Análisis de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons

Analizamos la última aventura de Billy y Jimmy Lee en un título que lo tiene absolutamente todo.

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En pleno 2023 creo que estoy en posición de afirmar, sin temor a equivocarme, que los beat ’em ups están de a poco regresando al auge que supieron tener en el apogeo de las recreativas. Ya el año pasado vimos el regreso de las Tortugas Ninja con TMNT: Shredder’s Revenge, un título que se animó a llevar el “yo contra el barrio” de toda la vida con gráficos en pixeles para coronar el gameplay y la estética retro.

Double Dragon no podía ser menos. Considerado uno de los pioneros del género el juego de los hermanos Billy y Jimmy Lee supo cosechar una gran base de seguidores en su día, una que tras tres entregas en recreativas, varias en casi todas las consolas, una serie de animación, cómics de Marvel y una muy olvidable película, sigue conservando un gran recuerdo de la franquicia.

A veces, igualmente, es necesario que los recuerdos vuelvan a cobrar vida, y es así como Secret Base nos trae un nuevo título de la IP con el nombre de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons, un título que a pesar de vivir de su nombre, se anima a explorar con distintas mecánicas y opciones de jugabilidad, un género que siempre se cree cuadrado y sin margen para novedades, pero no nos adelantemos.

La historia del juego no tiene guarda relación con las entregas anteriores, aunque los seguidores de la franquicia verán que varios enemigos de otras entregas están de regreso y ciertos movimientos de ataque resultarán muy conocidas, pero ahí terminan las similitudes. El título está ambientado en el año 19XX donde una guerra nuclear devastó la ciudad de Nueva York y cuatro bandas se hicieron con el control de la metrópolis. El nuevo alcalde de la ciudad les pedirá a los hermanos Lee y su tío ayuda para limpiar las calles y poder cobrar fuerza para establecer un gobierno con tranquilidad. Al grupo de hombres se le sumará Mariane, la misma que había que rescatar en el Double Dragon original y la que era baleada en la segunda entrega.

Prepárate para machacar botones y liberar a Nueva York del crimen con un título que le hace honor al nombre que lleva en más de un sentido. Prepárate a luchar de una forma muy particular y por demás entretenida. Acompáñame.

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Apartado técnico

Si tienes la misma edad que yo o estás cerca, recordarás esa música típica, con una suerte de eco que se apoderaba de tus oídos cada vez que ponías un pie dentro de las recreativas, pues esa misma atmosfera transmite la banda sonora de Double Dragon Gaiden. Un compilado excelso de metal de los 80 con algunos arreglos de chiptunes que teniendo en cuenta el origen de la franquicia no podría sentarle mejor.

A las melodías que acompañan cada una de las fases, se le suman los sonidos propios de las luchas y de las voces digitalizadas de los personajes, que también tienen esa calidad que parece sacada de una recreativa de los ochenta y que le va como anillo al dedo a la producción de Secret Base.

Los gráficos marcan un pronunciado cambio con otras ediciones de Double Dragon, ya que se muestran mucho más caricaturescos o chibi, si se quiere, en un claro guiño a sagas como Kunio Kun o bien similar a Mighty Final Fight, el estupendo juego de Capcom para NES basado el título que tuvo como protagonistas a Guy, Cody y Haggar de las recreativas: Final Fight. Si bien el diseño de los personajes no está tan detallado como en el ya citado TMNT: Shredder’s Revenge, está muy bien logrado, algo que también ha de decirse del diseño característico de cada una de las distintas fases que contiene el título.

El juego, a su vez, está acompañado de algunas cinemáticas muy de corte retro que se reproducen en momentos clave para orientar al jugador en la historia de la entrega.

Las cinemáticas con texto y el menú del juego se encuentran localizados de forma excelente a nuestro idioma al que se puede acceder directamente desde el menú de opciones sin que haya necesidad de cambiar el lenguaje general de la consola.

Un diseño nuevo con corte retro y un claro homenaje a otros grandes del género - ¡Comparte!

Jugabilidad

Hay muchas novedades con respecto a este apartado en esta entrega de la saga. En principio sería bueno aclarar que el juego mantiene su esencia de beat ’em up pura y dura, eso no varió ni debería hacerlo, pero lo cierto es que los desarrolladores quisieron darle una vuelta más para innovar y el resultado debo decir que es óptimo en toda regla.

