Análisis de Wanted: Dead

Wanted: Dead viene con la ventaja de estar desarrollado por diseñadores de Ninja Gaiden o Dead or Alive, pero no la aprovecha en absoluto.

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En 2023, hay muchos jugadores que nos leen cuyo primer juego no fueron el primer Super Mario, Street Fighter 2 o ni siquiera el primer Tomb Raider. Muchos comenzaron a jugar con sus Xbox 360 o PS3, con un catálogo que hoy en día vemos enorme, porque no hasta bien pasados los años no había lugar para los indies. Por eso, siempre han tenido tanta importancia los títulos con grandes aspiraciones, pero que brillaban en diseño al no tener presupuesto suficiente. Hoy en día se les denomina títulos «doble A», por contar con esta interesante mezcla que puede satisfacer a muchos jugadores. Y ese sentimiento es el que ataca directamente Wanted: Dead.

Primero, lo hace con nostalgia, pues Soleil, junto a su distribuidor, 110 Industries, se presenta como un estudio compuesto por integrantes del equipo de desarrollo de títulos como Ninja Gaiden o Dead or Alive. Palabras mayores sin duda, pues Wanted: Dead es precisamente un Hack & Slash casi de manual, pues introduce mecánicas de shooter en tercera persona más que interesantes. A priori todo sigue pintando bien si seguimos contando, pues la historia nos pone en la piel de Hannah Stone, la Teniente y líder del Escuadrón Zombi, unos policías de élite que resuelven los problemas «drásticamente» en una historia alternativa y cyberpunk en el que las corporaciones de nuevo hacen de las suyas.

La agente Stone es especialmente hábil con la Katana y será esta arma la culpable de que Wanted: Dead sea extremadamente violento, con partes de nuestros enemigos salpicando todo de sangre y llenando de espectacularidad cada escena. Entonces, ¿que ha podido salir mal? Pues una mezcla de todo un poco. El juego no es malo, pero falla en algunos puntos clave e imperdonables que ni siquiera su justificado «homenaje a la sexta generación de consolas» consigue solucionar.

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Apartado técnico

Wanted: Dead no es un juego que pueda presumir de su apartado técnico. Se ve en cualquiera de las capturas. Los escenarios son planos y vacíos, su diseño es muy básico y nos pone demasiado fácil el que podamos decir que es un juego «con gráficos de hace dos o tres generaciones». Si bien pudiera ganar en el diseño de los personajes o de la acción, todo lo bueno que podamos decir al respecto se viene abajo con un paupérrimo rendimiento que no consigue mantener los 60 fps durante toda la aventura. Pero no son bajadas puntuales tampoco. En más de una ocasión veremos como la acción se ralentiza sin motivo aparente con bajones a 15 fps o sufrimos en extraño lag muy incómodo. Eso cuando no se nos ha salido del juego en más de 10 ocasiones o se ha bloqueado el progreso con un bug en el que no aparecían enemigos cuando debían aparecer.

Tampoco podemos decir nada bueno de la música o su apartado sonoro. Las melodías y la música es repetitiva, el sonido de las armas (excepto el de la katana) suena como hueco sin aportar mucha potencia y cada recarga sonará un «click» que se repite incesantemente y de la misma manera para todas las armas hasta ser muy molesto. Incluso la actuación de nuestra protagonista parece vaga y sin fuerza alguna. Si todo esto es intencionado, quizá deberían haberse pensado en aflojar el acelerador de lo retro.

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Jugabilidad

En los distintos tráilers y promociones de Wanted: Dead se ha hecho mucho énfasis en la combinación entre la lucha cuerpo a cuerpo, como buen Hack & Slash y shooter en tercera persona. Y ciertamente funciona bien en ese sentido. Resulta muy satisfactorio el juego con la katana, que sin duda es más útil que las armas a distancia, generalmente con poca munición y pocas posibilidades a pesar de la variedad que podemos recoger. Con movimientos potentes y bien definidos seremos capaces de cortar a nuestros enemigos en trocitos, combinando con nuestra pistola de mano, que hace las veces de parry y un bloqueo que también funciona de manera genial. Realmente es lo mejor del juego y donde deberían de haber hecho más énfasis aumentando los combos y capacidades de Stone más allá de lo disponible.

Y quizá las armas a distancia funcionen bien con los enemigos menos fuertes y que se centran en moverse entre coberturas, pero resultan absolutamente inútiles ante los enemigos especializados en el cuerpo a cuerpo que se tragarán las balas como si nada y con los que sorprende lo fácil que llegan a caer con uno o dos parrys, dando una sensación de desequilibrio y desajuste que se acaba reflejando en todos los combates. Porque a pesar de los problemas técnicos, lo que más me ha molestado sin ninguna duda, es la absurda curva de dificultad, que me tuvo, por ejemplo, atascado en la segunda misión algo más de hora y media. Os pongo en situación. Wanted: Dead nos lanza enemigos en escenarios con forma de «Arenas». Suelen cerrarlos con puertas para que no podamos escapar hasta que no quede ni un solo enemigo. Muy old-school, pero totalmente válido.

