Analizamos la última entrega de la mítica saga de conducción de Electronics Arts. Ya está aquí Need for Speed: Heat.
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Durante esta generación que terminará su ciclo el año que viene, muchas sagas han hecho aparición de nuevo, con más o menos éxito, ya sea a través de remasters, remake o continuaciones, y Need for Speed ha sido una de ellas. Si lo pensamos bien, esta generación ha sido un yermo para las carreras arcade AAA. Si, hemos tenido muchos y buenos representantes de la conducción, pero en este terreno, ha habido un líder indiscutible que también ha sido de lo más top a todos los niveles: Forza Horizon 3 y 4. Pero Need for Speed: Heat viene a atacar directamente a la raíz del problema: sumando toda la personalidad de la saga bajo un mismo título.
Tanto Rivals, como Need for Speed 2015 o Payback en 2017, son buenos juegos, con muy buenas ideas, y es complicado negar que son divertidos. Pero la genialidad y calidad sobresaliente del pasado de títulos como la serie Underground o Most Wanted ha quedado en el olvido, por no llegar a conseguir un producto redondo, que básicamente, era lo que hacía falta. Ghost Games, estudio interno de Electronic Arts y formado por miembros que siempre se han dedicado a la saga, retomó con menos fuerza de la esperada con Rivals el relevo de Criterion Games, los creadores de Burnout, que se encargaron de Most Wanted 2012, el último lanzado para Xbox 360.
Y es que este Need for Speed: Heat pudiera parecer una entrega más de las de Ghost Games… como siempre acaban vendiendo bien, pues adelante, sin complejos, ya se cansarán algún día cuando quememos la saga. Heat ni siquiera fue presentado en el E3, y su existencia prácticamente se conoció gracias a uno de los informes trimestrales de resultados financieros de EA, como dándole poca importancia. Pues estamos ante una gran equivocación, porque con lo que hemos jugado, podría ser perfectamente uno de los mejores de la saga.
Según la propia desarrolladora, Need for Speed: Heat es una suma de todo lo que la saga ha ido incorporando con los años y que son fácilmente identificables si habéis jugado como un servidor a los anteriores: La personalización de Underground, las persecuciones de Most Wanted, sistemas de enfrentamientos como en Rivals, una historia como en Payback, carreras legales como en Shift y un nuevo concepto que es el pegamento de todo el conjunto: un interesante sistema Día/Noche que funciona muy bien.
Y no es el típico sistema dinámico, si no que es más sencillo: Por el día puedes correr carreras legales y por la noche carreras ilegales. Por el día ganas pasta y por la noche la fundes en tu coche para ganar más reputación. Necesitas ambas para ser el mejor, pero la elección siempre estará en nuestras manos. Esto es Palm City y las carreras callejeras están en el ADN de cada esquina de la ciudad, pero el Capitán Frank Mercer ha creado una nueva unidad especial de Policía para frenar a estos peligrosos corredores y no tendrá piedad ninguna con los que infrinjan la ley.
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Apartado técnico
Es cierto que algún momento Need for Speed ha podido ser referente gráfico, pero es bastante complicado mantenerse a la altura de un gigante como Forza Horizon, sin embargo, tal y como ya sucedió con Payback, la optimización para Xbox One X le viene como un guante y aunque seguramente le quede un tirón para llegar a los 4K nativos, lo cierto es que luce bastante bien, eso sí, a 30fps muy estables. Aunque algún usuario nos ha comentado que ha sufrido algún que otro cuelgue, en todas las horas que hemos podido echar, lo cierto es que el juego ha ido como la seda y por ponernos algo delicaditos, algunas cinemáticas (que son gráficamente muy inferiores a la imagen generada en tiempo real) pegan algunos tirones y no parecen ir fluidas.
