La segunda parte de Frostpunk sube de escala los problemas a los que enfrentarse. El frío extremo es un problema, pero más aún lo son las personas.
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6 años después, 11 bit Studios vuelve con su mayor éxito hasta la fecha y posiblemente uno de los títulos de estrategia más originales de los últimos años. Su obsesión por la supervivencia y la psique humana en tiempos de guerra con This War of Mine, su primer título, sirvió para insuflar toda esa experiencia a Frostpunk, que directamente pasaba de la guerra a un evento apocalíptico en el que todo el planeta se congelaba casi por completo, haciendo desaparecer prácticamente toda la civilización conocida.
En esa primera entrega, dábamos nuestros primeros pasos hacia lo que ahora podemos conocer como Nueva Londres. Pocos supervivientes de una catástrofe natural de tal magnitud que sentaba una nueva edad de hielo en la Tierra. Si bien todo era mucho más personal, centrado en la supervivencia y en evitar en todo lo posible que haya más muertes. La construcción de una nueva sociedad era un asunto de vital importancia, pero, el camino lo tenías que decidir tú, el Capitán.
Ahora en Frostpunk 2, todo alcanza una nueva dimensión, pues tenemos que trasladarnos a 30 años después, en el que el Capitán, ha muerto y tu como intendente, debes de guiar a Nueva Londres hacia una nueva era en la que el Generador, al que todos se unían para poder sobrevivir, no era la única solución. La exploración y la expansión se hacían absolutamente necesarias, la adaptación y los nuevos métodos, casi obligatorios y por último, la transformación de toda la sociedad, para la cual, era necesario establecer unos órdenes y la vuelta de la política.
Precisamente esa es una de las grandes novedades de Frostpunk 2. Además de enfrentarnos a la obligación de expandirnos en una campaña que cada vez se va ampliando más hasta casi ponernos al mando de un país entero, la sociedad se encuentra dividida en facciones, o para que me entendáis, ideologías. Para que cada una tenga voz y voto, se ha creado un parlamento donde, como Intendente, manejaremos el país a nuestra elección. Sin embargo, no todos estarán de acuerdo con nuestras decisiones. ¿Te adaptarás a la nieve y harás que los humanos tomen las costumbres de esta nueva era? ¿O te negarás a aceptarlo confiando en la tecnología y los avances modernos que seguirán contaminando la tierra (y que probablemente hayan provocado esta debacle climatológica)?
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Apartado técnico
Como título de estrategia en tiempo real, Frostpunk 2 tiene todas las modernidades visuales que un título completamente en 3D nos puede ofrecer. Visualmente, es muy potente, reflejando a la perfección esa sensación postapocalíptica de invierno infinito, con viento helado, terrenos completamente congelados y el contraste que ofrece la ciudad y el calor que emana de ella. Técnicamente hablando, podemos afirmar que es un producto muy pulido, pues el análisis es evidentemente en PC y que hemos podido hacerlo funcionar sin problemas con nuestra siempre confiable RTX 3060.
En general, todo funciona muy bien, tanto los zooms que podemos hacer para ver todo con más detalle o incluso en el mapa general, que muestra las otras zonas a explorar, en las que todo es instantáneo como si fuera un gran mapa único. Lo único a lo que podemos poner alguna pega es que en la primera partida, abruma la cantidad de botones, indicadores y tutoriales que con una letra algo pequeña agrava más esa primera sensación abrupta, pues ya os avisamos que os beneficiará contar con una gran pantalla para jugarlo.
También es verdad que eso sucede durante la primera hora. Pronto nos haremos con los controles y encontraremos que el propio hub es como un panel de mandos gigante en el que poder ver donde tendremos que centrar nuestra atención y las necesidades de cada ciudad. Al menos, hasta que aparezca el siguiente problema entre los ciudadanos de Nueva Londres y sus alrededores.
