En Capcom Arcade Stadium tendremos la posibilidad de jugar desde la comodidad de nuestro sillón a más de 30 años de recreativas de los creadores de sagas como Street Fighter. Una recopilación imperdible.
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Una vez leí que los aeropuertos son uno de los pocos lugares en la tierra donde las distintas emociones de la humanidad se reflejan constantemente, incluso, a veces, en un mismo instante. Si bien es innegable que esta apreciación es absolutamente precisa, se me ocurre otro sitio en donde nuestros sentimientos más puros se daban cita: los salones de recreativas.
Independientemente de dónde hayas nacido, si viviste en la época de los 80s y 90s tuviste la suerte de ingresar a este mundo mágico de luz y sonido que te envolvía al traspasar el umbral de entrada. La sensación de alegría, las emociones de tristeza al ser derrotado en tu máquina favorita y no tener más monedas para continuar o el asombro y la felicidad de hallar un nuevo título en tu barrio es lo que este Capcom Arcade Stadium intentará emular en este lanzamiento que llegó a Xbox One y Xbox Series a través de la retrocompatibilidad.
Si alguien me hubiese dicho en 1991 que iba a poder tener más de 30 máquinas con lo mejor de Capcom en mi casa, hubiese pensado que esa persona no estaba en sus cabales, pero aquí estamos. La magia de la tecnología hizo que la empresa japonesa pudiese recopilar varias de sus más logradas producciones en un paquete sencillo de jugar y de disfrutar, incluso para las generaciones más nuevas que no tuvieron ala posibilidad de experimentar varios de estos juegos en su estado original y que pueden utilizar varias características modernas con ellos.
El juego se vende en packs o completo, de la forma en que os sea más conveniente. A modo de recomendación, os diría que adquieran todos los juegos porque realmente la opción es variada y podríais descubrir alguna joya oculta para vuestro paladar, pero de cualquier forma aquí os detallo cómo son los packs. ¡Ah! y recordad que podéis descargar el entorno y un juego de forma totalmente gratuita.
- 1943: The Battle of Midway (1987) – gratuito
- Ghosts ‘n Goblins (1985) – separado
Dawn of the Arcade (1984–1988)
Vulgus (1984)
Pirate Ship Higemaru (1984)
1942 (1984)
Commando (1985)
Section Z (1985)
Trojan (1986)
Legendary Wings (1986)
Bionic Commando (1987)
Forgotten Worlds (1988)
Ghouls ‘n Ghosts (1988)
Arcade Revolution (1989–1992)
Strider (1989)
Dynasty Wars (1989)
Final Fight (1989)
1941: Counter Attack (1990)
Mercs (1990)
Mega Twins (1990)
Carrier Air Wing (1990)
Street Fighter II (1991)
Captain Commando (1991)
Varth: Operation Thunderstorm (1992)
Arcade Evolution (1992–2001)
Warriors of Fate (1992)
Street Fighter II Turbo: Hyper Fighting (1992)
Super Street Fighter II Turbo (1994)
Armored Warriors (1994)
Cyberbots: Full Metal Madness (1995)
19XX: The War Against Destiny (1995)
Battle Circuit (1997)
Giga Wing (1999)
1944: The Loop Master (2000)
Progear (2001)
Espero que tengáis monedas disponibles, porque a donde vamos, las vais a necesitar. Empecemos.
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Apartado técnico
Muchos de ustedes estarán pensando «pero es que esos mismos juegos están disponibles a través de distintos emuladores», lo cual es cierto pero el cuidado en el aspecto estético y la sencillez con la que se pueden disfrutar estos títulos en esta recopilación, os aseguro que dista mucho de lo que pueden encontrar en la mejor configuración de su emulador favorito, incluso RetroArch.
Para no apartarnos de la emulación de los juegos presentes en esta colección, he de decir que no he encontrado un solo defecto ni en los controles ni con el temido input lag. Lo que sí es destacable, es que los problemas inherentes a los títulos clásicos que estaban ya en las recreativas no han sido modificados, por lo que siguen estando allí. A muchos, esto puede molestarles, pero en lo que este redactor respecta, me parece un canto a la fidelidad de la era.
La presentación de los juegos es absolutamente genial. Cada título nos espera en una recreativa colocada una al lado de la otra en su modo demo, tal como pasaba en los locales reales, e iremos recorriendo cada una de las máquinas hasta elegir la que queramos jugar con nuestras monedas, que, por suerte, son infinitas en este mundo virtual paradisíaco. De cualquier forma, si no os gusta cómo se ve cada máquina, también tienes la posibilidad de rotar entre diferentes modelos y colores, algunos más rústicos y otros más visualmente prodigiosos. A su vez, también podréis rotar el orden de los títulos y añadir algunos a tus favoritos para poder acceder a ellos de forma incluso mucho más sencilla.
No todo en materia de personalización se reduce a lo estético. En la mayoría de los títulos podréis elegir entre la versión japonesa y la occidental, y digo «en la mayoría» ya que algunos títulos solo se quedaron en Japón y por ende no poseen una contraparte para otras regiones del planeta. Esta opción es muy interesante para ver diferencias en la localización que van desde el cambio de nombres en los personajes principales de juegos como Captain Commando o ciertos detalles gráficos como en la menor desnudez de Jessica Haggar durante la escena inicial de Final Fight.