Desde el comienzo, el juego nos propone seleccionar cuál será la primera banda de criminales que queramos desbaratar. Así es que de un total de cuatro facciones delictivas, deberemos decidir cuál será la primera y esto tiene una importancia determinante en cómo serán las otras fases, ya que a medida que vayamos derrotando jefes, las otras facciones se harán más fuertes, e incluso los escenarios serán más largos y nos mostrarán ciertos subjefes dependiendo en qué orden lleguemos a las fases, lo que hace que casi cada partida sea una novedad y le da mucho valor rejugable. Ah, sí, las infaltables fases del subterráneo, la fábrica, y el ascensor, dicen presente en este beat’em up también.

Por otro lado, el juego nos ofrece 4 personajes jugables desde el comienzo, pero un total de 13 que podremos ir desbloqueando mediante el uso de fichas en un sistema que también es totalmente nuevo y me ha encantado, porque está directamente ligado a como encares las luchas contra los enemigos, y en este punto me voy a explayar un poco más.

Cada uno de los personajes dispone de un ataque común y uno especial, que se ejecuta cuando una barra inferior a la de la energía está llena. A diferencia de lo que ocurre con otros juegos del mismo género en los que el poder especial está reservado solo a ciertos momentos o en perjuicio de la propia vitalidad del protagonista, aquí este movimiento es de uso casi constante, o deberá ser, si es que queremos llegar lejos en la aventura. Esto se debe a que al realizar el ataque especial para dar el golpe de gracia a nuestros enemigos obtendremos monedas que podemos cambiar, al final de cada fase, por diversos objetos como fichas o distintas mejoras para nuestro personaje.

Si no se utiliza este ataque, no recibiremos el premio en monedas y puede que eventualmente nos quedemos sin energía, ya que la manera más fácil de encontrar ítems que repongan nuestra barra de vitalidad es derrotando con un golpe especial a tres o más enemigos al mismo tiempo, lo que hará que en la pantalla aparezcan distintos elementos comestibles (dependiendo el número de enemigos derrotados) que al recogerlos repondrán la energía en distintos grados.

Las fichas obtenidas se pueden cambiar en una tienda que posee el juego para destrabar personajes secretos, música, tips para el título y distintas piezas de arte. Las continuaciones se paga con dinero del juego, aunque a medida que se utilizan van aumentando hasta acabar con nuestra economía y ahí sí: Game Over.

Otra de las novedades es que la partida se encara con dos personajes que pueden cambiarse en cualquier momento con solo presionar un botón, o bien cuando uno ha perdido toda la vitalidad. Cada personaje tiene su propio set de habilidades e incluso algunos crean una experiencia jugable muy distinta, como Mariane.

No me terminó de convencer el hecho de que los enemigos derrotados quedan en pantalla en color gris (me recordó al Golden Axe de recreativas), pienso que sería mejor que desapareciesen para dar más espacio al jugador, y en la misma línea, la interfaz gráfica en los combates contra jefes es un poco exagerada, y la energía de los oponentes muchas veces se siente demasiado grande y obstaculiza el desarrollo de la acción.

En materia de multijugador, el título se puede disfrutar de a dos pero solo en modo local, algo que sin duda es muy negativo para los que gustan de disputar partidas en línea.

Un Double Dragon verdaderamente nuevo que no pierde sus orígenes - ¡Comparte!

Duración

Para ser un beat ’em up el juego ofrece muchas horas de diversión sin aburrir. Incluso, sin entrar en spoilers, sobre el final podremos tomar una decisión que puede alargar o acortar la aventura, pero para destrabar todos los personajes, las músicas y el arte deberemos juntar bastante dinero dentro del juego y esto significa volver a las calles de esta Nueva York tan distópica como peligrosa, una y otra vez.

Conclusión

Nadie esperaba un regreso de Double Dragon, pero tras jugar por varios días a esta entrega he de decir que ya mismo quiero ver una continuación. La gente de Secret Base parece haber dominado el balance entre la nostalgia y lo novedoso y se ha animado a meterse con una franquicia clásica, icónica en la historia de los videojuegos, y ha superado la prueba con muy buena nota.

No tengas dudas, Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons es uno de los mejores beat ’em ups de los últimos tiempos, y teniendo en cuenta la gran calidad que hemos tenido en el género en la actualidad, esto es más que un cumplido,

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