Gods Will Fall es el siguiente souls-like que debíamos probar. Os contamos todo en nuestro análisis.
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He de confesar que algo había oído de Gods will Fall antes de empezar a analizarlo, pero no me atraía en absoluto. Otro indie más de bella manufactura que podía pasar desapercibido entre muchos debido a un mar de información en el que una promoción ineficaz te puede enterrar rápidamente. Sin embargo hubo dos señales que lo rescataron de ese agujero: jugablemente hablando, el apelativo de «souls-like» en la fórmula y por supuesto, el total apoyo de Deep Silver-Koch Media, que son los distribuidores del mismo.
En Clever Beans apuestan por una fórmula que se ha hecho cada vez más consistente y conocida, la dificultad y el reto como diversión. Gods Will Fall nos llevará a un complicado viaje en el que la humanidad está absolutamente oprimida por los Dioses, sufriendo desde que nacen y siendo meros títeres de los devenires de los poderosos, pero esta esclavitud tiene un fin. Una semilla de esperanza se reveló contra ellos y poco a poco esos pequeños reductos consiguieron reunir un gran ejército de voluntarios.
Estos Dioses inspirados en la mitología Celta, al contrario de lo que se pudiera pensar, son terrenales y viven en una isla, fuera de todo peligro. O al menos eso creían, porque esta tribu se lanzó en una implacable embestida con sus barcos, pero los Dioses no querían permitirlo. Las pérdidas son terribles, una tragedia, pero ocho guerreros consiguieron llegar a la orilla de la isla. ¿El coraje, la ira y la valentía de los mismos será suficiente para acabar con ellos? Estarán solos, sin ayuda y solo dependerán de sí mismos.
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Apartado técnico
Bajo una perspectiva isométrica y una fórmula en la que lo procedural cambiará cada nueva partida, la diversión que ofrece Gods Will Fall está por encima de la media. Tiene ese misterioso conjunto gráfico que aporta sensaciones directas al usuario, como cuando impactamos en un enemigo o nos movemos por el entorno, que resulta difícil describir pero a grandes rasgos se podría definir como «agradable».
En lo técnico, lo hemos analizado en Xbox Series X, a 4K y 60 fps como una roca, aunque el juego no debería de tener problema ni siquiera en Xbox One S, ya que no destaca precisamente por ser un juego pesado gráficamente. Al margen de eso, sin ninguna duda, es el apartado artístico el que más sorprende, pues parece que todo está dibujado a mano: el escenario y los personajes bien podrían salir de una tabla de acuarelas en la que los colores suaves e intensos se mezclan con el entorno para marcar el ambiente de tranquilidad y belleza o de peligro y acción.
El aspecto sonoro no desentona tampoco en estas sensaciones. Desde un narrador que continuamente nos irá exponiendo partes de la historia, lore o el estado de nuestros guerreros, a la música tranquila pero que marcará la batalla, todo parece querer abrazar al espectador, marcando la experiencia de una manera muy agradable.
He de hacer mención especial a un tema que en Xbox Series X me resultó particularmente reseñable, pues, de momento Gods Will Fall no tiene habilitado el ‘Quick Resume’, lo que significa que al cambiar de juego, se pierde el progreso. ¿Y que sucede si quitas el juego en mitad de una mazmorra? Que tu héroe queda atrapado en el interior. Un gran fastidio si por lo que sea no lo sabes -ya que la consola aún no te muestra cuales juegos están guardados en el Quick Resume- o si te da por cortar la partida en cualquier momento, pues no continuará por donde está, si no que tendrás que empezar de nuevo… con una vida menos. ¿Es un error de diseño o una dificultad añadida en la que si entrar en una mazmorra no hay vuelta atrás? Sería difícil saberlo sin preguntar directamente a la desarrolladora.
Jugabilidad
Si artísticamente el juego parece amable, a nivel jugable es todo lo contrario. Sin piedad ninguna, el juego te soltará en la isla dejándote libre acceso para que entres en cualquiera de los reinos de los 8 dioses a los que nos deberemos de enfrentar. Pero hay unas reglas importantes que marcar: Solo tendremos 8 guerreros, 8 oportunidades para poder acabar con todos los dioses. Cuando mueran o desaparezcan, se acabó la partida. Nada de seguir por donde íbamos con nuevos héroes. Después de ellos, la humanidad estará condenada.
El sistema procedural se encargará siempre de que nuestro grupo sea totalmente diferente al anterior: Altos, fuertes, fornidos, mujeres, hombres, armas diferentes… cada «oleada» de soldados tendrá sus propias habilidades y stats en forma de Vigor (vida), velocidad y Fuerza. Tendremos que seleccionar bien al héroe más adecuado para cada una de las mazmorras de los dioses, pues si caemos dentro, nos quedaremos ahí atrapados para siempre a no ser que otro compañero acabe con el Dios correspondiente para liberarnos. Aunque, mucho ojo, pues si terminan con nosotros con un golpe crítico (en rojo), pueden matarnos para siempre y perderemos permanentemente a ese miembro.
