Dark Arcana: The Carnival es un interesante juego ambientado en una típica feria ambulante americana. Narrado en clave de aventura gráfica point&click al uso, es una gran opción para los jugadores que se quieran introducir en el género y también para los fans de este tipo de juegos.
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Es un gustazo ver como compañías especializadas en un género concreto continúan su andadura en una industria tan caprichosa y enrevesada como es la del videojuego. Y más aún hay que congratularse cuando el género al que esas empresas dedican su esfuerzo y efectivos es el de la aventura gráfica. Mucho ha llovido desde que se extinguiera la edad de oro de esta vertiente del ocio electrónico, cuyo etapa de esplendor se vivió casi en exclusiva en el PC. Por eso añadimos un tercer motivo de regocijo, pues si de algo puede presumir esta generación de consolas es de la ingente variedad de géneros con la que se nutre su catálogo.
Uno de esos estudios, comprometidos con las aventuras gráficas point&click es Artifex Mundi. Un estudio al que podemos considerar un viejo conocido, ya que hemos analizado todas sus aventuras lanzadas en Xbox One desde que sacaron, en septiembre de 2015, Nightmares from the Deep: The Cursed Heart. Desde entonces, las obras de Artifex Mundi han ido pasando con regularidad por nuestra mesa de disecciones y siempre ha salido airosa. Quizás, con este Dark Arcana: The Carnival, al fin alcance la ansiada excelencia que nunca ha llegado a lucir o quizás sea su primer fracaso sonado. Eso solo podrás saberlo si nos acompañas en nuestro análisis.
Por el momento solo te diremos que en esta nueva entrega nos tocará recorrernos una feria ambulante como las que tantas veces hemos visto en las películas americanas. Las atracciones están desconectadas y nadie pasea entre los puestos de comida rápida y de algodón de azúcar. Los chicos no se arremolinan en las casetas de tiro al blanco para conseguir un peluche que regalar a la muchacha que les acompaña, y nadie hace cola para subir a la noria ni a la montaña rusa. El motivo de tal desolación es la desaparición de una madre en La Casa del Terror. La mujer salía de la atracción con su hija, cuando la pequeña se adelantó, extasiada por la terrorífica experiencia vivida. Al ir a reunirse con la cría, las puertas de la la siniestra casa se cerraron y una sombra siniestra se cernió sobre ella. Luego… nada.
La Policía Local no era capaz de dar con el paradero de la mujer y la niña no encontraba consuelo hasta tu llegada al parque de atracciones. Como buena detective que eres, la niña recupera la fe con solo hablar contigo unos minutos. La única pista sobre la que trabajar es una ajada foto de cartera en la que aparece la joven madre, y eso te será suficiente para dar comienzo a la investigación y sumergirte en el trasfondo macabro que se oculta entre las luces de neón de la feria. Una historia de éxito, muerte y de amor marchito se entremezclará con un ritual maligno al que tendrás que hacer frente no solo para resolver el caso, sino para seguir con vida. Bienvenido al Carnaval…
Apartado Técnico
Artifex Mundi es un estudio que parece muy afín al popular dicho de “vísteme despacio que tengo prisa“. Mejoras han ido implementando en su motor gráfico, pero suelen ser pequeñas y tras varias entregas. En este caso, Dark Arcana: The Carnival tiene pinta de ser uno de los títulos de transición, porque luce exactamente igual que su predecesor e incluso que el anterior. Solo parece que han hilado más fino esta vez con las expresiones faciales. Sin embargo, las animaciones y algunos modelados siguen estando estancados. La resolución de algunas texturas, en las cinemáticas, está por debajo de lo aceptable y se experimentan algunos tirones cuando la cámara hace zoom.
Luego, en el gameplay, la cosa se estabiliza. No es para menos, porque tengamos en cuenta que se trata de una aventura gráfica mas bien clásica. Esto se traduce en una concatenación de escenarios completamente estáticos, en los que tenemos que buscar pistas y encontrar objetos. También tendrás que combinarlos e interactuar con ellos en algunas zonas para poder abrir cerraduras, resolver enigmas o sortear amenazas.
La música tampoco luce como debiera, tanto por la dinámica sesuda y sosegada del juego como por ser bastante cercanas al resto de juegos del estudio. Eso sí, han dado en el clavo con el elenco de intérpretes que ponen las voces a los personajes, a los cuales escucharemos en inglés. Por suerte, y siendo fiel a su estilo, Artifex Mundi ha vuelto a traducir todos los diálogos y textos al español, con lo que los pocos duchos con esta lengua no se perderán ni un solo detalle y podrán seguir el hilo narrativo con total claridad.
