Microsoft Flight Simulator finalmente llega a Xbox Series y la conversión es sencillamente fantástica.
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de Indiana Jones and the Great Circle – El juego que marca el camino a Xbox
- Análisis de Parcel Corps, una experiencia arcade diferente y divertida
- Análisis de Microsoft Flight Simulator 2024 – Un aterrizaje con viento cruzado
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Mi primera interacción con la saga Microsoft Flight Simulator data de 1998, con la versión del simulador de ese año, y un título al que no creí que fuese a superar con otro en horas invertidas. Pero después llegarían las siguientes versiones del simulador con el Concorde en la portada de la versión 2000, las increíbles mejoras gráficas en 2002 y 2004, las innovaciones de X y finalmente, para volver con todo después de muchos años, la grandiosa versión 2020 que se estrenó el año pasado de la mano de Asobo.
La espectacularidad y la constante evolución de esta última edición nos llevó a muchos a preguntarnos cómo iban a hacer los desarrolladores para trasladar esa experiencia maravillosa de la versión de PC a un entorno un poco más humilde en términos de hardware como son las Xbox Series X y S en comparación a un PC con miles de euros invertidos. Técnicamente, desconozco los pasos que habrán tenido que seguir en Asobo pero, como veremos a lo largo del análisis, la producción no tiene absolutamente nada que envidiarle a la de su hermana mayor de PC, y esto lo puedo afirmar tras varios días de vuelo en distintas partes de este mundo virtual y con mi leal Xbox Series S como mi compañera de análisis.
Revisen que los respaldos de sus asientos estén en posición recta y las bandejas trabadas en su sitio, ya estamos listos para ver, por primera vez en la historia de la franquicia, a Microsoft Flight Simulator en consolas. No os perdáis este despegue.
Suscríbete al canal de GX en Youtube
Apartado técnico
Gráficamente el simulador está intacto, durante el análisis no tuve ninguna caída abrumadora de cuadros por segundo, manteniéndose en 30 casi clavados, una tasa más que aceptable para este tipo de experiencia. Convengamos que esto no es un FPS de acción frenética y constante. Para explorar en detalle este aspecto, me desplacé hasta escenarios bien cargados en donde mi PC incluso ha tenido caídas severas de performance (tengan en cuenta que mi PC no es de 3000 euros) como Laguardia en Nueva York y no advertí inconvenientes, quizás sí un texture popping en los escenarios de las zonas más cargadas, no así en ninguna de las partes de la aeronave, pero nada que afecte seriamente la experiencia. Los detalles en las aeronaves, hasta en los materiales de las cabinas, del fuselaje y del interior, siguen estando intactos y no dejaron de sorprenderme tampoco en esta versión de consolas.
Un detalle que sí me llamó la atención fue que al quitar el mapa VFR, el área donde se encontraba este elemento era ocupada por un cuadrado negro que me fue imposible de quitar hasta no reiniciar el vuelo. Es posible que esto sea un bug de la build de preview del juego y no algo recurrente cuando finalmente llegue a Xbox mañana pero de no serlo, estaría bien que se incluya en la lista de mejoras para la próxima actualización ya que si bien no impide disfrutar de la experiencia, sí necesita corregirse.
La música, siempre presente en los diversos menús del simulador, nos envuelve en una atmósfera que promete magia, a la vez que transmite un sentimiento de tranquilidad gracias a los instrumentos que fueron utilizados para la composición de las melodías, elecciones que nunca cansan y hacen muchísimo más amena la navegación entre las opciones en donde puede que estemos un buen rato.
El sonido de las aeronaves se mantiene igual de fiel al de la versión de PC, sin que se haya perdido nada que se pueda percibir. Las voces de los pilotos y los controladores siguen siendo parte de las opciones que podemos personalizar, para darle a nuestro piloto virtual la voz que queramos escuchar entre un número limitado de opciones. Las distintas alarmas de cada tipo de aeronave, así como también los sonidos de los diferentes motores y las voces digitalizadas de los distintos instrumentos, por ejemplo al entrar en pérdida (stall, stall) o las velocidades del despegue (V1, Rotate), se encuentran presentes en este port de Xbox.
Curiosamente, durante en esta build solo tuve al acceso al título en inglés, algo que seguramente no será igual en la versión que nos llegue a los hispanohablantes en Xbox Game Pass, pero solo para tener en cuenta, las comunicaciones con el ATC son enteramente en inglés, tal como pasa aún con la versión de PC, a no ser que utilicemos algunos de los parches provistos por la comunidad que aún no están disponibles en consola.
Jugabilidad
Grata fue mi sorpresa al iniciar el simulador y ver que todas mis horas de vuelo y las configuraciones de los aeropuertos más visitados se habían transferido sin ningún tipo de inconveniente desde la versión de PC, que sin duda es la madre de esta producción y algo que se nota mucho. La interfaz no nos deja olvidarnos de que este simulador fue concebido para esa plataforma originalmente. Tal es el efecto, que accederemos a los menús a través de un cursores y presionando el botón “A” a modo de clic del ratón. Las distintas selecciones del gran número de opciones que tendremos a nuestra disposición serán posibles haciendo “clic” sobre flechas y ventanas, tal como sucede en la versión de Windows.
Un párrafo especial merecen los tiempos de carga. El SSD de la Xbox Series se nota y la carga de los escenarios más pesados tiene un promedio de 30 a 35 segundos, realmente implacable.
