Una aventura de supervivencia espacial que pone a prueba nuestra resistencia a bordo de una nave destruida con una gallina inmortal como compañera. Así es Breathedge.
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Si algo nos han enseñado los videojuegos en el transcurso de los años es que sobrevivir en el espacio no es una tarea sencilla. Las aventuras en el cosmos vienen plagadas de peligros, desde fuerzas extraterrestres que buscan aniquilarnos en naves que disparan cientos de proyectiles hasta lluvias de asteroides que podrían aplastarnos en milésimas de segundo. El caso de Breathedge nos demuestra que incluso un viaje convencional al entierro de un familiar recién fallecido en una nave espacial, puede desencadenar una aventura de supervivencia extrema.
La historia comenzará con un interrogatorio al que es sometido nuestro personaje por unos robots bastante particulares, y cuando digo particulares me refiero a que, por ejemplo, fuman. Esta característica inicial augura una constante en toda la aventura: el humor que nos seguirá sin cesar a todos lados, incluso en muchos de los puzzles que deberemos resolver para seguir con la historia principal. La narrativa, entonces, parte desde ese interrogatorio, contando la historia en retrospectiva y en donde sabremos que el protagonista estaba viajando con el cadáver de su abuelo en una nave hacia el lugar de descanso final del buen hombre, cuando un terrible devenir del destino hizo que la nave se destruyese en medio de la nada. Sobrevivir será entonces la única opción y lo haremos con ingenio, humor y una gallina aparentemente inmortal.
Vayan poniéndose el traje espacial y revisando el oxigeno, que en este análisis hay mucho para explorar.
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Apartado técnico
Casi un mandato tácito de los juegos de supervivencia es que los gráficos tienen que deslumbrar a los jugadores desde el primer instante y en este caso los desarrolladores de RedRuins Softworks se han mantenido fieles a esa tendencia realizando un estupendo trabajo desde lo visual, con gráficos que despliegan una gran calidad tanto en las partes interiores de las naves y los escombros de construcciones destruidas, en donde pasaremos gran parte del juego, como en el espacio exterior, un campo que por lo oscuro generalmente en los juegos no goza de mucho detalle pero que, sin embargo, aquí se ve absolutamente logrado.
La historia nos proveerá también de distinto material gráfico y audiovisual (incluido un VHS que nos enseñará a orinar y dónde hacerlo correctamente) que les recordará a muchos la estética soviética de las películas de los años 50s que crea una atmósfera especial en el título y que marca una diferencia con lo que se aprecia en el resto del juego.
La banda sonora está cargada de temas de jazz en sintonía con esta estética de los años cincuenta que promueven las fotos y otros elementos del apartado visual. En lo personal, y si bien la música jazz no me desagrada, creo que no le sentó muy bien a la temática espacial del juego que quizás hubiese ido más con un sonido de rock clásico de los 60s o 70s. De cualquier forma, si como a mí la música no te termina de convencer, puedes apagarla con un interruptor dentro de la nave como si de una radio se tratase. Fuera de la nave, la música adquiere un tono de meditación que en ese caso sí es un total acierto para la ambientación y hace que la exploración sea mucho más disfrutable.
En lo que refiere a las voces de los actores que interpretan a los personajes no hay absolutamente nada que decir. Mis felicitaciones a los que pusieron la voz aquí porque todo es sencillamente perfecto en este aspecto.
El juego está completamente localizado al español en los textos y los menús, una tarea que no debe haber sido nada sencilla para el equipo que se cargó al hombro este trabajo, ya que el título está repleto de humor, comentarios, situaciones en doble sentido y respuestas irónicas que son muy difíciles de conservar divertidas en otro idioma y aquí se ha logrado.
Jugabilidad
Breathedge no se sale del estándar en cuanto a perspectiva y el juego lo interpretaremos desde la visión del protagonista, es decir con una cámara en primera persona. El humor, como ya comenté antes, es una constante, sí, pero esto no le resta dificultad al título. Ya desde el primer momento deberemos escapar de un compartimiento donde una fuga de gas amenaza con hacer que nuestra partida sea muy corta.
