Aeternum Games Studio busca maravillarnos con una precuela de Aeterna Noctis, pero se quedan a medio camino por culpa de su ambición.
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En medio de un aluvión de juegos AAA, parece que propuestas independientes tienen que hacer casi que el doble del esfuerzo para poder resaltar. En 2024 la escena independiente, o más bien la AA, alejada de todo bombo mediático, se ha comprometido a lanzar grandes títulos que logran destacar dentro de todo lo bueno que ha salido este año, y parece que el desarrollo de juegos en España ya se está haciendo fuerte en la industria.
Summum Aeterna es una precuela del ya exitoso Aeterna Noctis, juego de Aeternum Game Studio quienes han querido arriesgar con esta nueva entrega. Tratándose de una precuela, y teniendo en cuenta lo que acaba de hacer The Game Kitchen con Blasphemous 2 y su continuismo en las mecánicas, Summum Aeterna es una propuesta interesante que busca separarse de lo que les funcionó en el pasado para atacar un nuevo público y seguir expandiendo su franquicia.
Siendo así, Summum Aeterna no es un metroidvania, se trata ahora de un roguelike, pero que no ha logrado despegarse del todo de su predecesor, siendo un cambio interesante, pero que nos ha dejado con una sensación agridulce y bastantes ganas de ver qué nos tienen preparado para el futuro.
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Apartado técnico
Es complejo pensar que voy a analizar este juego sin tener en cuenta cómo era Aeterna Noctis, y es que si bien son diferentes juegos, hay cosas que podemos llegar a evaluar de forma distinta respecto a su apartado gráfico, pues en teoría este debe estar a la par que la otra entrega.
Gráficamente, el juego no sorprende, es un tanto plano y simple en cuanto a su propuesta de diseño. Esto puede ser debido a muchos factores, pero a primera vista el juego no es algo que deje una huella en los usuarios o algo emblemático como para pensar que hay algo demasiado positivo como para destacarlo. Tampoco se trata de algo feo o mal hecho, ni mucho menos, pero este pierde atractivo en la variedad de su mundo y la profundidad de los escenarios.
Ya he dicho que no lo quiero comparar demasiado con su predecesor, pero en Aeterna Noctis los escenarios tenían vida, eran algo muy especial que demostraban cariño y por supuesto mucho trabajo. En esta ocasión no es así, si bien no son escenarios feos, si tienden a ser monótonos y poco detallados, demostrando que el cambio de jugabilidad ha afectado este punto de forma radical. Pasar de un metroidvania donde puedes crear tus propios escenarios y todo su diseño a un roguelike que te limita en este punto, pues la generación aleatoria de los pasillos elimina ensucia un poco el diseño atractivo de los mismos.
Por otro lado, hay que aplaudir el apartado sonoro, pues este deja un aura intensa de guerra, conflicto y desesperación. La era de la oscuridad es la que está reinando, por lo que tenemos una ambientación auditiva a la altura, pero no solo eso, pues todos los efectos están muy bien logrados, sobre todo pensando en los combates contra jefes.
Lo anterior tiene una pega, y es que varias veces, más de las que me gustaría admitir, el juego se quedó sin efectos especiales, es decir, partidas largas de más de una hora podían estar sin ambientación, solo el sonido de los enemigos caminando y la banda sonora. Esto fue algo que me afectó bastante, pues se pierde la inmersión, pierdes el aprecio por la partida y no te dan ganas de jugar esa “run”.
También hay que resaltar el rendimiento del mismo. No es usual recalcar que juegos 2D tengan un rendimiento increíble, pues estos no ponen a prueba nuestra consola. Solo resaltamos el rendimiento cuando este cuenta con tirones, pero no, este juego va bastante bien. Lo que quiero resaltar es que cada cambio de sala es instantáneo, sin parones ni pantallas de carga. Juegos como Hades o Metroid Dread, que tienen transiciones parecidas tienen un ligero parón, algo mínimo pero perceptible. Summum Aeterna no, y esto es bastante bueno, pues la acción y dinamismo no se detienen, nunca.