Por otro lado, las opciones de realismo y asistencia también están presentes en esta versión como lo está también la voz en pantalla que nos va leyendo desde allí el texto que aparece si es que algún usuario requiere esta función, algo que en consolas es un verdadero lujo y un enorme paso en materia de accesibilidad.
Los modos de vuelo libre siguen siendo la atracción más grande que tiene el título pero esta incorporación a consolas también trae los vuelos de descubrimiento que nos llevan a explorar hermosas latitudes como el Monte Everest o los increíbles paisajes de la Patagonia del lado chileno y argentino en aeronaves específicas, ya seleccionadas para la ocasión.
Para los que recién se inician en la aviación simulada o aquellos que buscan un tipo de experiencia más casual, algo que no es ni remotamente el eje central del título, siguen teniendo una sección disponible para capacitarse con vuelos de instrucción que les servirán para poder conocer las operaciones básicas de algunas aeronaves, como despegar, navegar y aterrizar.
Mi mayor resistencia para este port son los controles. Para alguien que tiene mucho tiempo invertido en Microsoft Flight Simulator los controles son fundamentales y para mí es casi obligatorio un yoke, o un stick con sus respectivos pedales para realmente apreciar todo lo que puede dar esta entrega de Asobo. Si bien la versión del título en consolas tiene soporte para ratón, teclado y periféricos en general, excepto contadas excepciones, los fabricantes de dicho hardware aún no han sacado drivers que permitan su uso en consolas, por lo que de momento, y hasta que la propia Microsoft saque sus sistemas, estamos limitados al mando estándar de la Xbox. ¿Esto es tan malo? Bueno, la respuesta es ambigua.
En principio acostumbrarse al control no es difícil. Sin mucho trabajo, logré poner en marcha el motor de mi Cessna 152 que me elevó por el cielo nublado de San Fernando, en la zona Norte de la Capital Federal argentina en mi primer vuelo en consolas. Los gatillos funcionan como los pedales, el stick izquierdo permite el aseceso y el descenso mientras que el derecho nos hace desplazar la vista desde el punto de vista del piloto. Por defecto, los botones nos sirven para aumentar la velocidad, disminuirla, frenar, y activar o desactivar el piloto automático si es que la aeronave cuenta con esa función. Con la cruceta podremos colocar o retraer los flaps, y extender o retraer el tren de aterrizaje si no es fijo. Los comandos “básicos” están ahí, el problema viene con las otras opciones.
El centrado del avión es algo de constante uso y no es fácil de configurar en un mando que ya de por sí tiene miles de combinaciones y que a veces son imposibles de memorizar. Cambiar la mezcla de combustible o el paso de la hélice es algo mandatorio y a lo que no tendremos acceso de manera sencilla con la configuración tradicional, ni tampoco configurando. Por supuesto, todos estos elementos se pueden accionar haciendo clic en el L3 y seleccionando los interruptores y las palancas de forma manual, pero en ciertas instancias de vuelo esto es bastante más complicado.
Para aquellos que buscan más un juego que un simulador, los desafíos de aterrizaje también se hacen presentes en las versiones de Xbox Series y dan un propósito más lúdico a la producción. Algo que también puede tener su encanto para este tipo de público son los llamados Bush Trips, que en poco tiempo te permiten conocer varias regiones en un vuelo bajo y visual.
Duración
Al no tratarse de un juego y sí de una simulación, el título no posee una duración específica, como en otros casos similares, la propuesta puede ser eterna. Al ser esta la primera experiencia de la franquicia en consolas desconozco cómo funcionará a nivel mods, pero la comunidad constantemente saca contenido gratuito y pago que nos lleva a conocer nuevos escenarios y a recorrer los cielos virtuales en otras aeronaves, lo que renueva nuestra experiencia constantemente añadiendo más y más horas.
La versión 2020, de hecho, tiene su propio mercado dentro de la aplicación y que se encuentra disponible también en la versión de Xbox.
Conclusión
Microsoft Flight Simulator 2020 ofrece en consolas casi un calco de lo que trae en PC, por una inversión muy inferior en cuanto a hardware. Puede que los que buscan sacar el máximo provecho de la simulación del vuelo en sí, se sientan un poco desorientados al principio por los controles, un aspecto que se resolverá sin dudas cuando lleguen nuevos periféricos o se actualicen los drivers de los antiguos pero la adaptación a consolas de una producción tan cargada no deja de ser no menos que magnífica por parte de Asobo.
Si nunca disfrutaste de un simulador, esta puede ser tu puerta de entrada a un mundo que te va a generar mucha satisfacción y en el que pasarás muchas horas aprendiendo, si, en cambio, eres un veterano del género, te recomiendo que pruebes esta adaptación a consolas, puedo asegurarte que estará lejos de decepcionarte y puede que, en vez de comprarte un nuevo PC para este título te quedes encantado con esta versión y solo precises invertir en algún periférico cuando lleguen.
-
Apartado técnico90/100
-
Jugabilidad90/100
-
Duración95/100
Lo bueno
- Todos los aspectos que hacán al simulador espectacular en PC, están en Xbox Series.
- El rendimiento en Series S es alucinante.
- El apartado sonoro está especialmente cuidado.
- La cantidad de contenido.
Lo malo
- Los controles pueden incómodos para los más exigentes.
- Algo de popping eventual.