Una carrera única contra el miedo y las propias realidades personales.
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Desarrollado por Serious Sim y Crunching Koalas, Heading Out fue un juego que me llamó la atención desde que tuve contacto con su tráiler en la versión de PC y que finalmente llegó a Xbox para alegrar a más de uno. Creo conveniente analizar este título partiendo de sus ineludibles referencias, las cuales considero muy importantes de revisar para quienes se aventuren detrás del volante en esta entrega.
En principio, el juego se inspira muchísimo en la película Vanishing Point (en algunos países de Latinoamérica se llamó “Carrera contra el destino» y en España “Punto límite: cero”) que curiosamente tuvo dos versiones, la original de 1971 y un remake de 1997, esta última cuenta con el genial Viggo Mortensen en el rol del protagonista y tiene a Jason Prestley (Brandon Walsh en Beverly Hills 90210) como The Voice, un narrador que acompaña a la aventura de Kowalski mientras cruza Estados Unidos en un Dodge Challenger blanco. Todos estos elementos, de alguna u otra forma, se dan cita en Heading Out, desde el Dodge Challenger hasta las distintas voces que van acompañando la historia desde la radio del juego.
Heading Out narra la historia de una persona (nunca se especifica el género de quien conduce el coche) que está en la poética misión de escapar de su miedo, aunque el miedo, en este caso, es bastante tangible. Los distintos personajes se refieren al protagonista como «Liebrelope» un animal legendario que es una amalgama entre una liebre y un antílope, y sí, en una determinada historia se lo puede encontrar en la ruta. Si bien el juego transcurre en mayor medida detrás del volante del coche escapando de la policía, corriendo carreras contra oponentes o simplemente conduciendo de un punto a otro; una gran parte del juego se desarrolla como una aventura de texto en el que se presentan distintas situaciones y será el jugador quien deba decidir por un camino u otro, con cierto peso en las consecuencias finales de estas elecciones.
El título transcurre en Estados Unidos en una época cercana a los años 70, algo que se puede ver en los modelos de coches que aparecen en las rutas (incluidos los propios) y en algunas noticias que se dan por las emisoras de radio; aunque muchas no se circunscriben con la realidad de nuestro mundo, de hecho, se habla de una guerra civil en Canadá que obliga a México a cerrar fronteras, algo que jamás sucedió.
Pon primera y pisa ese acelerador, has corrido muchas carreras en tu vida pero nunca contra tu propio miedo. El combustible de esta aventura es tu propia supervivencia. Acompáñame.
Apartado técnico
Puede que los gráficos no sean del agrado de un público masivo, pero a mí me han parecido una auténtica maravilla gráfica. La historia se retrata como si de una novela gráfica se tratase, completamente en blanco y negro y con solo algunas pequeñas cosas en color, por ejemplo, las sirenas de las patrullas, las señales de tránsito y el miedo, cuyo color carmesí siempre tendrá un siniestro protagonismo a donde quiera que vayas en Heading Out.
Pero no solo los colores hacen que los gráficos se destaquen; sino el formato de viñetas en las historias que hacen que el jugador se transforme momentáneamente en lector de un cómic o la aparición de un recuadro con un pie en el acelerador, el freno o la caja de marchas cuando se acelera o se frena, un detalle verdaderamente genial.
La música tiene un rol más que principal en la propia mecánica del juego, ya que el inicio y el fin de las carreras o las persecuciones está conectado al 100% con la reproducción de una pista musical. Los ritmos que acompañan al juego van del rock and roll al jazz sin dejar de lado sonidos tipo country, pero todos me dejaron gratamente satisfecho durante el análisis, aunque por supuesto tuve mis favoritos, como seguro lo tendrás tú. De hecho, puedes darte el gusto de oírla directamente aquí.
Dentro del apartado sonoro también se encuentran las distintas estaciones de radio que van añadiéndole condimento a la historia y relatando el progreso del jugador. Cada uno de los locutores tiene un estilo editorial y estará más de acuerdo con una acción que tome el jugador que con otra e incluso los relatos irán variando. Las actuaciones están muy bien logradas y se sienten naturales en estas grabaciones, el único problema es que para el cuarto acto muchas de las locuciones se repiten, hubiese sido interesante que se incorpore un poco más de variedad.
Un punto negativo, al menos en la versión de Xbox Series, es que tuve varios problemas con crasheos un tanto frecuentes durante las largas y lindas horas que le dediqué a este análisis, de las cuales, igualmente, no me arrepiento ni un minuto.