El problema viene cuando los checkpoints están tan separados que ni siquiera los botiquines o la «resurrección» que nos aporta nuestro amigo Doc (cuando nos acompaña), lo solucionan. Porque hay sitios donde la dificultad de los enemigos es uniforme y entendible. Pero resulta frustrante cuando pasas 5-10 minutos derrotando a minions para luego pegarte de frente contra un mini-boss o enemigo fuerte, que además, en dos o tres golpes, te tumbará fácil. Cuando el juego te tiene acostumbrado a ir corriendo katana en mano entre balas sin que perdamos mucha vida, resulta incongruente que un enemigo te pueda matar de 3 toques, que, por otra parte, resultan complicado de parar si no tienes controlado el parry. Ciertamente, te obliga a aprender. Y aprendes, por supuesto, pero más tarde vuelven con esa dinámica injusta de checkpoints lanzándote varios enemigos extra-fuertes tras un largo combate al que llegarás extenuado, falto de botiquines -que a veces no dropean los enemigos porque patata-, y tendrás que repetir una y otra vez la misma zona hasta hacerlo perfectamente. Sin duda tendrás que mejorar a la fuerza, o no pasarás de las primeras misiones. Por supuestísimo, mención especial a las ejecuciones estilo «John Wick» que son directamente lo mejor del juego.

Si te lo tomas de esa manera es bueno, pero como hemos comentado, se nota un desequilibrio extraño. Hay enemigos que vuelan por los aires con una granada y otros (más fuertes, evidentemente) a los que les pueden lanzar 3 granadas, 12 misiles y alguna incendiaria, que si no le atacas con la katana no se mueren. Y por supuesto, como dejes que te den desde cerca, estás perdido. Porque otra cosa que no ha terminado de convencerme es la propia IA del juego, que a veces sitúa a los enemigos bien parapetados, concienciados de que aunque le alcances con la katana, conseguirán hacerte un buen daño por el camino, pero otras escenas en las que se mueven entre coberturas como si fuera un panel de abejas. Como normalmente vas acompañado de tu equipo, los enemigos atacarán por igual, aunque ellos no mueran nunca y eso aporta una sensación de caos inabarcable en algunos escenarios. No es que sea complicado ni nada, pero a veces un ninja te puede aparecer por detrás sin que el juego te haga ninguna alerta en medio de la confusión.

Dejando a un lado la personalización de las armas de fuego, que no termino de entender su utilidad, lo más destacable de Wanted: Dead aparte de esto es la manera de pasar los intermedios entre misión y misión, ya que podremos deambular por las 4 plantas de nuestra comisaría, buscando documentos para coleccionar o optando por los minijuegos, que sin ser determinantes, se agradecen en el conjunto. Los hay de combinaciones de botones, como el de comer Ramen o el Karaoke, también hay una galería de tiro donde poder usar todas las armas y de paso conseguir la mejor puntuación, y incluso hay una máquina de esas en las que una garra nos permitirá coger muñequitos de ella, muy bien hecha, por cierto. Pero el colmo de los minijuegos es sin duda la recreativa de Space Runaway, un juego totalmente completo de naves, que imita a las recreativas shoot’em up de los 90. De hecho, el juego se puede jugar gratis en PC de manera independiente, como lo demuestra su trailer.

Pero estos minijuegos no son la única sorpresa que guarda Wanted: Dead, pues aparte veremos alguna que otra cinemática hecha con el motor del juego de un par de casos aislados y una curiosa manera de mostrar más sobre la historia de una joven Hannah Stone: con escenas de anime. Sí, habrá varios cortes muy bien hechos, por cierto, en los que estaremos viendo un anime. Hasta mi hijo se preguntó si había quitado el juego cuando vio que estaba «viendo los dibujos».

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Duración

Wanted: Dead no es un juego largo o con muchas misiones, tanto, que la inclusión de los minijuegos casi podrían considerarse parte de esta duración básica de entre 12 y 15 horas. En mi caso, se ha podido alargar hasta las 15 debido a los reintentos en las distintas misiones, que incluso podría bajar hasta las 8-9 horas si decidiera dar una vuelta estilo «New Game+» manteniendo los poderes.

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Conclusión

Hay veces en las que todo se pone en contra del juego y lo negativo empieza a pesar tanto, que cuesta pensar en lo positivo del mismo. Wanted: Dead es un juego entretenido, que pretende sorprendernos con cambios constantes entre las intensas y complicadas escenas de acción, pero falla en tantas cosas tan palpables y tan fácilmente identificables, que da incluso más pena que no se hayan solucionado de cara al lanzamiento. De hecho, hace ya algunos días del mismo y podían haber sacado algún que otro parche… que no ha llegado.

Empezando por los problemas técnicos y la absurda dificultad debido a su sistema de checkpoints, el resto cae por su propio peso. Ni siquiera el diseño de la acción consigue levantarlo a pesar de tener ideas muy buenas e incluso momentos muy chulos. Aun así, he de admitir que me ha tenido entretenido unas buenas horas, ya que en el fondo, tenía un feeling, una sensación de estar ante algo familiar, algo que siempre he disfrutado. Es complicado de explicar, pero seguro que me entendéis. Es el típico juego complicado de recomendar, a no ser que le pongan un buen parche y esté a un precio más rebajado. Entonces, de cabeza.