Analizamos Starlink: Battle for Atlas, una aventura de ciencia ficción para toda la familia que promete traer los juguetes a la vida.
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Los que llevamos jugando desde los años noventa conocemos un tiempo en el que los juegos “para toda la familia” eran realmente para cualquier miembro de la misma, o lo que es lo mismo, no significaba ser únicamente para los más pequeños o la renuncia a la complejidad en sus mecánicas. Los juegos que elaboró la extinta Virgin con las licencias disney son ejemplos paradigmáticos de esta filosofía, en la que un juego tenía algo que ofrecer a un jugador sin importar su edad. Muchos años Starlink: Battle for Atlas me ha dado una muy agradable sorpresa en este sentido. El título de Ubisoft que llega acompañado de unas naves periférico que podemos conectar a nuestro mando para aumentar la inmersión, es un juego blanco y que aúna la calidad de su control, con la riqueza de sus mecánicas, y una accesibilidad a prueba de bombas.
En Starlink Battle for Atlas nos metemos en la piel de la tripulación de la Equinox, nave de aventureros que deberá enfrentarse a la Legión, una peligrosa secta intergaláctica y sus esbirros robóticos que aspiran dominar el sistema solar Atlas. El juego nos permite ponernos a los mandos de varios tipos de nave, encarnando a varios pilotos distintos, cada uno con su propio bagaje, arbol de habilidades, y un poder especial que podremos usar en momentos de extremo peligro. El mundo abierto de Atlas, con varios planetas por explorar y un peligroso espacio exterior donde se dan algunos de los mejores momentos del juego, viene a ser una versión “artesanal” de lo que nos ofrece No Man’s Sky. Renunciamos a la peculiaridad y misterio del universo del título de Hello Games, y a cambio obtenemos un sistema de combate robusto, mucho más complejo, gratificante y divertido.
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Apartado Técnico
Starlink: Battle for Atlas ha sido creado por Ubisoft Montreal utilizando el engine SnowDrop, que demuestra una vez más su versatilidad, teniendo en cuenta que ha sido utilizado en juegos de lo más variopinto, desde South Park: Retaguardia en Peligro hasta The Division. El mundo abierto de Starlink, tal y como ya os hemos dicho antes puede recordarnos en muchos momentos al de No Man’s Sky, pero frente a la generación procedural de planetas y criaturas aquí tenemos un universo totalmente manufacturado, y se nota para bien.
Los planetas de Atlas son hermosos, exuberantes, extraños y coloridos, aunque las secciones dominadas por La Legión aparezcan como parajes grises y devastados. Aunque no estemos ante un mundo muy populoso, no habrá rincón que no parezca vivo y lleno de secretos, y todo tipo de recursos que podremos recolectar y que aportarán algo a nuestros aliados de la resistencia en cada planeta.
En cuanto a diseño de personajes el juego no baja el nivel. No hay una gran variedad de enemigos, pero los que están están creados con habilidad e imaginación. Desde los pequeños diablillos, a los gigantes aplastadores, pasando por los maravillosos y épicos Titanes, que nos harán sudar la gota gorda en nuestros primeros encuentros. Si bien las naves disponibles no son especialmente destacables por su diseño, palideciendo un tanto respecto a nuestros enemigos, tenemos que resaltar el increíble mimo y calidad de sus animaciones, que nos harán quedarnos embobados observando como la misma reacciona a cada una de nuestras acciones de forma increíble.
Aunque en el aspecto sonoro no encontramos melodías que tomen demasiado el protagonismo, es cierto que son muy eficaces en resaltar la epicidad de nuestras partidas, aunque hemos detectado algún que otro fallo de escriptado que hace que canciones de batalla se reproduzcan cuando no hay ningún enemigo frente a nosotros. En cualquier caso Starlink no puede valorarse en nada por debajo de un sobresaliente tanto en el aspecto técnico, como artístico.
Jugabilidad
Que Starlink tiene una de las curvas de dificultad mejor medidas de los juegos de acción que he probado en los últimos años es un hecho. Hasta sus compases finales mantiene el tipo sin ser en absoluto un juego desalentador, y siempre encontraremos desafíos, incluso cuando una sabia elección de potenciadores y armas nos convierta en una máquina de destrucción bien engrasada. Los controles son robustos, las mecánicas están bien niveladas, y el catálogo de armas y arboles de habilidad están bien afinados. Starlink es fácil de jugar y difícil de dominar. Por mucha habilidad en el vuelo y el combate que tengamos siempre nos exigirá reflexión y algo de estrategia, bien sea en los elementos internos como armas o el piloto a utilizar para cada misión, como elementos externos como la gestión de recursos y alianzas.
