Milestone ha hecho los deberes con Monster Energy Supercross - The Official Videogame 3 gracias a una propuesta que pule la fórmula de pasadas entregas.
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Nacida a comienzos del siglo XX y con Reino Unido como principal seno para darles cancha, las primeras carreras de motocross siempre han puesto a prueba la resistencia de sus practicantes, ya que son necesarias unas buenas condiciones físicas para poder salir airosos. Una exigencia que no se ha convertido en impedimento para que unos pocos valientes se abrieran paso en superficies irregulares.
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Por desgracia, el fomento del crecimiento hacia un deporte del motor que ha mostrado claros signos de popularidad desde la década de los 60 y que derivó a posteriori en una nueva disciplina bajo el nombre de Supercross, no ha sido motivo suficiente para que la industria del videojuego haya puesto el do de pecho con el fin de desarrollar una propuesta digna de la especialidad que nos ocupa.
Es posible que el género de la velocidad esté en estado de gracia, pero no para una modalidad que aún no ha demostrado todo su potencial. Por suerte, Milestone, un estudio afincado en Italia, demostró su compromiso hacia esta modalidad hace unos años con el lanzamiento de Monster Energy Supercross – The Official Videogame. Ahora, ha querido hacer lo propio con una tercera iteración que pule y mejora la fórmula de pasadas entregas con el fin de ofrecernos una experiencia que brilla más que sus predecesores.
Apartado técnico
La confianza tiene que ver con la entrega, con el apoyo que una parte de nosotros da en pos de no fracasar en nuestro cometido. La gente de Milestone S.r.l. ha puesto a prueba esa entrega (una vez más desde los orígenes de la serie) para con el polivalente Unreal Engine 4 para así recrear uno de los mundos más vistosos en esto de la velocidad. Un mundo sobre el barro a lomos de nuestra moto cuya meta es la de conquistar el firmamento.
El espectáculo está garantizado, tanto que es capaz de mantener en pantalla decenas de motos corriendo al unísono sin que el desarrollo de la carrera quede abocado a las bajadas en la tasa de fotogramas. Una demostración de músculo técnico todavía más manifiesta cuando Monster Energy Supercross – The Official Videogame 3 hace gala de una iluminación muy convincente capaz de regalarnos estampas que coquetean con el fotorrealismo.
Un espectáculo convincente, sí, aunque dista de ser perfecto cuando la cara oculta hace acto de presencia. Una cara oculta que se traduce en unos rostros cuya expresividad brilla por su ausencia, así como una selección musical que, a pesar de ser funcional, tampoco suma inmersión cuando nos enfundamos el casco y apretamos el acelerador al ras del barro y los desniveles. Empero, no se trata de un lunar al que haya que sacarle demasiada punta, especialmente si nos amparamos en la naturaleza misma del juego que nos ocupa.
Jugabilidad
Desde su concepción allá por el año 1974 gracias al afán de un puñado de los corredores de motocross más populares, el Supercross pone a prueba la técnica y la fuerza física de los pilotos a través de distintas pruebas y tesituras. Tanto es así que a día de hoy se ha convertido en un espectáculo para los aficionados, con fuegos artificiales y ruido por doquier. Por suerte, este desafío y ruido se ha trasladado con sumo atino a este Monster Energy Supercross – The Official Videogame 3 desde que apretamos el acelerador.
Se trata de una sensación todavía más patente cuando somos testigos de los muchos esfuerzos que ha emprendido Milestone para brindarnos un planteamiento eficaz entre la simulación y lo arcade. Un planteamiento que desemboca en una curva de dificultad que quizá no sea del agrado de los jugadores más novatos, pero que tiene sentido desde el momento en que comprendemos que esta modalidad del motocross es una de las más duras y exigentes del mundo. Así que, si los encargados de participar en estas competiciones tienen que ser más duros que el hierro, nosotros, como jugadores, también podemos poner de nuestra parte a la hora de dominar unos controles por medio de los cuales es posible aprovechar el peso del piloto para hacer maniobras en el aire.
De modo que, si usamos los sticks analógicos de forma adecuada, podremos usar a nuestro favor los distintos montículos para sobrepasar a nuestros rivales. Unos rivales que, por cierto, son una representación de sus homólogos reales. Un aspecto fidedigno que también se extrapola a los distintos trazados oficiales, así como en los torneos licenciados que participamos.
Duración
La oferta de Monster Energy Supercross – The Official Videogame no es algo que merezca ser objeto de desprecio, sino de aplausos. Una oferta con una cuantía destacable en lo que a modos de juego se refiere. Puede que ninguno de ellos sea especialmente original, pero valorando el conjunto, podemos esperar muchas horas de juego, especialmente cuando pongamos a prueba nuestras habilidades con un modo Carrera que nos obligará a ganar torneos en la cilindrada de 250, este y oeste, para luego dar el salto a la 450.
Sin embargo, el verdadero corazón de este juego y la razón por la cual pasaremos bastantes horas a los mandos del mismo, reside en su editor de circuitos. Mediante este, podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación, nuestro único límite, ideando nuevas estructuras a través las cuales competir. Una vez validadas y certificadas, podremos compartirlas vía online para que jugadores alrededor del mundo pisen el acelerador. Una acción recíproca gracias a la cual todos sumamos horas a nuestro contador particular.
Conclusión
Con gran tesón y varios apuntes en mano, Milestone ha sabido hacer los deberes con Monster Energy Supercross – The Official Videogame 3. Todo con el fin de ofrecernos velocidad y muchos saltos en una propuesta que sabe mezclar con bastante soltura la simulación con lo arcade. Una baza, a priori, ganadora capaz de contentar a todo tipo de públicos. Y digo a priori porque ese delicado balance se convierte en víctima o verdugo cuando las penalizaciones juegan a ser Dios. O abogan por la permisibilidad o bien no pasan por alto alguna acción que supone la diferencia entre la victoria y la derrota.
Taras aparte, el estudio italiano vuelve a tomar las riendas con un título que, salvo nuevo aviso, es el mejor reflejo para con un deporte que apuesta por la velocidad, el riesgo, la diversión y mucho trabajo. ¿Soñáis con caer en el barro?
Agradecemos a Milestone el material ofrecido para poder realizar este análisis.