Otro de los aspectos que podremos modificar a voluntad son las dimensiones de la pantalla e incluso añadir diferentes filtros que aportan efectos de scan lines o difuminados que emulan los gloriosos días de los monitores de tubo. Además, podréis ver el juego como si estuvierais sentados en la propia recreativa visualizando la palanca, los botones (ambos elementos dinámicos) y el marco de la pantalla que también puede variar de acuerdo a vuestra preferencia e incluso desaparecer si así os apetece.
Los menús y las opciones de esta producción de Capcom están localizados al español para que no tengáis ningún tipo de inconvenientes a la hora de navegar por las múltiples opciones que se nos brindan.
Jugabilidad
Como detallé al principio, Capcom Arcade Stadium incorpora a sus juegos varias funciones que modernizan la experiencia y la adaptan a las nuevas formas de juego sin que se perjudique la esencia de estas joyas atemporales. Todos los juegos contienen los ya archiconocidos «save states» que permiten grabar la partida en cualquier punto para continuarla más tarde, pero adicionalmente Capcom nos ofrece también la función de rebobinar con solo presionar uno de los botones de mando para regresar el tiempo en el juego, otro de los botones nos permite alterar la velocidad del mismo, ya sea para acrecentar el desafío a todo gas o reducir el azote de las balas en juegos como 1942.
Es evidente que la empresa japonesa puso especial énfasis en los controles que se sienten perfectos con el mando de la Xbox, algo que es extremadamente necesario para no padecer (aún más) la dificultad en juegos como Ghosts ‘n Goblins y otros tantos de este set.
Los títulos que fueron seleccionados para esta alineación retro buscan la aprobación de un público variado, y creo que lo logra. Final Fight (1989) era uno de los infaltables y se viste de gala para la ocasión junto con otro de los mejores «yo contra el barrio» de la compañía como lo es el ya nombrado Captain Commando. Otro de los principales buques insignia de la compañía, Street Fighter 2, hace una triple aparición con la inclusión de Street Fighter 2: The World Warrior, Street Fighter II Turbo: Hyper Fighting y Super Street Fighter 2. Para sufrir a más no poder (y divertirnos al mismo tiempo en una combinación que suena un tanto masoquista) está Ghouls ‘n Ghosts (1988) a la orden del día y shooters como Progear, uno de los más modernos de la empresa en este pack que data de 2001.
Capcom a su vez también la aportó algo de rareza al catálogo con la inclusión de juegos como Battle Circuit y Cyberbots: Full Metal Madness, un juego que, hasta donde yo sé, solo vio la luz fuera de las recreativas en Japón con ports para Playstation y Sega Saturn también en el país del sol naciente, lo cual fue una pena porque es un juegazo que, por suerte, ahora más gente podrá disfrutar.
Como es inevitable muchos juegos quedaron afuera de este conjunto. En algunos casos se entiende que sea por temas de licencias, por ejemplo Alien vs. Predator, el siempre pedido Cadillacs and Dinosaurs o The Punisher, propiedad de Marvel, pero sagas como Darkstakers o el mismísimo Red Earth de la misma Capcom no deberían haber sido excluidos, aunque quizás se añadan luego a través de algún DLC con diferentes títulos.
Duración
Eterna, al menos hasta ahora ha probado ser así. Llevo años jugando a la mayoría de estos juegos y sin embargo la simpleza para jugar a cada uno de los títulos que trae esta recopilación me ha llevado a pasar muchas horas a los mandos arrojando por la ventana a a Horace Belger, por ejemplo, en Final Fight. Los títulos en su mayoría son cortos, pero muy desafiantes y multiplicados por 30, creanme que las horas que vais a pasar con una sonrisa en la cara, son muchas.
Adicionalmente a los desafíos de puntuación y demás retos que nos propone aquí Capcom, cada uno de los juegos tiene un multiplayer local en cooperativo o versus aunque de momento no hay indicios de exportar el mismo sistema a un modo online, lo que sería un gran acierto a futuro que quizás ya esté en las listas de añadidos de Capcom (recordemos que el juego fue exclusivo de Nintendo Switch por un tiempo y recién acaba de llegar a Xbox, PC y Playstation).
Conclusión
Con Capcom Arcade Stadium la empresa japonesa nos lleva a recorrer 30 años que marcaron a muchos jugadores y desarrolladores de la actualidad. Una muestra clara de que las recopilaciones hechas con cuidado y cariño pueden ser dignas de admiración como ya lo eran el Capcom Beat ‘em up Bundle y Street Fighter Anniversary Collection de la misma casa.
Esta recopilación es una caricia a la nostalgia, pero también la oportunidad de que muchos jugadores más jóvenes conozcan la gloria de otros tiempos, más simples en capacidades técnicas pero con mucha alma e innovación. Gracias Capcom por llevarnos a las recreativas una vez más, de otra forma, pero con los mismos recuerdos.
*Agradecemos a Koch Media el material ofrecido para poder realizar este análisis.