Por lo demás, al juego no se le puede achacar ningún defecto destacable que ensucie la experiencia. Rinde bien y solo cae en una leve de monotonía en los diseños de personajes y elementos que solo pueden llegar a percibir los seguidores de los juegos del estudio. Quizás ha llegado el momento de marcarse un punto de inflexión para hacerle un lavado de cara no solo al motor gráfico sino a los objetivos de todo el departamento artístico del estudio, con el fin de que las próximas entregas dejen de tener ese tufillo a calcomanía de lo que ya nos han enseñado con anterioridad.
Después de jugar a Dark Arcana, no vamos a entrar en atracciones de terror de la feria - ¡Comparte!
Por otro lado, la ambientación que nos envuelve en nuestro trasiego por las instalaciones de la feria es del todo acertado y muy inmersivo. Los escenarios se muestran siempre muy barrocos, coloreados con esos tonos pastel que generan la impresión de que estemos deambulando por entre las páginas de un libro de cuentos infantil.
Jugabilidad
En Dark Arcana; The Carnival, Artifex Mundi cae en un error que, en nuestra opinión, merma la inversión. Se trata de la dificultad. Esta nos ha resultado, de lejos, su obra más sencilla e intuitiva. No nos hemos atascado en ningún momento y ni uno solo de los rompecabezas nos ha forzado a estrujarnos el cerebro en lo más mínimo. Sí que es cierto que los más novatos en estas lides, o los que tengan su primer acercamiento al género con este título, puedan colorear con matices nuestra afirmación, pero los usuarios más curtidos corroborarán nuestras palabras.
Mas no hay queja alguna en cuanto al sistema de control, bien trabajado, acompañado de un tutorial sutil y ajustado. El juego se disfruta bastante bien porque además incluye un equilibrio magnífico de puzzles, exploración y las pruebas de objetos ocultos. Nos iremos encontrando con todas ellas de un modo natural, sin llegar a atosigar unos u otros y pudiendo dejarlos a medias para retomarlos más tarde. De nuevo nos vemos en la obligación de desconsejaros el uso del sistema de pistas (pulsando arriba en la cruceta). Hacerlo equivale a destruir la esencia de la aventura. Si acaso resérvalo para los momentos de desesperación.
La mecánica jugable es la típica que puedes encontrar en una aventura gráfica clásica, pero con el sello y el toque personal con el que Artifex Mundi perfuma cada uno de sus productos. Una lástima que de nuevo haya caído en otro punto flaco recurrente del estudio, que es el elenco de personajes secundarios tan escueto que presenta. Pensábamos que esto era ya cosa del pasado, aunque lamentamos decir que han recaído.
La historia tampoco es que sea un diamante en bruto. Recurre a algunos clichés que ya hemos visto un centenar de veces. La falta de chicha a nivel coral que hemos puesto de relieve tampoco ayuda a dar profundidad a un arco argumental simplón, que comienza fuerte, generando un halo de misterio e interés en el jugador, para deshincharse a medida que vamos descubriendo los entresijos de la trama. Lo dicho: es una pena, porque un escenario con tantas posibilidades, como es una feria, daba mucho juego como para incluir carismáticos y variados personajes y subtramas.
Duración
El punto más flojo del juego es, sin duda, su duración. Aunque bien es cierto que esta puede variar, dependiendo del perfil del jugador que se enfrente al código. Los expertos en el point&click se lo pueden llegar a pulir en dos o tres horas. No obstante, los que tengan menos facilidad para resolver rompecabezas y enigmas, pueden llegar a multiplicar por dos o por tres ese intervalo de tiempo.
Y es que fijaos si nos ha resultado fácil la aventura, que la hemos finiquitado en ese tiempo con el capítulo extra incluido, el cual sirve como epílogo y se desbloquea al finalizar la campaña por primera vez. Luego, una vez completado todo, no existen demasiados alicientes para darle una segunda vuelta, salvo que quieras desbloquear todos los logros, imposibles de obtener en una única partida por el simple hecho de que hay uno que requiere finalizarlo resolviendo todos los puzzles de objetos ocultos y otro por resolverlos todos utilizando un minijuego de parejas conocido como Mónaco que se activa pulsando a la derecha en la cruceta.
Conclusión
Dark Arcana: The Carnival es un interesante juego ambientado en una típica feria ambulante americana. Narrado en clave de aventura gráfica point&click al uso, es una gran opción para los jugadores que se quieran introducir en el género y también para los fans de este tipo de juegos.
Quedamos a la espera de que, para próximos títulos, Artifex Mundi se ponga las pilas y lime algunas asperezas que comienzan a lastrar su obra por reiterarse en cada entrega que ponen a la venta. Eso sí, teniendo en cuenta que nos traen sus juegos localizados a nuestro idioma y manteniendo su precio insignia de 9,99 €, no podemos pedirle milagros. Buen trabajo y buen juego, que se queda en un merecido notable.
*Gracias a Artifex Mundi por habernos proporcionado el material para la review.