Análizamos Transference, un complejo e intenso thriller publicado por Ubisoft y en el que ha colaborado el actor Elijah Wood.
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Hoy en día, cuando nos enfrentamos a un juego, normalmente tenemos bastante información, muchas veces hemos visto gameplay, o consultado algunos análisis quedando poco lugar al desconcierto. No obstante de vez en cuando probamos alguna demo, o compramos a precio de ganga un título del que no sabíamos demasiado, y al empezar a jugar durante algunos minutos tenemos cierta sensación de incredulidad, de no saber demasiado por qué camino nos estamos moviendo, o cuales son las reglas que rigen en ese universo en el que nos estamos introduciendo.
Transference, un thriller de terror creado por el estudio Spectre Vision, y Ubisoft Montreal, es inusualmente eficaz en mantener esa sensación durante bastante tiempo, podríamos decir que durante casi toda nuestra partida. Transference es también un juego atípico e intenso, creo que ideado para jugarse de una sola tacada, y por tanto bastante corto aunque ello no sea en este caso un punto negativo.
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Transference es también un juego pensado para la realidad virtual, y que será jugable en dicho formado en otras plataformas, pero que a diferencia de otros ejemplos que hemos analizado en los últimos tiempos, tiene entidad y calidad suficientes en si mismo, esto es Transference es un título notable con o sin realidad virtual. Puede que esta distinción no debiera ser necesaria, pero creédme que lo es.
Como ya os he dicho cuando comenzamos a jugar a Transference no queda muy claro en qué nos estamos metiendo, pero en líneas generales el juego transcurre en una simulación de un hogar realizado a través de la digitalización de la personalidad y recuerdos de varios de sus integrantes. Este experimento por supuesto sale mal, o quizá no tanto dado que tal y como veremos a lo largo de nuestro análisis, las perspectivas de cada personaje son bien diferentes, y la composición de la realidad a través de ellas, no siempre será lo que uno de ellos esperaría.
Apartado Técnico
Cuando veíamos los trailers de transference en las conferencias de Ubisoft parecía un juego que mezclaría la imagen real con el contenido generado en 3D, pero esto finalmente tiene muchos matices. Es cierto que hay imagen real, pero esto está reservado solo para sustituir a lo que serían las cinemáticas, y mayoritariamente componen los vídeos que podremos encontrar repartidos por el mapeado, y que contituyen recuerdos de sus personajes, algunos de los cuales podremos ver desde distintas perspectivas.
En lo que es el juego propiamente dicho, tenemos un título de no muchos alardes técnicos, pero con una factura notable. El título del estudio de Elijah Wood, rinde bien y se ve bien, al menos en Xbox One X, sin motivos para pensar que no vaya a ser así en la consola base. En cuando a diseño artístico nos encontramos más alarde, con un buen dominio de las metáforas visuales, que no obstante a veces resultan un tanto infantiles. transference transcurre en un domicilio, y en uno no muy grande por cierto, pero que podremos experimentar por triplicado, al revivir traumáticos eventos familiares desde tres perspectivas diferentes. Spectre Vision ha sido muy eficaz a la hora de imaginar y transmitir en pantalla la forma de vivir el descenso a la locura y la obsesión de uno de los miembros de la familia, por el sujeto en cuestión, su mujer y su hijo.
Desde el tipo de iluminación, a la paleta cromática, pasando incluso por el papel pintado o el mobiliario de las habitaciones, todo cambiará cuando gracias a los interruptores de luz saltemos de un personaje a otro, y de un momento en el tiempo a otro. La casa reflejará el estado mental, y las obsesiones de cada uno de los personajes, en todos sus elementos, que se trasladarán también a lo jugable. Si nos fijamos en el ámbito musical nos encontraremos una partitura eficaz pero sin mucha floritura dando paso a un diseño de sonido que es la auténtica estrella.
Susurros, ruidos, gritos en la lejanía, nos ayudarán a llenar los huecos de todos los enigmas que nos plantea Transference, a la vez que ayudan a aumentar la tensión, y la inmersión en una historia que exige estar bien atentos a todos los detalles, también a los sonoros. En definitiva, Transference es un título excepcionalmente cuidado en lo visual y sonoro, al que se le ha aplicado un mimo de artesano que no se ven todos los días, y menos en un juego de corte casi independiente.
Jugabilidad
Aunque por algún motivo la campaña publicitaria de Transference lo intenta vender como una especie de scape room para realidad virtual, el juego es bastante más que eso, y os aseguro que vuestro objetivo no es exactamente el de escapar, sino el de desentrañar los mil y un misterios que esconde la simulación que estamos experimentando, y que más de una vez nos dejarán sobrecogidos. A nivel mecánicas el juego vendría a estar entre el walking simulator, y la aventura gráfica con puzzles en primera persona. Tengo que decir que tiene alguno de los rompecabezas más originales, y mejor integrados dramáticamente en su guión que he visto en los últimos tiempos.
