Análisis de Dynasty Warriors: Origins para Xbox Series

Analizamos para Xbox Dynasty Warriors: Origins, uno de los mejores juegos de la saga y un gran comienzo para la nueva generación de consolas.

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Desde que se anunció para Xbox, la nueva entrega de Dynasty Warriors tenía unas ganas tremendas de echarle el guante. La espera ha sido larga, pero sin duda comenzar el año con un “mosou” de la categoría de este Origins es algo que se echaba de menos, es una de las mejores entregas que se han desarrollado hasta la fecha en cualquier plataforma.

Su desarrollo me ha ofrecido dentro de un género que tiene como premisa batalles multitudinarias, mucha variedad y profundidad, gracias a las armas, el sistema de habilidades y su genial curva de dificultad. Ese añadido a su enorme duración y su precioso apartado artístico marca de la saga, además, aprovecha al máximo la capacidad de las nuevas consolas, permitiendo que juguemos incluso a 120 Fps.

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Apartado técnico

Origins eleva el listón en cuanto a la calidad gráfica de la serie. Los primeros gameplays que pudimos ver ya revelaban un juego con gráficos mejorados notablemente, aprovechando al máximo las capacidades de las consolas de nueva generación. En Xbox Series (también en PS5) podemos jugar si queremos a 60 imágenes por segundo o 120 imágenes por segundo, (siempre que tu pantalla lo soporte) y te aseguro que no se pierde mucho detalle en pantalla y puedes jugarlo con un framerate al doble que lo harías normalmente.

Los entornos son más detallados, con paisajes vastos y batallas que transmiten una sensación de escala y caos que no se había visto antes en la franquicia. Los personajes, aunque conservan su esencia clásica, ahora cuentan con animaciones más fluidas y efectos visuales impresionantes durante los ataques especiales o «musou» moviendo ejércitos enteros. Además, los efectos de clima y las físicas de combate añaden un nivel de realismo que hace justicia al relato épico de los Tres Reinos. La sensación de escala en las batallas masivas es impresionante, con miles de soldados en pantalla sin comprometer la fluidez. 

Los efectos de partículas han sido mejorados para mostrar más realismo en las explosiones, el polvo levantado por los caballos o las chispas generadas en el combate. Los ataques especiales no solo son más vistosos con explosiones y luces brillantes, sino que también interactúan con el entorno, como derribar árboles o levantar nubes de polvo. En este caso, no es que sea un juego que busca ser un top visual, pero contando lo que tenemos en pantalla y como se mueve todo, la verdad es que sorprende y se disfruta en general.

Las animaciones de los personajes han recibido una revisión completa, con movimientos más fluidos y naturales. Las secuencias de ataque, especialmente los combos y ataques especiales, han sido animados con más detalle, mostrando variaciones basadas en la dirección del ataque o el tipo de arma utilizada. Sin duda, el uso de las diferentes armas y habilidades es de lo más divertido del juego, poder probar sus efectos y como se van desarrollando a medida que las usamos es algo que nos hará que queramos probar, aunque siempre habrá un arma con la que nos sintamos más cómodos, aunque yo os recomiendo probar todas.

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Jugabilidad

Dynasty Warriors: Origins vuelve a las raíces de la serie, aunque con algunas innovaciones significativas. El juego mantiene la esencia de acción frenética y el combate 1 contra 1000 que caracteriza a los títulos de la serie, pero introduce nuevos elementos estratégicos y de personalización.

Tendremos que coordinar los ejércitos aliados, manejar en tiempo real tácticas de batalla y usar nuevas mecánicas como los ataques con los que podremos romper los bloqueos de los enemigos más duros (los hay y muchos), contraataques y la forma de esquivar han sido mejoradas respecto a otras entregas. La inclusión de un protagonista sin nombre que sufre amnesia ofrece una nueva perspectiva narrativa, facilitando de esta manera la inmersión de los nuevos jugadores en la saga. Los veteranos podrían encontrar algunos cambios en la estructura del juego, como la limitación de personajes jugables, aunque se compensa con un sistema de estrategia más profundo.

El núcleo del juego sigue siendo el combate de un solo guerrero contra hordas de enemigos, con la clásica mecánica de “musou» donde un solo ataque especial puede limpiar el campo de batalla. Se han añadido nuevas mecánicas para hacer el combate más dinámico y estratégico, como por ejemplo: 

• Ataques rompe bloqueo: Un sistema que nos permite romper las defensas de los enemigos más resistentes, añadiendo una capa de estrategia a los enfrentamientos.
• Contraataques y esquivas: La precisión en el momento del contraataque o esquiva puede significar la diferencia entre la victoria y la derrota, incentivando un juego más táctico.
• Ordenes de batalla: Ahora podemos ahora dar órdenes a las tropas aliadas, lo que incluye formación de unidades, retirada táctica o ataques coordinados, añadiendo un nivel de estrategia extra en la batalla, de ahí que destaque tanto la profundidad que nos ofrece Origins respecto a anteriores juegos.

Tenemos una amplia gama de armas; espadas, espadón o lanza, entre otras, cada una con habilidades únicas y modificaciones que pueden cambiar drásticamente el estilo de combate. La mejora de armas también afecta a la estrategia, permitiendo adaptarse a diferentes tipos de enemigos o situaciones.

A medida que avanzamos, desbloquearas nuevos movimientos, mejoras en habilidades y estrategias que pueden cambiar la forma en que abordas cada batalla. Dynasty Warriors: Origins no abandona el núcleo de la franquicia, donde la acción se centra en enfrentarse a hordas de enemigos. La sensación de poder y la satisfacción de ejecutar combos y ataques bestiales contra docenas de enemigos sigue siendo uno de los principales atractivos, así como su sistema de combate y cámaras mejoradas que hará que puedas moverte de mucha mejor manera en el campo de batalla.

El juego llega completamente traducido al español, por lo que no habrá ningún obstáculo para que cualquier jugador pueda jugarlo en nuestro idioma. El llegar traducido hará que no te pierdas ningún detalle de la historia que aunque no es muy compleja, tiene bastante miga y muchos diálogos y decisiones.

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Duración

La duración de Dynasty Warriors: Origins es considerable, en línea con lo que se espera de la saga. Con un modo historia que abarca desde la Rebelión del Turbante Amarillo (sin entrar en spoilers), los jugadores tienen por delante una campaña extensa, además, dividida en capítulos y con un extenso mapa donde podremos realizar más actividades, búsquedas de materiales, combates extra y mucho más.

Además, el juego ofrece misiones secundarias, desafíos y la posibilidad de rejugabilidad gracias a la personalización de armas y tácticas y sus finales. El sistema de progresión y las decisiones que impactan en la narrativa sugieren múltiples rutas y finales, lo que aumenta la longevidad del juego. Completar todo lo que ofrece te puede llevar más de 80 horas, si vas directo lo puedes finalizar con 20 o 25 horas.

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Conclusión

Dynasty Warriors: Origins es una vuelta a los orígenes de todo lo bueno de esta veterana saga. Se le podría poner algún matiz más respecto a la evolución de la misma, pero dentro de su género, este juego es él mejores que podemos encontrar y el mejor exponente en Xbox Series.

No hay muchas más cosas que se le puedan echar en cara, visualmente cumple, las batallas son intensas y el sistema de combate cada vez suma nuevos pequeños componentes estratégicos que hacen que el juego sea más profundo. Todo esto acompañado de mucho contenido, tomas de decisiones y algunos giros dentro del argumento hace que estemos delante de un juego notable y uno de los mejores de la saga.

Agradecemos a Plaion el material ofrecido para realizar este análisis.