Os traemos nuestro análisis de Gears Tactics, el nuevo spin-off título de la saga de Microsoft que llegará primero a PC el próximo 28 de abril de 2020.
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Microsoft está metido de lleno en una época de auge y expansión. No solo en materia de nueva generación, donde nos espera a finales de este año Xbox Series X, o de nuevos estudios, donde Xbox Game Studios contabiliza ya quince. También podríamos hablar de la creación de nuevos títulos para dotar de un catálogo amplío y variado a Xbox Game Pass, como lo son el ya lanzado Bleeding Edge o el futuro Grounded.
Pero también está inmersa en una renovación y evolución de sus juegos, sus franquicias y sagas. Los de Redmond quieren sacar el mejor provecho de estas últimas, darles otros enfoques, otros puntos de vista a sus historias. Y ahí es donde entra el juego que hoy nos atañe: Gears Tactics. Un título que viene a ser la respuesta a aquellos usuarios que quieren un buen juego táctico con una gran carga argumental. Y la mejor saga que se prestaba a ello, sin duda, es Gears of War. Es cierto que Halo ya tuvo las dos entregas de Halo Wars, más enfocadas al género RTS tipo Starcraft. Pero este nuevo Gears Tactics viene a cubrir otro hueco dentro del catálogo de la compañía.
Porque el juego es pura esencia táctica, al más puro estilo XCOM, pero sin perder ni un ápice de lo que hace más característico a Gears: ejecuciones, acción a raudales y frenetismo. Sin duda, el título desarrollado por The Coalition y Splash Damage es puro Gears of War, cambiando la vista y el tipo de juego, pero a los mandos (en este caso, ratón y teclado) se siente igual que cualquier otro juego numerado de la saga. Y ese, sin duda, es el gran acierto de un titulo que, aún alejándose del arco argumental de la saga, consigue una identidad propia con una gran historia.
Por que sin duda uno de los puntos fuertes de Gears Tactics es su historia y argumento. Como ya sabíamos, en el juego seguimos a Gabe Díaz, padre de Kait, en su búsqueda y captura de Ukkon, el líder de los Locust. Esta campaña tiene lugar doce años antes del juego original, por lo que nos encontramos en un momento de incertidumbre, con una CGO desorganizada y desbordada por los ataques de los Locust. Junto al equipo de reclutas que consiga reunir, Gabe Diaz tendrá que lidiar no sólo con las tropas normales de Locust, si no también con las creaciones de Ukkon y con bestias enormes.
Todo ello hacen de la campaña una historia interesante que con el gran nivel de las escenas cinemáticas que posee, no tiene nada que envidiar a cualquier otro juego de la saga. Porque ese es uno de los grandes puntos a favor de Gears Tactics, el contar con una gran carga narrativa centrada en los personajes, esencialmente en Gabe, con unos estándares espectaculares.
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Apartado técnico
Gears Tactics es un portento técnico. No sólo hablamos de sus increíbles cinemáticas, que están a la altura de Gears 5, si no también de como se ve el juego. Y además, totalmente fluido y estable, donde nosotros no nos hemos encontrado con ningún problema de rendimiento, caídas de fps o cuelgues del juego. Sin duda, un gran trabajo de optimización, a pesar de que nuestro PC no era el mejor posible, y que la resolución de nuestro equipo no era la más adecuada para las capturas, os aseguramos que en movimiento va genial.
En cuanto al diseño de los personajes, éstos respetan y siguen lo visto en los juegos principales. Algo lógico y que también veremos en las armas, que son las clásicas de la franquicia. Por otro lado, cada uno de los Gears que podemos reclutar son generados de manera automática, tanto su cuerpo como su nombre, dando resultados muy graciosos y diferentes. De este modo, no encontraremos a dos unidades iguales entre nuestras tropas.
Un detalle que si que queremos mencionar es que el juego llega totalmente en castellano. Tanto voces, como subtítulos y texto, el juego está completamente localizado al español. Por último, la BSO está compuesta de una manera brillante, acompañando en todo momento lo que está ocurriendo en pantalla. No desentona casi nunca y no se hace repetitiva en ningún momento. Sin duda, un gran trabajo de composición.
Jugabilidad
Cuando nos lancemos a la campaña, único modo de juego disponible, tendremos que elegir entre varios niveles de dificultad y las típicas modificaciones de los juegos de estrategias. En este caso se denomina “Ironman” y lo podemos aplicar a cualquiera de los otros modos de juego, con el que aumentaremos considerablemente la dificultad de todos ellos.
Una vez elegida esta opción, saltaremos directamente a la acción. Y enseguida, en nuestros primeros pasos por Gears Tactics, podremos sentir que a pesar de ser un spin-off es puro Gears of War. Principalmente porque, a pesar del cambio de vista a una cenital y del sistema de juego, todo lo que vemos y podemos hacer pertenece directamente y es herencia de la jugabilidad clásica de la saga.
Desde las armas, donde encontramos la Lancer, la Gnasher o la granada de impacto, hasta las ejecuciones, todas son exactamente las mismas que conocemos. Es decir, todos los elementos jugables son Gears en estado puro, y nunca tenemos la sensación de estar en otro título diferente, que se aleje de lo visto hasta ahora. Obviamente hay cambios debido al sistema de juego táctico que presenta, pero todo es en pos de mantener la esencia.
Un buen ejemplo de ello es la libertad que se busca a la hora del movimiento. A diferencia de otros títulos del género, en Gears Tactics contamos con tres acciones por turno para cada unidad. Podremos elegir movernos, atacar, lanzar granadas o usar diferentes habilidades. Por supuesto, es esencial saber movernos entre coberturas, conseguir el mejor ángulo para disparar a los Locust y tener cubiertas las espaldas. Además, tendremos que saber gestionar bien nuestras acciones, ya que tendremos que recargar habitualmente, y elegir bien cómo movemos a cada unidad, ya que no todas avanzan los mismo.