Maravilloso es el apartado sonoro, que nos transmite esa necesidad constante de estar viviendo al límite de nuestras posibilidades, tanto con la música, que nos parece excelente para ambientar, como con el sonido de la propia ciudad, viva y que nos encanta ver como anuncian por todos los altavoces cada nueva ley aprobada. Por supuesto, no contaremos con doblaje al castellano, pero la traducción está muy lograda, y creedme que algunas investigaciones solo se diferencian en una palabra y podría llevarte a un desastre rápidamente.
Jugabilidad
Al tratarse de un juego de estrategia en tiempo real, muchos podrían pensar en las típicas tropas paseándose por el mapa o aldeanos moviéndose. Olvidaos de eso, pues la construcción está basada en distritos, que se encargarán de producir, albergar viviendas y para ello, necesitaremos antes abrir camino rompiendo el hielo. Cada acción llevará un consumo de recursos, pero lo que es más importante, necesitará de mano de obra. Tened una ciudad sana significa tener más ciudadanos capaces de ayudar y cada distrito consumirá una cantidad determinada dependiendo de lo grande que sea.
Irremediablemente, para expandirnos necesitaremos más mano de obra y ahí viene la gran diferencia con el primer Frostpunk: Nueva Londres necesita explorar y buscar más recursos para seguir subsistiendo, lo que significa, a su vez, albergar a cada vez más gente. Esto abrirá el mapa y convertirá a la logística y a nuestros exploradores en una de las ramas más importantes de nuestra civilización, consiguiendo rutas de suministro y encontrando más supervivientes que se unan a nuestra ciudad… si nos convienen.
Y es que ahora esta nueva sociedad puede parecerse a algo nuevo o algo ya conocido anteriormente. Los ciudadanos no serán simplemente obreros, sino que estarán dentro de una facción, que dependiendo de nuestras acciones en cada momento, serán más afines a nosotros. Por ejemplo, los Neolondinenses apoyan la tecnología y los avances en la industria, pero los Terrahelados, creen en la adaptación para sobrevivir, lo que prescinde de avances tecnológicos y no creen en el consumo masivo de recursos para prosperar. Y cada una de ellas será variable en número, habrá algunos que se radicalizarán y serán más exigentes, incluso montando manifestaciones violentas, que serán dañinas para la moral de la ciudad y, si tienen éxito, atraerán a más a su causa.
No necesariamente irán en contra tuya, también los habrán tan afines a tus decisiones, que harán campaña por los distintos distritos de “su verdad”, consiguiendo el efecto contrario. Pero donde se decidirá todo será en el Parlamento, donde todos tendrán una cierta cantidad de escaños, y tienen su poder de decisión correspondiente. Nuestro deber será aprobar leyes para poder avanzar, y tendremos que asegurarnos el suficiente apoyo del Parlamento, con mayoría simple o absoluta, dependiendo de la ley a aprobar. Si queremos que alguna facción nos apoye en la votación, podremos negociar con ellos prometiéndoles otras cosas, normalmente nuevas investigaciones de las que se beneficien. Tal y como sucede en la realidad, con los pactos entre partidos para sacar leyes adelante.
Esto, nos tendrá continuamente pendientes no solo de satisfacer las necesidades de materiales para la supervivencia, también de tener contentos a la mayoría para seguir aprobando las leyes que mejor les venga a nuestro tipo de gestión. De hecho, me ha encantado esta parte, porque consigue reflejar esos 4 partidos políticos que prácticamente se replican en la mayoría de los países: Derecha, Izquierda, y las extremas de ambas. Un buen intendente procurará que haya paz entre todas, pero quizá alguna sea demasiado contraria a tus decisiones, y tengas que usar la fuerza, difamarlos e incluso exigirles “bonos de calor”, la moneda del juego, para empobrecerlos, a costa de que aumente su fervor y se vuelvan más radicales.
En definitiva, un sistema que nos ha sorprendido gratamente, pues es algo que no esperaba que cobrara tanta importancia, cosa que será mucho más delicada cuando la partida siga avanzando, en principio, en la extensa campaña, que nos llevará de la mano del progreso y expansión de Nueva Londres y que, aun teniendo algunos objetivos comunes, como aguantar la ventisca, etc… la manera de llegar a ellos puede ser totalmente diferente. Pero no os engañéis. Frostpunk 2 sigue siendo un juego difícil y si no apostamos por una dificultad baja, sufriremos mucho viendo como se nos mueren de frío y cada error de cálculo tiene un precio muy alto. En ocasiones, hasta de no poder continuar con la partida.
