Os traemos el análisis de Vagante, un roguelike basado en clases que resulta muy desafiante y que pone mucho énfasis en el combate.
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A menudo puede ser un género complicado de ubicar, y pese a que el debate sobre qué constituye todavía sigue abriéndose camino, lo cierto es que los roguelike, un tipo de propuesta que parte de un algoritmo que va creando un puñado de escenarios de manera que nunca sepamos qué enemigos vamos a enfrentar, han alcanzado una popularidad masiva con el paso de los años. Una popularidad que parece no vislumbrar un final a corto plazo. Tanto es así que el éxito de juegos como The Binding of Isaac ha dado paso algunos de los más grandes fenómenos recientes en la industria, como Dead Cells y Hades en última instancia.
Sin embargo, a medida que la riqueza de los roguelike ha seguido deleitando a aficionados de todas partes del mundo, son muchos los estudios independientes apasionados por el género que quieren encontrar una nueva propuesta que destaque en el inundado panorama actual. Si bien, títulos como este Vagante todavía siguen la senda de otros juegos como Rogue Legacy, una experiencia en la que confluye la muerte, la generación procedural de los escenarios y algunos elementos de RPG.
Una experiencia que promete poner a prueba todo nuestro temple y que se ambienta en un tenebroso mundo de fantasía lleno de peligros.
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Apartado técnico
Vagante tiene muchas ambiciones, incluso en la elaboración de los escenarios y su imaginería gracias a un acertado píxel art, los cuales presentan una serie de ambientes fantásticos que se deben por completo a la oscuridad, a la suciedad. Otros, no obstante, representan un ejemplo en el contraste, con colores mucho más vívidos. Dicho de otra manera, no siente limitada su capacidad para cautivar, pues las apariencias y la imagen que construyen ganan la partida por goleada.
Tanto es así que esta imagen de fantasía oscura pura abriéndose camino está presente en muchos de los lugares que visitamos en el juego. De la misma forma, las animaciones de los personajes tienen un carisma tremendo, y cada captura de pantalla que podamos realizar podría adornar perfectamente cualquier fondo de escritorio.
Jugabilidad
Si vamos a construir un argumento de fantasía, el mundo imaginario que elaboremos habrá de estar regido por la lógica, la coherencia y la verosimilitud. En este tipo de argumentos, interpretamos lo desconocido a partir de lo que conocemos. Tratamos cuestiones relacionadas con la esfera de lo sobrenatural, es decir, fenómenos, criaturas… que en realidad no podrían darse ni haberse dado. Trabajamos con excepciones, y, en consecuencia, incidimos en lo que sea diferente al mundo real.
Sin embargo, Vagante no ofrece ninguna clase de contexto. Simplemente nos hacemos a las armas y nos embarcamos en un viaje hacia lo desconocido. Basado en clases y con una jugabilidad centrada en el combate, la obra que nos ocupa nos propone sumergirnos en un mundo injusto y cruel donde hay catástrofes inevitables, desastres naturales…. Pero también hay injusticias que son el resultado de la actividad o pasividad de alguien. Al final, lo que diferencia a ambas es nuestra capacidad y decisión de actuar o no.
Vagante nos ofrece una aproximación a la falta o ausencia de justicia por medio de una experiencia en la que tenemos que valernos por una serie de escenarios. Y ya está. Si bien, es una práctica que requiere de varias disciplinas como el senderismo, el descenso y la escalada.
La parte injusta de la vida
En otras palabras, es un ejercicio que podríamos catalogar como un deporte extremo, dado que es necesario tomar muchas precauciones y ser conscientes de nuestras propias habilidades para adaptarnos al medio, y nunca al revés. Y la obra que protagoniza estas líneas se mantiene fiel a esta suerte de riesgo, puesto que llegar hasta el fondo del asunto con el fin de obtener algo, supone enfrentarse a toda clase de peligros. Tanto es así que todas las zonas están llenas de trampas que nos obligan a ir con pies de plomo, y también pobladas de muchas criaturas asociadas a la naturaleza (además de otras de carácter sobrenatural) que nos pondrán muchas trabas en este descenso a los infiernos.
Porque la forma más justa de definir este Vagante es como la parte más injusta de la vida. La muerte nunca llega a destiempo, los reintentos son una constante y tampoco olvida sus raíces. Es la misma experiencia que podemos disfrutar en muchos otros roguelike.
Duración
Uno de los vectores más importantes de diversión en un videojuego es el del descubrimiento. Muchos de estos títulos comienzan con una configuración inicial muy sencilla, pero la complejidad se dispara a medida que el jugador avanza. El proceso de descubrir esta complejidad aprovecha el atractivo innato de descubrir características nuevas y ocultas. Y juegos como Vagante nos obliga a experimentar con las diferentes posibilidades que podemos llevar a cabo entre las diferentes clases de las que disponemos, a mejorar nuestro planteamiento para construir un mundo a nuestra medida, al mismo tiempo que nos adaptamos a un desarrollo sumamente cambiante.
En otras palabras, Vagante es la enésima prueba de que los roguelike y sus mazmorras ilimitadas generadas en cada partida ofrecen experiencias totalmente adictivas si se ejecutan bien, pero también que un sistema de control fluido y una elaborada ambientación pueden marcar la diferencia. Y no es algo que podamos medir en tiempo cuantificable, especialmente si sumamos a la ecuación el soporte para cuatro jugadores.
Conclusión
Entre praderas y montañas, en el corazón del universo, reina la intrascendencia, la vaciedad existencial, la falta de valores, la profunda insatisfacción… Al borde del abismo más absoluto, sin ningún rumbo ni anclaje que nos aporte seguridad, Vagante nos invita, a la vieja usanza, a afrontar esa pieza en bucle que versa sobre la destrucción y la reconstrucción de las cosas. A este respecto, frenando su ejecución para salir de este, sin iteraciones adicionales.
En otras palabras, nos invita a hacer un llamamiento que nos remueve por dentro, a no apartar la mirada y a mover nuestros corazones para darle sentido a nuestra existencia, por muy injusta que esta sea.
Agradecemos a BlitWorks el material proporcionado para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico75/100
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Jugabilidad80/100
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Duración85/100
Lo bueno
- La inclusión de varias clases que generan una satisfacción extrema
- Buena dirección artística
- Soporte para hasta 4 jugadores en modo cooperativo
Lo malo
- Es muy fácil rendirse durante los primeros compases