Análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth – Bienvenidos a la cima de la franquicia

Ryu Ga Gotoku se luce con una nueva entrega de la saga que no escatima en detalles en un mapa verdaderamente inmenso.

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Parece que hubiese sido ayer cuando hice un análisis de la saga Yakuza/Like a Dragon y es que apenas en noviembre estábamos hablando de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, que nos preparaba para ver la conexión que tendría Kiryu con esta nueva aventura que no lo tiene como protagonista principal.

Like a Dragon: Infinite Wealth nos lleva a ponernos en la piel, nuevamente, del queridísimo Ichiban Kasuga en una entrega que nos ubica cronológicamente tres años después de los hechos de su aventura debut, Yakuza: Like a Dragon, que se animó a proponer un estilo completamente renovado no solo por el cambio de un protagonista ya legendario para la franquicia sino por incorporarse al género de RPG por turnos dejando de lado el tradicional beat ‘em up que era una característica muy arraigada en la saga. La apuesta de Ryu Ga Gotoku dio sus frutos marcando un hito, a mi entender, en la industria de los videojuegos ya que realmente son muy pocas las IPs que han podido dar saltos de géneros con tal éxito entre los fans viejos y nuevos.

El más completo y extenso de toda la franquicia - ¡Comparte!

En esta ocasión, los desarrolladores redoblan el desafío creando mapas muchísimo más grandes, cuando decían que serían los más extensos creados por el estudio, no mentían. Esto se traduce en que el título será así el más largo en cuanto a horas de juego, algo que ya es decir muchísimo teniendo en cuenta la duración de los títulos de la IP.

Es importante que sepas que si bien la historia remitirá de forma constante a la entrega pasada, en caso de que no la hayas jugado o tu memoria no sea muy confiable tendrás la oportunidad de ver un breve resumen casi al comienzo de tu nueva partida. Si en cambio tienes muy fresca la entrega pasada, puedes pasar de este recopilatorio y seguir de lleno en esta nueva producción.

A diferencia de lo que se ve en los tráilers (eso es recién en el segundo capítulo), el juego no comienza en Hawái sino en Yokohama, donde tras la Gran Disolución (el evento que disolvió al Clan Tojo y la Alianza Oni, algo que sucede en la entrega anterior), Ichiban trabaja como asesor laboral consiguiendo trabajos especiales para ex yakuzas que buscan reinsertarse en la sociedad con empleos legales.

Todo va muy bien para el héroe de la ciudad y sus amigos hasta que un canal de una plataforma muy pero muy similar a YouTube difunde una noticia falsa que hace que todo lo que había conquistado hasta el momento desaparezca. En ese contexto, Kasuga junto a otros dos viejos conocidos de la franquicia, Nanba y Adachi, salen a intentar conseguir más información sobre lo sucedido y allí entra en escena una misteriosa organización conocida como el Clan Seiryu, y será a través de ellos que el protagonista llega a las tierras hawaianas para descubrir una parte importantísima de su pasado que no revelaré aquí para no arruinarte la historia.

Nos vamos nuevamente a Asia para vivir horas y horas de diversión con un título que no sale de sintonía con ninguna de las entregas anteriores de la IP dándonos diversión, locuras, acción y drama en partes iguales y en mucha, mucha cantidad. Toma cualquier arma, las calles de Yokohama y Hawái son más peligrosas de lo que creías, pero tampoco te olvides el bañador y el protector solar, los necesitarás.

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Apartado técnico

Ryu Ga Gotoku ya nos ha acostumbrado a pasear por las calles de Kamurocho, Sotenbori, Ijincho y Yokohama y hemos podido ver el mimo que hay por parte de los desarrolladores en recrear ciudades con alma, verdaderas urbes en donde todo se siente real más allá de las locuras propias del juego o las sátiras a las que refiere. Pues esta nueva entrega hace acopio de todo lo aprendido y lo mejora expandiéndolo al máximo con gráficos que me han parecido los mejores de la IP, una que siempre se caracterizó por ser muy vanguardista en este aspecto.

Estas características también se replican en el diseño de los personajes, tanto de los principales como de los NPCs que abundan en todos los mapas a lo largo de la aventura y que si bien se repiten en enemigos y público en general, nunca jamás cansan dada la extensa variedad de modelos.

El doblaje de esta edición de Like a Dragon está disponible de salida en tres idiomas: chino, inglés y japonés, siendo esta última la elegida por mí al realizar el análisis y a riesgo de repetir mis palabras en otros análisis previos de la misma saga, el trabajo de los actores es magnífico, como así también lo es, en toda ocasión, el guion del juego al que solo puedo denominar como impecable.