Duración
Las partidas de Frostpunk 2 serán largas y cada capítulo de la campaña nos llevará horas completarlo. Sin embargo, el paso del tiempo es implacable y no conviene tomárselo con calma. Los depósitos de suministros y alimentos se agotarán antes de conseguir nuestros objetivos, pero por suerte, podremos parar el tiempo para pensar bien nuestro próximo movimiento o acelerarlo para que esa investigación que estás esperando se complete.
De nuevo, los ciudadanos tendrán comentarios que hacernos, o se generarán situaciones que requerirán de nuestra intervención, casi ligados a la propia historia. En nuestro caso, los Terrahelados nos convencieron que meter a los niños a trabajar en las minas de carbón sería beneficioso pues llegarían a las betas más estrechas, aumentando la producción disponible. Sin embargo, cuando se produjo un incendio, tuvimos que elegir entre salvar a los niños y cerrar la mina, o directamente volar esa sección, dejar a los niños enterrados y considerando un precio a pagar por mantener el generador encendido y que no muera nadie de frio.
Los dilemas morales son constantes, y el juego se va reinventando constantemente ofreciéndote situaciones en las que tu elección es decisiva. Emboscadas, protestas, ultimátums, enfermedades y un largo etcétera que parece que el juego siempre tiene margen para seguir sorprendiéndote.
Además, una vez completemos la campaña, podremos jugar al modo “Constructor de utopías” que no será otra cosa que un modo sin fin, para poder sobrevivir agusto. Y si nos parece poco, nos podemos jugar la campaña en modo Dificil con el que literalmente te dice “que no tienes margen para equivocarte”. Desde luego, si eres fan de la dificultad en la estrategia, seguro que te encanta.
Conclusión
Vuelve a sorprenderme, cuatro años después de haberlo analizado en su primera entrega que llegó en 2019 para Xbox, lo adictiva que resulta la propuesta de 11bit Studios. Lo que empieza como un desafío de supervivencia acaba siendo una preocupación constante de que tu sociedad no se desmorone. Ya sabemos que no podemos tener a todo el mundo contento, porque las decisiones que gustan a uno, probablemente disgusten a otro. Esto, Frostpunk 2 lo sabe interpretar a la perfección y consigue tener al jugador consciente de cuando llegará la siguiente tormenta al mismo tiempo que intenta resolver una revuelta.
Frostpunk 2 no solo es una secuela, también es una continuación directa del anterior, una enorme ampliación de las miras del primero, que deja de ser tan personal y nos hace tener que preocuparnos por ese odiado término: “el bien común”. Quizá tengan que morir algunos para que el resto sobreviva, quizá tendrás que fabricar prótesis baratas como rosquillas o no admitir a ancianos y enfermos en la ciudad porque no aportarán nada de esfuerzo en mantenerla. Decisiones duras, pero que nos harán madurar, prosperar y hacernos fuertes ante un futuro incierto, helado y posiblemente mortal.
Quizá sea demasiado hardcore en niveles altos, pero también es cierto que en los dos primeros niveles de dificultad, el juego se ha hecho más accesible que el primero, sin ninguna duda. Lo vas a pasar mal, pero esto va de sobrevivir, no de crear una fantasía de poder en uns mundo post-apocalíptico.
*Gracias a 11bit Studios por el material proporcionado para la review.
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Apartado técnico80/100
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Jugabilidad90/100
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Duración85/100
Lo bueno
- Sigue siendo único en su género
- La inclusión de la política mezclada con la supervivencia es todo un acierto
- Mantiene la esencia postapocalíptica del original totalmente intacta
- El poco margen de maniobra en las decisiones hace que sopeses cada movimiento
Lo malo
- Al principio abruma tanto marcador, que además son muy pequeños
- La constante presión del juego hace que no haya partidas relajadas y a veces llega a estresar