El desarrollo de cada una de las mazmorras será el mismo, una gran fase repleta de enemigos a los que derribar para poder llegar a enfrentarnos al Dios correspondiente. En Gods Will Fall, éstos obtienen poder de sus súbditos, de manera que mientras más eliminemos, la barra de vida inicial del boss bajará permanentemente. Aunque siempre tendrás la opción de -como en Dark Souls- esprintar hasta donde esté el Jefe para no arriesgar, sobre todo cuando ya sabes donde está exactamente al haber caído tu héroe anterior.
Ya avisamos, será muy complicado terminarlo en la primera partida y personalmente me ha llevado 3 veces a perder todos los héroes y tener que empezar de nuevo, eso sí, con un conocimiento más profundo de los Dioses y sus mazmorras, sabiendo por cual empezar antes. Nuestros héroes ganarán mayores estadísticas y habilidades especiales con cada victoria, como poder andar sobre el agua sin perder velocidad, ser invulnerable al esquivar o incluso bloquear el ataque de los enemigos al golpearles tu, convirtiéndonos en máquinas imparables de hacer daño, ya que por suerte, no tendremos barra de stamina o energía que nos canse, si no que en su lugar, la vida se podrá regenerar gracias al grito de batalla, que rellenará nuestro vigor al derrotar a los enemigos. Creedme si os digo que en la última partida tenía un héroe que tenía tanto vigor y tantas habilidades que era prácticamente invencible… pero siempre estaban los dioses para ponerme con los pies en la tierra.
A todo esto hay que sumar un aspecto importante: La moral de los guerreros. De la misma manera que las fases se generan de forma procedural y nuestros héroes se configuran aleatoriamente, sucederá que cada uno tiene su personalidad. Algunos desean matar a un dios en concreto por rabia y tendrán un aumento de estadística temporal, otros tienen pesadillas con su muerte, lo que bajará su fuerza. Incluso alguno se desmoralizará al perder a su pareja en la batalla y otros ganarán la fuerza necesaria para rescatarlas. Multitud de situaciones que nos harán aprovecharnos de las habilidades de nuestros héroes en beneficio de cada mazmorra o situación y que lo cierto es que aporta un matiz interesante, que elimina de un plumazo la sensación de tener a los mandos precisamente a campeones sin motivaciones o corazón.
Duración
Al principio de Gods Will Fall sufriremos un importante golpe en nuestra motivación, pues veremos rápidamente como todos nuestros héroes caen sin remedio, obligándonos a empezar de nuevo, pero una vez arranquemos y nos tomemos cada mazmorra con la paciencia que requiere, el juego tira de su corazón «souls-like» para resultar altamente gratificante, con una curva de dificultad muy bien medida, pues como hemos comentado, nuestros campeones golpearán más fuerte, tendrán más vida y serán más peligrosos con cada nuevo Dios que derroten. Aunque la moral siempre puede jugarnos una mala pasada.
Una partida estándar puede estar en las 3-4 horas, pero os aseguramos que eso será si todo va bien, hasta llegar a ese punto, dependerá de nuestra habilidad el número de intentos final. No obstante, su sistema procedural, las armas disponibles y sus mejoras, los misterios en algunas mazmorras que nos proporcionarán más poder, que también nos servirán para elegir antes un destino u otro, suman en el conjunto de la rejugabilidad, algo a lo que personalmente, me he sentido casi obligado para disfrutarlo de nuevo.
El problema es que lo que sucede detrás de esto es la nada más absoluta. Detrás de este RPG procedural de 8 campeones contra 8 dioses, no hay más modos, ni dificultades adicionales más allá de las que te quieras imponer. De hecho, ya está programado el primer contenido adicional, que incluirá 3 nuevos dioses «infernales», algo que recomendamos encarecidamente si te atrae la propuesta de Gods Will Fall.
Conclusión
Gods Will Fall también sigue la estela que muchos han ido tomando en esta generación, un RPG ligero con un claro toque ‘souls’ implementado en su lucha y en la dificultad, pero también con un fuerte componente Rogue-like, algo a lo que el sistema procedural ayuda sobremanera. Es casi una combinación ganadora para la diversión, sin embargo, el mayor inconveniente es que se ha quedado un poco huérfano de contenido y posibilidades más allá de sus virtudes rejugables. Aunque también es justo decir que para un servidor, con tan poco tiempo disponible, tiene una duración estupenda. No hay necesidad de alargar artificialmente algo que funciona tal y como está.
La estética, perspectiva y dificultad inicial nos hizo comenzar con el ceño fruncido, pero rápidamente quedamos atrapados en esta pequeña isla de Dioses malvados y celtas enfurecidos. Además, la jugabilidad, a pesar de la estética, mezcla a la perfección las sensaciones de un RPG de acción con la de un «yo contra el barrio» de los de antes. Sin ninguna duda, queremos más de Gods Will Fall.
*Gracias a Koch Media por habernos proporcionado el material para la review.