La cabeza de la división de juegos de Microsoft, Phil Spencer, ofrece un emocionado y lúcido discurso sobre la diversidad, y como construir una industria alejada de comportamientos tóxicos.
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Phil Spencer ofreció ayer un inteligente, a la vez que emocionado discurso durante la apertura de la convención anual DICE en Las Vegas. Spencer habló de muchas cosas, de los valores de Microsoft, de como la empresa necesitó reiniciarse de alguna manera, de como construir equipos de trabajo inclusivos y de los beneficios que estos reportan, y sobre las situaciones que toda la industria debe trabajar para desechar, de cara a construir un futuro mejor. Según Spencer los videojuegos son la forma de arte que, como el cine lo fue del pasado siglo, dominará el principio de este nuevo milenio. Los videojuegos no son solo una forma poderosa de contar historias, sino también de crearlas y vivirlas, y esto hace que tenga un poder integrador enorme.
Cuando jugamos somos, y no somos, mujeres, hombres, blancos, negros o transgénero, pero siempre somos jugadores. Sin embargo Spencer reconoció la necesidad de aplicarse a fondo en construir una industria sana, diversa, que acepte e integre a todo tipo de personas, para que esto se vea reflejado en la comunidad de jugadores, en la que reconoce que se perpetúan conductas erroneas, hirientes y tóxicas.
Mi trabajo es el mejor del mundo hasta que deja de serlo. Cuando escucho que un jugador nos cuenta que la actitud de otros usuarios cambió al saber que era negro, o cuando una jugadora relata como se sintió excluida desde el instante que supieron que era mujer.
Es importante que el jefe de una división de juegos reconozca en público, en una intervención retransmitida en vivo por internet, y recogida por los medios de comunicación que en su propia plataforma ocurren estas cosas. Los comportamientos tóxicos, tengan que ver o no con las conductas discriminatorias del mundo real, son un problema para Microsoft, lo son para la industria, y los de Redmond están comprometidos con la lucha contra ellos.
Esperamos sinceramente que Phil Spencer tenga éxito en convertir Xbox Live, y a la industria en general, en un lugar más acogedor porque la interacción entre jugadores es un futuro inevitable, y los videojuegos deben seguir siendo el lugar en el que todos nos sintamos valiosos.