Lazy Bear Games se anima a una secuela del genial Punch Club con la misma fórmula y un arsenal de nuevas funciones.
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Allá por 2016, Lazy Bear Games lanzaba Punch Club: Dark Fist, un título con el que, además, debutaban en la industria y del que particularmente me había enamorado. No solo por la increíble magia de su pixel art que empañaba todo con un brillo retro que no le hacía asco a lo moderno tampoco (por incongruente que suene) o por su banda sonora, sino también por el increíble guión de la historia, las abundantes referencias a los años 80 y su particular aspecto jugable.
Por todos estos ingredientes, era necesario que Punch Club 2: Fast Forward lograse mantener los estándares de su predecesor y en este análisis te voy a contar porqué creo que lo logra aún sin esforzarse demasiado en cambiar la fórmula.
La secuela de Punch Club: Dark Fist transcurre unos 20 años después del final del primer título y muestra a muchos personajes de esa entrega, aunque en formas, digamos… diferentes. Esto no quiere decir que sea obligatorio haber jugado al primer título para entender el segundo, para nada, pero la historia se disfruta muchísimo más sabiendo los detalles de la edición anterior.
Nuestro protagonista en este caso es el hijo del luchador que encaramos en la primera parte que se encuentra desaparecido desde hace 20 años y que dejó a su novia Adriana embarazada para encarar un torneo de lucha del que jamás regresaría. Esta desaparición produjo que Adriana no deje salir a su hijo de su cuadra por 20 años, lo cual abre la puerta a un sinnúmero de bromas y comentarios durante todas las etapas del juego y en varios encuentros con distintos personajes.
El objetivo principal de nuestro luchador es encontrar a su padre, pero al hacerlo se topará con todo tipo de situaciones en su vida cotidiana que son hilarantes por demás, aunque no por eso dejan de ser difíciles de sortear en algunos puntos.
Nos vamos en un viaje a una ciudad futurista dominada por una corporación y ambientada en un entorno absolutamente cyberpunk, espero que disfruten del recorrido, en mi Series S ha sido realmente maravilloso. Allí vamos.
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Apartado técnico
Punch Club 2: Fast Forward continúa utilizando el pixel art que ostentaba en la primera entrega con la misma e impresionante calidad. Admito ser un fan a ultranza de este estilo gráfico pero lo que Lazy Bear ha hecho es verdadero arte en la utilización de las luces, los cambios de los momentos del día, los escenarios y los personajes, muchos de ellos cargados de guiños a personalidades de la cultura pop que tienen que ser reproducidos muy fielmente para que el jugador no pierda la referencia. Sin sonrojarme puedo decir que el apartado gráfico del juego está en el top 3 de pixel art de los últimos años.
Otro aspecto que no decepciona es la música, el título utiliza una banda sonora con midis como base que suman a la atmósfera tecnoochentera que abunda en el juego. Las pistas cargadas de sintetizadores tan comunes en la era de los 16 bits le sientan perfecto a la producción. De hecho, el tema principal del juego fue compuesto por un viejo conocido de la industria: JT Music, un nombre que ya augura calidad.
Quizás lo más flojo que puedo enumerar aquí son las voces, o mejor dicho la forma en que las voces están representadas. No hay ningún diálogo grabado, lo que no es problema, pero cuando los personajes hablan se escucha un sonido como bloqueado, si vieron South Park, muy similar al de la voz de Kenny, que no es legible y es como un susurro bloqueado. A mi modo de ver quizás hubiese quedado mejor otro tipo de opción, principalmente porque el juego tiene mucho diálogo y puede volverse un poco molesto a nivel acústico.
Sumado a la cantidad de texto que posee el juego es importante destacar que el juego está completamente localizado al español (en versión España) con un trabajo enorme por parte del equipo encargado de la tarea que supo mantener el tono irónico y paródico del juego en los diálogos e incluso los cambios en los nombres de ciertas películas y personajes para que sean evidentes en su referencia, pero no tanto como para ser plausibles de un juicio por copyright.
Jugabilidad
Describir Punch Club 2 es similar a intentar explicar el pedido de un supermercado, hay muchos elementos que parecen no tener conexión pero que dependen uno del otro de forma intrínseca. Por ejemplo, si tuviera que definir a qué genero pertenece el juego, diría que es un gestor de vida, pero esta etiqueta dejaría de lado los muchísimos elementos de RPG que posee el título e incluso los momentos de acción con su gestión previa, pero intentaré ser más claro yendo punto a punto.
