Si alguna vez pensaste cómo sería tener tu propia taberna medieval en un reino fantástico, Crossroads Inn te permite vivir esa realidad.
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Los que hayáis jugado a casi cualquier título RPG con cierto corte medieval habréis pasado indefectiblemente por alguna taberna de esas que se encuentran en los caminos en el medio de la nada misma, ya sea para recuperar energía, luchar o simplemente obtener alguna misión nueva que algún cliente, o el propio dueño de la cantina, nos encomiende. Este Crossroads Inn se encarga de ponernos en el rol de ese tabernero que normalmente pasa totalmente desapercibido, para crear y administrar un establecimiento, respetable o no tanto, para toda clase de personas que pasa por allí.
El modo campaña del juego nos pondrá en la piel de un joven que recibe como «regalo» una taberna que tiene como misión inmediata armar una boda, por lo que el tutorial nos irá guiando en varios aspectos básicos del juego y conforme avancemos, nuestra humilde posada se irá convirtiendo en el eje central de la disputa del trono del reino que ocupamos, cuyo puesto está vacante tras la misteriosa muerte del rey.
Espero que no estéis con mucha pereza porque administrar este lugar no será nada fácil, por lo que poneros la ropa de fajina, hay mucho por hacer para mantener este negocio a flote. Vamos a ver qué tal nos va.
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Apartado técnico
Una palabra que quizás vaya a utilizar en demasía en esta reseña es «cumple», y es que básicamente no puedo decir más y sería muy injusto decir menos, por lo que el verbo creo que abarca completamente mi concepto en varios apartados. Veamos, gráficamente el juego por defecto presenta una vista isométrica que con pulsar un botón se traslada a una cámara que muestra una visión completamente desde arriba, para que tengamos una mejor referencia al momento de construir y/o colocar diferentes muebles. El juego además nos permite rotar la cámara a gusto y necesidad y hasta hacer zooms cuando y dónde queramos, por lo que las opciones son buenas. Ahora sí, el nivel de detalle en los personajes no deslumbrará a nadie durante el juego, pero en los diálogos que podemos ver en la campaña y en las escenas que dividen los diversos capítulos que nos ofrece la producción, este aspecto está mucho más cuidado y en muchos casos se siente como si estuviéramos jugando a un RPG tradicional .
El apartado sonoro acompaña al juego con melodías del tipo medievales cuyo volumen se puede ajustar pero que realmente no hace una diferencia grande en cuanto a la experiencia se refiere. Las voces de los clientes, siempre en inglés, sí están muy logradas y junto con otros sonidos de vasos chocando, madera crujiendo y la charla constante de los clientes logran crear una ambientación de bar muy buena.
En cuanto a la localización, el juego se encuentra disponible en varios idiomas entre los que se incluye el español de España, pero desafortunadamente este aspecto sin dudas no es el fuerte de esta producción. Algunos menús u opciones dentro de ellos permanecen completamente en inglés y ciertas traducciones parecen sacadas directamente de algún motor automático destinado a tal función como Google Translate, que muy posiblemente haya sido el responsable del trabajo. Todo esto me llevó a realizar el análisis completamente en inglés. Cabe destacar que si bien este es un aspecto muy mejorable, aquellos que no se lleven muy bien con la lengua inglesa igualmente comprenderán todo en la traducción española, pero no con una muy buena calidad.
Jugabilidad
Crossroads Inn ofrece tres modos de juego que no serán para nada extraños para quienes estén acostumbrados a este tipo de simulación de gestión: sandbox, campaña y escenario. Lo ideal, incluso para los más avezados en el género será debutar en la campaña asistidos por un minitutorial, ya que el título tiene muchas particularidades que sin algunas instrucciones no son fáciles de descubrir.
La campaña nos permite desarrollar nuestro personaje siguiendo una historia con varios aspectos de RPG, como ciertas habilidades en forma de opciones de diálogo que iremos incrementando conforme las pongamos en uso, por ejemplo, si intimidamos a nuestro interlocutor constantemente, aunque fallemos, esa habilidad irá aumentando hasta volverse más efectiva, lo mismo sucederá usando la mentira como arma o la amabilidad. Las interacciones con los distintos personajes generan nuevas posibilidades de ir ganando objetos en forma de recetas para nuestra cocina o bien obtener descuentos en las compras de insumos en las ciudades aledañas.
