Más allá de su narrativa y ese afán por reflejar la realidad social como apariencia, Mass Effect es una obra que brilla gracias a su emocional banda sonora.
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Emprendemos un viaje espacial hacia las estrellas. Un viaje amparado en las incógnitas de la existencia y que nos gustaría ver resueltas. Un viaje siguiendo los pasos del/de la Comandante Shepard en Mass Effect y que conquistó los corazones de muchos jugadores hace casi 14 años. Un viaje compuesto de gigantes gaseosos de tamaño considerable y que puso de manifiesto una experiencia amparada en las bases existenciales de toda vida orgánica así como la biología sintética como fuente de vida. Pero como muchos sabemos a estas alturas, la historia de la franquicia se retuerce y se bifurca a través de una escala demasiado amplia para que la podamos comprender durante los primeros compases.
Si bien, cuanto más explorábamos, más nos enamorábamos de su universo y cuanto más tiempo dedicábamos a avanzar en la aventura desarrollada por la gente de BioWare, más nos empezaban a importar sus personajes e historias. Mucho se ha hablado de esta franquicia, de su primera entrega y de muchos de los aspectos que están perfectamente reflejados en nuestra sociedad, un reflejo de lo que vivimos en el el día a día como las guerras, la xenofobia y el racismo. Empero, la banda sonora, en este caso la del primer juego, también merece ser la protagonista de su propia historia.
La banda sonora, continuidad narrativa y relé de emociones
Al fin y al cabo, no es un elemento que persiga la experiencia de servicio para tratar de encantarnos, es una experiencia en sí misma que genera emociones, que despierta recuerdos y, en buena medida, que está ligada a diferentes estados afectivos. En este caso, la banda sonora de la primera entrega es un tributo a las películas de ciencia ficción de los años 70 y 80 con un uso constante de los sintetizadores, pero también hay unas pocas piezas clásicas para piano que, de alguna manera, unen todo de forma épica. Y épica es, porque Mass Effect no solo nos muestra una parte de la galaxia que podemos explorar, también es una orquesta que refuerza una narrativa realmente interesante y que abraza la epicidad así como la espectacularidad.
La ciencia ficción es un género muy trillado, al igual que lo era hace diez años cuando se lanzó la primera entrega. A pesar de ello, hay una melodía que consigue mantener un aire de singularidad y que derrocha personalidad por los cuatro costados. Tanto es así que el tema principal que protagoniza los primeros compases del juego, el Main Theme, es la pieza que pone en marcha toda la serie. Establece una atmósfera y consigue meter al jugador directamente en el universo de Mass Effect mediante un disyuntor de emociones que nos ofrece una breve historia sobre los relés en masa y cómo condujeron al descubrimiento de otra vida en la galaxia.
Sí, algunas piezas destacan más que otras y temas como Uncharted Worlds se podría escuchar durante horas. Si bien, al final todas consiguen que nuestro estado de ánimo sea un reflejo del ánimo que manifiesta cada pasaje de la aventura, especialmente en sus momentos más cruciales. Un reflejo que vibra en todo el juego y que despierta toda clase de sentimientos.
El hiperespacio salta a través de las estrellas en mayo
Nos falta poco para volver a explorar la galaxia con Mass Effect Legendary Edition, un recopilatorio de la trilogía original del que esperamos mucho y tenemos grandes expectativas, ya que tiene todas las papeletas de reforzar el futuro de la franquicia y su continuidad hasta la llegada del siguiente capítulo anunciado a finales del año pasado. Hasta entonces, solo nos queda esperar, llevar a cabo las calibraciones pertinentes, y ya sea de paso, dejarnos llevar por una banda sonora embadurnada de rimbombancia espacial y amparada en el adoctrinamiento.