Jugabilidad
Vuelvo a recordar que este título tuvo un cambio drástico en la jugabilidad respecto a Aeterna Noctis, y es que ahora estamos hablando en una mezcla entre un roguelike/lite y un metroidvania. Esta combinación cuenta con sus cosas buenas y malas, pero que sin duda es algo original que se aleja de todo lo ya antes visto en juegos de este estilo.
Al puro estilo de Dead Cells, Summum Aeterna apunta a un juego con generación de escenarios de manera aleatoria en cada partida, siendo estos escenarios algo más parecido a los mapas que tenemos en juegos metroidvania. De esta manera, podemos desarrollar nuestras partidas teniendo en cuenta que siempre habrá un inicio y un final en cada mundo, por lo que existe cierto “back tracking” que no termina de salir del todo bien.
Me extiendo en el tema de los escenarios y la forma en la que nos desplazamos antes de entrar en todas las características de juego restantes, y es que la base del juego cuenta, para mí, con un error que provoca diferentes momentos no deseados y que son culpa de la intención y, tal vez, la decisión del estudio de desarrollo por no alejarse demasiado de su juego anterior.
Con lo anterior me refiero a que la estructura de la construcción de los escenarios está cimentada en generarlos a partir de un esquema metroidvania, pero no para un juego con estas características, sino para un roguelike, cosa que es totalmente distinta. Entonces, tenemos diferentes caminos, pero solo una salida, rompiendo la escencia del roguelike y dejando una mezcla un poco extraña.
Dentro de esta mezcla, el juego se compone de 2 formatos distintos dependiendo de la fase de juego, siendo la primera una fase donde debemos buscar un portal que nos lleve a la siguiente fase. En la búsqueda de este portal tenemos un mapa con variantes, por lo que si, por ejemplo, tomamos el camino de la izquierda, pero el portal está a la derecha, tenemos que volver por pasillos vacíos. Esto es un problema, pues los enemigos no se regeneran, no hay atajos, no hay forma de que ese trayecto de regreso sea amigable. Pero también pasa de la forma contraria, pues si tomamos el camino donde está el portal primero, lo que sentiremos es que dejamos sin explorar la otra zona, perdiendo las recompensas y mejoras para seguir a la siguiente fase, por lo que siempre habrá tiempos muertos de caminar en mapas vacíos.
La segunda fase es mucho mejor, dejando una estructura más sólida y amigable para el jugador. En esta fase lo que tenemos que hacer antes de llegar al portal, recoger unas llaves para poder pasar al jefe final. Y así funciona, luego de derrotar al jefe se reinicia el ciclo hasta que muramos.
Pero la generación de cada partida tiene otro elemento clave. Antes de iniciar una partida, tenemos que escoger una semilla, la cual generará el mundo al que vayamos a luchar. Cada semilla tiene sus propias cualidades, las cuales definirán al mundo que nos enfrentemos. Al inicio del juego no hay tanta variedad, y tampoco la habrá ya habiendo avanzado mucho más, y es por eso que es muy importante modificar las semillas, cosa que podemos hacer para darles otras propiedades y cambiar la experiencia de forma aún más aleatoria.
Y para sortear cada mundo debemos estar bien preparados, y por eso es que es momento de hablar de las armas. El juego cuenta con 3 tipos de arma, una espada, una hoz o guadaña y unas pistolas duales. Sí, parece una combinación bastante extraña, pero está ahí. Antes de empezar debemos escoger nuestra arma e ir mejorando o cambiando según vayamos encontrando en nuestra partida, con esto escogemos nuestro estilo de juego, cosa que se siente bastante bien.
Hay que decir que la guadaña/hoz es la peor de las 3 con diferencia. No cuenta con ventajas claras y sus características empeoran nuestro movimiento, por lo que la he abandonado luego de darme cuenta de todo esto.
Estas armas, además, podemos mejorarlas y darle propiedades diferentes siempre que avancemos y consigamos diferentes coleccionables. Mejorar las armas es muy bueno porque te da la posibilidad de comenzar cada partida con un bonus, algo que te facilite el viaje y te ayude a avanzar más rápido.
