Os traemos el análisis de Citadel: Forged With Fire, el nuevo MMORPG desarrollado por Blue Isle Studios y Virtual Basement.
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Después de más de dos años disponible en Early Access, finalmente tenemos en nuestras manos la versión 1.0 de Citadel: Forged With Fire, el MMORPG desarrollado por el estudio independiente canadiense Blue Isle Studios junto con Virtual Basement.
En Citadel: Forged With Fire nos crearemos a nuestro propio aprendiz de mago para explorar el inmenso mundo de fantasía de Ignis, ya sea a pie, a lomos de cualquier bestia o, al más puro estilo Harry Potter, volando con nuestra escoba; para descubrir todos sus secretos y enfrentarnos a poderosos enemigos, así como para crear nuestro propio imperio construyendo todo tipo de imponentes edificaciones que muestren nuestro poder al resto de jugadores.
Comenzaremos nuestra aventura forjados del fuego en el mundo de Ignis, mundo donde la magia lo controla absolutamente todo, y como aprendices de mago deberemos labrarnos nuestro propio camino mientras descubrimos nuevos hechizos que nos ayuden a lidiar con las múltiples bestias que encontraremos durante nuestro viaje o nos faciliten la ardua tarea de recolectar recursos. Aprendices, bienvenidos al fantástico mundo de Ignis.
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Apartado técnico
Como suele ocurrir en este tipo de juegos, el apartado técnico es sin duda alguna el peor de Citadel: Forged With Fire. Si bien es cierto que han conseguido sacar un producto con una cantidad mínima de bugs si lo comparamos con otros títulos como Ark o Conan Exiles, nos encontraremos de vez en cuándo con algún otro fallo importante(por ejemplo, no poder utilizar el baúl) así como con varios problemas de conexión a la hora de entrar a los servidores.
Sin duda alguna, uno de los mayores puntos fuertes de este título son los tiempos de carga, ya que son prácticamente inexistentes. Una vez entremos dentro de la partida, el enorme mapa de Ignis estará totalmente cargado y podremos desplazarnos por los 36 km² de los que dispone el mapa sin ningún tiempo de carga y sin sufrir en exceso del molesto popping típico en los juegos sandbox.
Citadel: Forged With Fire funcionará de forma totalmente fluida cuándo juguemos en un servidor no muy habitado, en cambio, si entramos en un servidor con los otros 49 jugadores, veremos como la tasa de FPS cae en picado al mostrar varias construcciones y monturas del resto de jugadores, y si estas monturas son varios dragones, veremos a jugadores montados sobre un pixel gigante.
Gráficamente el juego cumple de sobras, destacando sobretodo en el trabajo realizado con los diferentes detalles del equipamiento que lleve nuestro mago y en los diferentes escenarios que visitaremos, sin embargo, estos escenarios, aunque bien trabajados, pecan de falta de contenido, con lo que tendremos la sensación de encontrarnos siempre en el mismo sitio donde veremos los mismos tipos de árboles, mismos tipos de rocas, mismos tipos de plantas, etc.
En cuánto a la banda sonora del título, solo la escucharemos en determinados momentos, como al caer la noche o al adentrarnos en algunas cuevas o templos; durante el resto del tiempo, la única banda sonora que escucharemos será el sonido de la propia naturaleza de Ignis. Pero en los momentos en los que sí hay banda sonora, han conseguido crear una melodía que encaja a la perfección con este mundo de fantasía mezclando instrumentos de viento con melodías al piano.
Jugabilidad
Entramos en el punto fuerte de Citadel: Forged With Fire, ya que literalmente, puedes hacer lo que quieras con tu personaje en este magnifico mundo. Quieres dedicarte a construir las mayores fortificaciones? Puedes; Quieres dedicarte a explorar el basto mundo de Ignis? Puedes; Quieres dedicarte a cosechar extrañas plantas con las que crear poderosas pociones? También puedes hacerlo, incluso si lo tuyo es ser un PK, también podrás hacerlo(en los servidores PvP).
Lo primero que haremos será crear nuestro personaje a través de un creador bastante limitado, en el que nos permitirán escoger entre un escaso número de caras y peinados diferente y un también limitado número de colores para nuestra piel, ojos y pelo. Donde si tendremos más libertad es a la hora de decidir las dimensiones de nuestros personajes, pudiendo variar el tamaño de brazos, piernas, torso, cabeza,etc.
Una vez creado nuestro personaje, seremos creados del fuego en el fantástico mundo de Ignis, prácticamente desnudos y sin ningún equipamiento. Apareceremos en una de las tres zonas seguras disponibles, zonas en las que el combate no está permitido y no sufriremos daños mientras nos encontremos dentro de su radio de acción. Al aparecer encontraremos a uno de los muy escasos NPCS del título, quién nos dará nuestras primeras misiones de tutorial, con las que conseguiremos nuestros primeros niveles de experiencia así como varios objetos útiles al inicio de nuestra aventura.
