Worlds of Magic: Planar Conquest es un juego de estrategia en el que asumimos el rol de un hechicero supremo, con cuya sabiduría y poder tendremos que hacer frente a las huestes de un ejército oscuro que pretende destruir las razas que pueblan el mundo.
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de STALKER 2: Heart of Chornobyl – Brutal, realista y único
- Análisis de Dragon Quest III HD-2D Remake – El regreso de un clásico atemporal
- Análisis de Death Stranding: Director’s Cut para Xbox Series – Un auténtico juego de culto
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
La estrategia no es uno de los géneros que más demanda tenga, pero sus seguidores son de los más exigentes y menos conformistas del mundillo de los videojuegos. No es de extrañar, por ello, que los estudios que se lanzan a la aventura de desarrollar un título de este corte, se impongan un nivel de autoexigencia más elevado de lo habitual.
Esto viene a colación porque Worlds of Magic: Planar Conquest es un juego de estrategia en el que asumimos el rol de un hechicero supremo, con cuya sabiduría y poder tendremos que hacer frente a las huestes de un ejército oscuro que pretende destruir las razas que pueblan el mundo. Esta amenaza es poderosa y temible, así que solo tú puedes encarar la guerra y ganarla aplastando a tus malvados adversario. Ni más ni menos que estamos ante un gigantesco cliché, cuya función es la de detonante de la aventura y poco más.
Aunque, al fin y al cabo, lo que importa en este tipo de juegos es devanarse más los sesos que enredarse en los entresijos de un hilo narrativo muy bien trabajado. Worlds of Magic: Planar Conquest es de los del primer tipo, así que preparaos para bucear en un vasto entramado de menús, opciones y acciones que pueden llegar a ahogar a más de uno. Combates no faltarán, no os preocupéis. De hecho contiene fórmulas jugables de estrategia en tiempo real y por turnos. Esta última será la que está implantada en las contiendas.
En este punto te estarás preguntando si Worlds of Magic: Planar Conquest si ofrece todo aquello que esperabas o si se adapta a tus gustos, y desde estas líneas intentaremos darte las pistas necesarias para que puedas hacerte una idea aproximada de si el juego te merece la pena sin contemplaciones, si lo dejas para más adelante (cuando haya bajado de precio) o si directamente lo descartas.
Apartado Técnico
Para ser justos, hay que decir que el tipo de juego al que pertenece no es que haya sido nunca una punta de lanza en la industria. Por eso, antes de entrar en vereda, tened en cuenta que Worlds of Magic: Planar Conquest no ha venido para sentar cátedra en este aspecto. Su vista isométrica, con una cámara muy alejada de la acción que transcurre en pantalla, nos ofrece los detalles justos y necesarios para que nos centremos en la estrategia pura y dura. Planificar al milímetro cada acción que emprendamos es lo fundamental y, aunque surgen combates con frecuencia, el desarrollo de los mismos se centra más en los turnos y cómo queremos lidiar la refriega que en la espectacularidad.
Al ser un juego poco dinámico, en el que nos vamos moviendo de una casilla a otra con un cursor, no hay ningún fallo técnico que poner de relieve. La compañía ha decidido apostar sobre seguro y ha elegido el motor Unity para plasmar su proyecto en pantalla. El juego fluye de manera correcta y, por su desarrollo, sin artificios y sin espectacularidad. Le falta mucha épica y mucha chicha narrativa para enganchar a los neófitos del género, con lo que el estudio desarrollador deja bien claro que su objetivo no era eso, sino engendrar un juego de estrategia mas bien clásico que innovador y comercial.
Worlds of Magic: Planar Conquest viene a aportar su granito de estrategia por turnos a Xbox One - ¡Comparte!
Pocp fuelle tienen también las melodías y los efectos de sonido. Todo suena con una constante mesura y con cero estridencias. Quizás sea con el fin de generar un marco de concentración idóneo en el jugador, de cara a no distraerlo. Siguiendo esta dirección, el diseño artístico que muestra el juego acaba convirtiéndose en un elemento monocorde más, en el que nada destaca ni brilla con luz propia. Y suma y sigue, porque la historia que se nos plantea es lo más llano y tópico que se pueda imaginar. El argumento carece de interés y no es más que un pretexto para ponernos en situación y poco más.