El título de Ubisoft posee un componente estratégico innegable, puesto que para ir liberando del yugo de la legión cada uno de los planetas de Atlas necesitaremos contar con los lugareños, bien sea con bienes y modificaciones de todo tipo, bien sea con el soporte puramente militar. En cada uno de los planetas del sistema habrá uno o dos titanes infectando el mismo de reactores que extraen la enegía del centro del mismo, y que a su vez reconducen a unas gigantescas naves nodrizas que necesitaremos derrotar antes de enfrentarnos al lider sectario Grax. Si acabamos con los reactores y reunimos aliados mediante pequeñas misiones secundarias, nos será más fácil derrotar a los titanes, y si derrotamos a los titanes será más fácil acabar con los aliados de Grax, y finalmente con él mismo.
Conseguiremos destruir nuestro primer reactor tras una batalla épica y dura, que palidecerá ante nuestro primer titán, y este hará lo propio cuando destrocemos el reactor interno de nuestra primera nave Acorazado. Este aumento de tensión, escala y dificultad es muy acertado, y solo se verá empañado por un enemigo final que es más resistente que difícil. No se puede negar que la labor de liberar los planetas de Atlas viene a ser esencialmente la misma, aunque en los mismos contemos con suficientes distracciones, y detalles para los completistas como para estar entretenidos durante muchas horas. Tampoco se puede negar que lo mejor de Starlink sucede en el espacio, donde las batallas son más vertiginosas, espectaculares y divertidas, y sin embargo no se puede negar que el conjunto es notable.
Como punto negativo el guión, sus personajes principales, y la implicación que busca en nosotros no ha estado siempre a punto, con una trama bastante vista, y lo que es peor, blandita. Para colmo desde el punto de vista puramente narrativo el juego tiene serios defectos, y lagunas que a menudo nos de la impresión de estar ante una segunda o tercera parte de una franquicia, en vez de en la primera. No es que el juego no se moleste en presentar a sus personajes, pero la relación entre la tripulación, y el afecto y vivencias que se adivinan entre ellos, resultan impostados y falsos, no pudiendo conectar con ellos en casi ningún momento. Todo esto viene sazonado además con el añadido de los juguetes, en el caso de que adquiráis la edición física, o los compréis aparte.
El hecho de poder cambiar de nave y armas “físicamente” no es lo más práctico, pero es más inmersivo, y sin duda acercará el juego aún más a los pequeños de la casa. No es necesario jugar con las naves de plástico que acompañan al Starter Pack, pero sin duda esa es la experiencia completa que ofrece Ubisoft, y sin duda aporta personalidad al producto. La nave incluida con el starter pack es ciertamente pesada, pero curiosamente una vez colocada en el mando no se siente incómoda en absoluto. Como punto negativo, una vez colocado el soporte en nuestro mando es un tanto difícil acceder al botón “select”.
Quién busque una space opera a la altura de Mass Effect no encontrará aquí su juego, pero quién acuda buscando un juego de aventuras divertido, desafiante, y gratificante de jugar, no debería perderse este juego de Ubisoft que ofrece mucho más de lo que sus trailers anticipaban.
Duración
Cuando revisé las horas jugadas para hacer esta review Starlink me dió su última sorpresa, nada menos que 16 horas que hubiera jurado que habían sido la mitad. No es que el juego me hubiera dejado con las ganas, sino que realmente las más de quince horas se me habían pasado volando. Os aseguro que no soy una persona demasiado completista, y llegado a un punto me limité a seguir la trama principal y hacer lo justo y necesario para avanzar.
Llegué al final del juego con dos planetas por explorar, un acorazado por vencer, y varios secretos por descubrir que he podido abordar más tarde gracias a que el juego cuenta con un endgame que nos propone terminar de liberar al 100% a los pueblos de Atlas. Dudo que para un cazador de logros, coleccionables, y perfeccionista en general el título pueda bajar de las 23 o 24 horas, y si bien no se puede pasar por alto que cierto nivel de grindeo es necesario, el juego no parece tener demasiado relleno.
Conclusión
No voy a decir que Starlink es un juego sin pretensiones porque todo lo que pretenda sea resultar absolutamente entretenido, porque eso no es en ningún caso falta de ambición. El juego no inventa nada, y la trama es una mera excusa para ir por ahí haciendo barrel rolls y enfrentándonos a sectas espaciales a tiro limpio, pero la propuesta es tan robusta, efectiva, y por qué no decirlo, inspirada, que nuestra impresión final es absolutamente positiva. Resulta refrescante un juego que pone por delante la jugabilidad, y que consigue con creces todo aquello que pretende.
Los amantes de los juegos de naves, de las aventuras, y de la exploración espacial tienen en Starlink: Battle for Atlas un título gozoso, que viene además con el añadido de las naves accesorios que harán las delicias de los niños de verdad, y del niño interior de más de uno. Reiteramos, un juego absolutamente refrescante y artesanal. No te lo pierdas.
* Agradecemos a Ubisoft el material recibido para poder realizar esta review.