Analizamos Little Nightmares 2, uno de esos videojuegos que se te quedará grabado en la retina y que supera con creces la primera entrega.
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Históricamente, los triple AAA han sido los juegos que más atención o interés han generado, principalmente por ser proyectos faraónicos y por provenir de grandes desarrolladoras. Pero, al igual que ocurre en otro campos como el cine o la música, no solo de este tipo de títulos vive el jugador. Durante los últimos años hemos podido asistir a un gran auge de juegos de corte más indie, títulos que pese a no tener detrás grandes equipos o contar con grandes presupuestos ofrecen una experiencia espectacular, ya sea por su narrativa, su apartado artístico o su original jugabilidad.
Uno de los nuevos títulos que reúne todas estas características juntas es el que vengo a analizar en el día de hoy, Little Nightmares 2. Este proyecto, desarrollado por los suecos Tarsier Studios y publicado por Bandai Namco, llega a Xbox One y PC para intentar superar el gran éxito obtenido en su primera entrega, lanzada en el año 2017. Antes de seguir con el análisis me gustaría adelantaros que voy no voy a revelar nada de la historia o el trasfondo del juego, y es que es una experiencia tan única que creo que merece la pena sumergirse en ella sin saber nada antes.
En Little Nightmares 2 asumiremos el control de Mono, un pequeño que trata de sobrevivir en un mundo de pesadilla, donde hasta lo más cotidiano podrá sumergirnos en un estado de terror o angustia en cualquier momento. Tarsier Studios se ha asegurado de mantener la esencia del original en esta nueva entrega, añadiendo o mejorando ciertos aspectos que lastraban un poco la experiencia jugable, y lanzando un producto que busca ser mejor en todos los aspectos pero manteniendo la intención de sorprendernos. ¿Será este Little Nightmares 2 efectivamente mejor que el original? Vamos a verlo.
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Apartado técnico
Little Nightmares 2 mantiene la misma estética que su anterior entrega, con escenarios bastante diferenciados entre sí pero con un nivel de calidad muy alto. Como he dicho antes, no quiero hacer ningún tipo de spoiler de lo que encontraremos en nuestra aventura, pero no se tarda demasiado en ver el gran trabajo realizado por el estudio con la ambientación y el diseño de alguno de sus escenarios, especialmente en el segundo y tercer capítulo. Lo que más nos llamará la atención desde el primer minuto es su iluminación, siendo el juego de luces y sombras fundamental para potenciar la soberbia ambientación del título.
A base de jugar con la perspectiva y la profundidad, Little Nightmares 2 consigue generarnos situaciones de auténtica tensión. Es cierto que el juego no consigue (ni busca) ser un juego de terror al uso, pero el manejo que hace de lo macabro de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Precisamente el adjetivo macabro es quizás el que más nos ayudará a describir todos y cada uno de los componentes del juego, incluso su narrativa. Esta ha sido uno de los elementos que más me han gustado de juego, y es que brilla enormemente pese a su “ausencia”. Siempre me han generado mucha más atención aquellos juegos que te sueltan en un sitio y, sin ningún tipo de conversación mediante, te van contando la historia poco a poco, y ahí Little Nightmares nos da una masterclass.
El diseño de los personajes y enemigos es otra de las cosas que más me ha gustado del título. Como he dicho anteriormente, en esta ocasión tomaremos el papel de un nuevo personaje, Mono. Una de las principales novedades de esta entrega está en la presencia de un compañero manejado por la IA, que por si no habéis jugado a la primera entrega será la protagonista de esta, Six. Esta IA tiene un nivel decente, aunque sin demasiados alardes, y nos ayudará en ciertos tramos de la aventura a superar algunos puzles que requerirán de esta cooperación de manera obligatoria. Para los enemigos debo volver a utilizar el adjetivo macabro, y es que algunos de ellos podrían generaros cierto asco. Mención especial a los que encontraremos en el tercer capítulo, os recomiendo que preparéis alguna tila para superarlo.
El apartado sonoro es otro punto muy positivo de del juego, acompañando continuamente la aventura con melodías que encajan a la perfección en todo momento. Por supuesto, no estamos ante un juego perfecto, y tampoco tardaremos mucho tiempo en ver algunos fallos que empañan un poco el resultado final del juego. Las animaciones y las físicas son, sin duda, lo peor que tiene este Little Nightmares 2, pudiendo ver en ocasiones como Mono o Six realizan movimientos extraños o incluso se quedan “atrapados” en algún lugar. Además, pese a que el sistema de lanzamiento de objetos ha sido mejorado, lo cierto es que sigue sin funcionar todo lo bien que debería, al igual que ocurre con determinados saltos o movimientos, que son difíciles de ejecutar por la perspectiva de algunas zonas.
Jugabilidad
La propuesta jugable de Little Nightmare 2 no es revolucionaria ni novedosa, pero es desarrollada de una manera magistral. Como hemos dicho anteriormente, el juego mantiene la base de la primera entrega, con la principal novedad de algunos puzles que requerirán la ayuda de nuestra compañera controlada por la IA. Por poneros un ejemplo, para abrir algunas puertas necesitaremos que Six nos aúpe para llegar al pomo, y este tipo de situaciones no llegan a ser repetitivas en ningún momento, puesto que como digo han sido introducidas de una manera la mar de natural. Debo añadir que mientras nos desplazamos podremos coger de la mano a Six, pero es una mecánica introducida a la que no le encuentro mucho sentido, y es que apenas le daremos uso (de hecho, podremos pasarnos el juego sin utilizarla una sola vez).
