Os traemos nuestro análisis de Outriders, el nuevo looter shooter de People Can Fly y Square Enix que puedes disfrutar en Xbox Game Pass.
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Hoy queremos poner rumbo a una nueva aventura. Una aventura hacia lo desconocido. Pero, ¿hay alguna aventura que no comience así? En los tiempos en los que vivimos, en pleno siglo XXI, está todo inventado. O casi todo, porque siempre nos queda un pequeño hueco por el que seguir sorprendiéndonos. Y los videojuegos, como en muchos otros ámbitos de la vida, no difieren de esa idea. Como tampoco lo hace Outriders, la última propuesta de People Can Fly y Square Enix, que no inventa nada nuevo, pero que sabe labrarse su propio camino.
Un camino que no ha hecho más que arrancar. Con su reciente lanzamiento, incluyendo Xbox Game Pass, la nueva IP de la desarrolladora nos traslada a Enoch, un planeta a priori paradisiaco, pero que, al poco de desembarcar en él, se vuelve hostil y mortal debido a la Anomalía, una tormenta que no solo fríe con sus rayos, sino que tiene la mala costumbre de provocar mutaciones.
Mutaciones que nos afectan, otorgándonos poderes especiales… que tardamos treinta años en usar. Porque, por el motivo que sea, tras “recibir” nuestras nuevas habilidades caemos en un críosueño que hace que nos perdamos cómo echamos a perder un planeta que iba a ser nuestra salvación como especie. Y sí, ese “por el motivo que sea” es para no hacer spoilers de un inicio de juego que sabe ubicarte rápidamente en la acción, en la historia y en el porqué de las cosas.
Porque seguro que el argumento de Outriders lo has visto ya en otros juegos, series, películas o libros. Porque, como decíamos, no inventa nada nuevo, pero sabe jugar con sus piezas de una manera magistral. People Can Fly nos guía desde el principio por una historia trepidante que va in crecendo, hasta el final, cuando nos deja volar libres.
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Apartado técnico
People Can Fly tomó una decisión que pocos entendieron con Outriders: no contar con servidores propios. Algo que en los primeros días ha provocado caídas constantes de los servidores y a imposibilidad de acceder al juego. Algo, sin duda, nefasto para el juego, más porque, aunque está enfocado en la campaña y tienes la opción de jugarla en solitario, el título está pensado para ser jugado en cooperativo. Y estas caídas, que a la hora de la redacción de este análisis ya están resueltas (y con recompensa para quiénes lo sufrieron anunciada), han provocado que los primeros días fueran una anomalía. Y lo decimos por qué está comprobado el éxito de Outriders entre los jugadores, donde ha sido lo más jugado tanto en Steam como en Xbox Game Pass en su semana de lanzamiento.
Y no es para menos, ya que el juego, aunque haya salido intergeneracional, sabe entrar por los ojos. Con un buen diseño gráfico, tanto en enemigos como en nuestro protagonista y en los escenarios, alcanza los 4K y 60fps en Xbox Series X, consola en la que lo hemos jugado. Además, se mantienen estables los fps en todo momento y nosotros en nuestras sesiones de juego apenas hemos notado tirones o caídas importantes.
Por otro lado, el buen hacer se nota en el modelo de los personajes secundarios, creados con todo tipo de detalles, así como en los diferentes efectos que vemos en cada sección del mundo. Y hablando de Enoch, nos encontramos con toda una biodiversidad impresionante: desde ciudad derruidas y en horas bajas a densos bosques, volcanes activos o montañas nevadas. En este planeta hay hueco para todo y todo cuenta con una naturalidad digna de elogio. Y sí, las pisadas en la nieve se ven y se mantienen.
Por último, comentar que la banda sonora es, sencillamente, impresionante. Sabe acompasar cada momento, cada circunstancia y secuencia. Es un gran complemento y no estorbo.
Jugabilidad
Entramos en el punto más caliente de Outriders, sobre todo porque hay mucho de lo que hablar. Y en especial sobre el comentario que todo aquel que se acerca a esta nueva propuesta hace “se siente como Gears pero con poderes”. Y tienen razón… en parte. Sí, se nota la influencia de la saga de Microsoft en su jugabilidad (no en vano People Can Fly trabajo en Jugdment), pero sabe adaptar la fórmula a lo que necesita.
Es por ello que el sistema es más ágil, menos pesado y más enfocado al frenetismo. Y sabemos lo que estamos diciendo. Sobre todo porque, aunque aquí también encontramos coberturas en cada zona de combate (aunque con una peor organización que en Gears), estás no son tan esenciales. No es necesario estar cubriéndose todo el rato, sino que al final son solo un recurso para cuando necesitamos recargar o esperar a que termina de recuperarse la habilidad.