Aquí entra en juego que tipo de tropa es cada unidad. Tenemos desde Pesados hasta Vanguardias y Francotiradores. Todos ellos cuentan con elementos, habilidades y stats diferentes, mientras que tienen un armamento cerrado. Es decir, no podremos cambiar su arma principal, que será siempre un Lancer, una Gnasher o un rifle de francotirador. Lo que sí que podremos hacer es modificar cada arma, con nuevos componentes que consigamos en cada misión. Estos nos permitirán aumentar el rango de distancia, el daño critico o la munición que lleva cada una. Esto mismo se aplica a las armaduras y cascos, donde podremos equipar diferentes piezas que otorguen más salud o habilidades pasivas.
Hablando de habilidades, cada tipo de unidad tiene las suyas. Hay algunas comunes, como Guardia, que nos permite poner a un soldado a vigilar una zona en la que si entra algún enemigo, le acribillará a balazos. Luego cada unidad tendrá sus propias habilidades, que iremos desbloqueando en el árbol de habilidades. Cada uno de nuestros soldados cuanta con uno y, a medida que les vayamos subiendo de nivel, podremos especializarlos en una u otra vertiente de su clase. De este modo, no habrá nunca dos unidades iguales y buscar el equilibrio entre nuestras tropas será esencial para conseguir salir airosos de cada combate.
Enemigos nuevos y viejos en Gears Tactics
Combates que nos llevarán a enfrentarnos a diversos tipos de enemigos. Algunos de ellos son viejos conocidos de la saga, como los Drones, los Granaderos o los Tickster. Sin embargo, Ukkon ha creado nuevos tipos de tropas, más difíciles de matar y que nos pondrán en apuros. Todos tienen un punto débil y hay armas más efectivas contra ellos que otras. Buscar el equilibrio entre nuestras tropas, habilidades y sus puntos débiles es esencial.
Además, al finalizar cada Acto de la campaña, tendremos un combate contra un boss enorme. Y este es uno de los mejores puntos de Gears Tactics. Estos combates aportan un soplo de aire fresco al título y a la jugabilidad. Son enemigos diferentes, que cuentan con mecánicas distintas para acabar con ellos. No nos bastará solo con dispararles a bocajarro mientras nos cubrimos. Nada más lejos de la realidad, ya que son en sí mismo una especie de puzzles y cada uno de ellos tiene una manera diferente de enfrentarlos.
Estos jefes nos indican el final del Acto que, al igual que ocurre siempre, está dividido en diversos capítulos. En general, las misiones están bastante bien, pero es el punto que más flojea del juego. Sobre todo por que terminan haciéndose algo repetitivas. O al menos es la sensación que nos dejan, ya que el tipo de misiones, el objetivo en sí, lo vemos muchas veces. Rescatar Gears en celdas de tortura, conseguir cajas de suministros o capturar determinados objetivos. Eso sí, donde más se nota es en las misiones secundarias. Estás son “obligatorias”, ya que forman parte un capítulo en sí mismas, y tienen la finalidad de conseguir más loot y aportar pequeños detalles de la trama. Decimos obligatorias por que hay que pasar por ellas sí o sí, aunque no tenemos que jugar todas de cada capítulo. Cuando nos aparezcan, tendremos que superar un numero determinado de las disponibles para poder avanzar en la historia. Cuando lo hagamos, las que no hayamos completado o jugado desparecerán para siempre.
Duración
Como buen juego estratégico que se precie, Gears Tactics nos presenta una historia larga. Ya hemos hablado anteriormente del argumento, pero para disfrutarlo del todo tendremos que tener en cuenta que estamos ante un juego largo. Mucho más de lo que ofrecen las campañas de las entregas numeradas, ya que estamos hablando de entre 40 y 50 horas fácilmente, debido a que por su propia naturaleza cada partida requiere de tiempo. Por supuesto, entra en juego la habilidad de cada uno con este estilo de títulos o el nivel de dificultad que elijamos para nuestras partidas.
Es cierto que en su contra juega que sólo tengamos el modo historia, pero es un título que anima en cierta manera a la rejugabilidad. Sobre todo por dos motivos. El primero, intentar conseguir todos los objetos disponibles del título, así como cumplir con los objetivos secundarios que no pudiésemos alcanzar en una primera vuelta. Y segundo, para poder jugar aquellas misiones secundarias que dejamos atrás.
Conclusión
Gears Tactics es un juego redondo que sabe adaptar la esencia de la franquicia a un nuevo formato. Y lo hace de una manera magistral, adaptando sus características únicas y aportando nuevos elementos al género táctico. Un buen ejemplo son los bosses finales y la manera de encararlos, algo único y que aporta un soplo de aire fresco dentro del propio juego.
Quizás echemos de menos la implementación de algunos de los elementos de otros juegos del género del último año, como la libertad de movimientos de Mutant Year Zero, que habría ayudado a conseguir una mayor libertad en el juego y un punto más estratégico. Lejos de eso, The Coalittion y Splash Damage han decidido mantener la esencia más pura de los juegos tácticos, con un título totalmente centrado en el movimiento y acciones por turno delimitadas.
Sin duda, Gears Tactics es un juego que encantará a todo el mundo que se acerque él. Si eres fan de la saga de Microsoft, encontrarás una nueva historia y la esencia más pura de la saga, y si sólo te encantan los juegos tácticos, encontrarás una propuesta muy clásica en el género pero con diversas novedades que lo hacen único y muy divertido.
*Gracias a Xbox por habernos proporcionado el material para la review.