Lo cierto es que una vez manos a la obra, Need for Speed: Heat y Palm City nos puede proporcionar estampas realmente bellísimas, que unidas a nuestros magníficos coches personalizados pueden ocasionar «capturismo de pantalla compulsivo», sobre todo cuando llueve y se mojan las carreteras. El conjunto gráfico cumple sobradamente, pero también es fácil verle las costuras o sentenciar que el diseño de la ciudad podría estar más trabajado, algo que importa poco viendo el mimo que han tenido con el resto de apartados. Quizá es el aspecto de las físicas, aunque más trabajado, sigue sin estar al nivel de otros títulos, algo que se nota encima en los abundantes saltos que hay y como el coche cae como el plomo al suelo, temblando incluso exageradamente la cámara.
Como pasó con el anterior, aquí también hace su trabajo el motor gráfico, que otorga realistas reflejos en tiempo real en los charcos, iluminación dinámica, cambio climático y un ciclo directo noche y día que está perfectamente gestionado. El toque mágico para potenciar la velocidad y la contundencia de los coches se aprecia en la vibración de la cámara, los efectos del humo, la iluminación y sobre todo, un uso excelente de una paleta de colores viva, entre el morado y el azul, que encaja a la perfección con esa dualidad nocturna.
No se como puedo haberme aguantado tantos párrafos sin hablar del apartado sonoro. Si tuviera que definir con una palabra como es Heat en relación a su sonido, ésta sería contundente. Los motores, el petardeo, los derrapes y todos los efectos relacionados con los coches están recreados con un mimo soberbio. No sólo cada coche suena diferente, si no que hay una especial intención en que el usuario lo flipe con cada nuevo vehículo. La prueba definitiva la descubrimos cuando encontramos hasta 4 barras para modificar el sonido de nuestro tubo de escape, que ya de por sí es diferente para cada coche. Se nota que han puesto el amor donde realmente importa y por supuesto, está totalmente doblado al castellano.
Y aunque la saga siempre se ha caracterizado por tener una B.S.O siempre trabajada, es cierto que en las anteriores entregas había perdido mucho fuelle y no habíamos visto una tracklist tan bien combinada como la de este año. Palm City también está representada por esta selección: desde ritmos latinos de los conocidos Gente de Zona o INNA, mucha electrónica, algo de trap (la de REDLIGHT es sublime) y porque no, hasta he visto alguna colaboración por ahí de Elvis Crespo. Pero siempre, sobre todo, super cañera, que pega con ese estilo callejero-tuning-gamberro que busca el juego. Más de 3 horas de música que podéis saborear desde este enlace de Youtube.
Jugabilidad
De nuevo, este Need for Speed: Heat se basa en un sistema de juego en un mundo abierto. Palm City está totalmente abierta al tránsito desde el minuto uno y a recorrer todas sus carreteras, algo que al final deberemos de hacer más de una vez para poder ir descubriendo las distintas pruebas, carreras o posibilidades que ofrece en su totalidad el juego. Aunque históricamente la saga ya incorporó eventos como los Indicadores de velocidad, los saltos o las zonas de derrape repartidas por todo el escenario, de nuevo veremos una clara influencia del éxito de Forza Horizon, basándolo en estrellas, para que con la evolución de tus vehículos puedas seguir teniendo una serie de desafíos constantes.
Pero vamos a detenernos un momento en explicar, el sistema de día y noche, que ya hemos avanzado al comienzo, porque es el pilar en el que se basa Heat. Por el día, el nivel de policía es más bajo, porque todas las carreras disponibles serán legales y normalmente tipo circuito o bien delimitadas. En éstas ganaremos dinero, que necesitaremos para comprar piezas, personalizar nuestro avatar, etc… pero para poder tener esas piezas disponibles, necesitas merecerlas. En Palm City, con tanto movimiento, todo está muy cotizado y el mejor equipamiento está reservado para los mejores, por eso, deberemos subir nuestra reputación y eso solo lo podremos hacer por la noche.
