Cinco buenos personajes secundarios

Cinco buenos personajes secundarios

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Hay muchas ocasiones en las que un personaje secundario le ha salido tan rematadamente bien a los guionistas y a los diseñadores de un determinado videojuego, que mucha gente lo prefiere al protagonista o, al menos, es querido y recordado por los fans, algo que en ocasiones eleva la dificultad para crear un sustituto que siempre va a ser comparado con el anterior que gustó tanto. Normalmente aquellos títulos con personajes secundarios llamativos suelen ser auténticas obras maestras de la industria del videojuego.

Three Dog (Fallout 3)

El locutor de Radio Galaxia es el perfecto ejemplo de lo que comentaba antes, un personaje secundario muy querido por los fans que puso el listón tan alto que el pobre Travis Miles siempre sale perdiendo en las comparaciones, incluso cuando le ayudamos a ganar confianza en sí mismo.

La voz de Three Dog era la que gustaba a la gente guay de Yermo Capital, frente a los rancios que escuchaban las ondas de El Enclave. El afroamericano tenía una apariencia bastante diferente a la del resto de la gente que nos encontramos por las tierras irradiadas que rodean Washington DC, con su chupa de cuero, sus gafas del sol y su pañuelo en la cabeza. La forma que tenía de relatar nuestras aventuras le daban al juego una sensación especial, nos metía todavía más en la experiencia y nos animaba a completar misiones secundarias solo para escuchar Radio Galaxia y ver qué decía sobre nosotros.

Apoyaba la “Buena Batalla” que libraba la Hermandad del Acero y confesó en directo la vez que se pinchó Jet y visitó El Oasis, aunque él mismo duda de la veracidad de la historia. De todas formas nos amina a ir al lugar y si lo hacemos, disfrutaremos de una buena historia. Su labor como DJ es espectacular, poniendo una banda sonora perfecta a nuestras peripecias por el Yermo.

Dominic Santiago (Gears Of War)

Lo conocimos salvando a Marcus Fenix de una muerte segura en una cárcel abandonada, lo despedimos cuando se sacrificó para volver a salvarlo de aquel numeroso ejército de locust lambent, y durante el tiempo que pasamos con él sentimos como se nos partía el corazón cuando encontramos lo que quedaba de María.

Pese a que Dom perdió a sus hijos el día en que los locust salieron del suelo y a su esposa unos meses más tarde, el menor de los hijos de la familia Santiago supo sobreponerse al golpe para luchar por la supervivencia de la humanidad matando todas las larvas posibles, quizá esperanzado por volver a encontrarse con María. Irónicamente hallarla y verse obligado a acabar con lo que ya no era más que un cadáver andante le supuso un cisma que ya no pudo superar.

Cansado de vivir una batalla sin final, con la única razón de su existencia hecha pedazos de la manera más cruel, Dominic decidió poner fin a su vida para darle a Marcus la oportunidad de acabar con la guerra que tanto dolor le había causado. Una vida dedicada a la lucha desde los 16 años. Una lucha que le había arrebatado a su familia, en primer lugar a su hermano Carlos durante las Guerras del Péndulo, pero que también le había dado la máxima condecoración de la CGO, la Estrella Embry por robar los planos con los que Adam Fénix pudo completar el desarrollo del Martillo del Alba.

Generoso, amable, justo y sobre todo muy leal, Dom siempre tendrá un lugar en el recuerdo de todos los gears que hayan empuñado una gnasher para terminar con la abobinable Horda Locust.

Triss Merigold (The Witcher)

¡Ay, el amor! Cuántos quebraderos de cabeza tuvo Triss Merigold a causa de sus sentimientos por Geralt de Rivia, ya que aunque eran correspondidos por el corazón del brujo, los genitales del Lobo Blanco iban por otro camino. Al menos hasta aquella noche en el puerto de Novigrad, en la que Triss Merigold no cogió aquel barco y dejó escapar sus sentimientos más profundos frente a Geralt con el cielo estrellado como testigo.

