Fireaxis llega con un nuevo Civilization cargado de novedades y ajustes que pueden llegar a ser bastante polémicos.
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El nuevo Civilization era un juego esperadísimo por los fans de la estrategia, en especial por los muchísimos que vienen jugando a la saga de Sid Meier desde sus comienzos, que se remontan al año 1991. Por aquellos días, las mecánicas de Civilization conquistaron el corazón y, principalmente, las horas de muchísimos jugones que se sentaban frente a sus PC a pasar una indecible cantidad de tiempo para hacer crecer su civilización predilecta.
Mucho ha pasado desde aquellos días, pero la premisa de la IP sigue intacta al día de hoy, siete entregas y algunos spin offs más tarde. Sin embargo, esta nueva entrega de Civilization ha dividido a los fans como nunca antes desde los primeros días de acceso anticipado en PC. Para muchos, los condimentos que se han agregado a esta séptima edición numerada cambiaron demasiado las mecánicas jugables, lo que sumado al cambio en la interfaz de usuario, no habría cuajado con una base de fans que es increíblemente sólida.
De cualquier forma, este análisis se centrará exclusivamente en el título de Xbox y muchas de las cosas que en PC son quejas, en consola se vuelven virtudes, pero ya nos adentraremos más en eso en apenas unos párrafos más. Por lo pronto, preparate a realizar un viaje histórico a través de la evolución del mundo, con algunas particularidades, por lo que no te aconsejo que sigas los eventos del título para aprobar tus clases de historia.
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Apartado técnico
Gráficamente, no veo que el juego tenga un salto de calidad desde su edición anterior, pero convengamos que ese nunca fue el fuerte de Civilization. Lo cierto es que el juego se ve bien, con gráficos caricaturescos en los perfiles de los líderes y más realistas en los diseños de las unidades y del mapa, con varios detalles muy bien pulidos como el movimiento del agua.
La interfaz es mucho más simple y funciona en consolas muy bien, aunque entiendo que en PC es todo lo opuesto. Basta con jugar apenas unos minutos para darse cuenta de que la UI fue diseñada con las consolas como objetivo y quizás debieron haber trabajado en PC de una manera distinta ya que ese público no deja de ser el central en este tipo de producciones. Dicho esto, los desplazamientos con el mando son simples, la información en pantalla es la suficiente sin abrumar y, al menos habiéndolo jugado solo en Xbox Series S, no tengo quejas.
Con respecto a la banda sonora, las orquestas melódicas y algunos ritmos nativos me resultaron realmente agradables, debo decir que me pareció que desde Fireaxis se esmeraron mucho en este punto también, recordemos que incluso en Civilization 4 una de las canciones había llegado a ganar un Grammy por lo que la vara estaba alta.
Desafortunadamente, parece que la música se llevó toda la atención de los diseñadores de sonido ya que los efectos sonoros no abundan y parecen faltar todo el tiempo, o ser increíblemente repetitivos, incluso durante las batallas entre diferentes unidades.
El juego se encuentra enteramente localizado al español con un gran trabajo por parte de los profesionales que encararon este difícil proceso con tantas cadenas de texto. Con respecto a bugs, lo único que he notado en ocasiones fue que algunas unidades seguían apareciendo en ciertas casillas aunque ya no estaban allí ya sea porque habían sido eliminadas o se habían desplazado. Si bien es un detalle menor, puede ser un tedio estratégicamente hablando cuando piensas que tienes más unidades de las que realmente tenías.
piopialo vcboxed=»1″]Una UI a medida de las consolas, con un diseño incuestionable para estas plataformas[/piopialo]
Jugabilidad
Civilization 7 nos brinda la oportunidad de seleccionar entre 18 líderes, 19 si se suma Napoleón al que se lo puede desbloquear enlazando nuestro usuario de Xbox con una cuenta de 2K. De cualquier forma, el/la líder que se elija no se condice con la civilización que encarará, citando el caso de Napoleón, puede que se ponga al frente de Italia o conduzca a Egipto a su gloria, lo único que hace el líder es aportar características propias para el desarrollo del imperio, sea cual sea el que toque, que también cambia cuando avanzan las eras.
Los consejeros están de nuevo a la orden del día con consejos y objetivos para forjar el legado del pueblo que hayamos escogido, al igual que la selección del tipo de gobierno y las políticas sociales que se crean más convenientes.