Por la noche, todo cambia completamente. Los eventos son más variados, las carreras se hacen con el peligro del tráfico y la presencia de la policía es más amenazante. Ganaremos reputación (RP) con cada prueba que hagamos y esta se multiplicará directamente en relación al nivel de búsqueda policial que tengamos, por tanto, merecerá la pena poner las cosas calentitas con la autoridad antes de empezar a movernos por la noche. Sin embargo, esto nos ha encantado, porque hay una enorme relación de riesgo-beneficio, se nota mucho que la policía de Need For Speed: Heat es de las mejores de la saga, porque si bien en los dos primeros niveles de búsqueda las persecuciones son sostenibles, conforme declaren el nivel 3 dejarán de intentar pararnos para pasar a intentar derribarnos como sea.
Y cuando decimos que la policía es de las mejores, no es por la manera de jugar la persecución en sí, si no porque si nos detienen, casi todo el RP y el dinero ganado durante la noche se irán al garete, y ahí es donde te dolerá realmente haberte metido con la policía, porque el RP ganado solamente sumará si descansamos en el Garaje, momento en el que se sumará a nuestro contador de reputación. A más reputación, más piezas y más vehículos disponibles para comprar en el concesionario, con lo que la progresión del juego, las pruebas disponibles y prácticamente todo, está supeditado a tu evolución y habilidad como conductor nocturno.
Hablando de nuestro Garaje, al que podremos acceder desde distintos puntos del mapa o directamente pulsando un botón en el menú (gracias) sin necesidad de gastar dinero ni nada en viajes rápidos, es el centro de nuestro mundo. Desde allí podremos personalizar nuestros coches, tanto en prestaciones, como en su aspecto, pudiendo tunearlo a nuestro gusto y con muchas piezas disponibles para cada uno de los 127 modelos de vehículos disponibles. Si las piezas de prestaciones están bloqueadas, no lo están los aspectos, por lo que desde un primer momento, podremos hacer nuestro BMW que parezca el mítico del primer Need for Speed Most Wanted, por ejemplo.
Es absolutamente un acierto que el juego abra toda la gama de personalización y se deje de candados que no afecten a lo jugable. De nuevo, se nota que Ghost Games ha tenido carta blanca para redimirse del ridículo sistema de tarjetas de Payback y la inclusión de micropagos o cajas de loot. En Need for Speed: Heat no hay ni un solo micropago, o al menos, en nuestro esfuerzo por encontrarlos no ha habido éxito. Es un juego sincero, un juego en el que las piezas se esconden solamente detrás de la progresión y del dinero que ganemos en las carreras. Un Need For Speed de los de toda la vida y quizá, uno de los grandes motivos, de porqué, simplemente, esta entrega, es tan redonda en todos los términos.
Pero el título, no solamente se beneficia de esto, hay muchos detalles que pudieran parecer insignificantes, pero que mejoran la experiencia a niveles que creíamos extintos. Por ejemplo, podemos cambiar de coche justo antes de llegar a la carrera, o cambiar entre piezas previamente compradas sobre la marcha, sin obligarnos a pasar por trámites innecesarios. En las carreras, que como ya sabréis, son peligrosas al ser en ciudad y con velocidades tan altas, han metido un indicador para que sepamos a cuanto está la próxima curva y como será, para ir preparando la trazada. Y aunque corramos un circuito, con varias vueltas, también nos indicarán el porcentaje de progresión de la misma, como si fuera una de tipo Sprint.
Nada más empezar la partida, podremos elegir entre Fácil, Normal y Difícil, pero en general, Need For Speed ajusta bien sus carreras al nivel requerido de cada una. Si entras en una recomendada para nivel 200 con un coche de 175, seguramente no puedas ganarla, pero si entras con 220, te la llevarás holgado. Es decisión tuya invertir en las prestaciones de un solo coche para adecuarte a ellas o comprar varios para adaptarlo a los posibles tipos, porque dependiendo de la configuración, nuestro coche se moverá mejor entre la tierra y el asfalto y entre la competición o el derrape. Este último, por supuesto, también tiene una importancia capital, con pruebas dedicadas y más que nunca, una obligación a configurarte un coche preparado para ello. Quizá el aspecto que mejor han resuelto, pudiendo elegir derrapar simplemente soltando el acelerador o usando el freno, una habilidad que usaremos prácticamente en todas las carreras.
