El rey de los rallies vuelve en 2019 con su mejor entrega. DiRT Rally 2.0 es perfecto, purista, completo y un imprescindible.
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El Dark Souls de los rallies. Quizá es la frase que más se me venía a la cabeza en cada una de las partidas que he podido disfrutar en DiRT Rally 2.0. El meme de usar el juego de From Software para buscar el símil de que un juego es muy difícil es totalmente válido para el título de Codemasters, pero en esta review queremos ir un paso más allá con la definición, ya que el placer que proporciona terminar una carrera o un tramo con un buen tiempo, sin daños o simplemente, llegando entre los 10 primeros, resulta indescriptible.
Quizá el apodo ‘DiRT’ se haya hecho famoso a lo largo de estos años, pero esta nueva generación de DiRT, que el primer DiRT Rally trajo a finales de 2015, es algo totalmente diferente. En Codemasters no han pasado años muy buenos, y el antecesor del título que nos ocupa incluso tuvo que comenzar con un Early Access en Steam sin ni siquiera tener confirmado un lanzamiento para consolas. El éxito fue rotundo. Los aficionados a este tipo de competiciones se vieron complacidos con un estilo realista que llevábamos años sin poder disfrutar.
Porque DiRT 4 no es DiRT Rally. Pongamos que hay un paralelismo entre Forza Horizon / Motorsport y las distintas ediciones de la franquicia de Codemasters. Por tanto, estamos ante la versión ‘simulador puro’, la dura, la que exige, la que realmente disfrutan los fans de los rallies. Desde luego, hoy en 2019 sigue habiendo mucho de los míticos Colin McRae Rally en DiRT Rally 2.0, y eso no puede dejarnos más contentos.
Una vez más, Codemasters cuenta con la licencia oficial de la FIA del campeonato mundial oficial de Rallycross, que no debemos confundir con el campeonato mundial de Rallies. Para quién no lo conozca, Rallycross es un estilo de carrera en circuito cerrado en el que competiremos en carreras simultáneamente junto a otros 5 coches. Como si fuese una mini-liguilla, habrá 4 mangas en las que podremos ganar puntos para que los 12 primeros compitan en una semifinal entre 6 de la que los 3 primeros llegarán a la final. Este tipo de carrera hace que aunque no seas el mejor de todos, puedas acabar entre los finalistas. Es rápida, entretenida y aunque parezca que estamos limitados a un mismo circuito, los distintos tipos de terreno y la aleatoriedad de los oponentes que te pueden golpear le dan un valor muy interesante.
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Sin generar mucho ruido y en un mes atestado de lanzamientos, el título de conducción no parece tener muchas oportunidades para los que sólo se fijan en los grandes nombres de los carteles, pero para los fans… que hagan un hueco en sus agendas el 26 de febrero. Lo que véis en el trailer de arriba es el juego real. Es así.
Apartado técnico
En DiRT Rally 2.0 por fin parecen haber dado un salto brutal de calidad gráfica. Seguramente debido a la existencia de las consolas Premium, Codemasters ha colocado un producto gráficamente muy superior a lo que nos tenían acostumbrados. La sensación de velocidad, la iluminación, las partículas, todo se ha mezclado y agitado de una manera excelente para ofrecernos la mejor experiencia off-road al volante.
Y una de las señas de la casa es la más importante, los 60 fps serán constantes en ambas plataformas, pero en Xbox One X especialmente el juego nos dará algunas estampas tan bellas, que si nos descuidamos nos harán estrellarnos con el despiste. Las capturas que acompañan a la review hablan por sí solas, pero verlo en movimiento es una absoluta delicia. Con respecto a la resolución, no sabemos en qué ámbito se mueve Xbox One S, pero Xbox One X es muy probable que esté tranquilamente por encima de los 1440p, lo que a 60fps está muy bien.
Quizá las texturas sean las que bailan un poco de vez en cuando, sobre todo cuando los coches se manchan de barro o se deforman (por cierto, muy conseguidas), de manera que parecen que pierden resolución. Y otro detalle que quizá te pueda ‘sacar’ en algún momento es que los reflejos sobre el vehículo no se actualizan a 60fps, si no a una tasa menor, un efecto gráfico interesante para no perder rendimiento, pero que en ocasiones es demasiado notable a simple vista.
Pero DiRT Rally 2.0 tiene su propio modo gráficos. Lamentablemente, no lo controlaremos, ya que se trata de las repeticiones de carrera. En las repeticiones, la tasa de frames se reduce a 30 fps pero los gráficos suben hasta un nivel de realismo inusitado, que probablemente en la versión de PC puedan disfrutar con las configuraciones más avanzadas. El resultado, desde luego es una incontinencia botonil que nos hace sacar capturas de pantalla como si no hubiera un mañana. Forza Horizon 4 es insuperable en este sentido, pero nos hemos sorprendido muchísimo de lo que es capaz de reproducir el título de Codemasters.
