¡Feliz San Valentín! Sabemos que faltan unas horas pero tenemos tanto amor que hablamos ya de ello o de la explosión de sentimientos traemos a la realidad a los osos amorosos.
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¡Pero bueno! ¡Qué pasa nenes enamoradizos! ¿Habéis entendido la referencia? Si decís que sí brindo con vosotros por aquel 1999. En fin, San Valentín. Día de tópicos. Ya sabéis, todas esas frases buenrollistas en las que se consuelan los que y las que han sido rechazadas después de esperar meses a que llegara esta fecha, y todos los regalos neutros de siempre porque claro, si hasta ahora no has podido conquistar a la persona en cuestión, ¿cómo sabes los gustos que tiene? Si los sabes es porque ya te has hecho su amigo y ya nadie te libra de ser un pagafantas.
Precisamente por estos motivos hemos querido salirnos un poquito de lo que se espera de un texto como este. Hablamos de parejas sí, pero desde otra perspectiva. Hemos puesto el foco en la acción, en lo que los personajes enamorados han sido capaces de hacer por amor. No queríamos hacer lo de siempre y hablar solamente de la historia, queríamos ofrecer algo más que el contexto en el que desarrolla el amor entre ellos.
Juliet y Nick
El amor, ese sentimiento que es el único capaz de sacar lo mejor de uno mismo y a la vez, capaz de hacernos realizar las locuras más impensables, como las que realiza Juliet Starling en Lollipop Chainsaw, la gran estrella de animadoras del Instituto San Romero y pareja del chico más popular del mismo Nick Carlyle, cuyo idílico romance se va al traste por una infección zombie y se desata el caos, la muerte y las medidas desesperadas.
Ese amor irrefenable es el que obliga a nuestra protagonista, la cual está locamente enamorada de su novio Nick, a cometer una de las mayores locuras que se recuerdan en un videojuego. No solo tiene que atravesar su instituto lleno de zombies a golpe de motosierra sino que, para salvar a su pareja, le corta la cabeza al haber sido mordido por uno de los muertos vivientes y la guarda en una especie de frasco en formol, colgándola de su cintura mientras acaba con mil y un monstruos solo para lograr implantar el cráneo de Nick en un nuevo cuerpo sano para poder seguir disfrutando la vida juntos, superando a cuántos enemigos se pongan en el camino ya sea un zombie o un rockero de metal vikingo. Nada ni nadie impedirá a nuestra adorable y temible Juliet lograr su objetivo.
Lo que parece una carnicería de zombies esconde en su trasfondo que los sacrificios y dificultades para mantener una relación junto a la persona que amas simplemente son pequeños escollos cuando uno cree verdaderamente en lo que siente, aunque ello conlleve realizar actos impensables en la vida cotidiana. Una historia de amor que, a pesar de lo alocada que parezca, tiene muchos paralelismos con lo que una persona normal y corriente puede hacer por amor en su vida.
John y Cortana
[Spoilers. Si no te has pasado las campañas de las cuartas primeras entregas de Halo ve con cuidado.]
Aunque a simple vista solo parezcan compañeros de aventuras, durante las cinco entregas principales de la saga Halo se ha visto que hay algo más que una simple amistad, y más viendo lo que han hecho el uno por el otro en todo ese tiempo, y eso sin incluir las tramas que protagonizan en varios libros en el universo expandido.
Si os soy sincero, pienso que entre ellos hay una bonita historia de amor que incluso va más allá de la simple historia de amor, ya que él es un humano y ella una IA, pero no es razón para que no puedan tener esos sentimientos el uno por el otro, sin ir más lejos solo basta ver el final de Halo 4 para ver lo mal que lo pasa el Jefe Maestro por su separación obligada. Ya sabemos que John no es de muchas palabras ni de demostrar sentimientos, pero tras estos hechos aún se le nota más serio y sombrío por la situación.
Por eso, cuando en Halo 5 Guardians tiene la más mínima esperanza de volver a ver a Cortana no duda ni un instante en ir en su busca incluso si para ello ha de desobedecer a la UNSC. Lo hará solo por ella, pero hasta llegar a este punto debemos preguntarnos qué más ha pasado. Recordemos un poco sus hazañas.
Cortana eligió a John como compañero, no en vano es un clon del cerebro de la Dra. Halsey con un cuerpo virtual que tiene el aspecto de ésta en su juventud. ambos han vivido multitud de aventuras al límite juntos, han destrozado unas cuantas instalaciones Halo de maneras muy arriesgadas e ingeniosas incluso llegando a tener que dejar a Cortana en la nave Amber Clad bajo la famosa promesa de John “volveré a por ti” a lo que Cortana le responde con “no le prometas a una chica algo que no puedas cumplir”, cosa que cumple en Halo 3 cuando aterriza en la tierra y John deja todo lo que está haciendo solo para ir a rescatarla.
Como veis, es una relación que se ha ido forjando entrega tras entrega y cada vez es más profunda. No la veo como una simple amistad como ya puntualicé más arriba, los momentos épicos como la despedida en Halo 4 denotan que hay algo mucho más profundo y tierno, y que tras Halo 5, aún tienen que pasar más cosas en esta relación.
Cooper y BT-7274
[Spoilers: Ten cuidado si no te has acabado la campaña de Titanfall 2]
Sé que os resultará cuanto menos curioso que aparezca un juego como Titanfall 2 en un top de este estilo, pero si habéis jugado la campaña, sabréis que tiene motivos de sobra para estar aquí. De hecho, si buscamos la definición de amor en el diccionario de la RAE nos encontraremos con que la primera acepción describe el sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
En el universo de Titanfall no existe un vínculo o una unión más perfecta que la de un piloto y su titán y eso es algo que descubriremos en esta campaña. En el videojuego nos pondremos en la piel del soldado Cooper, un fusilero que está entrenando muy duro para algún día poder convertirse en un piloto.
