Investigamos un poco en los rumores para daros una serie de pistas de la potencia con la que llegaría finalmente Xbox Scarlett al mercado.
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Después de un cierto movimiento esta semana, nos hemos decidido a abrir el cajón técnico de Generación Xbox que hemos descuidado un poco desde que Xbox One X se hizo con el trono de la consola más potente del mundo. Sus 6 Teraflops son reconfortantes con respecto a lo que ofrecen otras opciones del mercado. Realmente no sabemos las especificaciones finales de ninguna máquina de nueva generación, por lo que no podemos hacer comparativas aún, solo especular en base a lo que se sabe.
Lo que si podemos hacer es coger todas las supuestas filtraciones, confirmaciones, y material real de AMD y formar un esquema de lo que podría ser Xbox Scarlett, sobre todo, una vez que sabemos que solo habrá un modelo, desechando la dupla Lockhart-Anaconda. Vamos a intentar usar, como siempre, un lenguaje cercano y no vamos a extendernos en demasía. Por lo tanto, nos centraremos en el mayor enigma: La potencia de su GPU.
La GPU de Xbox Scarlett, la incógnita real
En las distintas filtraciones que se han venido sucediendo desde principios de año encontramos varios puntos en común que podrían definir perfectamente lo que sería la máquina y que vamos a dar por válidas:
- CPU
- AMD ZEN 2 con 8 núcleos y 16 hilos, de una frecuencia aproximada a los 3,4 Ghz
- Memoria
- 16Gb de RAM GDDR6
- Almacenamiento
- Un disco duro SSD de 500Gb Ultra-rápido y probablemente integrado en placa + una solución más clásica de 1Tb
- GPU
- Custom NAVI con tecnología Ray Tracing integrada
Como podéis ver, prácticamente el mayor misterio está encarnado en la GPU, la gráfica que moverá Xbox Scarlett, que es después de la gran novedad que supone la CPU de nueva generación, la que determinará la potencia real de la máquina a la hora de representar juegos durante los próximos años. Vamos a entrar en materia.
Calculando los Teraflops
Si aún andáis algo despistados al respecto, digamos que AMD ha pasado por dos generaciones diferentes de GPUs en Xbox One:
- Para la original y la Xbox One S, el nombre en clave del chip era AMD Sea Islands, con 12 unidades de cómputo (a partir de ahora CUs) y 768 Shaders a 853Mhz (frecuencia del núcleo gráfico) para la estándar y a 914Mhz para Xbox One S.
- Xbox One original: 1,3 Tflops
- Xbox One S: 1,4 Tflops
- Para Xbox One X, si que os sonará más, ya que el chipset es un AMD Polaris, con 40 CUs y 2560 Shaders a 1172Mhz, un cambio enorme.
- Xbox One X: 6 Tflops
El cálculo de los Teraflops, ya lo comentamos en este antiguo artículo de ¿que son los teraflops? que os recomendamos leer, se puede hacer también de esta otra manera:
- (Número de shaders x Frecuencia del Núcleo) x 2 = GFLOPS (1 TFlops es 1.000.000 GFlops)
Bien, seguro que en este punto alguno ya ha cogido la calculadora y ha comprobado que efectivamente no os he engañado y al mismo tiempo, os acostaréis sabiendo una cosa más. Pero ahora viene lo realmente interesante en términos de investigación.
Arcturus, NAVI y las distintas nomenclaturas de AMD
Otra cuestión que es bien sabida a estas alturas es que de alguna manera la arquitectura NAVI (digamos que el equivalente para las anteriores Xbox serían GCN 1.0 y GCN 4.0), es la GPU que se usará Xbox Scarlett y PS5. Ahora bien, hay muchas salvedades que tener en cuenta en este terreno, porque esa arquitectura, como tal, ya existe en el mercado, en el cuerpo de las Radeon 5700, cuya tecnología ha pasado de ser GCN a RDNA, un tipo totalmente distinto de hacer los chips.
Pero las recientes noticias e incluso la propia Sony o Microsoft han afirmado que sus consolas estarán aceleradas por hardware en Ray Tracing, una diferencia importante con respecto a estas primeras NAVI lanzadas al mercado, las cuales pueden ejecutar las instrucciones, pero no incluyen núcleos específicos de Ray Tracing. Todo ello nos lleva a subir un nuevo escalón a las RDNA 2, las cuales si que los tendrán y saldrán a principios de 2020, probablemente con el estreno de la serie Radeon 5900, y construidas en un proceso de 7nm+ FINFET de TSMC, que reducirían incluso más el tamaño del chip.