Jugabilidad
Como buen juego de estrategia que es, su jugabilidad no es apta para todos los públicos. Aprender a jugarlo al cien por cien te puede llevar un par de horas, con lo que queda patente que no todos los usuarios tendrán la misma paciencia con él. Los que busquen acción directa ya pueden ir olvidándose de él, pero los que quieran darle vueltas al tarro y disfruten de las mecánicas de gestión de recursos, se lo van a pasar pipa.
Es muy de agradecer el hecho de que los eventos y los escenarios se generen de manera procedural, y que la mayoría dependa de cómo estés jugando, si optando por una gobernabilidad de tus ciudades justa y cuidadosa o de otra más impúdica e impulsiva, porque siempre tendrás la sensación de que las decisiones que tomas y las cosas que haces, realmente tienen repercusión en el mundo con el que estás interactuando.
Sobre la gestión del equipo, los recursos y demás, ten paciencia y mucha vista, ya que los menús son bastante caóticos por condensar demasiadas opciones al mismo tiempo y en una misma pantalla. Es muy fácil sentirse abrumado por el inmenso abanico que se despliega ante tus ojos, y más fácil aún es equivocarse al hacer algo que realmente no querías. También puede darse el caso de estar un buen rato perdido, buscando la opción que quieres cuando resulta que la tenías frente a ti, rebujada entre otras de menor importancia.
Los combates sí que resultan más intuitivos y entretenidos, y tendrás la posibilidad de resolverlos de manera automática o lidiarlos por ti mismo. Obviamente recomendamos la segunda opción. El abanico de posibilidades, según los miembros de tu tropa, es bastante amplio. Tanto para las batallas, como para el resto de acciones, las posibilidades son abrumadoras hasta el punto de que no podemos entrar a detallarlas puesto que requerirían de un análisis propio y aparte. También es muy variado el elenco de personajes controlables y de enemigos. Los modelados sí que son muy similares, al menos en los aliados, pero la variedad está servida y es un juego muy rico en este campo. Eso sí, ni se os ocurra comenzar una primera partida sin pasaros previamente el tutorial.
Duración
Yendo al grano, Worlds of Magic: Planar Conquest es una compra segura si lo que buscáis es un juego que os tenga entretenidos durante un buen montón de decenas de horas, siempre y cuando seas un fan acérrimo de la estrategia. No es un juego para una tarde ni para un fin de semana. Requiere dedicación y entrega y sesiones de juego dilatadas. Los usuarios que no tienen demasiadas horas al día para jugar, se verán desorientados y les generará una sensación de inmovilidad, porque el ritmo de juego es muy lento y no da pie para ir avanzando mediante partidas rápidas e intermitentes.
Se incluye un modo arena llamado campo de batalla, en el que podrás disfrutar a fondo del combate sin tener que preocuparte del resto de acciones de la campaña. El modo ofrece ocho escenarios en el que desplegar tropas y poder disfrutar de el sistema de luchas sin más. Esto ayuda a que la duración del juego sea aún mayor y se defina mas bien por el hecho de que te durará hasta hasta que te aburras o hasta que te centres en otra cosa, antes que en un número determinado de horas.
Conclusión
La estrategia, como ya hemos remarcado, no es un género popular y Worlds of Magic: Planar Conquest no es un juego que se pueda recomendar alegremente al primero que se te cruce por delante. Tampoco está llamado a ser el buque insignia del género, sin embargo los fans sabrán ver y disfrutar de sus bondades durante la ingente cantidad de horas que podrán dedicarle.
El precio, que parte de unos considerables 34,90 € en su edición física y 28,99 € en digital, hacen de él un título que no invita a la compra compulsiva. Recomendamos probarlo antes, para evitar decepciones e inversiones innecesarias. Y lo decimos en serio, porque su curva de aprendizaje es una barrera muy a tener en cuenta y que muchos usuarios pueden no llegar a rebasar. Tampoco se justifica el coste en su simplón apartado técnico. No obstante, los fans de la estrategia y de la fantasía épica encontrarán en él una propuesta jugable muy a tener en cuenta y que disfrutarán casi con total seguridad.
*Gracias a Teyon interactive por habernos proporcionado el material para la review.