores texturas.
Precisamente hablando de gráficos, Monster Hunter World mantiene intacto el estilo artístico de la saga, pero adaptándolo a las nuevas tecnologías, con mejoras en la definición de los modelados, y una paleta de colores más llamativa que hacen que el juego muestre a la perfección todo lo que trata de representar el mundo ante el que nos encontramos. Ahora los entornos son más orgánicos y más vivos, el ecosistema se comporta de forma realista, con una fauna y flora que lo habita y vive dentro de la pirámide alimenticia. La IA de los monstruos es sorprendente, pues éstos se protegen, huyen, se pelean entre sí y todo lo que cabe esperar de su comportamiento en un mundo vasto, rico y tremendamente salvaje.
En cuanto al rendimiento, todo se mueve con bastante fluidez, pues no hemos notado caídas de frames bochornosas, ni siquiera siendo 4 jugadores en pantalla contra una criatura enorme, y una vez superados los molestos problemas de matchmaking de los primeros días, tanto offline como en línea todo funciona bastante bien. El juego se mueve a 30 fps bastante estables y con una resolución a 1080p, aunque acusa algo de popping y clipping, dos males endémicos de la saga, que en conjunto afean la experiencia de un título que junto a la potencia de la consola más capaz del mercado, pudo obtener un resultado mayor. Tirón de orejas para Capcom en este sentido, por no arriesgar… o por el motivo que sea.
No podemos olvidarnos del sonido, pues su espectacular banda sonora orquestada casa perfectamente con la epicidad de las batallas, acompañándolas en los momentos álgidos, y cambiando a melodías más sosegadas mientras exploramos con tranquilidad. Todos los sonidos y efectos se sienten en consonancia con la naturaleza del ecosistema. Además, y esto es poco habitual viniendo de Capcom, el juego está localizado completamente al castellano, con un doblaje a buen nivel y una traducción de textos ultra necesaria, especialmente por la cantidad de tutoriales que se han implementado para ayudar a los jugadores más noveles a comprender las mecánicas del título.
Jugabilidad
Entrando en el modo historia y sobretodo al principio, tendremos unos tutoriales escritos o guiados que ayudarán a entender el funcionamiento del juego y ponernos en situación. Enfundados en nuestro primer atuendo y arma en mano (a elegir de entre 14 y cada una con su propia idiosincrasia) dispondremos de una dinámica muy variada de misiones donde deberemos completar los encargos de dar caza o captura a un determinado monstruo, o recolectar peces, insectos, plantas, y hasta robar huevos de alguno de ellos. Todo lo que hagamos nos ayudará a subir el rango de nuestro cazador, ganar monedas para forjar y mejorar equipo, y puntos para canjear.
En el asentamiento de Astera que iremos mejorando con el paso del tiempo, encontramos las zonas de siempre: la cantina para tomar menús que nos den bonificaciones antes de cada cacería, la zona de cultivo botánico donde podremos obtener recursos sin salir a buscarlos, la fragua para forjar equipo, o el mercader que vende y compra utensilios y munición. Pero sin duda una de las grandes novedades de Monster Hunter World la encontraremos en la nueva zona de investigación, en la que se nos pedirán una serie de submisiones e investigaciones en forma de mini objetivos, que al ir cumpliéndolos subirán de nivel nuestros conocimientos sobre fauna y flora. Esto cobrará importancia de cara a ir completando nuestro cuaderno de especies, y será entonces cuando obtengamos la información más relevante acerca de los monstruos, como cuales son sus fortalezas y debilidades, o los daños elementales que poseen.
En lo puramente jugable es donde Monster Hunter World más ha evolucionado dentro de la saga, haciendo olvidar aquellos toscos y mareantes menús que dificultaban tanto la acción y la batalla, como el crafteo de materiales y la equipación. Todo está mucho más simplificado y acorde a los nuevos tiempos para tratar de ya no solo contentar a los conocedores de la saga, sino también a los nuevos cazadores. Entre las novedades encontramos el uso ilimitado del pico, la caña, el anzuelo, la red de insectos o la piedra de afilar. Ya no tenemos que fabricarlos o comprarlos, sino que estarán siempre disponibles en el inventario mientras recorremos el mapa, que dicho sea de paso, ha sido notablemente mejorado respecto a anteriores entregas.