El título se encuentra localizado en nuestro idioma tanto en la interfaz como en el subtitulado de los audios con la opción de elegir la variante ibérica o latinoamericana.
Jugabilidad
Como manifesté en los primeros párrafos de este análisis, decir que Heading Out es un juego de conducción, sería limitarlo. Estamos ante una producción que mezcla conducción, texto y, a su vez, agrega un aspecto de rogue-lite que también debe formar parte de la ecuación. Morir o fallar, solo abre las puertas a nuevas oportunidades y a pisar el acelerador de nuevo por las rutas de todo un país.
Me llamó poderosísimamente la atención las preguntas que el título le hace al jugador antes de empezar cada acto, consultas sobre los primeros amores, traiciones, tristezas y alegrías cuyo nivel de profundidad me dejaron absolutamente sorprendido. Las respuestas, que también pueden ser aleatorias para quienes no quieran tener un viaje tan introspectivo (digno de las mentes detrás de This War of Mine), tendrán un impacto en la aventura y en las historias que allí aparecen, de una manera u otra.
El concepto de escapar del miedo se transmite en tiempo. El miedo se dibujará en el mapa como una línea roja y un contador indicará a la distancia a la que se encuentra. Será el jugador quien deba administrar los tiempos calculando la exploración en cada una de las ciudades, los caminos que puede tomar para llegar al destino y la necesidad de generar ingresos para pagar combustible, comprar ítems y alquilar un alojamiento para ganar concentración y no dormir en medio del camino.
Cada una de las carreras, ya sea en solitario o contra un rival o varios, incluso los escapes de las fuerzas de la ley y el orden, no se miden en vueltas o tiempos; simplemente en terminar en primer lugar antes de que se acabe la música que se está reproduciendo, algo que se ve representado en un casete en uno de los extremos de la pantalla. Resolver de cierta manera algunas historias y ganar o perder carreras influye directamente en el nivel de fama y karma que va generando el jugador a lo largo del acto y puede servir para realizar ciertas acciones o recibir algunos premios, aunque también puede causar efectos adversos si el número es negativo.
La mayor parte del tiempo el juego transcurre detrás del volante de uno de los 4 coches disponibles, cada uno se desbloquea en cada acto del juego y más allá de su aspecto y alguna variación en la velocidad, no se aprecian otros grandes cambios entre los vehículos. La parte restante de la aventura transcurren en el mapa de Estados Unidos, para ver por donde avanzar con más efectividad, allí se puede aumentar o disminuir la velocidad en los distintos tramos. En lo personal, me hubiese gustado que esos segmentos se pudiesen hacer conduciendo, o que aunque sea se brinde esa posibilidad.
Duración
El juego está dividido en cuatro actos que comienzan desde el mismo punto del mapa, lo que cambia es el destino al que se debe llegar, cada vez más lejano conforme se avanza en la historia. Además, los actos terminan de la misma forma, intentando desafiar al mejor piloto de todos los tiempos y terminando con el mismo triste final, hasta llegar al último tramo del título.
Heading Out no es un juego largo, unas 5 horas bastarán para culminar la historia, pero ofrece muchísimo contenido adicional en forma de historias para seguir que tienen que ver incluso con el nivel de popularidad y karma que se haya ido construyendo. Incluso algunos desafíos bastante entretenidos que aumentan la rejugabilidad y podría decirse que duplican la cantidad de horas base de la producción.
Conclusión
Heading Out es un indie cargado de buenas ideas y con una ejecución excelente en líneas generales. Mi crítica principal es a las opciones de los coches, hubiese sido genial poder personalizar los vehículos o tener alguna opción más de ese estilo a la mano, pero realmente este ha sido un juego que me fascinó desde el primer momento y tiendo a pensar que el sentimiento puede ser compartido por otros jugadores.
Hazte con esta producción si buscas una experiencia diferente, por momentos muy reflexiva, por momentos cargada de acción, pero que te relajará el tiempo justo y te dejará con una sonrisa en la cara cuando lleguen los créditos finales.
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Aspecto técnico80/100
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Jugabilidad80/100
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Duración80/100
Lo bueno
- El brutal apartado gráfico y sonoro
- Una narrativa única y entretenida
- Es por demás original
Lo malo
- Algunos problemas técnicos que acarrea
- No tiene opciones de personalización en los coches
- Podría tener una opción para viajes manuales por el mapa