Infinite Wealth viene cargado de una banda sonora estupenda que el propio jugador puede escuchar a voluntad a través del móvil de Ichiban en cualquier momento, muy en rollo Spotify, o en distintos puntos de la ciudad como bares, o lugares de descanso. El título incluso desde el primer capítulo ofrece la posibilidad de escuchar podcasts, pero al haber seleccionado la opción en japonés no conseguí entender nada de lo que se hablaba y por alguna razón estos no estaban subtitulados cuando los probé.

La localización al español es absolutamente correcta, se nota que los profesionales que han trabajado en esta tarea, que debe haber llevado su muy buen tiempo dado el contenido narrativo de la producción, estaban empapados en la saga y en las personalidades de los protagonistas ya que el tono es perfecto en cada caso y circunstancia. Mi única queja aquí radica en la ausencia de una variante latinoamericana de español y es que si bien el trabajo de los españoles es no menos que ejemplar, entiendo que para la mayoría de los usuarios de latinoamérica algunas líneas de diálogo, refranes o expresiones serán muy ajenas y eso hace que se pierda un buen grado de inmersión. Será tarea de los desarrolladores pensar en incorporar una variante latina para una próxima ocasión.

RGG Studio se dio a la tarea de mejorar aún más todo lo logrado con un resultado impactante - ¡Comparte!

Jugabilidad

Si ya habías probado Yakuza: Like a Dragon, no te sentirás sorprendido por la jugabilidad de esta entrega aunque verás que muchos elementos se han mejorado con interesantes novedades que apuntan a lo estratégico de las batallas que reafirman su estructura por turnos pero incorporan algunos elementos que aportan más libertad al jugador.

Un ejemplo claro de esto es que nuestros personajes podrán moverse dentro de un círculo de acción predeterminado. Esto hace que dependiendo del lugar en donde se inicie el ataque podremos golpear a más de un enemigo mediante un efecto dominó o acercarnos a donde hay algún elemento que arrojar o con el cual atacar para producir más daño, como las siempre bienvenidas bicicletas o los conos de tránsito que siempre son buenos para partirle la cabeza a alguien.

Esta característica también permite realizar ataques en equipo de lo más variados y se realizan siempre prestando atención a una flecha que indicará hacia donde se desplazará el oponente tras recibir el ataque. Más allá de estas incorporaciones, los combates se dirimen por medio de movimientos que tienen disponibles cada uno de los miembros del grupo, desde golpes convencionales, ya sea a puño limpio o con diversas armas o habilidades de cada uno que van acompañados de la clase de personaje que se trate. En las reyertas será también posible utilizar diversos objetos para curar heridas, usar ciertos elementos de ataque y hasta armas especiales como granadas de diverso tipo.

Los enemigos se dividen en colores dependiendo de su nivel de fuerza y se los puede ver de forma distintiva en el minimapa que se ubica en el extremo superior izquierdo de la pantalla en todo momento. En algunos casos, ciertos enemigos tendrán una corona sobre su nombre, esto significa que será necesario eliminarlos para que despejen la zona definitivamente.

A medida que la historia avance es posible que se necesite ayuda adicional para acabar con ciertos enemigos (en especial un molesto tiburón gigante) y para eso, el simpático Kasuga podrá recurrir a la ayuda de Los Mercenarios, guerreros que por un precio compartirán su destreza en los combates y que se irán sumando a la plantilla a medida que se vayan completando algunas misiones.

Realizando distintas misiones nuestro personaje acumulará puntos de pasión, confianza, intelecto, carisma, amabilidad y estilo lo que le permitirá acceder a zonas especiales y realizar acciones puntuales. Además, todos los personajes van sumando niveles de fuerza y de trabajo que les permiten ejecutar nuevas habilidades en los combates.

No estaríamos hablando de una entrega de Yakuza/Like a Dragon si no mencionamos misiones secundarias, de las cuales hay a montones. Durante mi partida he podido hacer todo tipo de cosas, ayudé a un niño a vender limonada, liberé una isla de piratas, le conseguí novio a mi langosta Nancy, saqué fotos a exhibicionistas desde un trolebus (la broma se cuenta sola), le di agua a gente que se deshidrataba en la playa y un número tan extenso de cosas que necesitaría un análisis entero solo de estas, pero además de todo eso creo que hay algunas particularidades en las que me gustaría explayarme más.

La primera de ellas es la evolución del Sujimon (sí, el juego de palabras es intencional). Ya sabíamos que el minijuego se iba a hacer presente en el título y ¡vaya que lo hace! Ya casi desde el comienzo del juego el Profesor Sujimon nos vuelve a encomendar la misma tarea que en Yakuza: Like a Dragon, añadir a la Sujidex todas las especies de maleantes y humanos que hay por la ciudad, una tarea para nada sencilla y cuya similitud con la saga Pokémon es mera coincidencia.