En el modo sandbox empezaremos a crear nuestra posada desde cero, con algo de dinero que dependerá de la dificultad que elijamos y con la posibilidad de construir de la forma que más nos plazca, comenzando con un salón principal que es donde nuestros clientes pasarán la mayor parte del tiempo comiendo y bebiendo. El tamaño de las diferentes secciones se puede ir ampliando dentro del espacio del terreno siempre y cuando tengamos el dinero suficiente para realizar las modificaciones. Cada espacio tiene un conjunto de muebles con opciones muy variadas que harán que podamos guardar provisiones, crear nuevas comidas y ofrecer nuevos servicios a clientes especiales. A su vez, nuestros comensales nos informarán, normalmente de muy mala manera, lo que no les gusta de nuestro establecimiento para que podamos cambiarlo o ajustarlo.
Conforme nuestra taberna vaya adquiriendo fama gracias a los clientes satisfechos (o contratando publicidad) podremos ir desbloqueando nuevos clientes en una suerte de árbol de progreso también muy a lo RPG. Nuestros primeros visitantes serán siempre peones de campo que prefieren tragos básicos como cerveza o vino o bandidos de diferente calaña, pero a medida que comencemos a ofrecer distintas opciones se acercarán a nuestro bar nobles y otros grupos de clases sociales más altas dispuestos a pagar más por un servicio diferente.
Hay varios aspectos esenciales en la administración de la taberna además de la construcción. Uno de ellos es la contratación y el manejo de nuestros empleados y es aquí donde encuentro uno de los principales problemas del juego. Si estáis acostumbrados a simuladores de vida como el famoso The Sims, donde con hacer clic en un personaje podemos indicarle qué hacer o qué dejar de hacer, veréis que en el caso de Crossroads Inn, el manejo es mucho más complicado. Cada uno de los empleados hará lo que le parezca más prioritario, y aunque podremos acceder a un menú de gestión de las prioridades de cada uno, es bastante impreciso y no siempre funciona, especialmente cuando tenemos muchas personas a nuestro cargo.
Lamentablemente, en mi análisis de Crossroads Inn con mi Xbox Series S tuve una experiencia plagada de errores y bugs que muchas veces logró irritarme bastante. Por momentos, mis empleados quedaban totalmente trabados contra paredes u objetos por varios días sin que pudiesen salir de allí por más que estuviesen rodeados de puertas o con espacio más que suficiente para moverse. Como si esto fuera poco, en muchísimas oportunidades el juego quedó completamente congelado, obligándome a cerrarlo y volverlo a abrir y perder todo el progreso si es que no había guardado la partida, algo que comencé a hacer casi constantemente luego de estos problemas. Como tuve la posibilidad de realizar este análisis antes de que el juego llegue al mercado, es posible que los desarrolladores lancen algún parche para corregir este tipo de inconvenientes ya desde el primer día.
Duración
Si hay algo en lo que el título no defrauda es en la inmensa cantidad de horas que pasareis jugando. El modo campaña es larguísimo, con más de 20 horas aseguradas para conseguir terminarlo y quizás me esté quedando corto, dependiendo de cuanto queráis explorar objetivos adicionales y ese tipo de cosas. El modo sandbox, puede ser eterno ya que no tiene un fin y las opciones de exploración para ir consiguiendo nuevos objetos y otras cosas son muchísimas, lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con el modo campaña.
Además, bugs aparte, el título es muy adictivo y os mantendrá entretenidos por mucho tiempo, de eso no tengo dudas.
Conclusión
Es una pena que esta idea tan buena esté, al momento, repleta de errores que merman la experiencia de juego. El alma del título es excelente y muy original, solo quizás The Sims Medieval planteó algo un poco parecido en su momento, por lo que si los desarrolladores de Kraken Unleashed logran pulir un poco más algunos detalles y variar algunas características, este podría ser un juego referente para una subcategoría dentro de las producciones de gestión de negocios y simulación de vida.