Darksiders Genesis promete dar mucha Guerra en su Lucha sin cuartel por convertirse en una entrega capaz de restaurar el equilibrio.
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The Legend of Zelda fue, es y será una de las sagas más míticas de Nintendo e historia viva del videojuego. Con más de tres décadas de juegos y experiencias a sus espaldas, esta ha servido de inspiración para muchos otros títulos de desarrolladoras de todo el mundo. Por lo tanto, no debería ser objeto de deshonra que voces de todas partes comparen tu obra con la serie de videojuegos creada por Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka. Al menos, eso es lo que tuvo que pensar la ya extinta Vigil Games cuando se puso manos a la obra con Darksiders: Wrath of War.
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Bajo un manto de incertidumbre y un desarrollo que puso a prueba la inexperiencia del estudio con sede en Austin, este videojuego de acción y aventura pasó a ser el nuevo The Legend of Zelda multiplataforma ambientado en pleno fin del mundo. Ángeles y demonios prorrumpieron en una experiencia cuyas mecánicas, uso de puzzles y estructuras jugables nos recordaban, de forma irremediable, a la saga de Nintendo. Si bien, estas estaban ejecutadas con tanta maestría que al final, esa incertidumbre pasó a ser seguridad. Y la seguridad, a su vez, en el desarrollo de una segunda parte que puso énfasis en el mundo abierto.
Tanto es así que, a pesar de la bancarrota del estudio allá por el año 2013, recibimos a posteriori una tercera entrega y esta suerte de spin-off bajo el nombre de Darksiders Genesis.
Apartado técnico
Artista de cómics y videojuegos, Joe Madureira ha sido el principal culpable de que la saga Darksiders derroche personalidad y buen gusto por los cuatro costados. Con esta última entrega, el artista norteamericano ha querido volver a su génesis, con una apariencia más bebedora de la primera iteración que las que siguieron a posteriori. Porque a pesar de compartir una cámara al estilo la serie Diablo, Darksiders Genesis consigue regodearse en los pequeños detalles.
Detalles que van desde unos personajes muy resultones, jefes finales inclusive, hasta unos escenarios capaces de crear una ambientación única gracias a los numerosos efectos de iluminación y explosiones que no tardarán en poblar la pantalla cuando nos hacemos a las armas. Todo un espectáculo que, aunque no resulta rompedor, sí es distintivo cuando sumamos unas secuencias cuya máxima es la de narrarnos la historia y que parecen sacadas de las viñetas de un cómic.
Por otra parte, ¿qué sería de los videojuegos sin una buena música? Casi con total seguridad, estos emocionarían menos y no nos expresarían demasiados sentimientos. Tal es la importancia de una buena partitura que, en las manos adecuadas, es capaz de enriquecer la narrativa en el desarrollo de un título. Por suerte, Darksiders Genesis hace muchos esfuerzos por ofrecernos una banda sonora que, amparada en la orquesta, los coros y la épica gracias a la batuta de Gareth Coker, logra encontrar el espacio idóneo para explayarse en los diferentes recorridos heroicos y fastuosos que recorren Guerra y Lucha.
Una épica que también se hace visible cuando nos hacemos a los cascos en pos de escuchar un doblaje al castellano simplemente impecable. No podemos sino alabar la buena elección de las voces, pues estas casan a la perfección con la forma de ser de los personajes, especialmente en lo concerniente a la dupla protagónica, tan diferentes como el agua y el aceite, pero que logran profesarse un gran respeto mutuo.
Jugabilidad
La saga Diablo es aquello que se considera representativo de la calidad Blizzard Entertainment. Con solo tres entregas en su haber y una cuarta parte en camino (dispositivos móviles aparte), se trata de una de las sagas más importantes e influyentes de la historia. Una historia cuyos orígenes datan de los años 90 con el fin de presentar unas mecánicas y sistemas que han perdurado con el transcurrir del tiempo. No en vano, la industria del videojuego es la que es gracias a obras que han conseguido dejar huella como la que nos ocupan. Una huella que, de manera errónea, puso sus miras en Darksiders Genesis.
El género de la acción y el rol en vista isométrica no está falto de propuestas con la serie Diablo como principal portaestandarte. Que Darksiders Genesis tomara para sí una vista isométrica de arriba hacia abajo, hizo saltar las alarmas. Su naturaleza de spin-off no ayudó a que voces de todo el mundo lo señalaran con el dedo, sobre todo tras las malas críticas recibidas hacia una tercera entrega que dividió a toda una comunidad. Por suerte, al cabo de un tiempo, esos temores acaban siendo infundados, pues es más Darksiders de lo que pudiera parecer tras sus primeras apariciones.