Triss Merigold aparece en todas las entregas de la saga aunque nunca ha sido un personaje controlable. Es una hechicera miembro de la Logia de las Hechiceras especializada en curación aunque no puede aplicarse sus conocimientos porque es alérgica a la magia. Su pelo rojizo y sus ojos verdes son sus rasgos físicos más recordados. Suele poner la razón por delante de sus sentimientos excepto cuando la cuestión gira en torno a Geralt de Rivia. La amabilidad y la solidaridad con los demás son otras de sus características más destacables.

Penúltimo (Trópico)

Penúltimo no será de los más conocidos pero merecía estar en esta lista porque pese a ser un pelota y un oportunista, de su humor inglés no se libra ni el mismísimo presidente. Porque su odio a los ecologistas lo escupe con tanta gracia que cae simpático hasta al más férreo opositor a la energía nuclear y porque su egoísmo lo reviste con una falsa capa de solidaridad que le permite mantener su puesto al lado de El Presidente aunque en realidad no sepa hacer absolutamente nada.

Bueno, eso último no es tan cierto. Penúltimo nos suele avisar en el último momento de lo que necesita el pueblo y, como el valioso consejero que es, también nos comenta la forma corrupta de actuar para llenar nuestras arcas privadas en el paraíso fiscal. Es el primero en huir del Palacio Presidencial cuando entran los rebeldes y el primero en volver para engañarnos diciendo que él siempre estuvo ahí para protegernos.

Hagamos lo que hagamos, ya sea subir la jornada laboral y bajar los salarios, abrir las fronteras, aliarnos con los Estados Unidos o con la URSS, hacer fraude en las elecciones, practicar el terrorismo de estado o prohibir las redes sociales, Penúltimo saldrá en la radio justificando todas nuestras acciones, sean las que sean, y ante quién sea. Por eso siempre será nuestro segundo al mando. ¡Viva Trópico! ¡Viva El Presidente!

Zell Dincht (Final Fantasy VIII)

¡Menuda época se vivía a finales de los 90! El Nü Metal ostentaba el trono del Rock y los tatuajes tribales en la cara todavía escandalizaban a las viejas, incluso a las que hacían vida en la Isla de Balamb. Zell Dincht era un skater no muy listo con un temperamento volátil, socialmente activo, estudiante de la historia del mundo y amante de las bibliotecarias y de los bocadillos calientes de la cafetería del Jardín de Balamb -tuvo que salvar al mundo para poder comerlos- y un Seed experto en la lucha cuerpo a cuerpo con una lealtad a la cadena de mando fuera de toda duda.

Sus comentarios, de un lenguaje moderadamente gamberro le daban un toque de humor a la aventura de rol y ver salir a los delfines en su límite siempre era un espectáculo por lo surrealista de la situación. Seifer, el malote de la academia militar que era el Jardín de Balamb siempre sabía como provocar a Zell, quién se tomaba demasiado en serio los comentarios del rubio pelele de la Bruja Edea.

Al igual que el resto de protagonistas del juego, Zell era un niño huérfano por la guerra que había coincidido en un orfanato con el resto bajo el cuidado de Mamá Ede antes de que el mal la hubiera penetrado convirtiéndola en bruja. Ninguno de ellos se acordaba de los demás porque habían hecho hueco en sus mentes para los Guardian Force, lo que había debilitado su memoria. Sin embargo, visitar durante el juego la casa en la que los acogieron durante su niñez los ayudó a recordar.

Zell luchaba con sus puños, los cuales podíamos cubrir con diferentes guantes que aumentaban el daño y añadían diferentes golpes a su límite, que estaba cronometrado por lo que dependía de nuestra habilidad a la hora de combinar los botones del mando para hacer más golpes antes de que se agotase el tiempo.

Era uno de los pocos estudiantes del Jardín que vivían en Balamb, la ciudad cercana a la academia militar. Podemos visitar su casa, lugar en el que conoceremos a su madre, una mujer de armas tomar y descubriremos que necesitamos mucha confianza con el rubio de ojos azules para que nos permita entrar en su habitación. Por cierto, durante un momento del juego parece que Rinoa lo prefiere a él antes que a Squall…