Los sujimon en esta entrega se pueden capturar en lugares específicos e incluso en máquinas tipo «gacha» en donde hay especies raras o completamente nuevas. De hecho, los sujimon ahora se pueden evolucionar y en algunos casos será necesario convencerlos con algún regalo para que se unan a la colección. Todo esto sin mencionar que ahora también podremos competir ¡en una liga Sujimon!

La segunda es la Isla Dondoko, una de las novedades de la saga y que espero haya llegado para quedarse porque es una verdadera pasada. Si alguna vez jugaste al Animal Crossing de Nintendo, esto es exactamente eso pero con estilo Yakuza. Aquí Ichiban tendrá que volver a poner a punto un resort destruido realizando todo tipo de actividades que van desde la pesca, pasan por la desinfección, la construcción y llegan hasta la cocina. Ciertos sectores de la isla incluso de pueden reabrir al público y ganar dinero específico del territorio con eso, algo que se vuelve extremadamente adictivo al poco tiempo, así que ya tienes tu advertencia.

Por otro lado, como es tradición, los minijuegos no escasearán. En distintos puntos del mapa podremos disputar de partidas de dados, pool, visitar karaokes, y los infaltables salones de recreativas que esta vez contarán con títulos como Spike Out, Virtua Fighter 3b y el SEGA Bass Fishing además de las ya nombradas máquinas gacha para obtener todo tipo de premios.

La amistad y los vínculos en general tienen un lazo importantísimo en la aventura, por eso la amistad que vayamos forjando con otros miembros del equipo se recompensará en ataques combinados muy fuertes, habilidades y demás. Para forjar lazos más estrechos tendremos conversaciones para activar en ciertos momentos, la posibilidad de dar regalos o bien frecuentar distintos minijuegos de a grupos o en parejas.

A su vez, en distintos puntos indicados del mapa podremos desbloquear algunas conversaciones grupales que irán completando un «bingo de amistad» que premia con diferentes bonificaciones.

Como en la vida real, nuestro prota necesitará de dinero para realizar ciertas misiones principales y para eso irá consiguiendo todo tipo de trabajos desde rescatista hasta repartidor de comida con una inmensa variedad en el medio. Créeme que cada uno es una aventura en sí mismo y muy pronto te olvidarás de cuál era la razón por la que necesitabas ese empleo.

Otros dos minijuegos sociales son Aloha Links, una aplicación que se instala en el móvil de Ichiban nos permite ir haciendo amigos por todas las ciudades (y no solamente hacer amigos humanos, también gallinas, perros, gatos, etc) y desarrollar la relación por medio de regalos y conversaciones, y Miss Match, una suerte de Tinder que facilitará que el protagonista se entrene en las artes de la conquista amorosa en un minijuego en donde debemos seleccionar opciones para entablar una conversación con distintas mujeres y escribir correctamente presionando una secuencia de botones en el orden específico en el que aparecen en pantalla y en un tiempo estipulado. Realmente pasé más tiempo del que quiero admitir disfrutando de estas dos aplicaciones mientras hacía este análisis.

Las ciudades, inmensas como son, contienen distintos restaurantes y bares para restaurar energía o simplemente descansar, tiendas de las más diversas para comprar armamento y equipamiento para el protagonista y su grupo y otros menesteres, como la posibilidad de forjar ciertas armas o preparar pociones curativas. Para recorrer el mapa más rápido podremos trasladarnos con taxis, con un costo, trolebuses y el Street Surfer, un vehículo eléctrico que se recarga y en el que Ichiban se desplaza como si ni hubiera mañana. a excepción de los sitios en los que está prohibido circular de esta forma, que tampoco son tantos.

Duración

El número de horas para terminar la campaña es ingente, estamos hablando fácilmente de más de 50 y puedes estar seguro que pasarás ese tiempo solo en la Isla Dondoku, otro tanto cazando Sujimones y el mismo número completando misiones secundarias. Ve despidiéndote de tu vida social por un largo rato con la llegada de este título.

Conclusión

Le agradezco a la responsabilidad que aún me queda que haya sido más fuerte que el vicio que tengo por seguir jugando a Like a Dragon: Infinite Wealth, de lo contrario no hubiese podido escribir este análisis porque, sencillamente, no hubiese podido dejar de jugar, así de bueno es este título que ha logrado, una vez más, y a pesar de ser un viejo conocedor de la franquicia, pasearme por todos los estadíos emocionales posibles: me he reído, me he enternecido, he estado furioso y he estado muy cerca de las lágrimas (cuando llegues a la historia de Kiryu sabrás de que te hablo).

Un estupendo trabajo de Ryu Ga Gotoku, me ha realmente fascinado y espero con ansias una nueva entrega de la IP, por suerte aún tengo muchas horas por delante con Infinite Wealth para amenizar la espera. Si algo te hacía dudar para comprarlo, espero haberte convencido. Vale cada centavo.

*Agradecemos a Sega el material aportado para este análisis.

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