Que no os engañe la nueva perspectiva y los primeros compases del título, ya que Darksiders Genesis hace honor a su nombre para así ofrecernos una propuesta que, a pesar de tener acción a raudales, también tiene tiempo para brindarnos secciones de plataformas y puzles. Mención especial a estos últimos, ya que hacen todo lo posible para mostrarse ingeniosos cuando nos desviamos de la ruta principal en busca de los distintos coleccionables que hay en cada nivel, que no son pocos precisamente. De hecho, casi parece el juego nos premia con su mejor cara desde el momento en el que sacamos a relucir nuestra vena más exploradora.
Sea como fuere, el juego se las ingenia para ofrecer un perfecto equilibrio entre estas tres partes por culpa de unos escenarios con un tamaño más que considerable y con atajos por doquier. Por desgracia, esta magnitud y atención por el detalle queda algo ensombrecida a partir del momento en el que la cámara nos juega malas pasadas cegando nuestro campo de visión, ya sea en los momentos con hordas de enemigos por doquier o bien cuando tenemos que afrontar distintas secciones que requieran de nuestra habilidad en los saltos.
Por suerte, esto solo ocurre en ocasiones contadas, ya que el resto de la aventura está muy bien resuelta. Jugar con ambos personajes resulta divertidísimo. Puede que, a la hora de repartir estopa, ambos resulten muy similares entre sí, sobre todo en las distancias cortas. Sin embargo, las diferencias las vamos notando más cuando adquirimos habilidades únicas para cada Jinete. Por ejemplo, Lucha es más propenso al uso de armas de fuego, de modo que iremos recolectando distintos tipos de balas que varían en su potencia de fuego. Guerra, por su parte, sigue los pasos de su primera entrega con un combate más lento y visceral mediante su gigantesca espada.
Diferencias que son representativas de la forma de ser de sus protagonistas. Con Guerra ya teníamos cierto bagaje gracias a su primera entrega. Su actitud adusta y estoica es bien conocida por todos, así que era de esperar que Lucha representara una suerte de contraparte. Una contraparte amparada en un carácter que aboga por el humor para bromas. Guerra, en cambio, no tiene mucho sentido del humor, de modo que ambas partes suelen chocar de forma constante. Si bien, hacen una buena dupla. Tan buena que justifica el desarrollo de una historia que quizá no resulta tan interesante como la ya vista en el resto de entregas.
Duración
Nuestros intentos por desbaratar los malvados planes de Lucifer pueden llevarnos entre 10 y 15 horas de aventura si nos amparamos en nuestra habilidad a los mandos. Una duración que también depende de cómo abordemos este cometido, ya que podemos hacerlo en cooperativo local, a través de Internet o bien en solitario. Da igual cómo lo acometamos, pues la experiencia de juego cambia según si jugamos de una manera o de otra y la dificultad hace los malabarismos necesarios para buscar un equilibrio.
Lo que está claro es que Darksiders Genesis no está falto de secretos en cada nivel que recorramos (y que podemos redescubrir las veces que queramos cuando desbloqueamos nuevas habilidades para nuestros personajes). Porque al igual que la saga Metroid, este spin-off nos invita a volver hacia atrás cuantas veces sean necesarias, pues no son pocas las recompensas que se encuentran inaccesibles por no tener los poderes pertinentes. Al final, son tantos que pueden llegar a duplicar, y casi triplicar, esas 15 horas, ya que nuestro afán coleccionable por mejorar al máximo a Guerra y Lucha moneda de cambio mediante y conseguir todos los coleccionables hacen posible manejar cifras nada despreciables.
Conclusión
Son muchas las causas por las que un spin-off puede estar infravalorado. Su mera condición ya lo hace así y, de manera inconsciente, suelen considerarse como entregas con una importancia menor a la de sus hermanos mayores. Si bien, este Darksiders viene dispuesto a dar mucha Guerra en su Lucha sin cuartel por convertirse en algo más que un sucedáneo, erróneo, de la saga Diablo. Que la nueva perspectiva no os lleve a equívocos, porque las apariencias a veces engañan y las aventuras de Guerra y Lucha, fallos aparte, hacen posible lo que no hizo Darksiders III: restaurar el equilibrio en una tierra ahora devastada.
Tal es así que Darksiders Genesis es la propuesta con más similitudes para con sus orígenes desde el lanzamiento de la ya lejana primera entrega en 2010.
*Gracias a THQ Nordic por proporcionarnos el material para la review.