Analizamos Nickelodeon Kart Racers 2: Grand Prix, un juego de Karts muy enfocado a los pequeños de la casa.
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Si hay algo que me gusta traer a esta casa, eso son análisis de juegos pensados para un público menos adulto que el habitual. Ya lo hice con Paw Patrol On a Roll, y ahora le toca el turno a este Nickelodeon Kart Racers 2: Grand Prix. Un juego al que literalmente no le he dedicado más de 2 horas dado que, como hago con este tipo de propuestas, prefiero que las juegue alguien del público objetivo, y por eso he sido un mero espectador viendo a mi hijo de 7 años jugarlo.
Pero antes de nada, un poco de contexto, estamos hablando de un juego de Karts, la premisa es simple. No hay mucha historia que contar aquí salvo que debes competir con los personajes de las franquicias de Nickelodeon en diferentes copas y modos de juego.
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Estamos ante una continuación, en el pasado ya hablamos de este juego y lo cierto es que dejó cierto gusto amargo en la redacción, más por lo que podía haber sido, la falta de ideas y una ejecución mejorable. Parece que han cogido parte de ese feedback general, aunque no todo lo que nos gustaría.
Apartado técnico
Como he mencionado antes, estamos ante un juego para niños, así que es lógico que el diseño artístico respete los colores fuertes y diseños que caracterizan a las franquicias de la marca. A diferencia de su anterior entrega, aquí si vemos algo más de mimo por ofrecer modelados decentes y texturas que al menos no te salten un ojo. Todo está mejorado para ser algo más cartoon que en la anterior entrega.
Siendo totalmente transparentes, Nickelodeon Kart Racers 2: Grand Prix no destaca en ningún apartado técnico. Pero es que tampoco pretende hacerlo. No es algo que un crío de 7 años vaya a ponerse a valorar ni a mirar con lupa. Lo que hace, lo hace bien. Sin fallos técnicos destacables y un diseño listo para encandilar a los pequeños, el juego cumple holgadamente lo que propone.
Si es cierto que algo que incluso los más pequeños van a notar es la ausencia de temas musicales destacables. A fin de cuentas es un juego de carreras y el sonido es parte importante para transmitir esa sensación de que estás conduciendo.
Jugabilidad
Si no has jugado a la anterior entrega, te resumo que básicamente es un juego de Karts en donde deberemos no solo ganar la carrera sino ir pasando por zonas y recogiendo Slime verde. Este elemento viscoso es el que hará que podamos activar las habilidades especiales que nos otorgan los ingenieros o los jefes que llevamos en nuestro equipo.
Una de las carencias que tenía el juego original era el plantel, aquí se ha mejorado algo ese apartado y potenciado con tres acompañantes que irán con nosotros en la carrera para que podamos tener acciones especiales. Unos te golpean por la espalda para darte un empujón extra de velocidad, otros duplican el slime recogido… hay muchas variantes de esto y sumado a los power ups que usaremos para entorpecer a nuestros contrincantes, le da una nueva dimensión al juego.
Confieso que mi hijo pilló a la primera este concepto, por lo que no hablamos de algo difícil para ellos. Y es importante porque es parte clave en la jugabilidad del juego. Las carreras son más divertidas si sabes como jugar tus cartas entre ataques y las habilidades de equipo. Con respecto a modos de juego, estos son con los que cuenta:
- Gran copa Slime: Son copas de varias carreras.
- Contrareloj: Pues eso, corres para mejorar tu tiempo.
- Carrera libre: Puedes elegir entre los diferentes circuitos para competir.
- Desafío: Desafíos y retos en carreras.
- Multijugador: Competitivo y local.
- Arena: Compites por derribar a oponentes con Power Ups. No es una carrera al uso, si no más bien un modo de combate entre vehículos.
Pero sin duda algo que vamos a agradecer tanto padres como hijos es la inclusión del modo cooperativo para hasta 4 jugadores en pantalla dividida. Se ejecuta bien, y sin florituras, pero puedes pasarte copas enteras con otros miembros de la casa.
Por supuesto, jugar al juego en los diferentes modos nos hará desbloquear a nuevos personajes y efes que nos acompañen en carreras. Y mientras competimos, recogeremos unas monedas que sirven para comprar mejoras y personalizaciones a los coches. No hay un elenco grande de mejoras, todo sea dicho.
Sobre el multijugador, poco puedo hablar ya que las salas estaban prácticamente vacías. Creo que es un modo que le sobra al juego. Pero oye, para configurar privadas no está mal, y si no, siempre puedes competir contra los bots.
Duración
Como todos los juegos de este estilo, Nickelodeon Kart Racers 2: Grand Prix va a durar lo que el usuario final quiera. Aunque también es justo mencionar que si bien es cierto que ahora cuanta con más contenido que su antecesor, sigue escaso de contenido. Esto a medio plazo va a ser un problema, especialmente con los circuitos.
Y por desgracia es algo que si afecta a los pequeños de la casa, que suelen distraerse y cansarse rápido de un juego si este no les da lo que buscan. La variedad está bien, pero sigue faltando contenido, es un problema que solo puede salvarse ahora con contenido descargable.
Conclusión
Nickelodeon Kart Racers 2: Grand Prix es un buen juego para los pequeños de la casa. No inventa la rueda, ni tampoco lo pretende. Lo que hace cumple y este es motivo de sobra para su público objetivo, que son los más pequeños de la casa. Admito que me he divertido mucho viendo a mi hijo jugarlo y ver como brillaban más las bondades que los defectos, tenemos mucho que aprender de los niños.
Si es cierto que la IA puede dar problemas, y que el poco contenido a medio plazo va a ser posiblemente un motivo para que se abandone el juego. Pero todo eso se compensa con una jugabilidad adictiva y un modo cooperativo local que hará que los pequeños se lo pasen en grande.
Si buscas un juego familiar que se salga de la línea tradicional y que además sea fácilmente reconocido por los más jóvenes del hogar, este juego es una opción más que recomendable.