Analizamos Stela, una breve y agradable aventura, demasiado deudora de otros referentes de su género.
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En este análisis quiero evitar por todos los medios referirme a esa cita, esa que estáis pensando de Oscar Wilde en la que habla de lo que supone una imitación. Voy a resistirme con uñas y dientes, a pesar de que este Stela no puede dejar de seguir la estela (ja) de los dos clásicos que hasta ahora ha facturado Playdead. Si hablamos de un juego de plataformeo y puzzles, en colores pálidos, de temática tenebrosa y un tanto metafísica, sin duda serán Limbo e Inside los que se nos vengan a la cabeza. Quizá alguno que otro, los menos, pensará también en el The Missing de Swery, pero sin duda con quien será comparado hasta la saciedad Stela es con ambos clásicos.
Pero lo cierto es que Playdead no inventó el género, y que ya en tiempos de la Megadrive podíamos disfrutar de títulos como Another World o Flashback, que con sus salvedades sentaron las bases de lo que es el género hoy en día. Sin embargo no es que Stela sea un simple remedo sin personalidad alguna, sino que a base de bajar la duración y la dificultad, e incorporar algunos momentos y atmósferas más propias del terror, consigue tener cierta personalidad propia. ¿Conseguirá Stela escapar del agujero negro creativo al que la exponen los precedentes de Playdead? Lo veremos en nuestro análisis.
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Apartado técnico
Si sus primos mayores son practicamente odas al blanco y negro, con sus raíces en el cine mudo e incluso el expresionismo alemán (sobre todo en el caso de Limbo), en Stela encontramos (algo de) color, y mayor cercanía a una concepción de la cinematografía más americana. En el juego encontraremos zooms, planos generalísimos, y muchas concesiones al efectismo bien utilizado. Stela se describe como aventura cinemática, y de hecho y a pesar de su perspectiva siempre horizontal, lo es sin duda alguna.
Los escenarios no son los más detallados del mundo, pero al menos apuestan por la variedad. En su recorrido por un mundo a punto del colapso, la protagonista recorrerá paisajes helados, bosques en llamas, cuevas y templos entre lo futurista y lo inca. La música no es demasiado destacable, pero sí su uso, perfectamente escriptada para resaltar los momentos de tensión. El diseño de sonido se encuentra al mismo buen nivel, convirtiendo el juego en una buena experiencia para jugar con cascos.
Jugabilidad
Stela es esencialmente, tal y como ya hemos dicho, un juego de plataformeo y puzles, que no nos exigirá demasiada habilidad o destreza mental, puesto que su principal cometido es la de llevarnos por un recorrido agradable y emocional de aproximadamente dos horas de duración. Las mecánicas no son muchas ni demasiado complejas, tampoco demasiado originales. Podremos correr, agarrar y tirar de algún objeto, y por supuesto saltar. En algunas ocasiones podremos aprovechar la profundidad 2.5D del escenario para poder evitar a algún enemigo. El juego no es desafiante en exceso, pero tampoco nos lleva de la mano hasta el final sin requerirnos algo de ingenio.
En más de una ocasión deberemos recurrir al ensayo y error para superar determinada situación, aunque demasiadas veces suele bastar con una única repetición para conseguir superar un obstáculo. Los acertijos no son demasiado complejos, pero tienen la virtud de resultar naturales en su resolución. Todo es más o menos lógico, y además guarda cierta correlación a lo largo de todo el juego. La zona de los cubos de luminosos, que combina con especial soltura los dos elementos principales del juego, son sin duda el broche perfecto para cerrar el juego.
En definitiva un título donde lo que importa es que podamos asistir cómodamente a un viaje, puede que iniciático, en un mundo llegando a su fin que huye de la posibilidad de resultar frustrante, como huye Stela de plagas de ratas y bestias durante todo el juego.
Duración
Stela debe ser tomado como un juego píldora, un relato breve, una experiencia para ser consumida en una sola sentada. Terminar Stela me llevó algo más de dos horas, pero al parecer es posible hacerlo en menos de hora y media, según reza uno de los dos logros que no pude desbloquear. Como juego confortable, similar a una peli de tarde, que intenta ser nos sirve justo lo que tiene para ofrecer, sin enredarse, ni intentar confundir o engañar al jugador. No hay más cera que la que arde, pero bueno según se mire ya nos viene bien. No todos los juegos pueden ser el viaje de nuestra vida, ni todos los melodramas deben ser Breve Encuentro, a veces un Bajo el sol de la Toscana nos entra requetebien.
Conclusión
En el tema de imitar, o decidir heredar la apuesta estética y estilística de trabajos que admiras, todo el mundo está de acuerdo en que está justificado si puedes mejorar el trabajo original. Este no es el caso de Stela, pero tampoco va a arruinar el recuerdo que tengamos de otros exponentes del género. De hecho si disfrutaste con Inside, y estás loco por volver a enfrentarte a Flashback o un nuevo Abe’s Oddysee, Stela es quizá el tentempié que estabas esperando.
Stela no nos ofrece algo nuevo, pero nos ofrece algo lo suficientemente bueno como para prestarle nuestro tiempo durante solo un par de horillas. El juego creado por el, habitualmente estudio soporte Skybox Labs es quizá un ensayo con el que el estudio busca demostrar que son capaces de crear algo desde cero, y en este tipo de trabajos es normal mimetizarte con tus referentes. Al fin y al cabo la imitación es la mejor forma de… AGH!
*Gracias a Skybox Labs por habernos proporcionado el material para la review.