Durante una misión de combate en un planeta controlado por fuerzas enemigas, nuestra unidad será desplegada y contaremos con el apoyo de algunos pilotos y sus titanes, nuestro plan no sale como esperábamos y uno de los pilotos programa a su Titán para que sea nuestro compañero y esté bajo nuestras órdenes. Desde este punto el soldado Cooper y el Titán BT-7274 comenzarán algo mucho mayor que una amistad.
Resulta difícil elegir un momento, o alguna acción determinada con la que quedarnos, porque BT arriesga su existencia en más de una ocasión para ayudarnos, algunos momentos épicos que harán que hacen que sintamos escalofríos, al final de la historia, nos veremos obligados a sacrificar nuestras vidas para poder detener al enemigo, usando el núcleo de nuestro titán para destruir el arma antes de que consigan usarla, en ese momento, cuando hemos decidido permanecer junto a nuestro Titán y abalanzarnos contra este arma, BT nos expulsa de su interior y nos lanza para que no muramos en la explosión. Las últimas palabras que escucharemos serán: Directiva 3: Proteger al piloto, confía en mí.
Lara y Sam
He visto muchos artículos donde se dice que en la relación entre Sam y Lara hay algo más que amistad. Con Faith igual. Vi todo un ensayo donde se escribía que yo tengo una “agenda gay”. Fue un acercamiento interesante, y no algo que hubiera considerado. A una parte de mí le habría encantado hacer a Lara lesbiana. ¡No sé si Crystal [Dynamics] habría estado preparado para ello! Pero no lo hemos hablado directamente, tampoco. ¿Quién sabe qué deparará el futuro? Rhianna Pratchett, 2013.
Es posible que ya no podamos saber qué futuras parejas le habrían deparado a Lara en caso de seguir Rhianna al cargo de la saga como guionista. Lo que tengo bastante claro es que entre Lara y Sam había algo más que amistad en el primer Tomb Raider relanzado por Crystal Dynamics y Square Enix. Y es que no nos engañemos, y os lo digo de primerísima mano como experta en materia lésbica, nadie llega tan lejos como llega Lara por la simple amistad. Que sí, que por los amigos también te puedes dejar la vida, pero esos ojitos no se los pones a un colega con el que quieres echar unas birras, sino a alguien a quien quieres abrazar muy fuerte, pero con las piernas. Caídas, despeños, experiencias cercanas a la muerte, y todo para salvar a tu amiga de las garras de una organización. Haced una prueba, cambiad a Lara por Nathan Drake. Si creéis que en ese caso sí sería amor, lo mismo aplica con nuestra heroína favorita. Para mí está clarísimo, y para Rhianna seguro que también lo estaba.
Dom y María
¡Ah, el amor! La droga con la que la naturaleza nos embarga para que el curso de la vida siga adelante con la guinda del orgasmo. Así es queridas amigas, cuando las pegajosas redes del amor nos atrapan vemos la vida de color de rosa, ya no hay nada imposible si hay que hacerlo para demostrar nuestros ardientes sentimientos a la otra persona. El aire llena nuestros pulmones con un olor diferente, la luz nos ilumina como si fueramos el centro del inmenso universo y que nos revienten injustamente en el multijugador del Gears of War no nos molesta. Pero, ¿qué seríamos capaces de hacer por amor? Si yo tuviera que responder a esa pregunta diría con la seguridad de quién ha pensado mucho en ese tema que ir a bajar la basura y de paso comprar el pan justo después de haberme puesto el pijama. Por suerte hay hombres más inspirados.
Como Dominic Santiago. Un soldado de la CGO al que la Horda Locust arrebató primero la vida de sus hijos y después la cordura de su esposa María. La mujer no pudo superar la muerte de sus dos hijos sin la ayuda de Dom, quién no pudo estar con ella en esos momentos difíciles por tener que luchar contra la amenaza de la humanidad. Él llegó a casa un buen día y María había desaparecido. Cualquiera, en mitad de aquel holocausto locust, se hubiera rendido al cabo de unos meses sin tener pistas. Pero no Dom. Quizá porque no le quedaba nadie más aparte de Marcus o quizá porque lo que sentía por ella era verdadero amor.
Dom, un hombre cuya lealtad a la CGO y a la causa de la humanidad era radicalmente incuestionable, rompió las órdenes del mando cuando se encontraba en territorio enemigo, arriesgándose no solo a perder su vida, sino la de los miles de habitantes que quedaban en el último bastión de la humanidad, Jacinto. Buscó a su mujer dejando un rastro de venganza teñido de sangre tras él, para encontrarla a las puertas de la muerte y tener que decidir en segundos entre dejarla allí para que continuase su martirio o cercenar su vida para liberarla. De nuevo, el amor pudo más. Tras años de frustrante búsqueda la había encontrado, pero cruel destino ¡lo había hecho para ser su verdugo! Todos entendimos con un nudo en la garganta que el pobre Dom jamás pudo asumirlo cuando lo vimos al volante de aquel camión.
¡Hasta aquí hemos llegado! Al igual que los últimos artículos exclusivos de Generación Xbox no estoy solo. Soy Gonzalo Sánchez, he escrito el de Dom y María y me acompañan en esta romántica aventura Javier Belmonte que ha redactado el de John y Cortana; Elodie Mellado que se ha hecho cargo del de Lara y Sam; Pedro Rodríguez que ha relatado el de Cooper y BT-7274 e Israel Tallante que ha juntado muchas letras para escribir el de Juliet y Nick. Esperamos que os haya gustado y que nos digáis en los comentarios cuáles son vuestros momentos de amor preferidos en los videojuegos.