La estrategia, por ende, es totalmente diferente y el juego te invita a ello. Hay que ir de cara a por los enemigos, ser agresivos. Porque si juegas como si fuera un Gears, cubriéndote, acabarás muerto en apenas unos segundos. En Outriders prima el ser agresivo por encima de todo, además de trabajar en equipo. En especial porque cada una de las cuatro clases disponibles en el título combinan entre sí, dando opciones a combos y estrategias fundamentales para superar las misiones en los rangos más altos de dificultad.
Una dificultad variable y adaptable, que sabe proponer un reto siempre y que otorga recompensas satisfactorias. Y estos retos son una invitación continua a retarnos a nosotros mismos, a subir el nivel al máximo disponible, porque nos ofrece un desafío a la altura. Y, a diferencia de otros juegos que pecaron de ellos, consigue ofrecer recompensas, en forma de loot, a la altura de lo que consigamos.
Un loot necesario para crear nuestra propia build funcional, algo esencial. Juguemos con el piromante o con el destructor, es esencial que no solo elijamos las habilidades que mejor encajen con nosotros, si no el equipo adecuado a nuestro estilo de juego y que potencie dichas habilidades. Con ello, podremos hacer frente a una IA inteligente, que nos pondrá a prueba de muchas maneras y no nos dará tregua en ningún momento.
Para ello tenemos tres opciones: conseguir armas y armaduras de los enemigos (con el típico sistema de rarezas), comprar esas mismas armas con chatarra o crear modificaciones con materiales. Estas modificaciones, además, nos permiten elegir con que mejoras queremos equipar cada pieza de equipo.
Además de todo ello, tendremos el hacer buen uso de los puntos de habilidad que consigamos con cada nivel. Y, aunque en esencia pueda parecer que los diferentes árboles de habilidades (uno para cada clase) son sencillos, en su interior guardan un buen sistema mediante el cual cada jugador puede elegir como desarrollar cada clase. Enfocarse en la absorción de vida, aumentar el daño o crear escudos son solo algunos de los parámetros que podemos mejorar.
Con todo ello, nos encontramos en Outriders un sistema de juego que no es nuevo, pero que sabe hacer muy bien muchas cosas. Un buen sistema de combate en tercera persona, frenético, con buenos toques de rol y desafiante para cada jugador, da igual su nivel.
Duración
Uno de los puntos más importantes y, quizás, que más se miran con lupa en este tipo de juegos. Y en el caso de Outriders es especial, ya que al no querer ser un juego como servicio y sí un título centrado en la campaña, no busca ofrecer cientos y cientos de horas de diversión. Sin embargo, aunque no incluya raids, podemos encontrar multitud de misiones secundarias, así como contratos de caza o expediciones.
Con todo ello, si vamos a piñón fijo a por la campaña, nos encontraremos que podremos superarlas en unas 20 horas. Como siempre, esta cantidad variará dependiendo de nuestra habilidad y si jugamos solos o acompañados. Eso sí, el completar las decenas de secundarias y demás contratos nos llevarán un buen puñado de horas más.
Con todo ello, Outriders cuenta con una buena cantidad de entretenimiento, con contenido para horas y horas de disparos cooperativos. Y con la base idónea para futuros DLC, expansiones o los contenidos que quieran añadir. Porque, aunque no sea un juego como servicio, su mundo se presta a ello con mucha facilidad.
Conclusión
Square Enix nos trae la obra más ambiciosa de People Can Fly. Los padres de Bullestorm y Gears of War Jugdment (entre otros), nos presentan un looter shooter que vienen a competir de tú a tú con los gigantes del género. Tomando su experiencia en la saga de Microsoft, nos presentan un título que cambia la fórmula original, dándole un punto extra de agresividad y una vuelta de tuerca al uso de las coberturas.
Además, le aplican una buena capa RPG al título, con cuatro clases bien diferenciadas y que proponen que cada jugador se crea su arquetipo funcional. Bien a través del árbol de habilidad, bien con cada pieza de equipo, el juego recompensa el dedicarle un buen rato a la creación de tu propia build.
Por ende, Outriders cumple con todo lo que prometió en su día. Un looter shooter enfocado a la campaña, pero no por ello cerrado a un futuro brillante mediante expansiones que nos permitan seguir conociendo Enoch y descubriendo sus secretos. Y esto no quita que, tras el cierre de la historia, se nos abra un abanico de opciones de juego que disfrutar con nuestros compañeros Outriders.
Agradecemos a Koch Media el material ofrecido para poder realizar este análisis.