Pacer llega haciendo gala de unos gráficos increíbles y de un estilo que bebe de los grandes clásicos del género y lo ponen casi a la altura de los mismos.
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El año 1990 fue el escenario de uno de los juegos de carreras más originales que yo haya visto. Gozando de las bondades del Modo 7, la Super Nintendo nos traía el excelente F-Zero, un juego de carreras a máxima velocidad con naves que desafiaban las leyes de gravedad. La saga fue mejorando con el tiempo y quedó al día de hoy desvanecida, mientras que otros sistemas más modernos tuvieron exponentes de este mismo género como WipeOut! y Redout.
Pacer, desarrollado y producido por el estudio R8 Games Limited bebe muchísimo de los títulos citados, pero lo hace con corrección, tomando todo lo que hicieron bien esas producciones y mezclando esos elementos para crear un juego con brillo propio, que si bien no transpira originalidad, es un muy buen exponente del género en todas sus características.
Si estáis cansados de desplazaros sobre cuatro o dos ruedas en trazados convencionales, vengan a dar unas vueltas conmigo en este análisis de un juego que se ríe de las leyes de Newton y que se ganará, sin dudas, un lugar de privilegio en el ranking de los que gustan de la velocidad futurista, o bien de los que quedaron traumados luego de ver las carreras de pods en Star Wars: Episidio 1.
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Apartado técnico
Destaco que el análisis lo realicé en una Xbox Series S y visualmente el juego me vislumbró. La sensación de aceleración que transmite en todo momento me resultó impactante desde la primera vuelta en mi nave recién estrenada. Todos los escenarios resaltan en color y formas que, a pesar de pasar a una velocidad espeluznante, logran destacarse y diferenciarse claramente unos de otros. Desde pistas en enclaves más desérticos con nieve, arena o cascadas, hasta trazados rodeados de ciudades y distintas edificaciones, Pacer muestra cómo los desarrolladores no dejaron ningún detalle al azar. Por otro lado, todas las pistas cuentan con una versión diurna y nocturna (además de la ya clásica versión espejada), lo que hacen que no se vuelvan repetitivas o cansadoras.
Los diseños de las naves están también muy bien logrados y las opciones de personalización hacen que cada uno de los vehículos se sienta propio y único. Desde el taller, puedes pasarte varios minutos pintando tu nave, adornándola con varios ítems, colocándole luces de neón muy al estilo Rápido y Furioso, y hasta modificando el color de la estela de fuego que desprenden nuestras turbinas. Conforme ganemos créditos en competencias podremos ir comprando nuevos objetos y tonalidades además de las que ya vienen de base y algunos ítems especiales que los desarrolladores regalan en fechas específicas.
Una constante en este tipo de juegos futuristas es la música tecno que pretende generar un ambiente industrial y que no tengo dudas que encantará a los que gusten de este estilo. Particularmente, no es mi caso y me encantaría que alguien, alguna vez, se dispusiese a utilizar un buen rock pesado o metal puro en estos juegos, pero entiéndase esto como un comentario a nivel personal. Más allá del estilo, la música tiene mucha variedad de canciones e incluso se puede cambiar con solo poner pausa en el juego y seleccionar la pista deseada.
En cuanto a los efectos sonoros, el juego vuelve a sobresalir en las colisiones, la voz de la computadora que nos avisa que nuestro escudo está a punto de desvanecerse y, principalmente, en los disparos de las muchas armas que tendremos a disposición para defendernos o atacar a nuestros rivales.
Pacer está perfectamente localizado al español en los menús y los textos, no así en las pocas voces que contiene, por lo que si el idioma te presenta un inconveniente para comprar un juego, no lo será en este caso.
Jugabilidad
El esquema de control es simple desde un punto de vista práctico pero dominar las naves en las curvas y en los saltos requerirá algo de tiempo, especialmente para aquellos que recién se estén iniciando en este género. Los comandos se basan en acelerar, una opción de turbo, un botón de armamento y el freno lateral que nos permitirá deslizarnos de izquierda a derecha al presionarlo, técnica que habrá que dominar si queremos tener alguna posibilidad de triunfo en las carreras.
Combatir no es simplemente un añadido sino una necesidad que se vuelve bastante profunda con las diferentes variantes de armas que los desarrolladores han decidido poner a nuestra disposición. Las recargas de munición para todo tipo de armamento (misiles guiados, minas, ametralladoras, granadas de luz, etc.) están repartidas por el trazado a modo de íconos naranjas, característica que comparten con las recargas de escudo, en ese caso de color violeta, y que a menudo tendremos que decidir cuál elegir en los momentos precisos mientras avanzamos hacia ellos a todo gas.
Las múltiples opciones para todo en este título son una constante, y eso también se evidencia en los modos de juego, que los hay para todos los gustos. Comenzar una carrera nos pondrá en el papel de un principiante que deberá hacerse su propio camino ganando carreras por sí solo hasta recibir un contrato de varios equipos, cada uno con sus cualidades particulares y objetivos, y que deberemos escoger. A partir de allí nuestra profesión nos llevará por varias categorías, desde la F3000 hasta la F1000 en múltiples trazados y disciplinas.
Pacer no solo nos permite disputar una carrera convencional, sino que nos brinda la chance de realizar pruebas de tiempo, eventos de eliminación, de resistencia y dos competencias muy particulares como lo son Storm (en donde tendremos que resistir en un área constante del trazado los embates climáticos del día hasta que todos los participantes hayan sido eliminados) y Flowmomentum donde la velocidad haría temblar al propio Flash ya que iremos incrementándola mientras traspasamos portales hasta llegar a un límite peligroso para nuestros ojos.
Para hacernos las cosas más sencillas tendremos opciones de configuración personalizadas en cuanto a la velocidad y al armamento, además de configuraciones predefinidas que podremos alternar para aquellas ocasiones en que la velocidad pura sea más necesaria o cuando nos sea prioritario que nuestra nave realice mejores curvas.
Las cámaras no se apartan de lo tradicional con una situada detrás de la nave, que es la que más tiempo utilizaremos, una localizada en lo que sería la frente de nuestro vehículo y un botón que nos permitirá ver dónde están nuestros rivales detrás nuestro, elemento que será por demás necesario en ciertas circunstancias ya que, por alguna razón inexplicable, el juego no cuenta con un mapa de la pista que nos muestre ni nuestra posición ni la de nuestros rivales, algo estándar en juegos de carreras y que se extraña mucho aquí.
Duración
Esta nueva entrega de R8 Games no es el típico juego que durará unos días, muy por el contrario, dominarlo requiere de tiempo y tal vez un poco de paciencia. Hacernos con la corona en todas las categorías y conseguir la graduación más alta en los eventos especiales puede llevarnos no menos de 30 horas, cortesía de la muy buena inteligencia artificial que acompaña a nuestros adversarios y la estructura de conducción que se nos plantea, en la que no podremos ganar solo con presionar el acelerador sino que requeriremos de un conocimiento mayor de las curvas, la ubicación de las flechas que nos darán mayor propulsión y del armamento que tendremos a nuestra disposición.
Conclusión
Los que hayan pasado mucho tiempo con WipeOut van a encontrar un nuevo hogar aquí en Pacer, un título que no deja nada de lado, complejo en sus múltiples modos y opciones, con variantes particulares y muy divertido desde el comienzo. Esta producción es sin duda pensada por y para fanáticos de este género de conducción futurista, pero también puede ser la manera ideal de que una nueva generación se enamore de este estilo como yo cuando me inicié en esto con F-Zero, allá por 1990.