Analizamos Elea: Episode 1 del estudio ruso Kyodai, un insatisfactorio walking simulator espacial con un terrible port para Xbox One.
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En los últimos años, los usuarios de consolas a los que nos gusta escapar de la bombardeante demanda de los triple A hemos encontrado un bálsamo en el cada vez más amplio catálogo de indies. Los juegos pequeños ya no son exclusivos de PC y Steam, y ahora podemos, literalmente, encontrarnos de todo en nuestros bazares. Para lo bueno y para lo malo. Sin un filtro que separe la paja del grano, cualquier videojuego se puede colar entre los lanzamientos semanales, aunque no cumplan requisitos mínimos de calidad tales como que no estar completamente rotos por los bugs que arrastran. Elea: Episode 1 es un videojuego que inicialmente se lanzó en PC y estaba pensado para soportar Realidad Virtual, un valor añadido que le daba cierto interés en esa plataforma por la escasez de videojuegos de ese corte pero que no ofrece ningún atractivo en su versión para consolas. Además, su escasa duración y su aún más insatisfactoria resolución nos dejan un videojuego a medio cocer, horroroso de jugar y que poco va a aportar al género del walking simulator más que dolores de cabeza profundos para aquellos que tengan la desgracia de caer en sus manos.
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Elea: Episode 1 es un videojuego desarrollado por el estudio ruso Kyodai, que entre sus principales referentes cuenta a grandes nombres de la ciencia ficción como Arthur C. Clarke, Stanislaw Lem o Frank Hebert, o eso dicen ellos. La trama de Elea es quizá la parte más interesante del juego, pero al estar incompleto y dejar una conclusión insatisfactoria tampoco es que podamos hablar maravillas de ella. En esta primera parte, porque parece que el juego es episódico pero en ningún sitio he visto nada de un segundo capítulo, nos pondremos en la piel de la doctora Elea mientras busca a su desaparecido marido, un científico destinado en la Pilgrimage, una nave-colonia que suponía la última esperanza de la humanidad para trasladarse a un nuevo planeta. Una premisa que inevitablemente nos recordará a Dead Space, donde Isaac Clarke debía infiltrarse en el interior de la USG Ishimura para encontrarse con su pareja. En esta ocasión, y en este primer episodio, la clave será el contexto y la incursión en la nave se ha dejado para otros episodios. Aquí veremos a Elea en los meses previos a la desaparición de su marido, donde interactuará con su hijo y más tarde se embarcará en la tripulación de rescate para encontrarlo. El juego no llega más allá y la falta de información sobre un segundo capítulo agrava la sensación de una conclusión poco satisfactoria.
Apartado Técnico
A nivel gráfico, Elea: Episode 1 es un videojuego bastante cumplidor que destaca en su uso de la iluminación, sobre todo en los interiores de las naves, consiguiendo un aspecto muy resultón que seguro que queda estupendo con unas gafas VR calzadas. Lamentablemente, en su port a Xbox One se han traído por el camino un buen puñado de bugs como polizontes que consiguen destruir por completo cualquier atisbo de experiencia satisfactoria. Caídas de frames que te provocarán teleles, controles imposibles donde hasta la acción más simple es una auténtica tortura o tutoriales que te muestran los comandos equivocados y apañate para descubrir con qué botón se resuelve. Así está el patio con Elea, un videojuego técnicamente frustrante cuyo único atractivo es que los interiores se ven bonitos, porque el diseño de personajes tampoco es que se salve de la quema, ofreciendo un contraste bastante marcado entre ambiente y NPCs.
La movilidad del personaje también es otro de los problemas recurrentes, siendo habitual quedarse encallado en algunas zonas como los ascensores o los lugares estrechos. El puntero con el que exploraremos el entorno e interactuaremos con los objetos tampoco se libra del desastre. Errático, lentísimo en la respuesta y a veces con vida propia da la puntilla para que la experiencia técnica con esta primera parte sea más pesadillesca que la visión de Mariano Rajoy en bañador.
Jugabilidad
Elea: Episode 1 se podría considerar un walking simulator wannabe, inspirado por otros grandes títulos como Tacoma u otros más tediosos como Everybody’s going to Rapture. La única jugabilidad, pues, es moverse por el entorno, descifrar el contexto a través de los muchos documentos disponibles donde nos cuentan la situación del mundo o resolver sencillos puzles que nunca a nadie supondrán un reto. Si en algún momento Elea: Episode 1 se pone difícil es precisamente porque el propio juego intenta sabotearte con sus instrucciones equivocadas o con su nefasta jugabilidad, agrabando el problema con puntos de control muy espaciados entre sí y unas pantallas de carga inexplicablemente largas donde te preguntarás cómo has acabado jugando a este juego.
Elea cuenta con unos seis episodios que incluyen escenarios varios como una nave espacial, la casa soñada por los ingenieros de Google y otros más psicodélicos en los que directamente no sabrás que está pasando. La trama empieza cuando la protagonista Elea decide someterse a un tratamiento de borrado de memoria, por lo que yo he entendido, el videojuego es una revisitación a algunos de los recuerdos de la doctora, algo que les permite a los desarrolladores implementar fases más decididamente oníricas. En Elea, al ser un videojuego pensado para VR, más importante que la interacción directa con los objetos que tenemos a nuestro alrededor, también es crucial la vista, donde situemos nosotros la cámara, pues muchas fases solo se desbloquearán si estamos mirando en la dirección adecuada.
Duración
Elea es un videojuego excesivamente corto que cuando termina no hace más que agrabar esa sensación de que todo está a medias. En apenas dos o tres horas de juego, y a pesar de todos los inconvenientes técnicos, alcancé los títulos de crédito sin saber muy bien si eso era el final o una introducción extraña. Existen varios logros que pueden activarse al hacer acciones opcionales dentro del juego, pero solo se los recomendaría a los más valientes de corazón que quieran adentrarse por segunda vez en este cataclismo técnico. Como os he dicho, no he encontrado ni rastro de información sobre un segundo episodio y su posible fecha de salida, o si están esperando ver cómo funciona el primero para ponerse con el siguiente, ya que en su página web no aparece nada específicado y tampoco en Steam, algo que potencia la sensación de dejadez y cuestiona aún más su compr pues si nos tenemos que guiar únicamente por esta primera parte el resultado es de lejos muy insatisfactorio.
Conclusiones
Cada vez creo más firmemente que no todos los videojuegos deberían llegar a consolas, que debería existir un equipo que filtrara por la calidad de los productos y por aquello que le puede aportar al usuario. Si la versión final que van a poder acceder los usuarios es la misma que nosotros hemos probado, mi consejo con este análisis es que huyáis en la dirección opuesta, pues no hay ningún valor destacable más allá de unos gráficos resultones que me hagan recomendar este Elea: Episode 1 a nadie que aprecie. A pesar de tener alguna que otra buena review en Steam, mucho me temo que uno de los principales atractivos que sí podría tener el juego, su faceta de Realidad Virtual, en consolas queda como un pastiche difuso que lo único que aporta en tu vida es haberte quitado esas tres horas de tiempo que dura. Además, nos llega en completo inglés tanto en textos como en voces, con un nivel que escapa de lo medio debido a la gran cantidad de tecnicismos de ciencia ficción y vocabulario más avanzado. Con una oferta tan amplia de videojuego y con tan poco tiempo para jugarlos a todos, la mejor recomendación que puedo daros es que esquivéis videojuegos como Elea, al menos hasta que lo hayan pulido técnicamente para que, aunque sea una experiencia aburrida, al menos sea medianamente jugable. Suspenso.