Y aquí llega un punto complejo de valorar, pues las bonificaciones son algo necesario para la progresión de nuestra partida, pero en Summum Aeterna hay demasiadas variaciones. Esto no es malo, pero sí complejo de gestionar. Por ejemplo, con cada partida conseguimos elixir, este lo podemos canjear en una fuente para recibir mejoras directas a nuestro personaje. También podemos conseguir unas semillas especiales para modificar las características de los enemigos y del mundo, siendo algo totalmente diferente a las semillas generadoras de mundos. Por otro lado, y habiendo avanzado en el juego, tendremos acceso a una zona especial donde modificamos más variables importantes, pero no necesarias.
Lo anterior suena agobiante, y lo es. Pero sin todos estos elementos, el juego perdería mucha fuerza, por lo que es un movimiento acertado que da variedad a cada partida. A esto hay que sumarle que cada vez que avanzamos en nuestra partida, vamos desbloqueando más y más variables.
El juego tiene bastantes cosas por hacer, pero parece que se queda corto en lo más importante, y es la jugabilidad. El problema de los escenarios es relevante y puede mejorar. La monotonía puede afectar la percepción de cada jugador, pues a veces el ritmo se pierde y parece que vencer a todos los jefes es una tarea titánica en cuestión de tiempo.
Y aquí llegamos al último punto, uno que conlleva a que la experiencia se sienta lenta. La dificultad en Summum Aeterna es elevada, y esta va a ir aumentando. El hecho de que sea difícil ayuda a que no se sienta soso el trayecto a cada portal, pero también va a afectar bastante nuestra experiencia al avanzar mucho, pues se volverá tan difícil que es complicado continuar una sola “run”. Solo unas builds muy específicas pueden contener la dificultad, sumado a que una de las 3 armas es inservible, todo se complica y se vuelve frustrante.
No puedo decir que su jugabilidad no e ha gustado, pues he disfrutado bastante jugando y llega un punto en el que juego en bucle sin pensar demasiado porque lo estoy disfrutando. Pero cuando noto los problemas que tiene, no puedo apartar la vista y esto desmotiva a cualquiera.
Duración
Summum Aeterna es un juego que depende de la habilidad del jugador para definir cuál es su duración. Pero también la progresión tiene bastante influencia, dando facilidades a quienes ya lo tienen todo mejorado. Con esto en mente, el juego puede durar más de 15 horas fácilmente. Lo anterior no toma en cuenta que es bastante rejugable y si te gusta explorar cade escenario y medir qué tan lejos llegas en cada partida, la duración se puede disparar a algo más allá de las 20 horas.
Mi caso ha sido especial, pues he logrado avanzar bastante en una de mis primeras partidas gracias a la suerta, pues me formé una build de sanación que me hacía casi invencible. Aún así y con todo esto dicho, no me parece que se extienda demasiado por lo que puedo decir que es una duración bastante aceptable para esta clase de juego.
Conclusión
Summum Aeterna es un gran videojuego. Quizá no logra la calidad de su predecesor, pero esto no implica que sea un mal juego. Su propuesta es arriesgada teniendo en cuenta el éxito que supuso Aeterna Noctis, por lo que lo fácil hubiera sido replicar la fórmula. Ahora, y con un estilo roguelike, Aeternum Games Studio logra un juego entretenido, pero con varias costuras que pueden afectar la experiencia.
El desarrollo de juegos en España está en constante crecimiento, y juegos como este logran posicionar esa idea de que es un país donde la industria puede seguir creciendo y mejorando.
Summum Aeterna resulta ser esa clase de videojuegos que quieren abarcar varias cosas pero que algo se les acaba escapando. En esta ocasión, el talón de Aquiles del juego es su forma de presentar los escenarios aleatorios, cosa que es fundamental en un roguelike y que aquí no han logrado concretar por culpa de una combinación un poco controversial. Pero tampoco se le escapa lo positivo, y es que la variedad de cosas por hacer y mejorar, el sistema de progresión y todo lo que implica la jugabilidad es bastante bueno.
Siendo así, Summum Aeterna es un gran juego pero la gloria se le escapa por culpa de su ambición.
Análisis de Summum Aeterna
Análisis de Summum Aeterna-
Apartado técnico75/100
-
Jugabilidad80/100
-
Duración80/100
Lo bueno
- Su sistema de progresión
- La variedad y estímulos para jugar y jugar
- Su jugabilidad rápida y atractiva
Lo malo
- La generación aleatoria de escenarios
- El sistema de juego al estilo metroidvania