La joya absoluta es la combinación de distintos estados de clima que ofrecen muchas oportunidades distintas en cada una de las etapas. Las carreteras mojadas, los charcos que se forman a los lados, el reflejo en tiempo real en el agua, las gotas sobre el coche, el barro que sale por detrás sobre el que incluso se iluminan las luces de freno… es un cúmulo de detalles gráficos que nos siguen sorprendiendo horas después de la primera partida.
El sonido es el sello de la casa. Es absolutamente espectacular como está recreado cada uno de los motores, el característico silbido de los motores con turbo, las altas revoluciones de los atmosféricos, como golpea la grava en la carrocería al frenar, el sonido de las ruedas derrapando porque se han bloqueado con una frenada más intensa de lo normal… es una auténtica pasada y un orgasmo para nuestros oídos. Pero pronto dejaremos de disfrutar de estos efectos, ya que el 100% de nuestra mente estará concentrada en recortar cada curva o mirar el retrovisor en el Rallycross o en las precisas instrucciones de nuestro copiloto -de las que incluso podremos controlar el tempo desde las opciones-, en perfecto castellano.
Jugabilidad
Para los que están acostumbrados a los simuladores, detectarán pronto que el exigente manejo de DiRT Rally 2.0 es al mismo tiempo una de sus mayores virtudes y uno de sus mayores defectos. El sistema de físicas tiene en cuenta la tracción de cada una de las ruedas sobre el terreno, el peso del coche, el estado de la carretera y la potencia motriz que el vehículo transmite en los ejes entre otros. Un conjunto que en sus configuraciones más realistas, casi obliga a que uses un volante con pedales en lugar del mando, con el que nos sentiremos totalmente inmersos.
Hemos de confesar que a pesar de tener experiencia con este tipo de títulos, hemos tenido que tirar de estabilizadores de control y de tracción para poder llegar al final de muchas etapas. La combinación de asfalto mojado con tracción trasera es garantía de trompos cada 50 metros. Por mucho que seamos unos cracks con el juego de botones de freno+acelerador, nos costará muchos salir indemnes con el mando de una de estas pruebas sin un mínimo de ayudas. Al menos, en las primeras horas. La experiencia es un grado en DiRT Rally y las distintas técnicas tan básicas como la de usar el peso del coche con el freno para dirigirlo donde queramos o el frenar sin soltar el acelerador se convertirán en algo esencial (y muy disfrutable).
Y es que también nos hemos frustrado en los primeros momentos de juego viendo que resultaba casi imposible quedar en las primeras plazas. Hasta que hemos comprendido que es otra de las bondades del título. Al contrario que otros juegos de conducción, el quedar en la posición 19 de 30 no es sinónimo de fracaso absoluto. En los distintos eventos que nos ofrece en línea el servicio Racenet, nos compensarán igualmente con créditos solo por acabar las pruebas, lo cual ya es un indicador de que deberemos de ir poco a poco, accediendo primero a los coches menos potentes y ‘aprender’ a ser mejor piloto.
Precisamente uno de los atractivos de este DiRT Rally 2.0 está en el apartado Mi Equipo, que es algo así como una especie de modo campaña bastante cómodo. Con un sistema de créditos que iremos consiguiendo en las distintas pruebas disponibles, podremos comprar nuevos coches y mejorar los ya existentes, pero ojo, porque esos mismos créditos son los que tendremos que gastar para reparar nuestro vehículo entre etapa y etapa si estamos jugando en este modo. De esta forma, tendremos que alcanzar un equilibrio entre ir rápido para ganar más dinero pero sin dañar mucho nuestro coche, porque no nos compensará el cometer demasiados errores.
Y aquí es donde está más medida una especie de progresión que nos alude de nuevo a la coletilla ‘souls’: como elijamos el camino más complicado sin estar preparados, vamos a sufrir. Y posiblemente, vayamos a perder más de lo que podamos permitirnos. Y comprar alguno de los más de 40 vehículos disponibles, aunque tengamos la posibilidad de comprar modelos usados, serán bastante caros. A no ser que seas una máquina al volante, porque en ese caso, es muy probable que acabes teniendo el mejor garaje en poco tiempo. Las mejoras no sólo se aplicarán a los coches, si no que también podremos mejorar al copiloto, para que cada recuperación nos penalice con menos tiempo, o a los ingenieros, para que las reparaciones sean más económicas/en menos tiempo.
