Análisis de Vambrace: Cold Soul
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El rol, los turnos y el RPG en general es un basto mundo donde podemos encontrarnos tantas variantes como se nos puedan ocurrir. Durante décadas, han proliferado nuevas formas de entender el género, acuñando términos tan familiares para nosotros como los Dungeon Crawler o los Rogue Like. No son conceptos precisamente nuevos y los más veteranos tendremos en la memoria muchos títulos que siguen estas pautas, pero el estudio surcoreano Devespresso Games nos trae a nuestra Xbox One su último juego con la intención de aportar algo nuevo a este apasionante género.
La historia de Vambrace: Cold Soul nos lleva a la ciudad maldita de Icenaire, rodeada por unos fríos y letales muros helados frutos de un hechizo lanzado por el malvado Rey de las Sombras. Asumimos el papel de Evelia Lyric, una misteriosa joven que, después del fallecimiento de su padre, hereda un poderoso artefacto que le permite cruzar la mencionada barrera gélida que mantiene aislada la ciudad de Icenaire. Con este poder a su disposición, se convierte en la única esperanza para los habitantes de la aislada ciudad, convirtiendo a nuestra protagonista en el mejor recurso para escapar de los muros helados y deshacer la maldición del malvado Rey de las sombras.
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Imagina las mecánicas Roguelike de Darkest Dungeon, añade aspectos narrativos y de exploración más sofisticados, y todo esto con la estética “Manhwa” típica coreana. Si te gusta lo que lees, ponte cómodo y prepárate para el mundo gélido de Vambrace: Cold Soul.
Apartado técnico
Asumiendo su naturaleza, el apartado técnico de Vambrace: Cold Soul es absolutamente impresionante. Todo es nítido y limpio, con unas animaciones suaves y un tamaño de sprites considerable, es lo más parecido a disfrutar de un “Manhwa” en movimiento. Si bien es cierto que el formato visual del juego se inspira clarísimamente en Darkest Dungeon, Vambrace: Cold Soul se desmarca en su faceta visual, con una estética y un diseño artístico notablemente distintivo. El diseño de los personajes, los entornos y en general todo el apartado visual es para quitarse el sombrero.
Pero donde más destaca es, sin duda, en su banda sonora y el diseño de sonido en general. Piezas orquestales de un nivel altísimo que encajan a la perfección en cada combate y momento clave de la trama. Creedme, no estoy exagerando si digo que es de lo mejorcito del juego. Además, el empleo inteligente de los efectos de sonido crean un ambiente de juego muy inmersivo. Caminar por las calles frías y oscuras acompañados únicamente por el ruido de nuestras pisadas y el silbido del viento gélido convierte a Vambrace: Cold Soul en una gran experiencia para nuestros sentidos.
Vambrace: Cold Soul tiene la dirección artística, la Banda Sonora y la historia que podríamos esperar en un juego de rol de primer nivel.
Jugabilidad
Las jugabilidad en Vambrace: Cold Soul se desarrolla en forma de aventuras o incursiones, donde guiados por la trama principal nos dirigiremos al exterior de la ciudad. Cada aventura requiere pasar por una serie de habitaciones o zonas que pueden contener enemigos, un botín, un campamento o cualquier evento aleatorio. Deberemos alcanzar la salida de una pieza y tomando todas nuestras decisiones con pies de plomo, ya que la muerte de nuestros personajes es permanente. En este sentido, no encontramos nada que no podamos esperar de un gran Roguelike.
Las claves más importantes de su jugabilidad son la vida, el vigor y el “Medidor Geist”. La salud, resulta evidente, mermará según recibamos ataques de nuestros enemigos, mientras que el vigor representa la resistencia o el cansancio a la que se ven expuestos nuestros héroes. Si cualquiera de estos valores llegase a cero, nuestro personaje muere permanentemente; excepto, nuestra protagonista, que en caso de morir, reaparecerá en la ciudad, y tendremos que volver a contratar a nuevos miembros para nuestra escuadra.