Estas misiones serán el único tutorial que tendremos en todo el juego, y os adelanto que se hace corto. En las zonas seguras, encontraremos unas piedras con transcripciones que nos darán pequeños consejos muy básicos sobre el juego, todo lo demás, deberemos aprenderlo bajo nuestra cuenta y riesgo y usando el método de prueba y error, sobre todo a la hora de crear nuevos hechizos.
Al contrario que otros títulos similares, Citadel: Forged With Fire es un juego bastante benévolo con los novatos, ya que no deberemos preocuparnos de factores como el hambre, la sed o el sueño; facilitando así enormemente tanto la exploración, como el crafteo y la construcción y permitiéndote llevar un ritmo de partida mucho más relajado. En contra, al no poseer estos elementos de supervivencia, perderá una gran parte del encanto que los usuarios encontramos en esta clase títulos.
Como os hemos comentado al principio, en Citadel: Forged With Fire seremos auténticos magos, así que gran parte de las acciones de nuestro día a día las haremos utilizando la magia. Por ejemplo, para recolectar recursos, podremos golpearlos con un arma cuerpo a cuerpo, sí, pero si en encantamos este arma usando una Esencia de Naturaleza, podremos utilizar un hechizo de extracción que nos permitirá reunir recursos mucho más rápido y sin la necesidad de crearnos 20 hachas al principio del juego.
Existen una gran variedad de hechizos disponibles que deberemos crear utilizando las diferentes esencias que encontraremos repartidas por todo Ignis. Existen un total de cinco esencias que podremos encontrar extrayéndolas de unas grandes bainas, o de ciertos enemigos; por ejemplo, la Esencia Natural la encontraremos en árboles y animales del bosque, o la Esencia de Hielo, que la encontraremos en zonas heladas y en los no muertos.
Usando estas Esencias, podremos encantar nuestras armas realizando diferentes combinaciones. Existen 4 tipos de escuelas de magia que podremos escoger para crear nuestros hechizos; dos de ellos son fijas, la escuela de utilidad, donde podremos crear hechizos para extraer recursos o domar bestias, y la escuela de hechizos que afectan al propio usuario, como aumento de velocidad, teletransporte, etc.
Las otras dos escuelas de magia variarán dependiendo del tipo de arma que portemos, por ejemplo, si llevamos un hacha o espada, podremos escoger en la escuela de Área de Efecto, donde crearemos hechizos capaces de dañar a múltiples enemigos; o la Escuela Explosión, donde crearemos poderosos hechizos de combate cercano que causarán grandes daños. El poder de estos hechizos variará dependiendo de nuestro nivel y de los objetos que añadamos durante su proceso de creación, con lo que ir actualizando estos hechizos será vital para nuestra supervivencia.
A pesar de la gran presencia de la magia, no es dejéis engañar, ya que como es costumbre en estos juegos, gran parte del tiempo lo pasaremos recogiendo los materiales necesarios para esa nueva arma, escoba voladora o castillo que estemos construyendo, así que preparaos para largas horas de recolección.
Otro de los grandes puntos fuertes es el hecho de que podamos domar a cualquier criatura con la que nos encontremos si somos capaces de debilitarlas lo suficiente y soportar su arremetida el tiempo suficiente para ello. Estas criaturas pasarán a ayudarnos y a subir de nivel con nosotros siempre y cuándo las mantengamos bien alimentadas; y lo mejor es que, una vez creada la silla de montar podremos montar sobre cualquier criatura de cuatro patas que hayamos domado, incluido impresionante dragones.
Duración
Este juego no tiene un duración estimada, no tenemos ninguna historia o misión que completar, nosotros mismos decidiremos cuándo acaba nuestra historia y nosotros decidiremos que queremos hacer a continuación(podemos incluso crear campeonatos de un deporte muy similar al popular Quidditch de Harry Potter con nuestros amigos y crear nuestro propio estadio).
Citadel: Forged With Fire es un auténtico comehoras, es uno de esos juegos en los que sin darte cuenta, has pasado más de cuatro horas sin enterarte recogiendo madera, explorando cuevas, cazando dragones o creando inmensas construcciones para demostrar tu poder.
Conclusión
Citadel: Forged With Fire es un juego recomendable con una propuesta muy interesante, sin embargo, peca en varios aspectos si lo comparamos con sus rivales en el mercado, ya que directamente no tiene ese desafío extra que nos proponen los survival y su mundo, aunque enorme, está muy vacío, siendo rara la vez que vemos más de 6 monstruos en una misma zona.
De todas maneras, estoy convencido que todos estos fallos se irán arreglando a medida que vaya llegando nuevo contenido al título, porque Citadel: Forged With Fire puede ser la base para un futuro gran título MMORPG, sin embargo, de momento, tiene varios aspectos a mejorar.
Este análisis se ha realizado en una Xbox One, donde podremos disfrutar de este título a 4k Ultra HD. Podéis haceros con Citadel: Forged With Fire por 39,95€ siguiendo este enlace.
Agradecemos a Koch Media el material ofrecido para poder realizar este análisis.