Dead Alliance es la prueba feaciente de que combinar tendencias de moda no siempre da buenos resultados. Como shooter competitivo 4vs4 no iba mal desencaminado, pero le falta un apartado técnico más pulido, más carisma y mecánicas jugables frescas y realmente interesantes para ganarse un hueco entre los pesos pesados...
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Se nota a la legua cuando un estudio decide desarrollar un juego siguiendo las modas vigentes o los cánones pautados por los hits más vendidos. No me cuesta nada imaginarme a los responsables financieros de Dead Alliance sentados alrededor de una larga mesa debatiendo sobre el próximo juego que van a lanzar. “Están teniendo mucho éxito los shooters multijugador. Fijaos en la comunidad que se mueve alrededor de Rainbow Six Siege“, dice uno. “Y no te olvides de los Call of Duty. Venden a espuertas y en gran medida por sus modos multiplayer“, añade otro. “¿Hay algo más que tenga un buen tirón comercial últimamente?”, pregunta el accionista mayoritario sin apartar la vista del skyline de la ciudad, que puede verse en todo su esplendor a través del enorme ventanal que corona una de las paredes del despacho. “Los zombis”, se atreve a decir con voz temblorosa el más joven de los miembros de la junta. “¿Muertos vivientes?”, el joven ha captado la atención del mandamás, el cual le dirige una mirada inquisitoria. “Ni de broma. Los zombis ya han pasado de moda”, replica un panzudo ejecutivo con el lazo de la corbata enterrado bajo su prominente papada. El joven carraspea y acto seguido le recuerda que el modo zombis es uno de los más jugados en sagas consagradas como Call of Duty. “Multiplayer competitivo y zombis”, murmura el alto accionista tras iluminársele la mirada, para acabar sentenciando: “Genial idea. ¡Hagámoslo!”.
Dejando de lado nuestra imaginación, lo cierto es que una de las primeras sensaciones al ponernos a los mandos de Dead Alliance es de puro y duro déjè vu. Y es que en el código de este juego confluyen reminiscencias de otros títulos competitivos o de zombis de gran éxito que han visto la luz en los últimos años. Para innovar bien es cierto que se ha implementado una mecánica de control de las hordas de muertos que pueblan los escenarios, y que analizaremos en el apartado de jugabilidad, pero ya os avanzamos que es un aliciente con mucho potencial.
En Dead Alliance entramos de lleno en el postapocalipsis. La invasión zombi es una realidad y, sin saber muy bien por qué, dos facciones enemigas se tendrán que ver las caras. El único modo de ganar es masacrar al rival y no hay mucha miga más que rascar, siendo en ese aspecto un juego de disparos superficial en el que matar al contrario no está bien definido y justificado. No sabemos quiénes son los buenos ni quiénes son los malos. El juego solo se limita a poner una serie de armas en tus manos y tu único afán será el de acumular más muertes que nadie.
Apartado Técnico
Al arrancar el juego, nada parece indicar que vayamos a toparnos con una desagradable sorpresa. El título disfruta de una campaña de marketing decente e incluso de ediciones físicas en reputadas cadenas de videojuegos y no hay ningún síntoma que te lleve a arquear la ceja al iniciarlo por primera vez. Las subsiguientes pantallas en las que van apareciendo los logotipos de las empresas implicadas en el desarrollo y producción del juego tampoco nos hacen sospechar nada malo.
Luego aparece la sugerente imagen estática del menú, la cual coincide con la de la portada del juego, y sigues sin olerte lo que vas a encontrar al empezar una partida… Sin ánimo de hacer sangre, con lo que te topas es con un aspecto visual que recuerda a generaciones pasadas, que se intenta disimular con un filtro neblinoso que curiosamente ejerce el efecto contrario y deja más de relieve su baja resolución y sus carencias visuales. Dead Alliance requería de mucho más tiempo de trabajo por parte del estudio desarrollador, ya que los modelados y texturizados se muestran demasiado planos. Por si fuera poco, algunos dientes de sierra allí y allá no acaban de levantar un apartado técnico que encima adolece de diversos fallos de rendimiento que enturbian la experiencia.
El que afecta en menor medida es el clipping, ya que se produce cuando se te abalanzan varios zombis a la vez. En el fragor de la batalla tampoco te pones a fijarte en esas cosas, pero los que tengan el ojo mejor acostumbrado, o los que analizamos hasta el más mínimo detalle, serán los que se percaten de que los muertos vivientes se fusionan entre sí y atraviesan sus cuerpos como si fuesen hologramas. También se generan elementos espontáneamente en la corta distancia, como setos, estructuras, escombros y demás objetos. Y de las animaciones tampoco podemos hablar de manera positiva, ya que los personajes se mueven de manera acartonada e incluso a veces les vemos desplazarse sin mover las piernas, como si fuesen sobre una cinta transportadora.
Por suerte no hemos experimentado lag ni bajadas de frame por debajo de los 30 fps con los que rinde de manera estable. De las muchas partidas jugadas solo hemos notado ralentizaciones ocasionales en determinados momentos en los que algún jugador abandonaba bruscamente el juego. El resto del tiempo el código se mantiene férreo, lo que dota de bastante agilidad y de un ritmo frenético a los tiroteos.
Sobre el apartado sonoro resulta bastante discreto en cuanto a melodías y simplemente correcto en cuanto efectos. Lo bueno viene en cuanto a la localización, con un doblaje íntegro al español y la traducción a nuestro idioma de todos los textos en pantalla (aunque algunas frases se les han colado y continúan apareciendo en inglés). Un detalle a tener en cuenta sobre todo para una producción cuyo presupuesto es muy inferior al de otros títulos de mayor capital invertido que llegan sin localizar.
