Raiders of the Broken Planet renace en Spacelords, que ya es un juego completo y Free-to-play. ¿Merece la pena invertir vuestro tiempo en él? Ahora, por supuesto que sí.
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El recorrido de Spacelords es muy corto, pero para los que no lo sepan o lo hayan seguido, el título original del juego era Raiders of the Broken Planet. Mercury Steam, quizá el estudio más prestigioso del panorama del videojuego en España, ha sido la encargada de traernos esta novedosa aventura, que quizá llega en un momento de exceso de juegos de todo tipo, pero que cuenta con todos los alicientes para triunfar -por fin- en esta complicada jungla de lanzamientos que eclipsan al usuario.
Raiders of the Broken Planet es la pequeña joya del estudio. El juego que siempre quisieron hacer. Llevan años participando en otros proyectos con grandes empresas, como Konami y sacando títulos de una factura increíble como las dos entregas de Castlevania: Lords of Shadows, o precisamente el último año, uno de los mejores Metroid, en esta ocasión, en forma de excelente remake para Nintendo 3DS, que les ha llevado a obtener grandes premios y reconocimiento por ello. Precisamente, cuando estaban en mitad del desarrollo del segundo Castlevania, es cuando se les pasó por la cabeza este nuevo universo de personajes en forma de multijugador asimétrico, el cual, ha ido cogiendo forma con el paso de los años.
De una manera bastante discreta para lo que estamos acostumbrados con los lanzamientos del estudio, Raiders of the Broken Planet se lanzó a finales de 2017, con una estructura fácil y asequible para el jugador. Un par de misiones gratuitas para todo el mundo que contenían el núcleo del juego y la primera campaña por sólo 9,99€, era muy accesible para todo el mundo. Pero a pesar de todo, no conseguía remontar el vuelo como se merecía: problemas técnicos, falta de audiencia, escasa población de jugadores…demasiados escollos para seguir adelante.
Pero aún así, este proyecto, que es el primero autopublicado por el estudio en años, se merecía mucho más. Y poco a poco ha ido creciendo hasta salir del capullo con un nuevo nombre. Ahora se llama Spacelords y es totalmente Free-to-play. Como he comentado en más de un artículo y en redes, no se puede negar que es un juego del que me enamoré completamente desde el primer momento que lo pude probar en un evento de prensa. El gameplay, las animaciones y sobre todo, sus personajes, que derrochan personalidad en cada captura.
Spacelords, además, ha traído consigo una mejora en la manera de contar el juego, en hacer paquetes de la historia, para que no nos perdamos nada. Como si hubiera pasado por un periodo Early Access en el que todas sus ideas se hubieran plasmado con actualizaciones, es ahora y solo ahora cuando el universo de Raiders se encuentra completo, rico y con margen suficiente para ampliarlo a… ¿otros planetas?
El argumento de Spacelords gira en torno al Planeta Roto. Nuestro protagonista, Harec, pertenece a la raza de los nativos de este lugar. Antaño, sus ancestros, descubrieron que las entrañas del planeta estaban repletas de Aleph, una especie de material energético que lo cambiaría todo. Su civilización y su poder creció a pasos agigantados, hasta que su avaricia por el preciado material, les llevaría a generar un fallo en cadena del planeta, que se rompió en pedazos irremediablemente.
Hubo tantas muertes y fue tanta la tragedia, que los sabios del planeta decidieron que se abandonaría el uso del Aleph para la guerra y la tecnología y vivirían pacíficamente desde entonces. Sin embargo, mucho tiempo después, los humanos, descubrieron accidentalmente el Planeta Roto, y por supuesto, la energía Aleph. Las 3 facciones (El Quinto Concilio, Umbra Wardogs y la Division Hades) pronto se empezaron a enfrentar por el control del planeta, en el que los habitantes, totalmente superados, empezaron a revelarse poco a poco, siendo su líder Harec, que está reuniendo una fuerza de mercenarios de cualquiera de estas facciones, que por un motivo u otro decidan luchar con él.
Apartado técnico
Al analizar Spacelords y no Raiders of the Broken Planet, debemos referirnos al estado actual del juego, desde su lanzamiento el 23 de agosto, en el que cuenta con muchas características que lo mejoran notablemente, como el crossplay con Windows 10 y Steam, o el soporte para Xbox One X, donde conseguimos una resolución de 1440p y un objetivo de 60fps, que ciertamente no consigue alcanzar la mayoría del tiempo. En Xbox One S, nos conformamos con una resolución menor, pero sin embargo también se juega muy bien, con una tasa de frames entre los 40-50fps. Tampoco está de mas añadir que en Xbox One, el juego sigue siendo Xbox Play Anywhere, por lo que podrás llevarte tu partida al PC y viceversa.