Transference es lo que muchos títulos que han nacido con la realidad virtual en mente hubieran querido ser. La premisa es sencilla, estamos en una simulación creada por una mente transtornada, que cree haber atrapado en una realidad digital la esencia de los miembros de su familia concediéndoles la inmortalidad en una aproximación a este tema similar al desgarrador Soma. Sin embargo lo que empezamos a experimentar desde un primer momento dista mucho de ser una realidad feliz, y es la entropía lo que nos espera en ese pequeño piso que tendremos que reconstruir, y recorrer varias veces desde puntos de vista diferentes, y en épocas distintas. Usando los interruptores podremos cambiar de “realidad” y a través de la resolución de puzzles lograr hacer accesibles las habitaciones inexistentes o bloqueadas, mientras intentamos hacernos a la idea de lo que ha ocurrido a esa familia.
Transference nos propone una experiencia metajugable, o metavirtual. En el juego somos alguien accediendo a una simulación digital de la vida. Nuestro personaje no es uno de los protagonistas, sino que está jugando, aunque en su realidad esta simulación oscura y desesperada no es un juego, sino la creación de un loco, el personaje del patriarca de la familia protagonista, que ejerce de Mad Doctor al uso, que jugando a ser dios, y siendo presa de su obsesión como si de un protagonista de Edgar Allan Poe se tratara, es consumido por una idea enferma y acaba llevándose a su familia por delante.
Como veremos en la siguiente sección, Transference es un juego extremadamente corto, ideado seguramente como una única experiencia que en cualquier caso os será difícil abandonar antes de su resolución. Es un fogonazo a los sentidos y al cerebro, que permanecerá con vosotros al terminar la partida mucho más tiempo del que ha durado. Es cierto que formalmente no inventa nada, pero sí que lo que hace lo hace excepcionalmente bien, mucho mejor que otros exponentes del género. Si buscáis experiencias diferentes, y no sois muy rígidos con lo que un título debería durar Transference tiene mucho para vosotros.
Duración
Transference es un juego corto, de unas tres horas jugándolo de forma orgánica, y unas cuatro si vas por la vía completista, pero eso no resta valor alguno al título. Por supuesto que, habiéndome gustado como lo ha hecho, me ha dejado con ganas de más, pero seguramente haber intentado estirar la fórmula habría rebajado la intensidad de la experiencia que nos ofrece, y no estoy para nada seguro de que esto fuera para mejor. Sin embargo acabar Transference por primera vez me dejó con más preguntas que respuestas, y me requirió empezar una segunda partida para intentar aclarar todas mis dudas. No lo hice para conseguir coleccionables (que los hay), ni para engordar mi gamerscore sino por simple curiosidad, y para llenar enormes lagunas argumentales que todavía siguen sin aclararse del todo.
Esto no se debe a defectos narrativos del juego, sino todo lo contrario. Siendo un título bastante lineal, sin mundos abiertos ni nada que se le parezca, el juego de las perspectivas que expone hará que en muchas ocasiones no estén nada claros los eventos precedentes al inicio del juego, a tal punto que finalmente debas tomar partido y decidirte por una hipótesis a no ser que quieras seguir rejugándolo hasta dejarlo seco. Como decíamos antes, Transference seguirá contigo una vez terminadas las líneas de crédito y seguramente, incluso si decides rejugarlo nada más terminar, pasado un tiempo querrás revivirlo gracias a una narrativa sobresaliente, y a unas mecánicas tan eficaces como su ambientación. Sin duda, también en su duración, Transference es más de lo que parece.
Conclusión
Es cierto que los usuarios de Xbox no tenemos posibilidad de experimentar Transference con cascos de realidad virtual, pero eso no me impide pensar que estamos ante el mejor juego de los pensados para ese medio que he probado, y han sido unos cuantos. Un guión lleno de fuerza, unas mecánicas que no se ven entorpecidas por los requisitos de la realidad virtual, y una ambientación excelente son valores suficientes para decir que estamos ante un título notable, que sin duda es más que la suma de sus partes, y que igualmente no tiene defectos reseñables en su contra. También es cierto que es un título muy corto, y esto echará para atrás a muchos, o les hará esperar por una rebaja, pero el juego de Spectre Vision es una experiencia digna de ser jugada. Ciertamente su duración en este caso juega totalmente a favor, y lo convierte en un juego casi experimental.
Amantes de los walking simulators, los thrillers, los juegos narrativos, y de los títulos que se salen de lo común todos están de enhorabuena, y los jugadores en general también. El hecho de que un gigante como ubisoft haya confiado en un proyecto como este, y que sus creadores no se hayan conformado entregando un juego torpe en cuanto a mecánicas, son una buena noticia para todos. Puede que Transference no te interese, o que te lo apuntes para luego, pero creo que establece un precedente muy positivo, y que sería bueno que tuviera éxito.
* Agradecemos a Trinity Team el material recibido para realizar esta review.