Cuando ya tengamos resuelta esa contrariedad, podremos explorar los restos de nuestra nave para familiarizarnos con el entorno de lo que será nuestra primera «base», con el menú, los comandos en general y con los diversos elementos que podremos utilizar a nuestro favor, como la mesa de diseño que será nuestra principal aliada para la construcción de distintos equipamientos esenciales para avanzar en la historia.
Tan pronto salgamos a explorar el espacio exterior, veremos la impresionante cantidad de lugares que el juego nos ofrece para explorar, una situación que puede ser un poco avasallante al inicio pero que luego se puede moderar un poco al mejorar nuestros equipos y crear vehículos que facilitan nuestra tarea.
La paciencia es un elemento clave en la exploración de Breathedge y no me refiero a la dificultad de encontrar ciertas piezas o al desafío de no morir electrocutado o de alguna otra forma, sino a la constante ausencia de oxígeno.Este es quizás uno de los principales problemas que tiene el juego. Si tomamos el caso de Subnautica, por ejemplo, que es para mí uno de los mejores exponentes del género de supervivencia, allí también teníamos que estar constantemente atentos al oxígeno pero bastaba con emerger a la superficie como para solucionar este problema, en Breathedge no tenemos esa posibilidad por lo que la falta del principal componente de la vida nos obligará a volver a nuestra base/nave/depósito constantemente, lo que hace que el recurrente regreso se vuelva una experiencia sumamente tediosa después de un tiempo y que atenta contra la propia exploración.
Como sucede en este estilo de juegos, aquí también deberemos reunir varios componentes para crear nuevas invenciones (en este caso son bastante extravagantes, por así decirlo) que van desde armas hasta ítems para taladrar, coger o extraer recursos. Otros elementos simplemente están sueltos en el éter y se pueden tomar a voluntad, especialmente los componentes nutrientes o el hielo con el que podremos hacer agua para saciar las necesidades básicas de ingesta de nuestro astronauta.
Para seguir las misiones principales tendremos a nuestra disposición el HUD en pantalla que nos guiará a través del espacio junto con una IA bastante perspicaz que nos indicará cuál es el siguiente paso a seguir, aunque no exactamente cómo hacerlo, lo cuál puede ser un añadido al desafío.
Por alguna razón que no comprendo, el juego cambia su enfoque casi durante el tramo final y nos hace abandonar por completo la exploración para colocarnos en escenarios completamente lineales con motivo de descubrir un poco más de la historia del juego, algo que muchos coincidirán en que no hacía falta y que no añade nada bueno a la experiencia en general con el título.
Duración
Incluso en la opción más estándar de dificultad, Breathedge no es un juego sencillo, por lo que terminar la historia nos llevará más de 15 horas de seguro. Lamentablemente, muchos minutos de esas horas nos la pasaremos yendo y viniendo hasta los puntos donde hay oxigeno, principalemente durante las primeras horas y es un factor que no suma en términos de diversión.
Sin embargo, si vamos a los fríos números, el juego tiene una duración muy larga y ofrece muchas opciones de exploración y armado de estructuras, de hecho una de las opciones de juego está íntegramente dedicada a este aspecto para los que no se quieren complicar mucho con la exploración, aunque dudo que este público se acerque a este tipo de juegos, mas siempre están las excepciones para todas las reglas.
Conclusión
Con una apuesta fuerte al humor y a la ironía mezclados con muy buenos elementos de exploración, Breathedge logra disipar ciertos momentos tediosos que la experiencia de juego puede traer consigo producto de la constante repetición en el ir y venir del comienzo por causa del oxigeno y el abrupto e inexplicable cambio de estilo en un determinado momento de la historia.
Esta producción de RedRuins Softworks no va a desencantar a los aficionados del género y estoy seguro de que en más de una oportunidad se van a encontrar sonriendo por alguna broma que haya sucedido en pantalla, pero quizás los más puristas busquen otras de las muchas opciones disponibles que hay en el mercado en materia de mundos abiertos de supervivencia.