Jugabilidad
Lo primero que llama la atención de Dead Alliance es la tosca navegación que ofrece el menú, y no porque resulte dificultoso o esté compuesto por un sinfín de opciones, sino porque el cursor funciona de un modo errático, sobre todo a la hora de elegir mapa o modo de juego, así como por algunas incongruencias. Por ejemplo: antes de empezar la partida puedes cambiar de equipo, sin embargo no puedes ver los miembros que componen cada equipo hasta que ya has entrado a la partida, con lo que si juegas con amigos es prácticamente imposible organizarse y al final es mejor dejar que el juego ordene a los participantes según su automatizado criterio. Estas cosas son las que dejan de relevancia, al igual que pasa con el apartado técnico, que el juego ha salido a la venta cuando aún le quedaban muchos meses de trabajo por delante en los que podrían haber pulido todas estas cosas.
Otro punto chirriante es el alto precio que tienen todos los ítems que pueden adquirise desde el escondite, sección en la que puedes comprar nuevas armas, skins, habilidades y mejoras para las armas y el personaje. Hay que jugar un mínimo de seis u ocho horas para poder acumular suficientes dólares virtuales y empezar a comprar más de un artículo por vez sin dejar la cuenta a cero. Más aún choca porque después de jugar la primera partida ya puedes crear y editar tus propios personajes, pero claro, no vamos a acumular suficiente pasta para equiparnos hasta que estemos rozando el nivel 30. Es por este motivo que acabas tirando de las clases predefinidas que el juego te ofrece por defecto, cada una con un equipamiento predeterminado, según elijas clase ligera, intermedia o pesada.
En el lado positivo de la balanza ponemos la concreción de su sistema de control, el cual resulta bastante intuitivo y apto tanto para los neófitos del género como para los más curtidos en estas lides. Eso sí, la ausencia de carisma en los personajes (todos clónicos y sin habilidades especiales que añadan rutinas especificas a la hora de jugar con ellos), contribuye a que el jugador acabe asaltado por una sensación de rutina tras las tres o cuatro primeras horas de juego. Es en este punto cuando comienza a perder fuelle y a producir desinterés. Y sí que es verdad que los tiroteos son dinámicos, pero le falta algo, el aliciente característico que tienen los grandes y que es el encargado de aportar esa frescura y espectacularidad que acaba enganchando al usuario. En Dead Alliance se ha optado por meter zombis de por medio, los cuales no son más que carnaza y obstáculos a salvar en nuestro camino. Lanzándoles granadas PAM, armadas con un agresivo tipo de feromonas, se lanzarán a lo loco sobre nuestro enemigo más cercano, pero esto carece de componente estratégico porque acabas utilizando el recurso por rutina o de manera instintiva.
Luego están las armas, las cuales son muy numerosas, cosa que está muy bien, pero algunas de ellas parecen introducidas por puro relleno o tendencia. La más sangrante es la ballesta, que parece que la han metido como homenaje al famoso personaje de The Walking Dead interpretado por Norman Reedus, y que aquí resulta injugable. Vale, es silenciosa y acaba con el enemigo de un disparo, pero es muy imprecisa y su tiempo de recarga es catastrófico si yerras el tiro.
En cuanto a contenido, los cinco mapas y los seis modos de juegos que incluye se antojan algo escasos, sobre todo por lo similares que resultan algunos de los modos, como por ejemplo captura y defensa y contrición. También se hecha en falta un modo horda cooperativo, más que nada porque el modo supervivencia funciona como tal, solo que jugarlo en solitario no resulta todo lo divertido que uno espera. Los escenarios tampoco aportan en su diseño ningún aliciente jugable que los haga más o menos atractivos, convirtiéndose en un mero contexto en el que ponerse a pegar tiros.
Duración
Si quieres desbloquear todos los logros ya puedes ir preparándote porque te esperan más de un centenar de horas. Los culpables son los logros que se completan tras conseguir 1.000 muertes con varias de las armas. Por otra parte, los fans de los juegos de zombis y de los shooters competitivos también tienen garantizados un buen puñado de horas, no obstante el resto acabará volviendo a sus juegos de cabecera tras dedicarle cuatro o cinco horas a Dead Alliance. Gran parte de culpa la tiene su primitivo apartado técnico, pero no hay que olvidar que su discreto carisma y su mecánica jugable simplona y carente de espectacularidad tampoco ayudan a enganchar al usuario por más tiempo.
Conclusión
Dead Alliance es la prueba feaciente de que combinar tendencias de moda no siempre da buenos resultados. Como shooter competitivo 4vs4 no iba mal desencaminado, pero le falta un apartado técnico más pulido, más carisma y mecánicas jugables frescas y realmente interesantes para ganarse un hueco entre los pesos pesados del género. Lo que ofrece, y cómo lo ofrece, no justifica el desembolso de los 39,99 € que cuesta la edición completa.
Dead Alliance tiene buenas ideas, pero mal ejecutadas - ¡Comparte!
De hecho, si a pesar de haber leído el análisis quieres darle una oportunidad, te recomendamos hacerte con la Multiplayer Edition (24,99 €), porque el modo de un jugador es demasiado mediocre y aburrido como para compensar la diferencia de precio. Como decíamos al principio, la idea no es mala y se le auguraba mucho potencial. Una lástima que se haya quedado en esto.
*Nota: Agradecemos a Badland Games el código del juego y material para esta review.