Por otro lado, es innegable que el apartado artístico del juego es su mayor virtud. La experiencia y la maestría del estudio en la creación de personajes o universos, se representa en toda su magnitud en cada uno de los Raiders, sin excepción. Detallados, con personalidad, muy diferenciados entre sí e igualmente útiles en batalla, resultan atractivos para el jugador, con una estética a medio camino entre el realismo y el cómic que le sienta de perlas.
Pocos hemos podido evitar enamorarnos -también por haber visto las cinemáticas cientos de veces- de Alicia o de Lycus Dion. A pesar de saber de su historia a través de los comics lanzados en la web de Mercury Steam, el protagonismo que tienen en cada una de las pantallas de menú o en el juego, ponen de manifiesto la importancia que tiene para el estudio. Además, cada uno de los escenarios parecen encajar con los personajes perfectamente y nunca los sentiremos fuera de lugar, ni por los numerosos enemigos, ni por los bosses.
La banda sonora de Spacelords mezcla esa epopeya planetaria de héroes con un elemento western muy marcado que va con los personajes. En su mayoría, parecen ser solitarios guerreros que no juegan muy bien en equipo pero que tienen que terminar haciéndolo, y ese constante empujón al usuario para que sienta con la música que estamos buscando pelea, le viene como anillo al dedo. Lamentablemente, aunque estemos hablando de un estudio español, el juego no está doblado, solo traducido, sin embargo, le hemos cogido cariño a los acentos de cada uno de ellos, que parece sacado de un país ingles diferente: Alicia parece australiana, Harec británico, Konstantin parece alemán, etc…
Eso sí, todo no son luces en Spacelords. Muchos usuarios pensarán que el cambio de nombre no va a hacer que nos acordemos del agobiante, desesperante y ridículo problema de matchmaking que hemos sufrido en Xbox One desde prácticamente el principio del juego. Y no solo eso, salidas de partida, bugs que no se solucionaban en semanas y toda una serie de desdichas que, dicho sin tapujos, espantaban a todo el que se acercaba al juego a pesar de sus bondades.
Celebramos profundamente y podemos decir bien alto, que estos problemas se han acabado por completo. A excepción de un arranque accidentado en el que la versión de la consola de Microsoft se quedaba pillada al intentar jugar en matchmaking, todo se ha solventado y se puede jugar sin preocupación alguna. Y además, para compensar a los veteranos, nos han regalado algunas monedas y a los que compramos las campañas, unas skins especiales y exclusivas que ni siquiera los nuevos pueden adquirir.
Jugabilidad
Spacelords cuenta con 18 misiones completas que nos guiarán a través de la historia como si de una campaña se tratara. Cada una de ellas, de duración entre 20 y 30 minutos, se podrá jugar en solitario, o como es normal, en matchmaking con otros 3 jugadores, para que sean 4 los que se enfrenten a los retos de cada misión. Esto no deja de ser un juego cooperativo en el que nos tendremos que enfrentar a oleadas de enemigos mientras avanzamos en el mapa y activamos nuevas áreas, que se van mezclando con las cinemáticas hasta llegar al objetivo final de cada una.
Evidentemente, no es lo mismo jugar cada fase con un Raider diferente, por lo que la variedad de 16 personajes -cuando los desbloqueemos todos-, será suficiente para muchos. Pero la principal novedad diferenciadora de Spacelords, es la inclusión del Antagonista. En este caso, es un 5º jugador que se enfrentará al equipo de Raiders junto a los enemigos manejados por la IA. La labor principal del antagonista, una copia maléfica del Raider que elijas movido por un ser astral que parece entretenerse molestando al resto, es precisamente impedir que los jugadores consigan su objetivo.
Tanto para unos como para otros, mientras menos mueran y antes consigan su objetivo, más puntuación y recompensas recibirán. A parte de las Mercury coins, que sólo se puede comprar con dinero real y que sirven para adquirir skins, tendremos monedas estándar y luego créditos de facción, que serán útiles para comprar cartas de mejoras a cada personaje. En este caso, el sistema de evolución por fin parece haber alcanzado un estado más maduro, con un sencillo sistema de crafteo de armas a base de planos conseguidos en las misiones y de cartas totalmente personalizadas para cada personaje que nos permitirán obtener cierta ventaja en ocasiones muy concretas, como recargas después de usar el super, o hacer más daño cuerpo a cuerpo cuando aterrizamos después de un salto.
