Os traemos nuestras impresiones finales de Watch Dogs Legion, el nuevo juego de la saga de hackers de Ubisoft.
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Muy lejano queda en nuestra memoria aquel épico y deslumbrante primer trailer de la nueva IP de Ubisoft: Watch Dogs. Un juego donde encarnábamos el papel de Aiden Pierce, un hacker que clamaba venganza. Un título que dejó boquiabiertos a todos en su presentación y que dió mucho de que hablar. Poco después le siguió su secuela, un juego que aumentaba el lore de una saga llamada a convertirse en una de las IP’s más importantes de la compañía gala.
Ahora nos llega la tercera entrega, que abandona la numeración y se conoce como Legion, con un cambio de país y de transfondo. Sí, seguimos luchando por la libertad, pero ahora no estamos solos. En Watch Dogs Legion somos la resistencia, somos los únicos que pueden luchar por la libertad y plantar cara al estado opresor que mantiene a Londres en una perpetua ley marcial.
Nuestro objetivo será el de conseguir liberar la capital inglesa de aquellos que la oprimen, sacando beneficio de ello. Además, tendremos que buscar quiénes están detrás de todo lo acontecido y, sobre todo, por que quisieron culparnos a nosotros de los atestados que dieron origen a toda esta situación y permitió que se instaurara la ley marcial en Londres. ¿Colaboraron todos o solo fue un efecto secundario?
Para poder lograrlo, tendremos que reconstruir desde cero Dedsec y granjearnos de nuevo el favor de la gente de la ciudad, quiénes piensan que de verdad fuimos los autores de los diversos atentados. De nuestra perseverancia dependerá el éxito y que la gente confía y se quiera unir a nuestra resistencia.
Londres es nuestra ciudad y nuestro arma. Pero su gente es quién la salvará.
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Apartado técnico
Una de las grandes virtudes de Ubisoft en sus últimos juegos ha sido, sin ningún tipo de duda, la recreación perfecta de las ubicaciones de sus juegos. Un elemento que ha sido una constante en este generación, tanto dentro de la propia saga de Watch Dogs, como Chicago, hasta la recreación de New York o Washington D.C. en The Division o las ciudades de Egipto en Assassin’s Creed Origins. Y en Watch Dogs Legion esto es algo que volvemos a ver con Londres.
La capital inglesa está perfectamente recreada en el juego. Si, la encontramos diferente a cómo está en la actualización, más modernizada y futurista, pero sus elementos más reconocibles siguen presentes. Caminar por el juego es como caminar por las calles de Londres un día cualquiera. Desde el Big Ben hasta Camden, la ciudad es un fiel reflejo de lo que nos encontramos en el día a día.
Pero más allá de esta gran recreación, todo el apartado audiovisual de Watch Dogs Legion luce de escándalo. El juego cuidado al máximo cada detalle, desde elementos de los diferentes vehículos hasta los pelos de los personajes. Todo está recreado perfectamente, con un nivel de detalle máximo, no dejando nada al azar. Además, todo tiene un acabado final impresionante, demostrando el buen hacer de Ubisoft en mundos abiertos y el tiempo adicional de desarrollo del título, que sin duda se nota en cada frame.
Y todo ello nos llega sin apenas bugs ni fallos gráficos. Si, nos hemos encontrado con algún sombrero que traspasaba la cabeza, pero han sido minimamente. Con todo, estamos ante uno de los juegos que mejor exprimen a Xbox One X, consola en la que lo hemos jugado, siendo de lo mejor gráficamente que hemos podido disfrutar en esta generación.
Po otro lado, el juego nos llega en un estado de optimización perfecto. Watch Dogs Legion se mantiene firme en FPS, sin caídas ni tirones, aguantando el tipo en todo momento. Incluso, cuando circulamos a gran velocidad por las calles londinenses, esquivando otros coches y peatones, vemos como apenas se resienten los FPS.
Es importante también que, hablando de coches, destaquemos que cada tipo de vehículo se siente diferente. Es decir, cuando conduzcamos un coche o una moto las sensaciones no serán iguales. Al igual que cuando estemos a los mandos de un camión, que lo notaremos más pesado, más tosco que cualquier otro tipo de vehículo.
Por último, pero no menos importante, mencionar que la BSO que acompaña al juego es perfecta. Sabe acompasar cada momento en cada escena, además de ser un complemento ideal cuando conducimos. He de reconocer que soy de los que apagan las radios de los coches en todos los juegos, pero en Watch Dogs Legion he encontrado un par de emisoras que han conseguido que no desenchufe la radio nada más entrar en el coche. Todo un logro y que habla muy bien de la elección musical de la desarrolladora.