Desde el punto de vista de la jugabilidad, las novedades abundan, aunque claro, no serán del gusto de todos como ya se ha visto en este y en otros tantos casos. El cambio más grande en esta entrega de la saga es el del sistema de eras. En ediciones pasadas, el jugador recibía informaciones sobre los rivales que alcanzaban la era medieval, la era del bronce, etc, pero Civilization 7 reúne tres eras que funcionan como si se tratase de tres juegos diferentes.
La era de la antigüedad, la era de los descubrimientos y la era de la modernidad plantean distintos objetivos, algunos fomentan el avance de la exploración, otros el enfrentamiento o el desarrollo en mapas cada vez más grandes, pero, además, todos los participantes del juego avanzan el mismo tiempo a la otra era, por lo que esa disparidad atemporal que existía en otras entregas no existe más y es algo que aunque era disparatado funcionaba muy bien, incluso desde el plano estratégico para saber bien qué tecnologías o estructuras desarrollar primero.
Ahora bien, un gran defecto de estos avances de era es que algunas unidades y estructuras no se traspasan, y no está claro cuáles son las que lo hacen, ni las razones, lo que puede llevar a frustrar a muchas personas, a mí en particular, me sucedió.
Las personas que encaren una partida de Civilization este tipo de cambios es bienvenido, pero no así para los más veteranos que buscan otro tipo de táctica, y, de hecho, es este último grupo el que le da vida a la saga y a los títulos de este estilo por lo que es posible que los desarrolladores hayan errado al no conocer a su nicho, o quizás, pecado de ambiciosos al querer llegar a otro grupo con una estrategia un tanto segregacionista para con sus usuarios de siempre.
Otro de los cambios, este no tan polémico, es el sistema de influencia, que añade muchas más opciones y riesgo en las conversaciones con otros líderes, ya sean aliados o rivales. La influencia funciona como una suerte de moneda que se puede generar con el tiempo y utilizar en distintos momentos como para organizar festivales de ciencia, abrir fronteras, establecer alianzas e incluso espiar a otras naciones y hasta robarles desarrollos, entre muchas otras cosas más.
La influencia no solo se puede gastar, sino que también es factible forzar a otros jugadores utilizarla con base en ciertas propuestas que haga el propio jugador, lo cual abre un abanico de posibilidades completamente interesante y muy amplio para explorar.
Uno de los problemas que siempre resonaron en las últimas ediciones de Civilization fue la inconsistencia de la IA que por momentos pasaba de mostrar una nación como aliada absoluta a declarar la guerra en un pestañeo. En esta edición todos los procesos sí fueron más consistentes aunque la propensión a la guerra sigue estando ahí aunque en ese terreno se incorporó la figura del comandante del ejército y el comandante naval que básicamente al tenerlo presente se pueden reunir en su mismo casillero varias unidades, lo que hace que el desplazamiento sea muchísimo más práctico a través de las casillas.
La religión también vuelve a hacerse presente con un nivel de complejidad, por suerte, mucho menor al que tenía en Civilization 6 y con el detalle de que es posible crear una religión desde cero, incluso poniéndole nombre, algo que no tiene una incidencia suprema en el desarrollo de los turnos, pero que sí suma condimentos interesantes a la partida.
Duración
La saga Civilization debería incorporar una especie de advertencia en la caja o en el juego que advierta los riesgos de pasar cientos de horas jugando sin darse cuenta, esta entrega no es la excepción. Estamos ante un título que, en cuanto te descuidas, te robó 10 horas, pero es un tiempo que realmente fue bien invertido.
Conclusión
La optimización de Civilization 7 en materia de menús tiene dos culpables: la Nintendo Switch y en mayor medida la Steam Deck de Valve, algo que los propios desarrolladores admiten. ¿Resistirá el enojo de los jugadores de PC? El futuro es incierto, pero lo que es seguro es que las modificaciones de interfaz que tanto molestaron, en Xbox funcionan, el sistema de las eras, creo que no tanto, o quizás este sea un salto generacional con miras en un público más joven y no en nosotros, los más viejunos.
Civilization 7 se tiene confianza y creo que tiene con qué ostentar, solo el tiempo dirá si las cosas se acomodan para que el juego llegue a lograr un balance entre el público nuevo y el de siempre.
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Apartado técnico75/100
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Jugabilidad75/100
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Duración100/100
Lo bueno
- La unidad del comandate
- La sencillez de aspectos como la religión
- Sigue siendo absolutamente adictivo
Lo malo
- El sistema de eras no es para todo el mundo
- Los líderes disponibles de lanzamiento
- Los efectos de sonido