De hecho, hasta será posible tener algún coche repetido, ya que en el momento que comencemos un evento, ese vehículo en concreto no se podrá usar en ningún otro hasta que terminemos. Debido a la temporalidad de estos, contaremos con algunos que serán diarios o semanales, con limitaciones más especiales y en los que encontraremos con oponentes reales, que nos dejarán sus tiempos en la tabla.
Prácticamente están todas las clases de vehículos de rally homologados: Los históricos H1, H2 y H3 con maravillas como el Peugeot 205 GTI o el Audi Sport Quatro, los antiguos de grupo B y A (Subaru, Lancia Delta, etc..), los nuevos R2, R4, R5 que son los coches más modernos y los especiales casi de lujo contenidos en la clase Rally GT con un Aston Martin o un Chevrolet Camaro entre otros. Pero no os penséis que tendremos que comprarlos todos para poder probarlos. Para eso tenemos muchos más modos disponibles que nos permitirán prácticamente elegir lo que queramos.
Duración
A pesar de que estamos acostumbrados a juegos con muchísimo contenido de cientos de coches, en DiRT Rally 2.0 preferirás hacerte con cada uno de los 50 disponibles y dominarlos. Parece que son pocos a priori, pero la recreación de cada uno de ellos te resultará más que suficiente de cara a las pruebas a las que te tendrás que enfrentar. En los modos del apartado ‘Juego Libre’ podremos seleccionar el que queramos, ya sea si nos enfrentamos oficialmente a los Rallies Históricos, a la FIA World Rallycross Championship, al modo ‘A Medida’, que ofrece la posibilidad de incluso hacer matchmaking en línea, pudiendo crear nuestro propio campeonato totalmente personalizado o el nuevo modo Contrarreloj, una novedad en esta segunda entrega.
El modo Contrarreloj nos permitirá correr cualquiera de las carreras como queramos y enfrentará nuestro tiempo al de cualquier rival online que haya jugado en el mismo modo, resultando en un ranking mundial de tiempos que muchos disfrutarán intentando batir. Desde luego, variedad de escenarios no nos falta, pero al no ser oficial el campeonato de rallies, no tendremos los típicos Rally de Montecarlo o el de Suecia, famosísimos por su dificultad, y de la misma manera, parece no haber nieve por ningún lado, algo que sinceramente es una falta importante que no sabemos si se incluirá a posteriori.
Para los Rally históricos viajaremos a Argentina, Australia, Nueva Zelanda, Polonia, España y EE.UU, mientras que para Rallycross tendremos Bélgica, Canadá, Inglaterra, Francia, Noruega, Portugal, España (en el circuit de Barcelona-Catalunya) y Suecia. Aunque todo esto es sólo el comienzo, ya que según podemos ver en la edición Deluxe, habrá ‘temporadas’, que probablemente vengan acompañadas de más circuitos y vehículos.
Conclusión
DiRT Rally 2.0 es el rey absoluto en su género. Hasta ahora no había nadie que le tosiera a su primera entrega y con este se han superado, ya que por fin, el estigma gráfico se lo han sacudido de la mejor manera: con una presentación impecable y hermosa a 60 fps. Quizá el gran ‘pero’ del título de Codemasters sea su dificultad, algo que se puede arreglar bajando el nivel de los rivales, activando ayudas y haciéndolo más light, pero nunca deja que lo domen del todo. Tendrás que seguir luchando cada curva, cuadrándote en cada una de las estrechas rectas para no acabar volcado, dañado o teniendo que abandonar la etapa por daños críticos. No obstante, el placer de terminar una etapa con una conducción rápida y limpia es impagable.
Quizá tienen algunos detalles sin pulir, como no haber añadido nieve o hielo a ninguna etapa o la falta de algunas ubicaciones añadidas al listado de Rallies históricos, que aunque compensan con el gran contenido preparado de Rallycross, sabemos que es la esencia de un juego de Rally. Preparar cada etapa, prepararse para el terreno, el tiempo, modificar las ruedas, priorizar las reparaciones… es la quinta esencia que nos prepara para enfrentarnos a duras trazadas de casi 10 minutos de duración que nos pondrán más tensos que el fontanero del Titanic.
Una de las sorpresas de esta temporada que ningún fan de la conducción y mucho menos de este subgénero tan particular debería perderse. DiRT Rally 2.0 es una maravilla.
*Gracias a Koch Media por habernos proporcionado el material para la review.
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Apartado técnico91/100
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Jugabilidad98/100
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Duración86/100
Lo bueno
- Gráficamente espectacular.
- El sonido es ultra-realista.
- La jugabilidad es una delicia.
- El mejor en su clase.
Lo malo
- Poca variedad de ubicaciones en los rallies.
- Es demasiado exigente por defecto.
- No hay pruebas con nieve o hielo.