Microsoft Combat Flight Simulator supo dominar los cielos a finales de los 90 y aquí lo recordamos con cierta nostalgia y mucho cariño.
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Es el año 1998 y la versión de Microsoft Flight Simulator de aquel momento ya surca los cielos virtuales de las PCs en todo el mundo. Los más memoriosos recordarán que la versión 4 del conocido simulador de Microsoft traía un mini juego en el que podíamos volar un Sopwith Camel y dispararle a aquellas aeronaves que osasen penetrar en nuestro espacio aéreo. Entonces, ¿por qué no hacer de esa experiencia un juego en sí mismo con todo y escenarios?
Así nace la idea de lo que sería Microsoft Combat Flight Simulator, el primero de una trilogía de simuladores de combate situados en la Segunda Guerra Mundial que hoy parecen casi olvidados.
Microsoft Combat Flight Simulator, entre pesos pesados
Para muchos la posibilidad de ver una nueva versión de Combat Flight Simulator se ve truncada por el dominio absoluto de la saga Il-2 de 777 studios que es, desde hace años, el líder indiscutido en lo que refiere a simuladores de la primera y de la segunda guerra mundial. No obstante, si tenemos en cuenta el contexto en el que el primer Combat Flight Simulator vio la luz, observaremos que el escenario para la gente de Microsoft no era más sencillo. El género de la simulación de combate tenía muchos más contendientes que ahora y de mucho peso, con grandes nombres como European Air War de Microprose, WWII Fighters del siempre genial Jane´s y Luftwaffe Commander de Strategic Simulations Inc.
Microsoft tenía una ventaja sobre sus competidores: el motor gráfico y el motor del título, ambos extraídos directamente de Flight Simulator y cuya combinación lograba una mixtura perfecta entre las dinámicas del vuelo y el realismo de los escenarios, las cabinas de los aviones y el modelado de los fuselajes de todas las aeronaves.
Campañas emblemáticas
Las opciones de juego eran cuantiosas ya para la época: vuelos libres a lo Flight Simulator pero en aeronaves de combate de la época, misiones específicas, campañas aliadas y del Eje (la batalla de Inglaterra e incursiones sobre Alemania desde 1943 en adelante), misiones de entrenamiento y hasta encuentros multijugador para disputar unos duelos con amigos en los albores de la Internet en todo el mundo. En cuanto a las aeronaves, el menú también estaba bien surtido con 8 modelos totalmente detallados y que realmente se veían bien en la época. Desde el lado de los aliados podíamos ponernos a los mandos de un Hawker Hurricane, un Supermarine Spitfire Mark I y IX, un P-47D y un P-51D. Mientras, del lado alemán teníamos a nuestra disposición dos variantes del Messerschmitt 109, la E y la G y un Focke Wulf 190 A-8.
A su vez el cielo está plagado de otros modelos de aviones entre los que se destacan múltiples bombarderos y cazas, incluyendo el ya famoso Messerschmitt 262, pero ninguno de ellos son seleccionables por defecto. Aunque, tal como sucede con Flight Simulator, la comunidad se encargó de expandir muchísimo el catálogo de aviones e incluso de escenarios del simulador.
Para jugadores casuales y fanáticos de la simulación
Microsoft Combat Flight Simulator introdujo una variable en la época que fue la personalización del realismo en múltiples detalles. Algo que en la época no sucedía, ya que la mayoría de los simuladores permitían una opción fácil o realista. Como mucho, incorporaban quizás algún punto intermedio, pero no mucho más. Un aspecto que Microsoft corrigió para que el jugador pudiese elegir entre los detalles que quería que fuesen más realistas y otros que no.
Los combates estaban especialmente bien logrados con proyectiles que arrancaban pedazos de metal en cada impacto, motores que se sobrecalentaban cuando las pérdidas de aceite anulaban la lubricación arrojando un intenso humo negro y las aeronaves se despedazaban cuando el material realizaba esfuerzos imposibles. La inteligencia artificial mantenía un nivel bastante aceptable siempre que el combate fuese en altura, ya que por debajo de los 300 pies era algo diferente. Al parecer no tenían muy en claro cómo volar a baja altura y en muchos casos nuestros enemigos se estrellaban inexplicablemente contra el suelo.
Cuando nuestra aeronave recibe un daño considerable se siente en el vuelo con las físicas afectadas y la pérdida de potencia en el motor.
El primer Microsoft Combat Flight Simulator recibió buenas críticas tanto por parte de la prensa como por los usuarios, siempre siendo el punto más débil la poca variedad de misiones que presentaba el título. Pero aun así, pudo hacerse un lugar entre los fanáticos del género en una época muy disputada del mercado en este tipo de títulos. A esta primera entrega le seguirían dos más, Microsoft Combat Flight Simulator 2, una entrega mucho más lograda visualmente y con un cambio de escenario drástico, ya que nos llevaba a la guerra en el Pacífico, y Microsoft Combat Flight Simulator 3, el cual nos situaba de nuevo en Europa e introducía un sistema de campañas dinámico y muy original. Pero eso será materia de otro análisis.