Ahora, en lugar de ir buscando al monstruo por todo el plano hasta encontrarlo y lanzarle bolas de pintura para marcarlo y saber en todo momento hacia donde ha huído, disponemos de los lafarillos, una especie de luciérnagas que llevamos con nosotros, y que nos van marcando todo lo que podemos recoger sobre el terreno, incluidos los rastros de huellas, plumas o zarpazos, que siguiendo su pista nos ayudarán a dar con el objetivo y ya no perderle más de vista mientras dure la cacería. Para algunos, estas inclinaciones de Capcom por «casualizar» el juego son una bendición, sin embargo para otros, es toda una traición a la saga. Para gustos, los colores.
Una parte importantísima de cualquier Monster Hunter es la mejora de armas y armaduras. A medida que vayamos cazando bestias y conociendo más sobre las especies, irán apareciendo en la forja las equipaciones basadas en los monstruos del juego. Nos serán requeridas partes que ellos mismos arrojan al ser cazados o capturados, así que si queréis un mantra personal: en Monster Hunter no se vende nada, ya que algunas de estas partes serán muy exclusivas y nos obligarán a abatir varias veces a un mismo monstruo para obtenerlas, y tal vez debamos incluso utilizar armas distintas, ya que con una espada de filo no podremos partir un cuerno, ni con un martillo cortar una cola. A copia de ir jugando y de recabar más información sobre los monstruos, conoceremos las debilidades de cada uno para contrarrestarlos, aprovechando las bonificaciones elementales de nuestro equipo para hacerles más daño.
Por todo ello, y esto es algo que no gustará a todos los jugadores, es que necesitaremos tener paciencia, constancia, probar, practicar, descubrir y hacernos duchos en varias armas para poder avanzar bien en el juego. En Monster Hunter World todo cuesta, pero todo tiene premio, y aquí no hay cajas de nada, así que si no se puede superar una misión no hay que desesperar, ya que siempre tendremos la posibilidad de lanzar una bengala de ayuda para que se nos unan jugadores en línea, buscar la compañía de compañeros de brigada, o montar cacerías privadas con amigos.
Duración
El modo historia de Monster Hunter World puede jugarse solo o en cooperativo de forma independiente, y tiene una duración estimada de unas 40 horas, pero la duración total será la que el jugador quiera que sea. Las posibilidades son ilimitadas, pues siempre quedarán misiones que hacer y materiales por conseguir a través de todos los contenidos, misiones extra, y eventos gratuitos que ha prometido traer Capcom en una diversión cooperativa sin fin. Siempre tendremos un amigo que necesite de nuestra ayuda para farmear un monstruo concreto, y nosotros también podremos ser ese amigo alguna vez.
También lleva bastante tiempo tener suficientes armas y armaduras de todos los elementos como para plantar cara a los monstruos más fieros, dominar todas las disciplinas, y un largo etcétera, así que no me tiemblan las manos si dejo por escrito que el jugador que acepte el reto de Monster Hunter World, tendrá a su disposición cientos de horas por delante, logros aparte.
Conclusión
Monster Hunter World renueva las cacerías de una saga que necesitaba desmarcarse de la etiqueta de “juego nicho”, conservando las claves que la hicieron grande y única, pero con suficientes novedades y adaptaciones que se unifican en un esfuerzo de Capcom para que todos los jugadores puedan acercarse a ella. Esta es la entrega más dinámica, más intuitiva, más moderna, más divertida, y casi ilimitada gracias a sus posibilidades online. Es técnicamente y de largo el mejor Monster Hunter hecho nunca. Por contra y pese al esmero, será poco accesible para los jugadores menos acostumbrados al «farmeo» y la constancia, y da la sensación de que pudo verse y rendir algo mejor en Xbox One X.
En cualquiera de los casos, es un juego maravilloso, un concepto tan mastodóntico como las criaturas que lo habitan, y que da como resultado una experiencia salvajemente emocionante. Es David contra Goliath, el yo contra el monstruo, cazar o ser cazado. Bienvenidos al nuevo mundo de Monster Hunter World.
* Agradecemos a Koch Media el habernos facilitado el material para esta review.