Jugabilidad
Watch Dogs Legion llegaba con una promesa importante que debía cumplir con creces, sin ningún tipo de fallo: poder reclutar a cualquier NPC del juego para jugar con él. Algo que podía sonar exagerado y que muchos no tardaron en tildar de prácticamente imposible. La realidad ha sido justo todo lo contrario, ya que Ubisoft ha conseguido este objetivo con creces.
Y ya no es solo que podamos reclutar a cualquier NPC con el que nos crucemos, si no que es muy difícil, por no decir imposible, que nos encontremos con dos que sean exactamente iguales. Y esto le da una profundidad enorme al juego y abre un abanico de opciones y posibilidades impresionante.
Con todo ello, tendremos ante nosotros la opción de formar nuestra resistencia ideal, con agentes que se adapten a cada circunstancia y situación. Sí, podemos pasarnos todo con un único agente, no hay nada que nos lo impida, pero no es la esencia del juego. Watch Dogs Legion nos propone constantemente que reclutemos a nuevos agentes, cada uno con sus habilidades y defectos.
Por ejemplo, habrá personajes que puedan usar armas especiales, o sean capaces de hackear más rápido. Otros, en cambio, podrán morir de manera instantánea en cualquier momento o perder nuestro ETO (la moneda del juego). Además, también habrá otro tipo de habilidades perjudiciales, como que el NPC en cuestión tenga hipo, lo que implicará que le dará un ataque de hipo en cualquier momento y los enemigos le detectarán en seguida.
Por otro lado, todos y cada uno de los ciudadanos de Londres tienen un oficio, el cual nos puede venir para determinadas ocasiones. De este modo si, por ejemplo, tenemos un obrero en nuestro equipo, será el candidato idóneo para infiltrarse en una zona de obras, ya que no levantará sospechas en la zona. Así que tener un equipo amplio y que cumpla todos los perfiles sería lo más ideal, ya que el abanico de opciones para afrontar las misiones será más amplio.
Pero no solo sirven para infiltrarse. Si, por ejemplo, arrestan a alguno de nuestros agentes, este tendrá que pasar un tiempo en comisaría. Sin embargo, si tenemos a un abogado en el equipo, puede que le suelten antes o incluso de manera inmediata.
Con todo ello, esta multitud de variables nos abre la posibilidad de enfrentarnos a cada reto y cirscunstancia de un modo u otro. Podremos elegir un agente más especializado en el sigilo o uno más enfocado en la brutalidad cuerpo a cuerpo. O podemos intentar pasar como una dulce y tierna ancianita. La decisión es únicamente nuestra.
Pero para reclutar a cada uno de los miembros futuros de nuestra resistencia no bastará solo con encontrarnos y hablar con él. Nada más lejos de la realidad, ya que nuestra relación se fraguará gracias al ‘quid pro quo’. Es decir, primero tendremos que hacerle un favor a la persona para que después, si tenemos éxito, se una a Dedsec. Estas misiones secundarias son de lo más variopintas y, aunque en algún momento se pueden repetir, no se sienten nada repetitivas.
Cada una tiene un transfondo diferente, cada agente tiene una motivación personal por la que solicita nuestra ayuda. Desde tirar coches al Támesis a hackear las listas de donantes para que los ricos dejen de colarse, el motivo detrás de cada uno será diferente. Y, lo más importante, será primordial para nuestro nuevo recluta. Si fallamos en la misión, no se unirá a la resistencia y Dedsec pasará a no caerle demasiado bien.
Por que sí, no a todo el mundo le cae bien nuestra organización y está dispuesto a unirse a nosotros. Habrá londinenses que no quieran rebelarse contra el estado opresor, por lo que deberemos mirar para otro lado aunque ese NPC fuera el agente que necesitamos.
Pero la resistencia no solo vive de gente, necesita armas. Una vez más, el hackeo será nuestra mejor baza, pudiendo controlar drones, puertas y coches. Pero no será lo único que tengamos a nuestra disposición, ya que podremos hacer uso de diversos gadgets nuevos para la ocasión. Sin duda, todas las miradas se las lleva la Araña Robot, un útil y multifacético robot con forma de araña que nos permitirá hackear, neutralizar y abrir puertas desde la distancia.
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También tendremos a nuestra disposición armas (no letales, por supuesto) y mejoras para nuestros agentes. ¿Cómo podremos desbloquear todo esto? Consiguiendo Puntos de Tecnología, los cuales los encontraremos repartidos por toda Londres.