Por tanto, ya sabemos que tipo de NAVI tendrá Xbox Scarlett solo encajando un par de piezas, pero aún falta la última que nos lleve a un veredicto más firme. Hace unas pocas semanas, aparecía la clave: AMD Arcturus, el nombre de una nueva GPU basada en NAVI 10 que apareció listada en HWinfo (fuente) y que abría la puerta efectivamente a las nuevas Radeon que saldrán en 2020.
¿Donde habíamos visto ese nombre antes? Pues seguro que a muchos os sonará, porque fue la protagonista de una extraña filtración de especificaciones de lo que sería Xbox Scarlett, en enero de este año. ¿Sorprendente, verdad? Por tanto, tenemos en este pantallazo de abajo, la clave de la potencia de Xbox Scarlett.
Si os fijáis, se confirman algunos de los datos que se filtraron a posteriori, como por ejemplo el giga de caché L4 de esta CPU Zen 2, que volvió a salir en el tweet que os mostramos a continuación:
https://twitter.com/BastienTech/status/1137352546174013440?s=20
La diferencia entre la imagen y el tweet es que la GPU ha pasado de 64CUs a 80CUs, pero se podría entender debido a que estos “28Gb de RAM” tan improbables es porque se trataría de el kit de desarrollo y no, la versión final, que es lo que tratamos de explicar en este artículo. Muy bien, teniendo en cuenta esta conclusión y estos datos, podemos hacer un cálculo más definitivo, en el que supondremos dos casos.
Esta sería la potencia en teraflops de Xbox Project Scarlett
Si nos basamos en la primera imagen y en todo lo que sabemos del AMD Arcturus, tenemos un chip gráfico RDNA 2 con 64 shaders por cada CU, que podría llegar como máximo hasta los 120 CUs, como hemos visto según las últimas filtraciones. Este caso es muy poco probable y seguramente limitado a las gráficas de gama más alta que aparecerán en 2020. Estaríamos hablando de pasar los 20 Teraflops de sobra, algo casi imposible para un precio contenido como el que promete Xbox Scarlett.
Con respecto a la frecuencia de reloj del núcleo es muy probable que sea de 1,4Ghz ya que ambas filtraciones apuntan a ello. La primera imagen lo pone claramente abajo y la segunda se obtiene fácilmente (80CUs serían 5120 Shaders x 1.4Ghz x 2 = 14,336 Tflops), por tanto ya podemos hacer cálculos:
1ª Opción: Si tenemos en cuenta que el chip de Scarlett tiene 64 CUs:
- 4096 shaders x 1.4Ghz x 2 = 11,4 Teraflops
2ª Opción: Si tenemos en cuenta que el chip de Scarlett tiene 80CUs:
- 5120 Shaders x 1.4Ghz x 2 = 14,3 Tflops
3ª Opción: Si tenemos en cuenta que el chip de Scarlett tiene 72CUs:
- 4608 shaders x 1.4Ghz x 2 = 12,9 Tflops
Nuestra elección sería la 3ª opción, una Xbox Scarlett con 12,9 Tflops. No hemos cogido los 72CUs al azar, si no que hemos supuesto que si el kit de desarrollo de Scarlett cuenta con 80CUs, es muy posible que la Xbox Scarlett sea igual pero salga con algunas unidades desactivadas, como fue el caso del Dev Kit de Scorpio y Xbox One X (44 vs 40) para evitar errores de fabricación, algo que se hace con aproximadamente el 10% de los núcleos, lo que coincide con esos 8 CUs menos que llevarían a Scarlett a llegar al mercado con 12,9 Teraflops.
No obstante, aunque este extenso artículo nos haya llevado hasta aquí, huelga decir que todo es una suposición basada en los datos que os hemos expuesto. Podríamos haber dado en el clavo, pero a falta de más información y casi a un año de su lanzamiento final, es lo más cerca que podemos llegar. Hay muchos artículos que apoyarían esta teoría, como este que aseguraba que Scarlett y PS5 estarían por encima de los 10,7 Tflops de Google Stadia.
No resulta muy descabellado pensar que Xbox Scarlett, saliendo en 2020, llegaría de sobra a este nivel de potencia, pero para los que aún así esto les parezca poco, podéis echar un vistazo a este artículo de Digital Foundry en el que demostraron que aunque cuenten con los mismos Teraflops, la diferencia de rendimiento entre distintas generaciones de chips de AMD es abismal. Es decir, que 1 Teraflops de Xbox Scarlett sería un 88% más eficaz que 1 Teraflops de Xbox One y casi un 40% más que uno de Xbox One X. Como suele decir mi compañero Jose Ángel, ambicionad.