Una pequeña reflexión sobre como lapidamos los jugadores a algunos juegos sin ni siquiera haberles dado una oportunidad.
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Llevo más de 15 años cubriendo el mundo del videojuego, así que ya ha llovido el primer texto que hice sobre esta pasión. Sin embargo, tras tantos atrás sigo viendo al sector terriblemente inmaduro en muchas cosas. A los “gamers” de hoy nos hace falta evolucionar y madurar. Normalmente se compara a los juegos con el cine, y si bien hay coincidencias, en muchos aspectos los cinéfilos nos llevan algo de ventaja.
Hoy tenía ganas de hablar de un aspecto que me resulta curioso, y que creo que forma parte de ese camino hacia la madurez que aún deben recorrer tanto el sector como la audiencia. Se trata de esa manera extraña de lapidar un juego por sus notas, apartado gráfico u otros aspectos. Ya sabes, esos juegos catalogados como “basura” pero que una vez los juegas te das cuenta de que estabas lleno de prejuicios y que son enormemente adictivos.
Los juegos de mierda también son juegos, y si apartas el sesgo, hasta te divierten
No conozco muchas compañías que hayan desarrollado juegos con otro fin que no sea el de divertir a la gente. Bueno, salvo las que hacen juegos de tipo gacha, esas no deberían existir. A ver, no me malinterpretes, los juegos se hacen para ganar dinero, sí, pero el esquema base es hacer algo divertido de jugar y de experimentar. Tras un juego hay muchas personas involucradas trabajando muchas horas para pensar cómo hacer que tú te diviertas.
Sin embargo, el sector del videojuego es intolerante por naturaleza. Si en la previa de un juego se descubren fallos técnicos graves, automáticamente el juego es una mierda, una basura, algo horrible de jugar… Y luego realmente no es para tanto. Incluso juegos que fallan en la ejecución pueden ser divertidos si te apartas del camino marcado y les das una oportunidad.
Siempre me he declarado fan absoluto de los juegos de Piranha Bytes. Yo ya sé que Elex, Gothic o Risen están a eones de diferencia de un RPG como The Witcher. Son malos en el control, gráficamente deficientes, pobres en la narrativa… una mierda, pero “es mi mierda”. Los juego y me gustan, no sabría muy bien enumerar las bondades que me hacen querer jugarlos, pero es que me lo paso como un niño pequeño con ellos. A estos suma otros cuantos más. De hecho suelo ser muy persistente con juegos así, que están fuera del canon.
Servicios como Game Pass ayudan a eliminar el bloqueo y el ruido negativo
Entiendo que tal y como está el mercado, los precios y la inflación, la gente quiere y debe pensarse muy bien donde gastar sus euros. Pero muchas de estas compras son influenciadas por la opinión de las grandes masas. Hoy día parece que sienta mal si te gastas el dinero en juegos que no cumplen con los estándares que los analistas de Twitter marcan… “el juego es mierda porque una página norcoreana le ha dado un 5“, y cosas así son algunos de los argumentos pueriles a los que se suele acoger esta fauna.
Por eso soy tan defensor de Game Pass, no porque una compañía multimillonaria siga ganando dinero, Microsoft no paga nuestras facturas por suerte. Lo hago porque es una enorme oportunidad de descubrir esos juegos de 6 o 7 de nota media que fueron lapidados. Pongo otro ejemplo, Greedfall fue un RPG que no recibió demasiada atención, pero que completé con mucho gusto gracias al servicio de Microsoft y me acabó enamorando.
Ahora que te has leído este tochazo, me gustaría saber cuáles fueron esos juegos catalogados como ponzoña pero que a ti acabaron por enamorarte.