“Los Protagonistas y los NPC tienen un diseño magnifico, tanto artístico como de trasfondo”
El vigor va bajando inevitablemente según avanzamos en las mazmorras. Es el mayor peligro al que nos enfrentamos, pero podremos recuperarlo gracias a la opción de acampar. Respecto al “Medidor Geist” no podremos impedir que ascienda irremediablemente. Si este llega a la línea roja, dejarán de aparecer enemigos standard y nos tendremos que ver las caras con hordas de monstruos fantasmales, mucho más duros, y que nos pondrán las cosas más difíciles. Los más veteranos ya se habrán dado cuenta: el “Medidor Geist” equivale a las antorchas de Darkest Dungeon.
En cuanto a los combates en sí, se trata del clásico cuatro contra cuatro en corredores de desplazamiento lateral y es aquí donde empezamos a encontrar los primeros problemas, ya que estos se sienten vacíos y poco profundos. Básicamente, lo único por lo que debemos preocuparnos durante el combate es colocar a nuestros personajes correctamente: los atacantes al frente, los tiradores atrás. Después de eso solo presionas los botones de atacar y seleccionar objetivo una y otra vez hasta que la pelea haya terminado. Y ya está. No tenemos esa profundidad estratégica que sí podemos encontrar en otros referentes del género. Todo es demasiado simple. No encontramos por ningún lado la sensación de control y personalización de nuestro escuadrón. Nada de grandes decisiones estratégicas o de gestión y evolución de personajes.
Pero donde sí acierta Vambrace: Cold Soul es en el desarrollo de la aventura propiamente dicha, ya que esta tiene ciertos elementos de exploración. Podremos decidir hacia dónde dirigirnos y el desarrollo de la trama será menos lineal. También tendremos la opción de realizar misiones secundarias con las que conseguir los diferentes skins para nuestra protagonista, y quizás algún objeto poco habitual. No son historias muy complejas y suelen ser cortas, pero ayudan a entender el propio lore del juego y su universo.
Duración
Vambrace: Cold Soul consta de un total de 7 capítulos bastante largos, donde tendremos que invertir más de 30 horas para completar todos y cada uno de ellos. Como yo siempre digo, la duración de un juego depende mucho de nuestra habilidad y de nuestra paciencia, pero en este caso, y por desgracia, la duración de estos capítulos está artificialmente extendida por culpa de una dificultad ridículamente exigente.
Nos atascaremos con facilidad y los retos a los que nos enfrentamos tienen una curva de dificultad tan exigente, que no será extraño tener que repetir una y otra vez la misma misión prácticamente desde el capítulo 1. Y eso es algo que daña gravemente la sensación de progreso por parte del jugador y que, como decía anteriormente, pone a prueba nuestra paciencia. En contraposición del mencionado juego en el que claramente se inspira, Darkest Dungeon también es muy duro y exigente, pero éste sí tiene esos combates sofisticados, la sensación de progreso y el fuerte componente estratégico que hace que a pesar de morir una y otra vez, sea tremendamente adictivo. Por desgracia, Vambrace: Cold Soul no cuenta con estas virtudes y hace su avance muy cuesta arriba.
Conclusión
Vambrace: Cold Souls tiene claro el tipo de juego que quiere ser: uno visualmente atractivo y desafiante. Pero por desgracia tropieza estrepitosamente en una gestión de unidades superflua y una dificultad caótica y caprichosa. Ajustando estos pequeños detalles, podría brillar mucho más, porque la base y la idea es muy buena.
Es un juego visualmente atractivo, realmente maravilloso incluso, con una banda sonora cautivadora digna de un buen AAA. Pero en términos de jugabilidad, es insuficiente para un género donde este apartado es la clave. Las mazmorras son aburridas y tediosas, el combate carece de la profundidad suficiente y el componente estratégico está, pero no tiene miga.
En general el juego plantea propuestas interesantes rematadas por un aspecto técnico magnífico, además de una buena historia y unos componentes de exploración interesantes. Pero estas virtudes acaban siendo sepultadas por la monotonía de su jugabilidad y la superficialidad del meta-juego.