En lo que respecta a los puzles en sí, tampoco veremos ninguno especialmente difícil o rebuscado, ya que se basan en la típica estructura de buscar una llave para abrir una determinada puerta o coger algún objeto para colocar donde corresponda. Suelo ser muy crítico con aquellos juegos que cogen una determinada situación (o puzles en este caso) y la reproducen durante toda la aventura cambiando un poco sus elementos, pero aquí el estudio ha sabido introducir una variedad tan grande que hace que el conjunto del juego se sienta muy orgánico y por tanto nada repetitivo. Las situaciones donde debemos pasar de puntillas para esquivar a algunos enemigos están diseñadas a las mil maravillas, dándonos en todas una sensación de agobio o de tensión muy conseguida.
La estructura del juego está dividida en capítulos, y aunque pueda parecer que esto es simplemente para facilitar su rejugabilidad, lo cierto es que tiene mucho sentido una vez que empiezas a pasártelos. Cada vez que avancemos de un capítulo a otro no solo cambiará el escenario, sino que lo harán al completo tanto enemigos como las herramientas que tendremos a nuestra disposición. Una linterna o un mando a distancia nos permitirán interactuar con el entorno de maneras únicas, haciendo de cada capítulo una experiencia diferente al anterior, pero manteniendo el mismo nivel de calidad. Hay que añadir que para mi parecer el juego alcanza su zenit una vez pasamos un poco de su ecuador, lo que desluce un poco la conclusión del juego y su enfrentamiento final.
Hablando de enfrentamientos, durante todo el juego (aunque especialmente en el segundo y tercer capítulo) tendremos que eliminar a algunos enemigos a base de “mamporrazos”. Es aquí donde quizás se le ven más las costuras al juego, y es que este sistema no acaba de funcionar del todo bien. En esos momentos cogeremos un arma (un martillo, una tubería o un hacha) con la que tendremos que golpear a estos enemigos, aunque con una precisión milimétrica, ya que fallar es sinónimo de morir en el acto. Al igual que ocurre con algunos saltos, aquí la perspectiva puede jugarnos una mala pasada en algunas zonas del juego, por lo que no pararemos de utilizar la mecánica de “ensayo y error”.
Duración
En ocasiones es fácil criticar un juego por ser una experiencia demasiado breve, y que por tanto no merece la pena comprarlo de salida. Little Nightmares 2 es un juego más largo que la entrega original, pero aun así estamos ante un juego breve, que no nos llevará en ningún caso más de 6 horas superar. ¿Es esto algo malo? Es cierto que lo más probable es que te quedes con ganas de más, pero su duración me parece fantástica, ya que cada secuencia y cada escenario esta ahí por una razón, y nunca pasaremos por una zona en la que sintamos que estamos más tiempo ahí porque el desarrollador ha querido alargar artificialmente la duración del videojuego.
Como aliciente de rejugabilidad tendremos algunos sombreros escondidos por todo el juego, que podremos cambiar en cualquier momento desde el menú de pausa. Junto a estos también encontraremos unos “espectros”, ecos de seres que una vez estuvieron vivos. Si bien es cierto que los sombreros no tienen un papel demasiado importante, coleccionar todos los ecos nos abrirá una secuencia secreta bastante interesante, por lo que será importante cogerlos todos si queremos ver el final auténtico de Little Nightmares 2. Dejando los logros aparte, es un juego al que volverás pasado un tiempo, estoy seguro.
Conclusión
Volviendo al principio de este análisis, y una vez terminado este Little Nightmares 2, solo puedo decir que me parece injusto que juegos de este tipo no se lleven tantos focos como otro tipo de lanzamientos. Con menos recursos que grandes producciones, este título ha sabido transmitirme algunas sensaciones que hacía tiempo que no sentía a los mandos de un videojuego. Todos hemos tenido pesadillas alguna vez en las que nos hemos sentido pequeños e indefensos, y a ratos esta nueva entrega de Little Nightmares sabe hacernos sentir de manera idéntica.
Gracias a unos escenarios tétricos y enemigos macabros, la tensión está asegurada en prácticamente la totalidad de la partida. El juego que hace el motor gráfico del título con las luces y las sombras me parece totalmente soberbio, y sumadas a la perspectiva de profundidad hacen que los escenarios no sean solo simples entornos para recorrer, sino que se sienten vivos y llenos de vida (o muerte, según se mire). Los puzles están muy bien implementados, y se sienten una parte muy natural del juego sin que completarlos sea nada forzado, dando una sensación de continuidad muy apetecible.
El juego ha mejorado bastante desde su primera entrega, pero aun tiene algunos puntos que pulir. El sistema de “ensayo y error” creo que está demasiado presente en algunos capítulos, sobre todo a causa de un sistema de combate que es demasiado exigente y algunas situaciones donde esa perspectiva de la que hablaba antes no acaba de funcionar del todo bien. Pese a estos pequeños defectos, para mi Little Nightmares 2 es uno de los tapados de este 2021, y creo que es una experiencia que ningún jugador debería perderse.