Duración
La campaña propiamente dicha, al estar relacionada directamente con la progresión, puede prolongarse durante bastantes horas y de hecho, podría sorprender por su longitud, que a nosotros se nos ha ido por encima de las 20-25 horas aproximadamente, dedicándonos a sacar lo necesario para progresar, lo que nos ha llevado a apostar por menos coches y hacerlos lo más potentes y personalizados posible.
La multitud de pruebas, coleccionables y desbloqueables es enorme. Incluso cada uno de los 18 distritos de Palm City cuentan con un contador individual que nos proporciona nuevos diseños de vinilos o estilos. Por supuesto, todo esto no molesta en absoluto, al contrario, el mapa es capaz de gestionar los iconos de una manera muy eficaz para ver rápidamente las pruebas que no hemos completado o son nuevas.
Es en el aspecto online, es donde hemos notado luces y sombras, porque de nuevo Need for Speed, nos mete en un server con otros jugadores que veremos en nuestra partida, pero aunque nos peguemos a ellos, no podremos interactuar directamente ni echar carreras directas, algo que podría mejorarse de cara al futuro, porque solamente influyen a la hora de empezar una carrera y elegir un modo de emparejamiento, que ellos deben de aceptar para poder entrar. Sin embargo, el sistema de Bandas, como si fuera un clan, parece funcionar mucho mejor, porque no solamente el juego te busca uno automáticamente para que no estés solo, si no que puedes interactuar con ellos en los desafíos de la banda.
Los desafíos de banda son carreras con las que ganaremos posiciones y dinero dentro de la banda, en el que intentaremos superar al fantasma del que ostenta el record. Pudiera parecer que esta banda es algo de pega, pero el avance de los miembros hace que suba el nivel de la misma, con el que todos consiguen nuevas bonificaciones. Además, en nuestra cochera, podremos ver como si estuvieran allí aparcados a nuestros compañeros, por supuesto con su mejor coche al lado, que podremos inspeccionar de cerca. Que quede claro que el nombre de la banda que aparece en la captura, no lo he puesto yo.
Termina de completar el ritmo diario un sistema de desafíos particular que podremos consultar desde el menú y otro supeditado que sea Desafío diario o nocturno, que nos permitirá obtener dinero de noche y RP de día. Un completísimo sistema de fotos en el que solo pulsando el Stick derecho (RS) capturaremos la pantalla y se irá a un sub-menú en el que podremos compartirla, modificarla y también podremos ver las de otros e incluso darle a me gusta. Se agradece mucho el detalle de este añadido, sobre todo porque apetece que el resto vean tus creaciones o tus postales.
Conclusión
Quizá muchos puedan pensar que en un análisis de Need For Speed sacar el nombre de Forza Horizon en más de una ocasión esté feo o sea irrespetuoso. Pero realmente siempre ha sido para elogiar que Heat parece haber aprendido mucho del que le ha cogido el relevo en esta generación. Ghost Games ha acertado de pleno con prácticamente todos los aspectos del juego. Combina lo mejor de todas las sub-sagas de Need for Speed y eleva la experiencia en un título que resulta muy divertido, dinámico y espectacular desde el primer minuto.
Es cierto que no termina de ofrecer esa imagen de AAA+ de altísimo presupuesto o un cambio radical en su jugabilidad o concepción que convierta la franquicia en algo revoluciario, porque al fin y al cabo, si hay algo que no tiene Need for Speed: Heat es innovación. Cumple lo que promete: espectáculo, buena música, tuning, carreras y mucha diversión. Al rey lo que es del rey, es el mejor Need for Speed que podíamos tener, el mejor de la generación y con toda probabilidad uno de los mejores de la saga.
*Gracias a Electronic Arts por habernos proporcionado el material para la review.