Analizamos Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread, un metroidvania inspirado en las películas de acción de los 80 que destaca en términos de dureza.

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Arnold Schawarzenegger y Sylvester Stallone, entre otros, han sido dos actores-icono de la posmodernidad, estrellas que dominaron el cine comercial de los años 80 y parte de los 90 con obras espectaculares para las grandes masas. Ese subgénero que podríamos denominar como “cine de músculo” abraza el imaginario posmoderno que triunfó en el Hollywood de los 80, con cintas como Commando, Rambo o Depredador, pues ponían en primer término la figura del héroe musculoso indestructible que supera cualquier obstáculo poniendo a prueba la suspensión de incredulidad del espectador.

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Ese cine, híbrido de varios géneros clásicos, monumentalizaba la tradición genérica del cine de aventuras, acción y ciencia ficción gracias a un gigantismo y un sentido del espectáculo pirotécnico, poniendo en cuestión ese “cine de músculo”. Y juegos como Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread vienen determinados por una previa interpretación y comprensión de los actos del héroe, que pueden ser traducidos en una serie de actitudes que le son propias, que lo definen, que revelan su personalidad.

A este respecto, ofreciendo un metroidvania 2D inspirado en las películas de acción de los 80 que hacían volar las palomitas. Si bien, es un metroidvania que también vislumbra el final del “cine de músculo” y la formulaicidad del cine de acción los 80. El declive de esas expresividades y del cuerpo de estos iconos se hace patente en el juego que nos ocupa, cada una a su manera, escondiendo una autocrítica muy poderosa a las convenciones del espectáculo ochentero y una muestra de cómo la posmodernidad ha acabado por retroalimentarse a sí misma, con todo lo que supone para el género.

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Apartado técnico

En la animación figurativa, en la que se representan personajes -sean humanos o no- que realizan acciones y expresan sentimientos, los animadores deben recurrir a diversas técnicas para que la comunicación al espectador sea efectiva. Como seres humanos, cuando vemos un personaje animado que expresa emociones con el cuerpo y con el rostro, identificamos los significados de esas expresiones a partir de códigos universales inconscientes.

Eso sí, es necesario aclarar que la efectividad de la comunicación o la empatía que esta puede generar en el espectador no tienen ninguna correlación con el realismo del diseño del personaje, dado que este Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread es todo menos realista. Ante todo, representa la expresividad en movimiento, debido al nivel de detalle que Allods Team Arcade ha puesto a la hora de dar vida a sus muy cuidados personajes y sus muy elaborados escenarios traspasando la pantalla. Y eso que, de manera muy intencionada, se busca llevar la esencia de la acción hacia el terreno de la comedia.

Además, nos encontramos con todo un derroche de elementos sutiles que elevan el conjunto y que se manifiestan en cada tramo del juego.

Jugabilidad

Basado en un concepto de plataformas no lineal, el subgénero metroidvania ha echado raíces mediante la aportación de habilidades para alcanzar nuevas zonas interconectadas las unas con las otras, una pantalla de inventario y disparos multidireccionales, y la inclusión de un sistema de mapas, entre otras cosas.

Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread toma prestados todos estos elementos y, con esta mezcla tan homogénea, sabe como generar algo realmente interesante. El aspecto fundamental y la característica más definitoria reside en su mundo y, como consecuencia, la exploración, dado que toda la aventura tiene lugar dentro de un mapa grande lleno de secretos que debe de ser recorrido de arriba a abajo de manera no lineal.

Esto último, que muchos podrían considerarlo como algo tedioso, se emplea para crear una sensación de espacio dentro del mundo y familiarizar a los jugadores con los pasajes que conectan los distintos entornos, desde aldeas en la selva y prisiones en acantilados, hasta volcanes y templos antiguos. Todo esto hace que la isla del Dr. Cread sea tan hermosa como intrincada, pues no pararemos de explorar, retroceder y recorrer rutas no lineales en magníficos niveles interconectados.

Asimismo, esta estructura de mundo abierto con escenarios que vamos desbloqueando poco a poco a medida que los diferentes personajes van avanzando (cada uno equipado con habilidades únicas que nos ayudan a progresar), está aderezada con la obtención de nuevas habilidades y ligeros toques roleros. Pero sobre todo, Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread hace hincapié en la dureza de los combates, uno de sus puntos más divertidos, especialmente cuando batallamos y derrotamos a los jefes, y también en la precisión de nuestros movimientos. Tanto es así que tenemos que aprovechar al máximo las habilidades y las armas de los distintos héroes para mantenernos siempre a la cabeza.

Duración

Mientras que la mayoría de los Metroidvanias son relativamente cortos para animar a que se juegue varias veces, Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread rompe esta tendencia al tener una larga historia principal.

Debido a que fomenta la exploración y la búsqueda de secretos en un mapa amplio e interconectado que se vuelve más fácil de atravesar mediante el uso de los distintos protagonistas que componen la aventura, es fácil que tardemos entre 20 y 25 horas en completar la historia, lo que supone un gran esfuerzo en comparación con otros juegos del género.

Conclusión

Hay muchas maneras de definir la dureza -desde el físico y la fanfarronería hasta la fortaleza mental y la fuerza de carácter-, pero por lo general, uno tiende a reconocer la dureza cuando la ve. Es la forma en que se encuadra el personaje, la forma en que la música se eleva, o la cantidad de dificultades que una obra videolúdica pone en el camino del protagonista.

Y aunque Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread es un cúmulo de conceptos ya conocidos y por ende, no hay problema en admitir que no hay nada demasiado original en él, no es menos cierto que supera a muchos en términos de dureza. Asimismo, es tremendamente divertido, dado que todas las ideas que recoge tienen sentido dentro de su mecánica y derrocha estilo con buen gusto.

*Agradecemos a MY.GAMES el material proporcionado para poder realizar este análisis.

Alejandro Serrador