Todas estas habilidades y gadgets están perfectamente implementadas, en una jugabilidad sencilla e intuitiva que es muy agradecida con el jugador. No es nada difícil acostumbrarse al mapeado del mando y en apenas unos cuantos minutos nos sentiremos muy cómodos jugando con cualquier agente. Eso sí, una de las carencias que hemos detectado es que, a diferencia de anteriores entregas, no tenemos tantas opciones de hackeo que usar a nuestro favor. Si, podemos hackear puertas, trampas, coches, etc, pero en Watch Dogs Legion ya no podemos cambiar los semáforos mientras huimos o activar tuberías de gas en mitad de la calzada (lo cual, esto último quizá era demasiado exagerado, también lo hemos de decir).
Por otro lado, tanto el combate cuerpo a cuerpo como los elementos más shooter del juego están perfectamente conseguido, resultando realistas y siendo una experiencia muy satisfactoria. Cada arma se nota diferente, con su propio retroceso y manera de apuntar, algo en lo que también jugará un papel fundamental el agente que llevemos en ese momento. Por ejemplo, no será lo mismo apuntar con un abuelo que con un antiguo soldado del ejército.
En cuanto a la conducción, y salvando que se conduce por la izquierda y puede ser un poco lioso para algunos jugadores, esta se siente también bien a los mandos. Los coches se notan ligeros y fluidos, mientras que las motos destacan por su agilidad. A su vez, los camiones que tenemos la ocasión de conducir son todo lo contrario, toscos y pesados, en los que tendremos más dificultades para girar. Todo ello hace que conducir cada uno de los vehículos sea una experiencia diferente y, al igual que el resto de elementos del juego, nos abre un abanico para de opciones a la hora de elegir cómo desplazarnos por el mundo.
Duración
Otra de las grandes virtudes con las que cuenta Watch Dogs Legion es su historia. No sólo por el argumento o por dejar que el héroe sea cualquiera y no una persona elegida, si no por que nos permite rejugarla varias veces. Si, el argumento será igual, pero el modo de enfrentarnos a ella no.
Y no sólo por que cada NPC sea diferente y no haya dos iguales, como ya hemos comentado. Si no por que se le puede añadir una serie de condicionantes que cambiarán el rumbo de la partida de un momento a otro. Por ejemplo, poder añadir Permadeath (opción que está desde el comienzo para nuestra elección) nos pondrá contra las cuerdas desde el principio de la campaña. Si mueren todos nuestros agentes, el juego se acabará y tendremos que reiniciar desde el principio. Un elemento que nos obliga a estar atentos a cada momento y en cada misión, asegurándonos de realizar las mejores acciones.
Con todo ello, pasarnos la campaña nos llevará en el entorno de las 25-30 horas. Como siempre, esta es una estimación, y dependerá mucho de cómo afrontemos el juego. Es decir, si vamos directamente a por la campaña, sin pararnos a reclutar a nuevos agentes que nos hagan la vida más fácil en las misiones o si, por el contrario, nos paramos a buscar al equipo perfecto. Todo ello le aporta al juego una gran variabilidad, haciendo que no haya dos partidas iguales y permitiéndonos afrontar las misiones de diferentes maneras. Pues no será lo mismo ir con un obrero con una llave inglesa en la mano que con una abuela.
Conclusión
Watch Dogs Legion es una propuesta arriesgada en su concepción. La idea de poder jugar con cualquier NPC es, sin duda, una cualidad nunca antes vista que podría traer más de un problema, pero al que Ubisoft ha sabido darle una solución perfecta. No solo ha conseguido lo que se proponía, si no que lo ha hecho de manera brillante.
Literalmente, todos los londinenses son nuestra resistencia, nuestros agentes. Solo están esperando que los reclutemos para unirse a la causa. Todos con sus virtudes y defectos, su transfondo, su simpatización hacia Dedsec. Todo ello hace que cada uno de ellos se sientan únicos. Además, Watch Dogs Legion sabe mantener la esencia de la saga y llevarla un paso más allá.
Si, hemos perdido algunas opciones de hackeo, pero ganamos en profundidad y amplitud a la hora de enfrentarnos a cada reto y misión. Ya no sólo con la elección del agente, si no del armamento y gadgets que decidamos llevar. Y estos segundo es otra de las grandes bazas del juego, ya que ofrece algunas opciones de lo más satisfactorias a la hora de jugar.
Pero sin duda, el mayor logro de Watch Dogs Legion es que consigue atraparte. Su jugabilidad, su ambientación, su historia hace que quieras más, que quieras volver a él cuanto antes. Una de sus mayores cualidades es saber calar en el jugador y ofrecerle una experiencia estimulante, que le enganche y quiera seguir disfrutando de su propuesta.
En definitiva, el nuevo juego de Ubisoft es un título que encantará a la mayoría de jugadores y que satisfacerá a los fans de la saga de hackers de la desarrolladora. Y tú, ¿estás listo para unirte a la revolución?
*Gracias a Ubisoft por habernos proporcionado el material para la review.