No podemos seguir hablando sin mencionar el entretenido sistema de lucha de Spacelords, que combina el cuerpo a cuerpo con los ataques a distancia. Contaremos con 3 movimientos: un golpe ligero, un agarre y un botón de esquiva. Pero esto no se usa así como así, tanto si nos enfrentamos a otro Raider o a cualquier minion, controlar el timing será esencial por su sistema de Piedra, papel, tijera: El golpe ligero rompe el agarre, el agarre rompe la esquiva y la esquiva rompe el golpe ligero. Es decir, que dependiendo de como te ataquen, tendrás una manera de interrumpirlo y lo mismo cuando tu ataques. Todo eso de una manera super-dinámica sin interrupciones y a mitad de una batalla.
En este caso, las armas pasan a un segundo plano de importancia, ya que son igual de dañinas, pero cada personaje tiene las suyas personales: Lycus tiene un cañón de mano con solo 3 balas de cargador, Ginebra tiene una especie de lanzador que repele a los enemigos, Harec un rifle de francotirador, Konstantin una ametralladora giratoria…
La progresión y el enganche dependen en gran medida de lo que disfrutes con el sistema de juego y sobre todo, si lo haces con algún amigo, porque en el sentido de la dificultad, el juego irá situándote en distintas ligas acordes a tu nivel y a tus puntuaciones, para enfrentarte cada vez a enemigos más fuertes, ya sea en el caso del antagonista o el de Raider. En este sentido, muchos se preguntarán, ¿que motivación tiene entonces jugar de Antagonista si lo único que haces es molestar en vez de cumplir la misión?
Para eso -y es otra novedad que no estaba en el comienzo de Raiders- existe un medidor de equilibrio que cambia conforme el Tier de dificultad donde te encuentres. Este equilibrio es una cuerda que se tensa para el lado de los Raiders o el de los Antagonista conforme los componentes de ese Tier jueguen mas con unos o con otros. ¿El problema de esto? Es que mientras más cerca del equilibrio esté ese medidor, más experiencia ganaremos todos los componentes, lo que prácticamente «te incita» a ir equilibrando la balanza para ir llenando todos los huecos de juego. Sinceramente, es una idea fenomenal y de la que prácticamente no se sabía nada.
Duración
Spacelords es el típico juego multijugador que al consistir en partidas muy definidas y parecidas cuyas variables van cambiando en función del personaje que tengas tu o tus compañeros, hace que sea muy versatil y consumas muchas horas con él sin darte cuenta. El problema principal, es que como Free-to-play que es nos encontraremos al principio con las misiones bloqueadas -que solamente tendremos que jugarlas en orden- o muchos de los personajes sin poder usar, ya que es necesario subir hasta niveles altos para poder contratarlos.
Pero como sabemos que hay muchos a los que les gustan los números, contaremos con 4 campañas con 4 fases cada una, de aproximadamente 20 minutos de duración. Sin contar con las múltiples opciones que puedes escoger para jugarlas entre Raiders y Antagonista, también tendremos más de 90 minutos de cinemáticas intercaladas, que conforman una historia interesante, la cual podremos ampliar con una especie de Glosario -también desbloqueable con monedas- que nos contará todo lo necesario y muchas historias de los Raiders que nos meterán más de lleno en su lore.
Conclusiones
Mercury Steam parece por fin estar encarando lo que lleva deseando desde hace años. El formato Free-to-play le sienta genial al renovado Spacelords y su fuente de ingresos -totalmente cosméticos- es apetecible a todas luces. Sus gran baza es la inmensa personalidad artística que derrochan sus personajes, que siempre están representados en pantalla de manera que la ocupan por completo, haciéndose protagonistas totalmente de las ganas de cada uno de nosotros de seguir jugando.
A pesar de los tremendos, inmensos, fatídicos errores que hemos tenido que aguantar los usuarios de Xbox One con una decepción tras otra, la pesada cortina que nos impedía disfrutar de uno de los juegos con la estética y las ideas más rompedoras y divertidas de esta generación al final se ha caído para dejar rienda suelta a un juego divertidísimo y ahora, disfrutable por cualquiera con las bondades del Free-to-play. Descanse en paz Raiders of the Broken Planet y larga vida a Spacelords.
*Gracias a Mercury Steam por habernos proporcionado material para la review.