Podríamos decir que Punch Club 2 es un manager de lucha en el que tenemos que gestionar varios aspectos de nuestro personaje. Nuestro luchador tiene tres características principales que se tienen un efecto primordial en los combates: la fuerza, la resistencia y la velocidad. Sumado a esto, con el desarrollo de la historia podremos ir aprendiendo nuevos estilos de combate pertenecientes a varias artes marciales con nombres tomados de la realidad, aunque con ciertas modificaciones: Arrrkido, Yogoeira, Taekwond-Yo, Somba y algunas más que se activan a medida que se van comprando movimientos en el árbol de habilidades.
Estos movimientos junto a otros modificadores se pueden adquirir mediante los PBP, es decir los puntos de buena persona, que son la moneda del juego y que se pueden obtener en combates o bien trabajando ya que no solo de luchar vive el hombre, y es que además tendremos que atender a otras necesidades del personaje como la necesidad de descansar, comer y recuperar vitalidad.
Tal como en la vida real, para comer será necesario trabajar, para lo cuál tendremos varias opciones: podremos golpear limos (una suerte de extraterrestre bastante común en esta versión futurista de la tierra), doblar vigas y amasar fideos de dudosa procedencia y calidad. Estas tres actividades se pueden realizar en distintos horarios y al ser proporcionadas para distintas facciones, se pueden obtener diferentes habilidades especiales.
Conforme avanza la historia se desbloquearán otras ocupaciones, como las de agente de policía, e incluso como instructor de un gimnasio propio. El desafío más grande es lograr conciliar todas las actividades junto con los combates y poder avanzar en las ligas hasta alcanzar el título más importante, esto sin dejar de tener en cuenta que el objetivo principal de nuestro personaje es encontrar a su padre perdido.
A lo largo y ancho de la ciudad también iremos conociendo algunos personajes que nos servirán para obtener nuevas habilidades o mejoras, como apostar para obtener más PBP, obtener sustancias potenciadoras o reparar equipo del gimnasio para obtener más resultados en mucho menos tiempo.
Los combates en sí no son interpretados por el jugador, sino que se definirán conforme al estilo y los movimientos que seleccionemos en cada encuentro, detalles que se pueden modificar entre asaltos en cualquiera de las ligas en las que participemos.
Como ya comenté más arriba, el juego ofrece una narrativa exquisita en cada uno de los diálogos que se muestran en pantalla, que no son pocos. Adicionalmente en múltiples segmentos de la historia tendremos referencias camufladas y no tanto a otros personajes populares que harán apariciones secundarias para sacarle una sonrisa el jugador, principalmente al más viejuno.
Duración
El juego ofrece tranquilamente unas 20 horas de juego para terminar la historia principal y las misiones secundarias, una clara extensión con respecto a la primera entrega. Esta cantidad de tiempo se ve muy reducida en el caso de que se seleccione la dificultad más baja ya que los aspectos a gestionar son mucho menores y realmente no recomiendo ir por ese camino ya que le quita muchísima magia a esta producción.
Conclusión
Punch Club 2: Fast Forward es una secuela muy digna de un juego extremadamente original. Si bien los que hayan jugado a la primera parte verán muchísimas similitudes y puede criticarse que esta segunda parte no rompa el molde en absoluto, considero que la ambientación futurista, con todo lo que ello conlleva, abrió muchísimas puertas a distintas características muy interesantes de dominar.
Si te gustan los juegos de gestión, el pixel art y no temes divertirte y enviciarte por horas (esto último es real y peligroso) te recomiendo que te hagas con este juego ya mismo, si como yo jugaste al Punch Club original y te encantó, esta segunda parte no te decepcionará en lo más mínimo, créeme.
[appbox microsoftstore 9NCTF8CRB9XV]
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Apartado técnico85/100
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Jugabilidad85/100
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Duración80/100
Lo mejor
- El apartado técnico es exquisito
- La originalidad del juego
- Genera una adicción casi inmediata tras apenas unas horas
Lo peor
- El factor de rejugabilidad es muy bajo tras haber completado todas las historias
- Los jugadores que no hayan disfrutado de la primera parte puede que encuentren la jugabilidad un tanto difícil